lunes, 7 de marzo de 2022

"En la guerra todos mueren”, dijo una alumna en clases. Lo cierto es que el contexto bélico nos sirve de pretexto reflexivo. En efecto, en la guerra siempre se muere, pero la vida misma también puede ser una guerra, consigo mismo o entre los otros.
"No debería ser descabellada la propuesta de conceder a Vladimir Putin el próximo Nobel de Medicina. La llamada invasión de Ucrania ha surtido el prodigioso efecto de que los medios occidentales hayan dejado de hablar del Covid, o de víctimas mortales derivadas del Covid, o de hospitalizados por causa de la enfermedad, ni de medidas precautorias que, al menos en lo que se refiere a las imágenes que nos ofrecen del conflicto ucraniano, no se están siguiendo. Es una prueba más de cómo la rana hervida lo acepta todo sin oponer resistencia crítica. Las opiniones públicas de países como el nuestro aceptan sin rechistar la versión oficial de las mismas instituciones estatales que nos mienten y engañan a diario. Si dijeran que los rusos están lanzando elefantes voladores en las ciudades ucranianas, la mayoría lo creería. El desistimiento moral e intelectual de una parte de la población europea prefigura un futuro de pesadilla".

¿Se darán cuenta los ucranianos de que están siendo usados como carne de cañón por Biden y la Unión Europea? – Alerta Digital