domingo, 31 de diciembre de 2023

Hace tres años recuerdo que, en plena pandemia, pasé el año nuevo en soledad y encerrado en casa, conectado con mi familia por videollamada. Preparé una cena, esperé las doce, brindé online y luego me fui al sobre. Y pensar que en ese tiempo surgieron los carretes virtuales por zoom. Qué época más distópica. Por lo mismo, llamo a agradecer lo básico: la sencilla posibilidad de poder salir a cualquier parte y reunirse con los tuyos, sin otra restricción que las lucas y otro motivo que el fin de un ciclo.

Final de año

Texto escrito hace exactos diez años, a propósito del Año Nuevo. Un evidente cambio en el estilo. Lea y juzgue usted. Felices fiestas:

Final de año

Hoy en la época donde se supone todos los corazones se abren, todos los vinos se añejan y todas las miradas se abrazan, la locura del sentimiento se vuelve una feria, las obsesiones y demonios se disfrazan para la ocasión, entonces se brinda por esa porción de nada que todos y nadie en particular han colmado. Allí dentro caben las delicias del lazo carnal que nos ata a las cosas. En una lectura de la pasión cristiana, se trata del cuerpo y sus interjecciones. ¡Qué secular forma de santificar las fiestas!

La poesía, en este punto, hace de nuestras palpitaciones y fluidos la jovial maquinaria de la armonía. Allí la palabra felicidad no cabe sino como hipoteca: son solo respiraciones del animal cautivo que soltamos, una vez las palabras no alcanzan a saciar el apetito de todos los días, y el instinto se vuelve el telón de fondo. Los ritmos y ruidos suenan a intuiciones de una alegría apocalíptica, esa furia de la naturaleza que parecía conspirar durante ciclos de velo y rutina.

En la mente de nuestros líderes, en las miradas vacías del amor, en las luces grises del tránsito moderno, podrás oír el rumor de ese milagro, siempre a destiempo de las certezas de vida, ya que en este punto la verdad sabe demasiado amarga, y este cliché, sin embargo, no nos consuela sobre las mentiras que sirvieron de ingrediente a nuestros impulsos más oscuros, pero tan caros a nuestras máscaras diurnas y consuetudinarias.

Bajtín entendió el carnaval en su dimensión política; y con ello, la orgía de los roles, donde siervos en corona de reyes y líderes en calidad de sátiros, brindaban juntos en honor al vacío sagrado que sostienen la ficción de sus vidas ¡Qué falta hace ese culto! Celebrar como orientales sin ánimo de idealizarlos, cantarle al vacío que acusa el reflejo de nuestra materialidad. Se corre el riesgo de perder el ritmo, de mutilar el sentido de esa violencia. No cabe sino sacrificarse, mezclar la náusea de las ideas, sopesar la resaca de la historia, sentir el escalofrío del lenguaje cuando invade como el virus que es y comienza a habitarte como su templo musical.

En la ruta hacia el puerto, van llegando los extraños al carnaval. En esa invasión gloriosa se huele la alegría que no vino, sublimada por los rayos ultravioleta, el alcohol cívico, las visitantes a flor de piel, los amigos de contrabando, el clímax de la democracia. Solo nos resta invocar esos horizontes de película, sobre el trono y el basural de nuestros líderes ebrios. Somos del fin del mundo, sudacas que no se hicieron la América, y solo queda proclamar a los cuatro vientos: ¡El Estado es el fin! ¡El fin es una fiesta! ¡La muerte es una fiesta! ¡La vida no termina! Para los aguafiestas del mañana.

jueves, 28 de diciembre de 2023

En la medida que haya un suceso, una experiencia o una anécdota, habrá una crónica latente. En el estilo de su reelaboración radica su fuerza.
Hoy es, al mismo tiempo, Día del escritor y Día de los inocentes, día idóneo para saludar a mis ex amigos y camaradas de letras del mundo literario.
Al salir del colegio, divisé en pleno centro de Limache a Gastón Soublette, quien cruzaba la calle a paso lento con su bastón. No lo podía creer. Me acerqué un poco más para ver si era solo una sugestión mía, pero no: era Don Gastón, el único. Cruzó la calle con tranquilidad y se acercó a la vereda. Pensé en saludarlo. Sin embargo, desistí. Algo en su aura mística me llevó a tomar distancia. Tal vez si me hubiera acercado él me hubiera contestado como el hombre sencillo que destila sabiduría. Aun así, preferí observarlo a lo lejos, para contemplar el significado de sus pasos en medio de la calle cual transeúnte cualquiera.

Hace poco, Don Gastón había recibido un Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales de parte del presidente. Pese a todo, el señor dobló lento y caminó rumbo a la calle que va a dar a la Estación Limache, sin apenas ser reconocido por la gente que ahí andaba, sus propios coterráneos. Don Gastón siguió andando por la ciudad, taciturno, prácticamente sin ser advertido, como un caballero de otra época, camuflado en el anonimato.

Me quedé por unos minutos mirándolo a lo lejos. Había unos tipos que estaban en una esquina que lo vieron pasar, aunque me quedaron mirando a mí también, ante mi actitud sospechosa. Impertérrito, continué observando al maestro, hasta perderlo definitivamente, una vez cruzó la calle.

A propósito, revisé un texto que había escrito Don Soublette, que hablaba sobre la Semblanza del Sabio Popular Anónimo. Según su visión, dicho sabio era quien “había conservado, cuidado y transmitido la sabiduría que era el soporte de las costumbres de la comunidad”. En ese momento lo supe: el auténtico sabio debía atravesar la vereda de los hombres sin ser notado. Sin siquiera oír una palabra suya, con su sola presencia, me había demostrado el Tao “a la limachina”. Me di cuenta que había tomado la mejor decisión: no dirigirle la palabra y únicamente escuchar su silencio, porque, para Don Soublette: “el respeto de la palabra conlleva necesariamente un igual respeto por el silencio (…) Y en el silencio se ejerce la influencia por el ser y no por el hacer entre los hombres.”.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Si hay algo que he aprendido en estos cuatro años de “mambo” es que la estupidez, la toxicidad y la insensatez no son patrimonio de un colectivo o de un sector de la política. Todos los vicios y virtudes humanas le pertenecen por entero a los individuos y ciudadanos. Un "estallido social", unas elecciones presidenciales en pandemia y dos procesos constitucionales así lo demuestran. 

martes, 26 de diciembre de 2023

Hubo una época en que casi todos me reconocían por escribir crónicas en Valpo o sobre Valpo. Hubo, pero ya no. Ya pasó. Lo que queda es esta escritura y la ciudad, desglosando su abandono.

Canserbero fue asesinado

Hoy la Fiscalía de Venezuela ha confirmado que el rapero Canserbero fue asesinado por quien fuera su mánager: Natalia Améstica. El hermano de la mujer fue cómplice. Las circunstancias aún no se esclarecen del todo, pero todo apunta a un escenario montado en el que ellos sobornaron a unos policías para que la muerte pareciera producto de una pelea entre el rapero y un amigo. Según las pesquisas, mataron a Canserbero a modo de venganza por un reclamo de un pago de una gira realizada en Chile y Argentina. Todo muy turbio.
Previa confirmación de la justicia, se especuló mucho respecto a la muerte del rapero: que fue asesinado por agentes del gobierno de Maduro por "hablar de más", que se suicidó por problemas mentales, que fue asesinado por los Illuminatis, al igual que Tupac. Muchas teorías que surgen al alero de la falta de certezas que ofrece el mundo moderno y la sensación de anomia percibida por una sociedad que sospecha profundamente de sus líderes. Sin embargo, por lo pronto, lo único cierto es la constatación del hecho de sangre: un homicidio consumado con premeditación. Permanece, en el imaginario musical y artística de Venezuela y Latinoamérica, el legado del cantante pese a su prematura partida. Como reza en Es épico: "Son demasiadas dudas, pensamientos vagos
¿Gente buena en el infierno o es que en algo fueron malos?
Por algo están aquí, aunque no lo acepten
Debo hallar ahora una manera de huir de la muerte".
Sonaron fuegos artificiales de ensayo para el Año Nuevo en todo Valparaíso. "Andan brígidos los narcos", se escuchó decir a alguien en la calle.

Eric Sadin: “Las IA ofenden la dignidad humana”

"--En qué medida estas redes sociales que operan con algoritmos –cuyos criterios de selección de los videos a viralizar pueden ser redireccionados intencionalmente mediante compra de publicidad— siembran ideas en la sociedad, o son simplemente cámaras de eco de lo que ya está rondando el ambiente del cara a cara.

--Yo digo que hay que desconfiar de las palabras que forjan nuestras representaciones y la mayoría de las veces son forjadas justamente por la industria digital. Yo hablo de plataformas de la expresividad, lugares donde cada uno puede expresarse. Lo que vemos en el mundo digital es que cada uno puede hacer valer su opinión como si fuera la primacía de uno mismo. Cuando hay un comentario de alguien a un posteo, el comentario viene abajo. O sea que si lo vemos ergonómicamente, también hay una manera de ubicar las cosas en el espacio, que hacen que la opinión del otro esté por debajo de la mía. Esto nos genera la ilusión de creer que estamos diciendo la verdad. Y ya en esto hay algo erróneo, en el sentido de cómo se concibe la palabra. ¿Qué es la palabra hoy, en tanto que emanación de nuestra subjetividad y de lazo interpersonal con el otro? Quien dice “palabra”, habla de una escucha mutua en un marco de diálogo y de relación con el otro. En ningún caso esa estructura de “palabra” existe en las plataformas de la expresividad. Son diluvios verbales en los que cada uno habla en primer lugar, luego espera los comentarios de los demás y, la mayoría de las veces, es para hacer valer el resentimiento propio, el rencor, el odio o cierta idea de lo que debería ser el mundo, antes de que ese comentario sea reemplazado por otros. Eso es lo propio de las plataformas. Cada uno se expresa detrás de su pantalla creyendo que tiene la verdad. Eso no produce estrictamente nada y da la ilusión de una implicación política. Cuando en realidad, por la perversidad del sistema, eso lo único que hace es mantener ilusiones e intensificar aún más una mecánica que solo apunta a generar lucro. Respecto de las plataformas de Elon Musk y otras de Silicon Valley: ¿cómo pudimos creer que eran instrumentos políticos equivalentes al ágora griega? En el ágora había intercambio de puntos de vista. Implicaba la libertad de cada uno y la pluralidad de expresarse, la necesidad de hacer acuerdos y luego retomar el diálogo para intercambiar en la pluralidad y la contradicción, y decidir cosas juntos. Esto es lo que Hannah Arendt llamó bios políticos. Primero se expresa en la acción a través de la sociedad y después se la comenta en el ágora para decidir juntos a través de la palabra. El bios político es eso: la acción y luego la palabra con una tensión permanente entre ambos términos. En las redes sociales, en cambio, hay una primacía del diluvio verbal que no produce nada, sino que intensifica la crispación entre los seres humanos y la sordera creciente. Este esquema nos enloquece, intensifica el rencor. Es un fracaso de lo político. Es la ilusión de una implicación política, cuando en realidad es uno de los fracasos más grandes de la posibilidad que tenemos de hacer política."

Hay una imagen navideña creada por IA que muestra a un padre, a una madre y a una señora haciendo un "hoyudo" y riéndose de un niño que llora al recibir un mal regalo. La primera versión de esta imagen convertida en meme mostraba un CD de Alberto Plaza. Luego, se incluyó de regalo el libro Fenomenología del espíritu de Hegel. Solo los que saben de filosofía pueden captar el sentido de la indirecta. Así, el meme tiene un potencial imprevisto y puede editarse con prácticamente cualquier producto literario o musical. ¿Y si se edita ese mismo meme y se coloca algún libro de cualquiera de nuestros amigos escritores? El solo hecho de ver al niño siendo objeto de burla por recibir semejante regalo literario sería hilarante y podría prestarse para la sátira o el cahuín. Sin duda, se trata de una proeza memística.
Camino por las calles y locales vacíos, un día de Navidad, mientras otros descansan, a ver si, por milagro del Señor o por un regalo caído del cielo, encuentro inspiración para mi próxima crónica, como quien quiere revivir sus tiempos dorados. 

domingo, 24 de diciembre de 2023

"Tú te mantienes en el amor como la tempestad

se mantiene en el relámpago:

en la noche fragmentaria y equívoca".

Braulio Arenas, "Una Mansión Absolutamente Espejo Deambula Insomne por una Mansión Absolutamente Imagen".

Reseña de poesía: Los extraviados (2023) de Claudia Vila Molina

“Ahora que estamos en otro sitio

Ahora que los caminos se divisan

Abro mi cuerpo y dejo salir a la noche

Desde allí múltiples seres emergen”.

Hay unos versos del poeta Rafael Cadenas que bien podrían rimar con el sentido general del libro “Los extraviados”: “Tanteas / como ebrio / en la ruta del extravío / (así se llama / nuestro segundo nacimiento)”. Si nos remitimos al título, la hablante desarrolla la idea de la poesía como extravío, y no se limita a señalar su concepto, sino que lo personaliza en un yo colectivo, de manera que consigue aglomerar las múltiples voces patentes en el poemario bajo esa tónica y logra además identificarse con los muchos símbolos e imágenes que se desprenden de ella. En efecto, podría decirse que la hablante lírica también percibe en la ruta del extravío un segundo nacimiento, un “renacer en el poema” pero hacia una vida repleta de misterio, duda, incertidumbre, visión y pasión.

El poemario se distribuye en capítulos, a modo de recorrido náufrago o de árboles en medio de la oscuridad del bosque. La hablante, en ese transcurso, proyecta espacios ancestrales, ciudades fantasmas, dioses y hasta pesadillas. Un tiempo y una época primigenia se deja vislumbrar en esos parajes, además de una visión poética que trabaja sobre la impresión onírica, la memoria y la evocación lírica.

La mirada de la hablante apunta hacia el extravío, hacia distintas direcciones, en diferentes estaciones del año y diferentes tiempos, aunque también se asienta en patrones recurrentes, en simbolismos que pululan cual espíritus a través de esos lares. Así, se habla desde la profundidad del sentido, de la imagen y de la voz, hasta llegar a lo más alto, lo sublime, las “Altas esferas”. En su poema “Límites” señala: “Al norte de los sueños/inventamos una historia/nos acercamos al borde/de esta escenografía”. Por lo tanto, el aspecto onírico de la visión poética y su dimensión teatral se manifiesta en el escenario del mundo representado a través de los poemas.

Algo destacable de Los extraviados es que se propone subvertir la propia forma del poema, integrando, en ocasiones, la prosa poética para darle curso a un vuelo narrativo en consonancia con las memorias y las evocaciones presentadas. En la pura línea de los surrealistas, la hablante apuesta por el desborde de la imaginación y la profusión de metáforas para configurar un paisaje posible, un paisaje interior volcado sobre lo externo, su más puro reflejo y también su sombra. De ese juego de dualidades, de encuentros y desencuentros, de apariciones y desapariciones, se celebra el desconcierto, la transgresión en la forma y en el contenido, su ocultamiento y su revelación.

Hay una parte que contempla más de la mitad del volumen del libro. Se llama Media luz. Allí una serie de poemas vuelven sobre la tónica comprendida en la primera mitad. Sin embargo, hay algo único: la proliferación de imágenes poéticas que invocan ideas duales como el silencio y la voz. Así también, se vuelve mucho sobre el ensueño y el despertar; la ilusión, la duda y la verdad, en conjunto con las tinieblas y la oscuridad. La hablante se adentra en parajes reconocidos y en sensaciones encontradas, que le causan asombro, nostalgia, deseo y, al mismo tiempo, una resonancia de un tiempo y una época perdida, pero restaurada a cada instante con la vibración del ritmo y la imagen. Vuelve a ser patente, de esa manera, el recuerdo, el olvido y la memoria.

Los elementos de la naturaleza cobran fuerza y poder de expresión creativa, al aludir al bosque como lo salvaje y lo indómito, el viento, la ráfaga y, por sobre todo, la noche, que sería un símbolo de lo inconmensurable, lo absoluto en su densidad: “Abro mi cuerpo y dejo salir a la noche/Desde allí múltiples seres emergen”, reza la hablante en Incierto. Esos seres bien pueden ser los extraviados, o las voces que pugnan por hacerse escuchar o por manifestarse en la realidad invocada.

Para que algo se haya extraviado, tiene que haber tenido, previamente, un camino, un sendero, una dirección que se perdió. Tal motivo se deja entrever en Media Luz, cuando la hablante se refiere al destierro y además al regreso improbable, simbolizado en la naturaleza y en alusión al mar. Siempre los elementos naturales son aludidos, en su recorrido, bajo su errar. Un viaje por el mar significa naufragio. La concepción de los espacios incluso se presiente en Universos paralelos, con un halo de misterio y en casas abandonadas.

La figura del peregrino está latente, toda vez que se expresa un andar por desiertos, por pueblos, por espacios en total abandono. En ese proceso hay un ir y volver, un destino entre mítico y determinista. El forastero se vale del viaje. El tren recorre tierras extrañas y se detiene en estaciones sin lugar determinado. El navío naufraga por el Viento Sur. Se alude a la Cordillera, imponente, absoluta. Una pura referencia a Valdivia sitúa este peregrinaje en un punto geográfico austral de nuestra patria.

Por otro lado, se alude a Valparaíso, porque el mito del puerto no podía quedar exento en el mapa simbólico y poético de la hablante. En ese recorrer se intuye la pérdida, “la vieja pesadumbre” de estar yendo y viniendo una y otra vez, sin cesar, y constatar, mientras tanto, la arremetida del tiempo sobre las cosas, dignificadas solo por el sueño constante de sus transeúntes, que contrarían el avasallante curso del devenir.

El viaje errático, el extravío de los extraviados y de la propia hablante en el poema configura, además de un mapa poético y onírico, un mapa psíquico y arquetípico. La figura de los padres, se revela cual vuelta a los orígenes. Se les llama “padres del tiempo” y con todo sentido, porque: “aunque el tiempo nos abandona/(en medio de la carretera) no podemos reaccionar/entonces callamos hasta que se patenta el miedo/y perece el niño que fue parte de nuestra nostalgia”. Así reza Tribunas en Media Luz.

El miedo ante la pérdida se deja entrever aunque con una emoción trágica. Se acepta el presentimiento de la muerte y la necesidad de volver sobre los orígenes. Por lo mismo, la figura del padre aparece invocada para situar un arraigo posible y una pronta dirección, en medio del discurrir interno y en medio del caos.

En suma, la poética desplegada por la hablante, a lo largo de Los Extraviados, se halla sugerida y no explícita. Claudia Vila se esfuerza por ofrecer una búsqueda poética sin temor al extravío, a la pérdida, al reflejo caduco, a la sombra y al vagabundaje vital y existencial. Más bien, la poética desplegada en estas palabras y en estos versos se transforma en una visión absoluta sobre el extravío del ser o de los seres en sus existencias. Ella, nuestra autora, no teme la incertidumbre, la abraza. No teme la condición fantasmagórica de los eventos, de los lugares y de las personas pasadas, las invita a su concierto de imágenes, a su torrente de emociones que riman en sueños y visualizan otras veredas y otros significados posibles.

Claudia Vila en Los extraviados consagra, con una poesía lúcida y creativa, el triunfo de la imaginación, por sobre el camino recto de las mentes uniformes, porque la poesía siempre apostará por el extravío, porque en el extravío está la vida y la muerte, porque la poesía, como diría Federico García Lorca, “es el misterio que tienen todas las cosas”. Es preciso extraviarse, es preciso perderse para preñarse de ese misterio.


Mohamed M. Sarr: “Bolaño es el escritor que más ha significado para mí en los últimos 10 años”

"La literatura es una batalla perdida de antemano, solía decir Bolaño. ¿Qué piensa de esta idea?

La literatura se asemeja a una batalla perdida de antemano, pero es precisamente por eso que hay que librarla absolutamente. Los libros habitados siempre se enfrentan a una forma de horror o sufrimiento, que también puede ser el otro nombre de la belleza. Todo esto no excluye ni la gracia ni la alegría, pero en el fondo, creo que escribir es siempre una manera de entrever la inmensidad del “sol negro de la melancolía” (Nerval lo escribió en El desdichado) que brilla sobre el mundo. Solo entrever. Antes de poder decir algo, la literatura pierde, muere. Porque no es suficiente. O porque no se le presta gran importancia. O porque los escritores son débiles. Y los lectores también. ¿De qué valen las frases y los personajes frente a la violencia del mundo? ¿Frente al poder del dinero? Sin embargo, y Bolaño lo entendió y expresó maravillosamente en sus libros, lo que se mantiene frente al horror ya es heroico. Un heroísmo risible, romántico, sin salida, pero que tiene la preocupación de mirar hasta el final. Las grandes obras se mantienen frente a lo desconocido sabiendo que no lograrán aprehenderlo completamente. Pero su intento, aunque sea fallido, siempre plantea una nueva pregunta existencial en nosotros."

sábado, 23 de diciembre de 2023

Los progres según Adriano Erriguel

“El progre protagoniza una cruzada por el Bien en la que él se arroga un papel estelar y en la que la existencia del enemigo le resulta vital. ¡Qué sería del progre sin sus villanos favoritos! (…) Señalábamos arriba que el progre está lleno de exigencias. Pero al mismo tiempo quiere estar exento de responsabilidades. Su carácter exigente le viene del fenotipo sesentayochista, de aquellas generaciones contestatarias que portaban en sí –señalaba Pascal Bruckner- “un viejo niñato quejica, voraz, impaciente de ser feliz enseguida, convencido de que la colectividad se lo debe todo, que merece la mejor de las existencias posibles por el mero hecho de haber nacido”. Del sesentayochismo procede también el culto a la juventud celebrada como un fin en sí misma, lo cual hace posible abolir el principio de autoridad: “desconfiar de los adultos, ver la madurez como algo caduco, como un compromiso con las mentiras y fealdades del viejo mundo”.

jueves, 21 de diciembre de 2023

El tiempo de las ideologías está decayendo, querida. Ya no basta con las palabras y los discursos para sostener las irrealidades. Detrás del velo, corre todavía el agua de los secretos no dichos.
Pensándolo bien, el slogan: "Que se jodan", del A favor, resulta españolísimo. El joder nos viene de herencia castellana, lo seguimos usando cuando estamos hartos de que nos jodan, pero un slogan en chilensis hubiese sido quizá menos decente y más visceral: "Que se vayan a la chucha" o incluso "que se vayan a la csm".

miércoles, 20 de diciembre de 2023

Jesús G. Maestro: "Crítica de la razón literaria" (Parte III · Tomo 1). La Academia contra Babel.

Postulados fundamentales de la Crítica de la razón literaria
como Teoría de la Literatura

La Academia contra Babel es uno de los libros fundadores de los presupuestos metodológicos de la Crítica de la razón literaria. Publicado por vez primera en 2006, se tradujo al inglés en 2009, y constituyó desde su publicación un auténtico «manifiesto» contra la posmodernidad y la sofística que, dentro del mundo académico y universitario del siglo XXI, este pensamiento débil, irracional e incompatible con la realidad, ha impuesto bajo los imperativos anglosajones de lo políticamente correcto.

La actual edición, profundamente ampliada y revisada respecto a la original, plantea una exigencia irrenunciable ante la literatura, basada en cinco principios esenciales, que afecta de modo determinante a los estudios literarios: el racionalismo, la crítica, la dialéctica, la ciencia y la symploké o relación racional de ideas, contraria al idealismo monista (todo depende de una idea fundamental y dominante) y del idealismo atomista (nada depende de nada, de modo que todo es igual a todo sin relación ni conexión entre sí).

Cuando el mundo académico anglosajón habla de literatura, sostiene una idea de «literatura» que nada tiene que ver con la literatura de la tradición hispanogrecolatina. De hecho, la Anglosfera no habla de literatura, sino de cultura. De este modo, trata de reducir, hasta su más absoluta disolución, los estudios literarios a estudios culturales. Y lo hace desde la más estulta colaboración de profesores y alumnos universitarios erradicados en España e Hispanoamérica, incapaces de percatarse de que la cultura es una invención de aquellos pueblos que no tienen literatura.

El paso siguiente consiste en imponer, desde el triunfo del idealismo alemán ―la filosofía más incompatible con la realidad― la negación de estudiar científicamente la literatura. Se devalúa de este modo, con pretensiones globales y definitivas, una de las aportaciones más originales y decisivas de la Europa mediterránea: la literatura.

La Academia contra Babel es una obra que se enfrenta dialécticamente, desde su mismo título, a todos estos planteamientos, negando su legitimidad y su coherencia, y exigiendo el estudio científico de la literatura, así como la preservación de los estudios literarios, de tradición hispanogrecolatina, sobre los estudios culturales, de impronta anglosajona y posmoderna.
Si hay algo que se rescata de la fallida campaña del A favor es su slogan: "Que se jodan". ¿Quiénes? Aplíquese según sea el caso. Perfecto para volcar el hastío. Que se jodan, que se jodan, mil veces que se jodan los infames que no paran de joder. 

martes, 19 de diciembre de 2023

Me reencontré con un compadre que vivía en el mismo departamento que arrendaba hace más de cuatro años. Nos reconocimos al instante. El compadre dijo haberse ido de aquel departamento un tiempo después de mí. De lo que más se acordaba era de mi libro Rinconada, el cual se lo vendí a un módico precio (como a muchos otros). "Quedé pegado con lo de los edificios barco", me dijo. "Y también con las voladas en Valpo, los locales, las lecturas, la calle", remató. Sonreí y estreché su mano, agradecido de que haya recordado esos detalles tan precisos. Me quedó dando vuelta, eso sí, la misteriosa referencia a un edificio barco, que no recuerdo haber plasmado en ninguna crónica. O eso es lo que cree mi memoria. He ahí lo genial del asunto: que los propios lectores se permiten reconstruir su lectura del libro, para luego imaginar uno incluso completamente distinto. Lo he confirmado con Rinconada. El libro ya se volvió prácticamente una rareza de mil cabezas. Un libro para el olvido o para las más bizarras referencias. Algunas manos ingratas pasaron por sus páginas, aunque también otras manos del todo amistosas. Cada quien se hizo su propia versión de Rinconada, maldita, laberíntica o íntima. A fin de cuentas, eso me deja satisfecho: reconocer que el libro prolongó su respiración más allá de un tiempo asfixiante.
Dos textos de mi autoría que entregaron un diagnóstico muy premonitorio de los hechos políticos recientes:

Escrito hace más de cuatro años, este texto del 16 del 11 del 2019 que forma parte de mi segundo libro "A destiempo. Reminiscencias e instantáneas".

"Anoche, durante la jornada histórica, la oposición propuso una "hoja en blanco", es decir, partir desde lo que acuerde el cuerpo constituyente sin tomar como referencia inmediata la actual carta fundamental. Al día siguiente, la llamada Plaza de la dignidad apareció cubierta de sábanas blancas y con un lienzo con la palabra "Paz" desde la estatua del general Baquedano. El blanco, según Enrique Lihn, era el "no color". Desde la cultura oriental, el vacío, la nada, el color de luto. Entonces ¿Cuál es el mensaje? ¿Qué tiene que ver el blanco aquí? Pues que para algunos significa tabula rasa, vuelta de página. Para otros, muerte, pacificación o, derechamente, silenciamiento. Regresar a la nada."

Efectivamente, tras cuatro años, se regresó al punto de partida y la hoja en blanco permaneció en blanco.

Escrito hace más de cuatro años, este texto inédito del 16 del 11 del 2019 y que formará parte de mi futuro libro de política:

"Entonces, por el momento, será todo o nada. Un bien edulcorado cambio gradual de la mano de la convención parlamentaria, o una lucha sistemática en pos de un cambio total en la política chilena. En la medida que esas dos posturas permanezcan irreconciliables, la crisis se dilatará y continuará."

Efectivamente, la crisis se dilató y las posturas políticas se mantuvieron radicalizadas e irreconciliables al punto de la repulsa ciudadana.
No vivimos en Chile, vivimos en la República de Schrodinger: su Constitución vigente ha sido, al mismo tiempo, rechazada y ratificada. Su gente quiere cambiarla y, al mismo tiempo, procura conservarla. 
Si hay algo que agradezco de lo ocurrido en estos cuatro años en Chile es el hecho de darme cuenta quiénes están realmente con uno, a toda prueba, y quiénes no. En ese proceso se cerraron muchas puertas y se cortaron muchos círculos, pero se abrieron y se formaron otros, gente con otro pensamiento político, con otra perspectiva de la vida y, por sobre todo, con otros valores. Como el uróboro, Chile apostó a la desintegración y, al mismo tiempo, a la regeneración. 

lunes, 18 de diciembre de 2023

El uróboro de Chile sobre el sitial del General Baquedano

A horas del triunfo del En contra, una figura de una serpiente uróboro con la forma de Chile fue instalada en el sitial que le pertenecía al General Baquedano, en Plaza Italia. Una similar había sido instalada en Valpo días antes del plebiscito de salida del anterior proceso constituyente. Esta vez, los responsables de la obra se dieron a conocer. Se trata del colectivo Instituto de Motricidad Fina (IMF) de Valparaíso, cuyo propósito detrás del uróboro sería “trazar un camino” mediante una intervención artística con intención política.

El simbolismo es evidente. El profesor de historia Aldo Meneses ya había indicado que el uróboro tiene su origen en la tumba de la pirámide de Unis en Egipto, pero, en realidad, el símbolo de la serpiente comiéndose la cola estaría presente en casi todas las mitologías del pasado, representando la naturaleza cíclica del tiempo y del espacio. En definitiva, un eterno retorno, un volver sobre sí, una recurrencia constante, un volver a estar presente, un “loop”.

Si leemos a la serpiente uróboro ahora bajo la contingencia política, podría decirse que es una metáfora de todo lo vivido en estos cuatro años. Una inevitable sensación de circularidad, una rueda del karma tras dos fallidos procesos constitucionales con un altísimo costo. La sensación de que todo cambia para que nada cambie. Se invoca un tiempo recurrente que debe volver a pasar por el cedazo de lo material, tal cual el fenómeno de la reencarnación. O bien se proyecta un mundo y una época que, en vísperas de un cambio de paradigma, tuvo que fagocitarse a sí misma y, con ella, a sus contemporáneos.

El uróboro es Chile, aquella criatura que se muerde la cola y que pretende, con eso, asaltar el cielo. Chile se autosabotea en ese proceso de querer cambiar para acabar muriendo en cada intentona. Chile es el probable renacer del mito pero también su autodestrucción. Nuestro reciente y novelesco proceso constitucional así lo grafica, hijo de su tiempo circular, su tiempo bífido, su tiempo roto.

La historia tiene forma de serpiente. Chile también. Desde un plano esotérico, la serpiente “despertó”, y ese despertar fue traicionado. El hecho de que el uróboro haya aparecido, primero, tras el Rechazo, y ahora, tras el En Contra, lo simboliza a la perfección. Bajo este mantra de derrota y de ansia de certidumbre en medio del caos, la serpiente se sitúa al final de la contienda política para conjurar el espíritu de los tiempos, como si sus actores hubiesen reprobado un curso para volver a repetirlo. El uróboro, en otras circunstancias, habría significado la esperanza de un renacer, una muda de piel vieja, un ocaso para un alba. De acuerdo a esta mirada, únicamente resuena la vibración del Kali Yuga, nuestra época de hierro en la que se libra una guerra espiritual plasmada en la crisis de Occidente a nivel planetario. Chile intentó conjugar, en suma, la disolución con la regeneración.

“Todo imperio es un uróboro”, comentaba alguien por ahí. Todo lo que se expande tiene que, en algún momento, contraerse. El heroico General Baquedano quedó relegado del centro de poder reservado a los chilenos, para luego ser vaciado de sentido y, finalmente, reemplazado por la figura del uróboro con la forma de Chile. Es la tendencia de los tiempos. Los viejos ídolos fueron descabezados para instalar, en su lugar, figuras profanas que devendría en la nada y en el tiempo devorador de los hombres. Así quedó patente: el proceso vivido en Chile fue una ola expansiva de violencia, de impostación, de chantaje, de rencillas y de conspiraciones, aunque también de ímpetu esperanzado. Ya es tiempo de la contracción.

Atento al génesis de un nuevo libro: "Nueva Constitución. Crónica absoluta de un fracaso". Constará de dos tomos y un tercero por venir. Cuando la realidad país supera cualquier intento por subvertirla, ahí está la literatura y su alquimia discursiva.
Hace casi un mes planteé la posibilidad de que la segunda propuesta de Nueva Constitución, en caso de ser rechazada, fuera a parar, al igual que la anterior, a la cuneta de libros viejos, rematados a menos de su precio original, en calidad de artefacto literario para coleccionistas de rarezas o antigüedades. Y finalmente ocurrió. El texto constitucional fue rechazado y su destino será el espacio de los ambulantes o los anaqueles de alguna librería popular. Como mencioné días atrás, luego del fracaso por partida doble de estos textos, nos quedará al menos, en calidad de ciudadanos, su lectura analítica, acuciosa o diletante, y quedará patente, en suma, la crónica absoluta de un fracaso político. Quien vuelva sobre dichos textos, en un futuro, tendrá que leerlos a modo de saga, para percatarse de la trama completa. Sin embargo, la saga está lejos de concluir. Habrá que esperar un buen tiempo para intuir su continuación o disfrutar el final de la temporada.
Acorde a los caóticos acontecimientos sociopolíticos de Chilito, se seguirá completando la fantástica y surrealista línea cronológica, con tal de aventurar una aproximación a nuestro tiempo histórico. La versión actualizada quedó así:

18/10/19 al 18/03/20 Era precovidiana de estallido o insurrección (según cómo se mire) – Convulsión máxima de las pasiones ideológicas de lado y lado; Piñera llama a combatir a un “enemigo poderoso e implacable; preludio al advenimiento del Estado de excepción sanitario.

18/03/20 al 25/10/20 Era poscovidiana – Estado de excepción sanitario incierto; estallido social o insurrección “interrumpida” y preámbulo al proceso constitucional “cocinado” después del Acuerdo por la Paz celebrado durante la era precovid.

25/10/20 al 16/05/21 Era poscovidiana – Estado de excepción sanitario indefinido y rumbo sociopolítico hacia una Nueva constitución. Estallido social o insurrección continúa “interrumpido”, aunque latente. El covid se establece como coartada geopolítica. La carrera por la constituyente agudiza la confrontación y la división (tanto de izquierda como de derecha)

16/05/21 al 30/09/21 Era poscovidiana – Estado de excepción sanitario indefinido (con miras a volverse eterno) y triunfo de la facción independiente dentro de la Convención Constituyente. Muerte política de la derecha. Renacer de la izquierda “independiente”. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Chile se pone a la expectativa de la hoja en blanco, cual ejercicio mallarmeano (promesa mesiánica de por medio) mientras se vuelve –de manera subrepticia- el reflejo fractal de una agenda global.

30/09/21 al 21/11/21 Era poscovidiana – Fin de Estado de excepción sanitario. Días después, el 12 de octubre, Día de Encuentro de dos mundos, el Gobierno declara estado de excepción en el territorio de la Araucanía, con miras a volverse indefinido, tal cual parecía el Estado de excepción sanitario. Carrera por la presidencial se vuelve el tema político país. Resucita la derecha, con triunfo de Kast en primera vuelta. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Chile se pone, todavía, a la expectativa de la hoja en blanco. Los planes globales para nuestra nación, de la mano de la Constituyente, conservan su vigencia, conforme se avanza hacia la consolidación de cambios estructurales.

22/11/21 al 19/12/21 Era poscovidiana – Continúa Estado de excepción en la Araucanía. El covid se mantiene como coartada geopolítica. La carrera presidencial se debate entre dos opciones que polarizan todavía más a las masas. La pugna dilemática acentúa los conflictos de lado y lado, sin posibilidad de diálogo ni conciliación. Triunfa Boric y el sector progresista. Kast y el sector conservador son derrotados. La izquierda progresista se proclama nuevo gobierno. Embriaguez electoral, triunfalismo democrático.

20/12/21 al 11/03/22 Era poscovidiana – Continúa Estado de excepción en la Araucanía. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Tras haber ganado Boric y la izquierda progresista, la derecha se ve obligada a replantear su estrategia política, de cara a una futura oposición y a un proceso constituyente en marcha. Por el momento, reina una tensa y sospechosa calma con un “estallido social” en latencia, (con miras a volver recargado), un conflicto mapuche en contra del Estado de Chile y a favor de una Nación autónoma y una verdadera plandemia que sigue sirviendo de telón de fondo para el control de los poderes globales.

11/03/22 al 04/09/22 Era poscovidiana – El Congreso aprueba una nueva prórroga para el Estado de excepción en la Araucanía hasta el 15 de septiembre. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Continúan las medidas sanitarias del uso de mascarilla y el pase de movilidad pese a haberse declarado fin al Estado de excepción el 30 de septiembre del 2021. Se celebra el plebiscito de salida por una Nueva Constitución y se acaba, por ende, la expectativa frente la hoja en blanco y frente a la escritura de un Nuevo Chile. Tras el apabullante triunfo del Rechazo a la Nueva Constitución, las fuerzas políticas de lado y lado se disgregan. Se provoca una catarsis ciudadana de parte de la mayoría votante y crece el descontento de parte de la minoría.

04/09/22 al 12/12/22 Era poscovidiana - A una semana del resultado histórico, la casta política del oficialismo y parte de la oposición acuerdan un nuevo proceso constituyente “por secretaría”, pese al mandato del artículo 142 de la ley 21200. La noticia provoca un revuelo tanto de parte de los rechacistas como de parte de algunos sectores del apruebismo. Ambos convergen en su rechazo transversal al nuevo proceso al denominarlo una verdadera “cocina” hecha sin el consentimiento del único Poder Constituyente: el pueblo de Chile. Todo indica que, igual que el año pasado, los planes globales para nuestra nación conservan su vigencia, conforme se avanza hacia la consolidación de un nuevo órgano enteramente dominado por “expertos” y camarillas políticas vendidas al globalismo reinante.

12/12/22 al 07/05/23 - Se firma el “Acuerdo por Chile”, pacto que tiene por objetivo dilatar el proceso constituyente hasta sus últimas consecuencias con tal de aprobar una Nueva Constitución para Chile a todas costa. Por lo tanto, el proceso constituyente se vuelve un eterno retorno de lo mismo. Un loop eterno tocando su propia música, en una disco que está a punto de prender las luces y echar a sus bailarines por aburrimiento.

A tres meses del triunfo del Rechazo a la primera propuesta de Nueva Constitución redactada por la Convención Constitucional, la gran mayoría de los partidos políticos se agrupan para aliarse en contra del mandato soberano y “aprobar” un nuevo pacto sin consultar a la gente.

Las fuerzas políticas que se sitúan al margen de este pacto se disgregan pero confluyen en un mismo objetivo: rechazar. El globalismo no dará tregua. Se pretende redireccionar el desencanto y concentrar esa energía en combatir a la clase política vendida con el rechazo del Acuerdo traicionero. Ese escenario posible, ese futuro aproximado podría sentar un precedente, uno en que las distintas fuerzas, de izquierda y de derecha, se unan en consecuencia para votar contra la partidocracia redundante.

07/05/23 al 17/12/23 – Se celebran elecciones de consejeros constitucionales, elecciones que no contaron con la legitimidad política de un plebiscito de entrada. Tras los resultados, un importante número de votos nulos, blancos y abstenciones dio el batatazo contra algunas de las coaliciones en disputa, llegando a obtener casi una cuarta parte del total de votaciones.

Por otra parte, los Republicanos arrasan con más de la cuarta parte, superando ampliamente al resto de fuerzas políticas electas para consejeros. Se sucede un fenómeno muy similar al vivido para el establecimiento de la primera Convención, solo que desde la vereda opuesta. Una derecha contraria a la “centroderecha” celebra ampliamente su triunfo y corre el riesgo de emborracharse. Poseen poder de veto pero ahora juegan dentro de las mismas reglas del nuevo proceso constituyente, con las doce bases constitucionales como punto de partida o “cortapisa”.

Por lo pronto, los sectores políticos establecidos vuelven a fraccionarse. Surgen fuerzas de izquierda y de derecha que se oponen al nuevo proceso; unos, achacando a Republicanos y a la partidocracia la toma de una demanda impulsada por el “pueblo”; otros, viendo en Republicanos el signo de la traición y la deslealtad para con sus principios al pactar con los “enemigos” y al plegarse al globalismo galopante que se instala nuevamente en el seno del proceso cual Caballo de Troya.

17/12/23 al presente - El juego de tronos constituyente acabó. La opción En Contra arrasó, con votos de la derecha contraria al proceso y de la izquierda antisistémica y oficialista. Una conjunción improbable en un escenario político digno del tópico del Adynata, el mundo al revés. En menos de cuatro años, las dos intentonas de proyecto constitucional fueron rechazadas, lo que retrotrae la discusión constituyente a su punto de origen, al principio de esta cronología, aunque con la saturación y el hastío ciudadano acumulado durante estos cuatro años. Ni izquierdas ni derechas supieron levantar una alternativa válida a la Constitución vigente, por lo que esta última es ratificada una vez más. La izquierda obtuvo su victoria pírrica contra Republicanos, pero a costo de mantener lo que juraron derrocar. Aquella derecha contraria se manifestó en oposición a la tradicional. Por lo pronto, el gobierno y todos sus personeros dan por cerrado el proceso, pero no la discusión. Chile se libra, por unos instantes, del pandemonio constituyente, pese a que las fuerzas en pugna se hayan replegado a la sombra de la discusión pública, para recuperar bríos y continuar con sus agendas y sus maquinaciones.

Lo único seguro, por ahora, es la aparente sensación de tregua, de normalidad y de inconformismo latente.

Algo acabó. Chile sigue en pie, pero nada ha acabado del todo.

domingo, 17 de diciembre de 2023

En menos de cuatro años, hubo dos intentos fallidos de proyecto constitucional. Ni izquierdas ni derechas supieron levantar una alternativa válida a la Constitución vigente. Si hay algo que se puede concluir de todo esto es que ningún movimiento ni iniciativa, de aquí a futuro, va a resultar si cada sector sigue viendo en el otro la proyección de su sombra. Nada constructivo surge en el intento de aplastar al adversario político, excepto división y odiosidad, animadversión. Y ojo. No se trata de un hipócrita llamado a la unidad. Es solo que el aparato institucional no puede ser usado para la revancha simbólica sin antes contaminar sus medios. Un fin noble requiere medios honestos. Conviene revisar nuestras formas de enfrentar el disenso, nuestra dialéctica interna, nuestra crítica en oposición.
Algo loco del triunfo del En Contra es que, en otras circunstancias vitales, en otro espacio tiempo alternativo, sepultado en lo imposible, estaría compartiendo aquel triunfo como propio con mis antiguos círculos literarios y mis ex camaradas. Sin embargo, ya alejado y anclado en este presente histórico, lo comparto con mis nuevos amigos del "otro bando", los soberanistas.

Otra cosa loca del En Contra, (y la conversamos por interno con un amigo) es que, a fin de cuentas, la gran ganadora fue la Constitución del 80, en una comedia política digna del teatro del absurdo. Sin quererlo, la izquierda oficialista acabó trabajando por mantener vigente aquello que juró destruir, y gran parte de la derecha tradicional intentó traicionar el legado de sus "padres ideológicos". Tópico del Adynata, el mundo al revés. En definitiva, fueron cuatro años de un proceso altamente costoso en materia humana, para luego volver al mismo punto de partida. ¿Algo se aprendió realmente? Al final, muchos terminamos enemistados y encerrados en una lógica binaria, en circunstancias de que los verdaderos beneficiados siempre fueron y seguirán siendo los operadores políticos. ¿Qué hacer? hubiera preguntado Lenin, repetido como un mantra por mis ex amigos camaradas. ¿Qué hacer? pues, dejar un rato el megáfono, volver a casa y a seguir con la vida.
Hubo mucha gente que no quiso votar. Reminiscencias del fenómeno vivido durante el plebiscito de entrada del proceso anterior. De hecho, una señora que fue entrevistada en vivo por televisión abierta dijo preferir el pago de la multa a "participar de este circo". Frente a la opción binaria del "favorismo" y el "encontrismo" continúa conspirando, cual fuerza disidente, el fantasma de la abstención. 

Todo indica que si no fuera por el voto obligatorio, la tendencia sería nuevamente la de ausentarse de ir a votar, y eso creo que se intuye en el ambiente: se percibe un cansancio por saturación y un desencanto generalizado en la gente de a pie, de modo que se intuye su deseo por cerrar con llave una cuestión prolongada durante más de cuatro años, con todos los costos políticos, económicos y humanos mediante. (Yo, en lo particular, también estoy agotadísimo de todo esto). 

Sea cual sea el resultado al final de la jornada, permanece esa evidente distancia de la ciudadanía con respecto a un proyecto constitucional que nunca dio el ancho y nunca alcanzó a plasmar la realidad país que pretendía querer plasmar por decreto. La hoja en blanco aguantó ya demasiados palimpsestos, mamarrachos y galimatías. Es tiempo de pasar la página y volver la mirada sobre la calle y sus infinitas combinaciones

sábado, 16 de diciembre de 2023

Acabo de terminar de escribir un ensayo sobre la depresión que le pidieron a mi polola para la U. Como mencioné días atrás, no quise redundar en su contenido y solo me aboqué a la forma del texto. ¿Hasta qué punto el estilo propio se confunde con el formato exigido? Creo que el estilo siempre se vislumbra, por más rígida que sea la forma, pero el ensayo tiene esa ventaja: de admitir el vuelo reflexivo y la digresión galopante. Copio un fragmento de la conclusión:

El ser productivo, a la luz de la evidencia, puede llegar a implicar el estar depresivo. La constante demanda sobre aquellos que tienen fuerza de trabajo y capacidad productiva, las más de las veces, en pos de la sobrevivencia y el estatus social, puede superar con creces las ansias personales de realización, según lo entendía Abraham Maslow en su clásica jerarquía de las necesidades humanas.

En la mayoría de los casos, la gran masa productiva, compuesta por personas con oficios regulares y profesiones, no alcanza siquiera a culminar de manera satisfactoria con los niveles de reconocimiento y autorrealización, cumpliendo de manera muy limitada con los niveles de afiliación y seguridad, lo justo y necesario para contar con un mínimo de calidad de vida y “volver a la rueda de la rata”. Todo ello habla de síntomas propios de nuestra época posmoderna y de nuestro sistema capitalista: el culto al sobreesfuerzo como motor de la vida social y la autoexigencia individualista como meta aspiracional.

Se ha hablado lo suficiente sobre el grado de enajenación que pueden llegar a presentar los individuos envueltos bajo estos parámetros y el grado de descuido de su integridad psíquica que desencadena algunos de los males ya explicados en el ensayo. Por lo mismo, conviene comprender a la depresión en el marco de un contexto particularmente adverso (época de pandemia) y expuesto a las vicisitudes del propio sistema que la propicia, un sistema todavía en deuda en materia de salud mental y de psicología profunda.

Resulta oportuno concluir con una frase de Byung Chul Han, que resume muy bien la tónica de la hiper productividad y el espíritu de nuestro tiempo: "Ahora el hombre se explota a sí mismo y cree que está realizándose"

Se debe apuntar hacia una ética y hacia una consciencia sobre el aspecto vital de las personas, que tiene que ver no solo con la elemental sobrevivencia dentro del sistema, sino que con su capacidad para desarrollar sus talentos y potencialidades, mediante el uso del tiempo libre, el tan malentendido tiempo de ocio que, de acuerdo a los griegos antiguos, implicaba precisamente el tiempo para la reflexión y el cultivo del espíritu, elementos prácticamente inservibles, según la lógica de la “sociedad del rendimiento”. Conservando un grado de libertad de consciencia y de tiempo para el cultivo de sí mismo y de los otros en la vida pública, se puede lograr hacer una diferencia sustantiva en materia psicológica.

viernes, 15 de diciembre de 2023

Detrás de tus ojos de provincia, confundidos, veo la noche, un poder global al acecho, una sombra que te usurpa el alma.
Ejemplo concreto de cómo influye el contexto en la semántica.

No es lo mismo decir Apruebo o Rechazo el 2022, en pleno proceso constituyente, que decir Apruebo o Rechazo el 2023, al término del segundo proceso. El resultado pragmático de dichas afirmaciones, ya sea aquiescencia o cancelación, es totalmente intercambiable de un tiempo a otro.

Segunda Nueva Constitución: el quiebre de la derecha y la nueva vanguardia “encontrista”

Si hay algo que ha caracterizado a este segundo nuevo proceso constituyente es su enrevesado panorama político. ¿Cómo es eso de que ahora Republicanos, liderado por Kast, llame a votar A Favor de cambiar la Carta Magna, en conjunto con partidos de carácter concertacionista como Amarillos y, anteriormente, de postura contraria al duopolio izquierda-derecha, como lo era el Partido de la Gente? Esto solo se explica mediante una hipótesis que se ha repetido demasiado: solo la consolidación de este segundo proceso podría cerrar definitivamente la discusión constituyente que ha traído tantos costos al país, con tal de frenar aquel “espíritu octubrista”. Sin embargo, se sabe que esta hipótesis es totalmente falseable. Se trata de una vil estrategia de corto plazo y un supuesto “voto castigo” al oficialismo que se reduce solo a eso: a un golpe de revancha. El A Favor, en ese caso, cayó en la misma maniobra de castigar al adversario Constitución mediante, sin tener en cuenta el escenario país ni mucho menos su proyección a futuro.

Un personaje que ha sido clave para poder comprender el porqué de este “proceso constituyente” de corte revolucionario es Alexis López Tapia. Situado a la derecha del espectro político, aunque distante de la casta, López Tapia ha sido enfático en señalar que los bríos de la izquierda no retrocederán con una simple operación de corte institucional, porque lo que ha hecho la izquierda –según él-, de un tiempo a esta parte, es precisamente subvertir el orden establecido y empujar los cambios “desde afuera” del sistema para luego precipitar un panorama que empuje hacia la dirección que ellos quieren, de modo que cualquier intento por detener vía política este “espíritu de refundación” sería contraproducente, e incluso le echaría más neumáticos a su barricada simbólica.

En definitiva, un A favor de esta Nueva Constitución, no solo no detendría el proceso, sino que crearía el escenario propicio para una contra revuelta. La lógica de los agentes incitadores de la revuelta social siempre fue la lógica al margen de la política establecida, y así seguirá, pese a los intentos de encausar institucionalmente el asunto. Aunque haya Nueva Constitución, “la calle” seguirá inconforme, y el octubrismo y el pinochetismo y los fantasmas de ayer y hoy seguirán campantes, volviendo a contaminar el presente de las nuevas generaciones.

Ahora bien, hay un sector importante de la derecha que ha renunciado a sus representantes, sobre todo en lo que respecta a Republicanos. Un verdadero cisma en la derecha que la ha dividido en dos polos irreconciliables: A favor de la Nueva Constitución, polo liderado por los Republicanos y los partidos tradicionales, y En contra, polo heterogéneo, compuesto tanto de liberales como de libertarios y nacionalistas anti sistémicos. Un proceso paralelo sui generis está ocurriendo. Por primera vez, después de mucho tiempo, se puede decir que han coincidido en el voto sectores tan rabiosamente distintos como el de los libertarios que descreen de la izquierda y de la derecha y que llaman a reducir el Estado; el de los derechistas redundantes de carácter pinochetista que reivindican la Constitución del 80 y el “milagro económico”; y el de los izquierdistas, en su mayoría, extra parlamentarios, que reniegan del actual proceso y abogan por una verdadera Asamblea Constituyente hecha por y para el pueblo chileno.

¿Cómo es posible, bajo qué parámetro cuántico estos grupos tan diametralmente contrarios van a votar el día domingo 17 por la misma opción? No es muy difícil de entender, si se analiza en profundidad, y se comprenden los argumentos de fondo. Partamos por lo siguiente. El origen espurio del nuevo proceso. “Todo fin noble requiere medios honestos” citó el abogado Rodrigo Logan, ex constituyente del anterior proceso. Y los medios usados han sido poco vinculantes, por no decir, sucios. Esta vez, el abogado se situó En Contra y explicó que “no se pueda saltar la actual Constitución, para poder escribir otra”. ¿Cómo así? Es cosa remitirse al artículo 142 que decía expresamente que “si la cuestión planteada al electorado en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución”.

Demás está decir que no se respetó la soberanía al no realizarse un plebiscito de entrada para ratificar la legitimidad de este segundo proceso, por lo que la casta, la clase política, de lado y lado, pasó nuevamente por encima de la ciudadanía, solo que ahora la vedette se vistió de derecha y de plumas liberales, para engaño de los incautos en la falsa oposición. Si nos basamos únicamente en este argumento, ya tenemos la venia de cada uno de los sectores “encontristas” citados más atrás. ¿En qué se diferencian entonces? ¿Cuáles son sus puntos de distancia, pese a ir a votar a la misma mesa? Su diferencia y su distancia radican, justamente, en su aparato ideológico y en su propósito, mejor dicho, en su visión panorámica del problema.

Conviene aclarar la esencia de cada uno de los “encontristas”. Desde el sector libertario de corte anarcocapitalista, para llamarlo de alguna forma, de plano la Nueva Constitución vuelve a ser tan estatista como la anterior. Si bien incurre en detalles más sofisticados y en incursiones menos rocambolescas y más acordes a la institucionalidad, no deja de ser –para ellos- un documento que engrandece el Estado todavía más y, con ello, a los políticos que formarían parte de su erario. Estos libertarios, aunque se declaren en contra de cualquier clase de colectivismo, incluyendo el “pinochetista”, siendo críticos del legado de la dictadura, apuestan por mantener la vigente Constitución del 2005 por ser la única que, de acuerdo al Estado subsidiario, ha propiciado el desarrollo económico a nivel macro. No es la ideal, para estos libertarios, pero la propuesta constitucional, a su juicio, aumenta todavía más el tamaño del aparato estatal y, junto con ello, el aprovechamiento de la “casta política”.

Desde el sector izquierdista extraparlamentario, no el oficialista, el que apuesta todo por el horizonte revolucionario, se trata de combatir, por lo pronto, una “Kastitución”, en circunstancias de que fue escrita por un Comité de expertos con mayoría de izquierda y de que el propio representante del Partido Comunista en dicha Comisión aseguró que la Nueva Constitución sería “habilitante” e implicaría un “pacto social”. En ese sentido, también dentro de la izquierda hubo una ruptura con posiciones divididas. Están los que abogan siempre por el propósito de la Asamblea Constituyente, consultada y realizada por el “pueblo llano”, y están los que afirman que ya “no hay espacio para seguir discutiendo acerca de la Constitución”, porque iniciar un tercer proceso implicaría una reforma con quórum de 4/7, por lo que sería necesario, sí o sí, el voto de la derecha, y este bando no estaría dispuesto a tranzar, una vez más, con sus opositores acérrimos. A todas luces, para esta izquierda, el A favor solo echaría sombras sobre el futuro, y acrecentaría aún más el tamaño del Leviatán estatal, considerado como el nicho por excelencia de “nuestra clase burguesa”.

Es en esta coyuntura política que se desafían incluso los principios aristotélicos de la no contradicción, al haber dos posibilidades de votos y de realidades país que coexisten. Por un lado, los apologetas del A favor hablan de acabar con la incertidumbre política y socio económica aprobando la nueva propuesta; y, por otro, los partidarios del En contra sostienen que aprobar esta Constitución no acabaría con la calamidad vivida a nivel país y que, de hecho la acentuaría aún más, proyectando al culpable de acuerdo a sus propios colores. Schrodinger estaría orgulloso y pasmado, a la vez: esta Nueva Constitución puede o no puede llevar a Chile a su refundación, puede o no puede llevarlo al desarrollo, puede o no puede precipitarlo al abismo histórico, puede o no puede recobrar su soberanía y su destino.

Y es en este punto que coincide la que quizá sea la “vanguardia del encontrismo”: aquella conformada por sectores que se declaran asistémicos y que solo confían en un sentido patriótico y soberanista, bajo una lectura geopolítica del nuevo enclave del poder a nivel internacional. Esta vanguardia se conforma de diferentes agentes con distintos tintes políticos, pero confluyen en su rechazo a una Nueva Constitución que ellos, en definitiva, consideran apátrida, globalista y traicionera a la nación chilena. Subrayar sobre todo lo de “globalista”. ¿En qué sentido lo sería? Es cosa de remitirse a la agenda 2030 de Naciones Unidas, a la cual Chile ya adscribió desde el año 2015 y cuyos avances se han intentado implementar vía proceso constitucional sin consultar al soberano.

Al respecto, ha sido desmentida una información que señalaba a António Guterres, secretario general de la ONU, diciendo que con “la Nueva Constitución no se podrá aplicar la agenda 2030”. Y la verdad es que, de hecho, puede ser todo lo contrario. Solo basta con mencionar algunos artículos clave para justificar esta idea. El cambio climático, por ejemplo. Esa ha sido una de las causas más rimbombantes de la agenda internacional, y forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El artículo 212 de la Nueva Constitución dice claramente que el Estado “promoverá la cooperación internacional para la consecución de estos objetivos”. ¿Cuáles? Los de mitigación de los efectos del cambio climático. Es decir, la cuestión estatal nuevamente estará supeditada al dictamen de las entidades extranjeras. Globalismo puro. Lo mismo en relación al tema indígena y a la cuestión migratoria, conceptos claves de la discusión política y del propio proceso constituyente. En el articulado de ambos elementos está patente, una vez más, el tratamiento internacional, acaso sin la suficiente cuota de soberanía, siendo capturada por una clase política corrupta y vendida a los nuevos “aires de cambio” que provienen del orden mundial extranjero.

Se avizora una alianza aún más decidora con los ejes de las potencias y con los conciertos globales. Por eso mismo, Chile está en la mira. La batalla de las batallas se libra al fin del mundo, en el rincón más austral de América. Fuerzas impenetrables pretenden realizar un verdadero “reseteo” del sistema y la estructura completa de las naciones a nivel de Occidente. No solo se trata de la nación chilena: hay quienes dicen, de parte de la “vanguardia encontrista” (como Voz Soberana) que el nuevo proceso es otra intentona para transgredir y “deconstruir los principios básicos de la organización republicana del poder y su aplicación.” Ellos van más allá y apelan a la conservación de la vieja República anterior al orden liberal y democrático, aquella en que Dios está sobre la ley y la ley sobre los hombres, algo así como el ideal de Roma.

¿Cuál es el quid del asunto? Pues que están siendo amenazados los cimientos de la tradición occidental cuya historia también le pertenece al génesis y formación de la nación chilena. La “vanguardia encontrista”, esa vanguardia soberanista y decididamente anti globalista, apuesta todo por la defensa de ese viejo orden que dejó su legado en la construcción de una nación libre y heredera de la cultura y tradición latina y española. Para ellos, nunca se trató de izquierdas y de derechas, no se trató de la historia de hace apenas cincuenta años: siempre se trató de defender el arraigo en la tierra, la patria, la historia de la nación, su correlato espiritual y su destino, frente a la amenaza de un nuevo orden disolvente, posmoderno y materialista, sin otra bandera que un progreso tecnocrático ilimitado ni otro horizonte que el de los plutócratas que hoy dominan el orbe.

Nada de eso tiene ni tendrá que ver con Chile. El encontrismo es, ante todo, una gesta de autonomía frente a los influjos subrepticios del orden globalizante.

jueves, 14 de diciembre de 2023

Luis Castillo, uno de los reos indultados por el presidente Boric, fue detenido hace poco por presunto secuestro. La sola detención de este sujeto revela dos cuestiones sobre las que vale la pena discutir, aunque eso genere rencillas: primero, la legitimidad del indulto, facultad ejecutiva con resabios monárquicos, otorgando demasiado poder a un mandatario, incluso por encima de la justicia; y segundo, la errónea "romantización de la delincuencia" que lleva a negar su realidad y su impacto en la población, sobre todo cuando queda patente la existencia del "lumpen", esa masa amorfa, desarticulada, que hace de las suyas de manera anárquica, en medio del caos generado, en el contexto de las protestas sociales. 

Lucy Oporto ya había hablado sobre el "lumpenconsumismo", en referencia a los saqueadores a mansalva, aunque, en este caso, se trata lisa y llanamente del lumpen delincuente, sin agencia, sin otro fundamento que el vicio, el desarraigo y la disolución. Nuestro malogrado "insurrecto" Luis Castillo es, bajo esta mirada, un tipo con un alto prontuario policial y, a su vez, otro enajenado representante del Chile sórdido. Así como "los de arriba", psicópatas con poder, aplastan los límites de la sociedad civil, también "los de abajo", los enajenados y los fracasados del sistema, amenazan a su propio prójimo, carentes de cualquier atisbo de consciencia (¿de clase?). 

Decía Luis Castillo en un video viral que circuló justo después de su polémico indulto, con sumo cinismo: "A todos mis hermanos que siguen presos, que no claudiquen, porque donde exista miseria habrá rebelión, donde exista desigualdad habrá insurrección. Porque los insurrectos no nos calmamos, no descansamos, damos la vida por la causa".
Todos se preguntan de manera viral qué es un hombre que resuelve, pero nadie ha hecho las preguntas metafísicas verdaderamente importantes: ¿Qué es ser un hombre? ¿Y qué es lo que se supone debe resolver o debe ser resuelto?
Este año que viene "resolveré" no ser tan condescendiente con quienes no lo merecen y también "resolveré" abrirle la puerta a quienes aporten con mirada crítica pero constructiva.

martes, 12 de diciembre de 2023

A cuatro años de un paradigmático cambio de década.

De un tiempo a esta parte, no sé qué pasó: en un momento determinado, Chile se convirtió en un loquero, en un circo mediático, en una licuadora social, donde todo se mezcla y todo vale lo mismo. La mayoría ya no se mueve por leyes ni usa la razón, se mueven por sentimentalismos: amor u odio, odio o amor. Se mueven multitudes a los gritos, y el análisis con altura de miras, la capacidad reflexiva se perdió entre la marea de la masa. Gente que se suponía pensante actuó capturada por el sistema límbico. Ni hablar del neocórtex. El criterio de realidad se difuminó al punto del sofismo. El discernimiento entre verdad y mentira fue capturado por intereses egoístas y vendettas personales. Lo que está ocurriendo a nivel de estructura país, la debacle, la catástrofe, se vio reflejada en nuestras circunstancias de vida, en nuestros círculos más inmediatos. A duras penas, hemos llegado a este punto, logrando salvaguardar algo de lucidez y serenidad. Que el pensamiento, que la capacidad para pensar un poquito más allá, no se reste del escenario ni caiga en la trampa de los conflictos estériles.

lunes, 11 de diciembre de 2023

Tarde pero a tiempo se aprende que con un nuevo amor y con pura disciplina en lo de uno, se puede sobrellevar el viaje amargo de la traición, la infamia y la calumnia, seguido de cerca del despecho y el cinismo. 

domingo, 10 de diciembre de 2023

"Escribir: arrancar chispas a la piedra, provocar la lluvia, ahuyentar a los fantasmas del miedo, el poder y la mentira. Hay trampas en todas las esquinas. La trampa del éxito, la del “arte comprometido”, la de la falsa pureza. El grito, la prédica, el silencio: tres deserciones. Contra las tres: el canto."
Carta de Ximena Rivera a Lucy Oporto, fechada en 20 de agosto de 1988, Quilpué.

A mi polola le encanta la poesía. Dice ser amante de Gabriela Mistral y de Bécquer. Ha escrito algunos versos en un diario de vida, pero no le interesa publicar un libro. Lo hace más bien por hobby. Dice que tampoco conoce a nadie del ambiente. "No hace falta", le repito. "Tú brillas por ti sola".

sábado, 9 de diciembre de 2023

Encontrarse con textos de poetas conocidos en los materiales de estudio resulta conmovedor, pero encontrarse con textos de otros poetas conocidos en una prueba de evaluación docente ya es digno de novela o de comedia, según cómo se mire. ¿No será acaso esa la consecuencia de codearse con tantos y leer a tantos, sin siquiera reciprocidad ni reconocimiento? Irónico sería leerle a los cabros los textos de tantas caras reconocidas hasta el hartazgo. Pese a todo, ellos han insistido en la idea de leerles parte de mi libro en alguna guía de interpretación literaria o de comprensión lectora. Si el Ministerio solo admite a los renombrados, que los alumnos admitan a los anónimos, sus profesores.

Cuatro preguntas poéticas en la ECEP de Lengua y Literatura

Minutos antes de dar la prueba de conocimientos específicos, saqué del bolsillo un lápiz bic azul que había llevado como cábala. Para mi sorpresa, este había reventado por dentro, dejándome las manos llenas de tinta y manchando de paso la portada de la prueba. No fue tanto, en todo caso. Le pregunté a la coordinadora si había algún inconveniente. Consultó por interno y dijo que no había ningún problema, siempre y cuando limpiara bien la zona manchada con tinta. Muy amable, la coordinadora me ofreció unas toallitas húmedas para poder limpiar y proceder a resolver la prueba. El nerviosismo me había jugado una mala pasada, pero interpreté ese lápiz reventado como una primera señal: desastre o desafío. Conforme avanzaba en la resolución, el tiempo hacía lo suyo. Tras cada pregunta en la que me detenía, parecía que devoraba los minutos.

Me entretuve bastante con algunos ítemes relativos a la enseñanza de la literatura, hasta que di con algunas preguntas sobre comprensión de textos literarios. Las recuerdo perfectamente. Había una sobre Juan Luis Martínez y su poema La realidad. Preguntaba sobre qué temática propia de la literatura contemporánea se introducía en el poema, si acaso la inexistencia de la realidad, su comprensión, su inabarcabilidad o su definición. Pregunta que, debo reconocer, me dejó “metido” varios minutos. Parecía que, en lugar de estar realizando una prueba de conocimientos, estuviera realizando La nueva novela. Y, en efecto, así sentí la prueba, por momentos: un ejercicio de crítica y hermenéutica, a la vez que una parodia de ambas cosas. Estaban disponiendo de nuestra realidad como docentes, estaban jugando con nuestro futuro posible, con nuestra posibilidad fantasmática de realización, aunque no supiéramos de qué realidad exactamente estábamos hablando.

Había en la prueba una pregunta sobre un fragmento de un poema de Ximena Rivera. Se llamaba Las transformaciones. La pregunta hacía relación al sentido del poema. Si acaso representaba el destino inexorable de la muerte, si acaso la vida como un viaje sin sentido o el desmantelamiento de las certezas a medida que avanza la vida. No eran estas las alternativas exactas pero las escribo como yo las recuerdo. Me impresionó encontrarme con un poema de la poeta porteña de culto Ximena Rivera. Su hallazgo poético en la prueba fue algo así como una revelación y un recordatorio de aquellos años en que se hacían lecturas en el Bar La Playa y todavía se gozaba de la camaradería de los poetas de ese entonces (pese a que algunos quisieron apropiarse de su memoria). Hoy Ximena ya no está con nosotros pero se manifestó, de alguna forma, en ese fragmento poético y en esa pregunta. Yo aposté, decidido, al desmantelamiento de las certezas, porque, en el fondo, no había nada seguro, porque “estamos muy cansados de luchar con el mar y con esa extrañeza de estar vivos”.

Otra pregunta refería a la novela Exploradores del abismo de Enrique Vila Matas. Se trataba de un extracto de una entrevista hecha al autor, comentando su libro y, de paso, declarando una suerte de “arte poética”. En el fragmento, Vila Matas afirmaba que “todo es abismo”, que abismo es lo que cada quien quiera, incluso aquello en lo que ahora mismo estaba pensando. Se podría decir entonces que, en ese instante, Vila Matas me interpeló directamente: el abismo era esa prueba y su pregunta. El abismo podía ser también la propia instancia evaluativa y la sala que nos convocaba a los colegas, cada cual más desconocido para el otro. Si llevásemos los dichos de Vila Matas aún más lejos, el abismo alcanzaría hasta la propia Carrera docente. Sin embargo, había que darle una dimensión al abismo, so pena de caer precipitado en él y no regresar jamás. Había que sondearlo para poder responder y seguir adelante con la prueba, con la premura del tiempo abismante que se nos venía encima. La pregunta remitía a la analogía entre escribir y abismo, qué tipo de relación analógica se establecía entre ambas. Por fortuna, yo tenía la novela y ya la había leído. Lo más intuitivo era, de ese modo, aludir a que la escritura, como cualquier otra actividad humana, implicaba, para el autor, una puesta en abismo, como él mismo apuntó: “la escritura de nuestras vidas sobre el alambre”. Así quedaba resuelta la pregunta sobre la analogía entre el abismo y la escritura y, con ello, también el precipicio que se proyectaba más allá de la prueba misma, hacia el propio abismo en el que estábamos cayendo en caída libre, a cada pregunta respondida, a cada minuto dentro de aquella sala.

Y así llegué hasta una pregunta que refería nada más y nada menos que a un texto de Fernando Pessoa en su Libro del Desasosiego. En este texto, el hablante declaraba que “ser comprendido es prostituirse”. Muy oportuno, sobre todo y considerando que las preguntas sobre textos literarios tan interpretativos trataban, a ratos, precisamente de rehuir a nuestra comprensión, haciéndonos caer literalmente en el desasosiego, no el pessoaniano, pero uno muy vívido, a medida que el tiempo apremiaba y la coordinadora, cual mercenaria de Cronos, avisaba la cuenta regresiva cada cinco minutos. Había que responder la pregunta sobre el texto de Pessoa a como diera lugar. Era de las últimas. A esas alturas, me encontraba todavía muy ansiosos aunque extrañamente encantado con la calidad de textos que pusieron en la prueba. Se trataba de un goce literario dentro del formato estandarizado. La pregunta sobre el texto de Pessoa remitía a la progresión temática desarrollada. Debo admitir que me fue muy fácil responderla, quizá sea porque Pessoa es uno de mis referentes en la prosa o porque sencillamente la respuesta correcta remitía a algo demasiado evidente: el orden inductivo de las ideas, puesto que el hablante comenzaba el fragmento hablando de una experiencia personal ocurrida en su oficina, donde decía literalmente que “nada podría indignarle tanto como que en la oficina le extrañaran” y que “quería disfrutar la ironía de que no le extrañasen”. Así, se podía decir con toda seguridad que el hablante partió de su propia vivencia para luego extrapolar una reflexión más amplia sobre el hecho de no ser comprendido como algo que producía una sensación de voluptuosidad.

Faltaban cinco minutos para el fin. Al llegar a la pregunta sesenta, me invadió, de pronto, una calma serena, la calma que se produce después de haber sorteado la primera prueba en “la rueda de la rata”, a la vez que un íntimo orgullo, orgullo por haber viajado a través de aquellas preguntas literarias como quien viajaba hacia la culminación de una obra imposible por inabarcable. Si al momento de recibir los resultados, sus respuestas resultaran equivocadas, me quedaría, sin duda, con la sensación de haberme transportado, por unos instantes, en ese sarcástico juego intertextual, que contenía un cuestionamiento a la misma realidad, una expresión lírica sobre la falta de certezas, una exploración del abismo que es la propia vida humana y una reafirmación del orgullo de ser incomprendido. Sea cual sea el resultado de la prueba de conocimientos específicos, me quedaré con esa impresión, y brindaré por la literatura, cada vez que intenten hacer de ella un instrumento, un artefacto que nos mide pero no se deja medir del todo.

viernes, 8 de diciembre de 2023

Nada ha llegado a su fin, esto recién comienza, porque quedan todavía suficientes silencios entre las palabras dichas, y suficientes demonios que purgar en sus significados.
Llegar a la casa de regreso del lanzamiento de una excelente antología narrativa, para luego recibir un audio de mi polola dándome ánimo por la prueba de mañana. Esos sencillos y felices momentos llenan el corazón. Empiezo a creer que cuando uno abraza la disciplina y el cariño, el universo te lo devuelve multiplicado.
Mañana rendiré por próxima vez la Evaluación de Conocimientos Específicos para la Carrera Docente. La sensación es la de ir a dar una especie de prueba PAES, pero para profesores. "Estamos como los cabros cuando dieron la PSU", decía un colega ayer en el colegio. "Y así nos tratan", remató. En efecto, la instancia trae reminiscencias de aquella prueba estandarizada. Un nerviosismo en el que uno ya no "se juega el futuro" por una carrera, sino que la posibilidad de "subir de nivel" y ser reconocido por eso. Una colega dijo que los profesores que están recién comenzando pueden mínimo optar al nivel inicial, y si es que les va muy bien, pueden llegar al nivel temprano, aunque eso le suele pasar a los colegas con más años de circo. En su momento me negué a participar de la Carrera docente porque consideraba que la profesión no debía ser considerada como un juego en el cual uno quema etapas y sortea el "laberinto de la calidad" mediante evaluaciones de carácter punitivo. Sin embargo, aquí me tienen, dentro del sistema, otra vez, pisándome la cola. La colega me aseguró que tenía que meterme, que me estaba perdiendo donde estaba, que ahí, en el sistema público, estaban las lucas, la única manera de ver recompensado tanto esfuerzo pedagógico. Ya ven. La tómbola del método hizo lo suyo, y rendiré mañana esa prueba, no sabiendo muy bien qué entra ni qué me espera, pero de frente, en el papel del evaluado que apuesta su conocimiento al sino.

jueves, 7 de diciembre de 2023

Cuando se combate la insidiosa rueda del karma, la "mala vibra" circundante con puro rigor, disciplina y pasión en lo de uno, todo se torna llevadero, se respira una paz interior a pesar de las afrentas y las derrotas. Eso se llama amor.
Mañana estaré en el lanzamiento de la antología de cuentos de terror "Pesadillas en papel y tinta". Y, por si fuera poco, a fin de mes se lanzará la reciente antología de la cual formo parte: "Cuentos para soñar despiertos: fantasía latinoamericana", convocada por Factor Literario. Cuando se echan ganas, las cosas se movilizan y todo va adquiriendo forma y sentido. Del estoicismo de Epicteto aprendí que solo las cuestiones que están bajo nuestro control nos pueden llevar hacia la realización plena. Algo de estoica tiene esta ardua y apasionante labor.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Si hay algo de lo que estoy satisfecho es de mi total libertad creativa al momento de escribir. No he tenido que hacer concesiones por nada ni para nadie. Sé que ello me traerá más perjuicios que beneficios, pero me banco el costo por esa libertad. En resumidas cuentas, no he caído en la prostitución del estilo, porque el estilo es la propia vida.

martes, 5 de diciembre de 2023

Dos cuentos de mi autoría fueron seleccionados de entre otros 534 para la VI Convocatoria de "Cuentos para soñar despiertos: fantasía latinoamericana", convocada por Factor Literario. Repito: no hizo falta ser parte de ningún círculo literario ni conocer a nadie del "ambiente" para lograr esto.

domingo, 3 de diciembre de 2023

Irónico. Jóvenes que rindieron la PAES de Lenguaje concordaron en que esta tenía "mucho texto". Eso sí, el comentario estaba condicionado por lo "aburrido" de los escritos. Lo veo a diario. Cuando un texto no logra enganchar a la primera y sobrepasa cierto límite de líneas o cierta cantidad de párrafos, los cabros simplemente lo dejan. Pasa mucho con los textos informativos o de carácter instructivo, técnico y enciclopédico. La narrativa, en tanto, goza de mejor acogida, seguida de la argumentación, aunque me temo que el "mucho texto" aplique para todos los textos, cada vez que los cabros sencillamente se emboten ante la sola idea de leer y tratar de comprenderlos, sin otra razón que la desidia. El alcance más increíble es que, en el fondo, nuestra entera sociedad está compuesta de "mucho texto", y también podría decirse sobre ella que está plagada. "Mucho texto" se ha vuelto tanto la afirmación de una realidad como la declaración de un anti lector, un lector resignado ante el hecho de leer algo que sobrepasa su nervio o su paciencia, porque su propia historia de vida o sus escasos recuerdos están hechos de "mucho texto" y la vida entera de cada uno será, a la larga, un texto ilegible, irreconocible entre todos los otros.

jueves, 30 de noviembre de 2023

Dicen que preguntas “con mucho texto” complicaron a los estudiantes que rindieron la PAES de Ciencias y de Lenguaje. De inmediato pensé en aquella popular frase meme: "mucho texto", proveniente de un Twitter que se había convertido también en una pegatina de WhatsApp. Es un síntoma. Ya en el colegio muchos cabros se quejaban de la longitud y espesor de los textos leídos en los ensayos. Les reiteré que ese tipo de textos deberán enfrentar no solo en la PAES sino que en su futura carrera académica, pero ellos siempre, cuando un texto los superaba con creces, zanjaban todo con dicha frase meme, como quien prefiere evitar el tedio de responder un mensaje alambicado o demasiado elaborado. Esa es la respuesta a una disposición lectora que prefiere el escrito "servido en bandeja", en lo posible, reducido a su elemental, a su idea principal, ojalá al callo, al hueso, sin profundidad ni largo aliento.

martes, 28 de noviembre de 2023

Algo curioso es que mi polola me pide mucha ayuda en sus trabajos para la Universidad. Conforme crece el cariño y la atracción también lo hace el trabajo de edición, y eso me entusiasma. Vuelvo de un santiamén a aquellos trabajos universitarios de investigación, a la metodología científica y al formato de revista especializada, todos formatos que había dejado de lado, dada mi lejanía con el mundo académico y a mi mayor simpatía por el mundo literario y poético, si es que existe algo así, y que sean inseparables el uno del otro. Si mi polola ya sabe que lo mío es la escritura -al igual que otras en el pasado- de esa manera, consumo mi capacidad para redactar junto con mi capacidad para amar, aunque, debo reconocerlo, se me ha hecho cuesta arriba acostumbrarme al viejo formato de aquellos textos cuadrados, pero no menos desafiantes. Justo uno en el que estoy trabajando ahora -un ensayo sobre la depresión- me tiene ocupado. No quiero, por lo pronto, redundar en su contenido y me aboco a la forma del texto, que sea lo más genuina y acorde posible a la exigencia curricular. Ya otros textos académicos pasaron también por mis manos, textos y rostros que prefiero olvidar. Por ahora, solo viene a mí, evocada, tras cada ejercicio de palabra, la presencia de mi nuevo amor.

lunes, 27 de noviembre de 2023

De repente, chuta que extraño las lecturas de poesía, extraño a la gente leyendo y aplaudiéndose entre sí, extraño el copete barato y las conversaciones intensas, edulcoradas por el ego y la pasión, pero ese tiempo se derramó cual vaso de vino sobre una mesa de un local extinto. Cerraron los locales que nos vieron leer a altas horas, cerraron también los rostros que nos vieron amar o ensayar siquiera un intento de romance malogrado. Alguien tendrá que escribir, en algún condenado tiempo, la historia secreta de la poesía porteña. Ese día al puerto encallarán los silencios penitentes, las ausencias rencorosas.
Y si el nuevo intento de Nueva Constitución vuelve a ser rechazado, ¿irá a parar nuevamente a la feria de las pulgas o al comercio ambulante de libros viejos, rematados a precio huevo para regocijo de sus decepcionados lectores? Si contra todo pronóstico fracasa una vez más la intentona constitucional, nos quedará al menos, en calidad de ciudadanos, su registro devenido artefacto literario, la crónica absoluta de un fracaso político.
A días de votar por una Nueva Constitución, encontré en la calle el borrador de la Nueva Constitución 2022 a precio huevo. Estaba entre Crónicas de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez y Los buscadores de tesoros de Washington Irving. -¿A cuánto lo tiene?-, le pregunté al vendedor, sin ánimo de comprarlo, como que no quiere la cosa. -A tres lucas-, respondió el vendedor, -está botado, porque ya tuvo su boom-, remató, sin más. Asentí y luego seguí mi camino. En efecto, el antiguo borrador se había vuelto uno de esos libros de viejo que pesan más por su carácter excéntrico que por su real valor comercial. Después de todo, el entrañable artefacto siempre tuvo su muerte anunciada, y ahora sobrevive cual reliquia de piratería, a cuyo cuidado "solo puede permanecer el diablo". Más de alguno encontrará inspiración en aquellas páginas rocambolescas, en aquel palimpsesto constitucional, aunque sea para convencerse que otro Chile estuvo a punto de ser posible, y que puede o no puede haber escenario peor.

Roni Bandini, el inventor de las máquinas literarias

"Imagínese que sale a caminar con un señor que en cada esquina, en cada volquete, deja de prestarle atención y se pierde revolviendo enchufes, motores, partes de muñecos: ahí donde otras personas ven chatarra, él ve tesoros. Ese señor existe y se llama Roni Bandini. Es escritor —publicó El sueño Colbert, La gran Monterrey, Macadam, etc.—, traductor, actor, trabaja en Sistemas y, aunque él no se sienta cómodo con la palabra, también es inventor.

“Juntas dos cosas que no se habían juntado antes y el mundo cambia”, decía Julian Barnes en la novela Niveles de vida. En un punto, eso es lo que Bandini hace: junta cosas, junta tecnología, informática, literatura, sueños, y el mundo cambia. “Un inventor encuentra lo que no hay, o lo que no se ve”, dice. “En mi caso, que trabajo con máquinas, estoy atento a esos vacíos”.

¿Qué tipos de máquinas hace? Algunas pueden ser muy útiles, pero las más lindas son las máquinas que parecen invenciones de un artesano. O de un artista: “La máquina de pensar en Gladys”, que nace de un cuento de Mario Levrero; “Rayuelomatic”, una máquina para leer Rayuela, de Cortázar; “Borgy”, que es un muñequito Furby —un robotito famoso de los años 90— intervenido para que hable como Borges. Cualquiera de todos estos inventos provoca una sensación de asombro y fascinación."

sábado, 25 de noviembre de 2023

Ayer fui a la fiesta de profesores organizada por la Comunal de Valparaíso, y me reencontré con un ex amigo, compañero de la U. No lo veía hace más de dos años. Nuestra última comunicación fue en el contexto de las últimas presidenciales. Me había eliminado por tal motivo. Estaba acompañado de una chica. Nos saludamos con suma distancia. "Me imagino que estás contento de que haya ganado Milei", me dijo, sin siquiera preguntarme cómo estaba, qué había sido de mí. "No", le respondí, "no estoy contento, pero tampoco enojado". Acto seguido le dije que lo mejor era debatir las ideas, discutir, que no había para qué picarse. El compadre apenas escuchó y preferí seguir de largo a comprar una cerveza. Un gesto de despedida muy rápido y luego lo vi otro par de veces en el evento, apenas tranzando palabra. Si supiera que mi visión ha cambiado durante estos últimos dos años, y si se hubiera dignado siquiera a aceptar mi ofrecimiento de diálogo y discusión, sabría que la coyuntura política nacional e internacional es mucho más compleja que una lucha de barra brava sin matices y que un banal intercambio de comentarios en facebook. La discusión política demanda también un esfuerzo por escuchar al adversario e insistir en los matices, en los claroscuros, en los recovecos, porque no se trata de hacer calzar con fórceps nuestro esquema mental en la realidad, sino que de afinar el sentido de acuerdo a su interpretación, atravesada por la amplitud de lecturas y por el momento vital. ¿Y qué será del ex amigo nuevamente? No lo culpo, debe ser difícil sostener amistades tan distintas a su ideario de mundo y sobre todo a su compromiso ideológico. Puede que nos volvamos a ver en ese mismo tono, como puede que nunca más. Que la historia haga lo suyo.