jueves, 10 de marzo de 2022

Dostoievski ¿cancelado por ruso?

Una Universidad de Milán tomó la decisión de suprimir un curso sobre Dostoievski, a raíz del actual conflicto en Ucrania, según dicen, para evitar cualquier tipo de polémica, ya que se trata de un momento de fuerte tensión política. Yo digo: ¿Qué culpa tiene la literatura y la cultura rusa del proceder de sus gobernantes? Es más: ¿Qué culpa tiene la literatura y la cultura en general del proceder de sus políticos? ¿No será que la obra de Dostoievski está ahí justamente porque tiene mucho que decir respecto a la cultura y a la nación rusa, más allá de las diatribas bélicas? ¿Con qué moral se impone a toda la historia de una nación ese criterio de censura en la contingencia? ¿No será que hoy más que nunca se debería hablar de Dostoievski, por ejemplo, con su novela Crimen y Castigo, que representa ficcionalmente la miseria psicológica del ser humano? Dostoievski, en Los hermanos Karamazov, mostró la innegable maldad de la inquisición, la acción del Diablo en el seno de la sociedad y la esperanza en la resurrección de los muertos. Mostró en Los endemoniados cómo una nación entera puede verse encaminada hacia el abismo, si no busca antes la salvación. Previó, con una agudeza bestial, el escenario de un mundo sumido en el nihilismo. Es ese el mundo que vivimos hoy: un mundo que parece perfectamente retratado por el escritor ruso, un mundo sin Dios, y los hombres en él se disputan una miserable cuota de poder para sublimar su vacío interior. Escribía Dostoievski en Memorias del subsuelo: “En definitiva, ni siquiera sabemos dónde habita ahora la «vida real», ni qué es, ni por qué nombre se la conoce. Déjennos ustedes solos y sin libros y en seguida nos haremos un libro, nos extraviaremos. No sabremos qué partido tomar, a qué agarrarnos, qué amar y qué odiar, qué respetar y qué despreciar. Hasta encontramos difícil ser seres humanos, hombres auténticos, de nuestra propia carne y hueso; nos avergonzamos de ello, creemos que es ignominioso, e intentamos convertirnos en una especie nunca vista de hombres generalizados”.