martes, 31 de mayo de 2016

El llamado constructivismo pedagógico, generalmente mal entendido y sobretodo mal aplicado, supone un escenario irreal en que todos y cada uno de los estudiantes poseen las mismas capacidades e intereses. Como cualquier otra postura o teoría académica necesita de su comprobación en "donde las papas queman", fuera de los cómodos salones universitarios, hacia las variopintas salas escolares. Supone sobretodo una suerte de laissez faire engañoso, en el cual los estudiantes dan rienda suelta con total libertad su capacidad imaginativa. Esas nuevas teorías constructivistas en la pedagogía son como el arte moderno: pretenden ser rupturistas copiando un modelo que solo en su época tuvo sentido, pero que prácticamente se pasan por la raja cualquier criterio o referente artístico. A otro perro con ese hueso. Primero hay que saberse las reglas, después romperlas, señoras y señores.

domingo, 29 de mayo de 2016

Espíritus chocarreros de la responsabilidad

Este fin de semana soñé dos sueños extrañísimos, consecutivamente, el sábado en la madrugada y anoche domingo en la madrugada. El sueño del sábado tenía una conclusión de pesadilla. El espacio físico era el de una casa de la cual no había salida aparente, ni tampoco razón de estar allí de antemano. Al parecer la casa rememoraba la de hace algunos años, cuando todavía debía pedir permiso para salir. En esa casa, mediante escenas algo difusas, como sacadas de alguna película paranormal barata, poco a poco se iban sucediendo fenómenos fuera de lo común. A lo poltergeist, las cosas se caían o se movían solas. Intuía que se trataba de una casa, como en lo de Cortázar, tomada pero por algo que la poseía: un encantamiento o algún mal espíritu. Recordé a la bisabuela fallecida con ese pensamiento mágico. Hablaba de casas tomadas por alguna mala vibración o una energía hostil, energía proveniente no necesariamente de entidades extrañas sino que de hechos o personas que alguna vez allí habitaron, bajo circunstancias no del todo favorables. El hecho es que en el sueño el lugar se iba "encantando" cada vez más. Hasta que en una parte aparecía una niña de la nada, entrando a la pieza de improviso, sin una mano. El encantamiento crecía producto de la incertidumbre. Esa niña representaba el clímax del encantamiento. Desperté agitado. Pensé si acaso se había tratado de la película de miedo de cuarta categoría que quedó sintonizada con la televisión prendida toda la noche. 

El sueño del domingo en cambio remitía a otro escenario: una mezcla de una institución educativa y un teatro. El conflicto del sueño era el de rehusarse a hacer el papel de director de la orquesta. Había una función o una clase y alguien debía conducirla. El miedo venía dado por una negativa que nunca acababa. A medida que rechazaba ese rol, el imperativo se hacía más fuerte. Seguía insistente en la decisión de no tomar partido. El motivo del sueño era desistir de la dirección de la orquesta. La orquesta podía ser el mundo, o la propia vida. 

Lo más extraño de ambos sueños pesadillescos, sin embargo, no era precisamente lo que ocurría dentro de ellos. Era el hecho de que sucedieron después de haber salido de juerga las dos noches consecutivas. Una especie de sensación kafkiana después de burlar la realidad de la semana. Una especie de espíritu chocarrero de la responsabilidad. La resaca del día siguiente fue, en ese sentido, casi un masaje mental. Los sueños al parecer fueron solo la sombra de aquella sensación.

viernes, 27 de mayo de 2016

La copia

Otro alumno en recreo durante la mañana antes de entrar a la prueba: "Profesor ¿y si logro copiar y usted no se da cuenta?". Le respondí de inmediato: "Créame que aunque parezca imposible, sí me daré cuenta". Pensé sin embargo en lo siguiente: Si por x razón el alumno consigue copiar un desarrollo se notará puesto que la respuesta escrita será una evidencia irrefutable; al momento de revisarla, la huella de la redacción lo delatará. Pero si ese mismo alumno copia en cambio una alternativa correcta no se notará ya que no hay nada allí que evidencie la copia. Se genera al instante una paradoja: la copia puede ser una posibilidad y al mismo tiempo una realidad. La realidad del hecho solo anidaría en la conciencia de los alumnos. La posibilidad del hecho en cambio en la conciencia del profesor. Empieza la mentira y la duda como métodos de supervivencia, en una dialéctica sin fin.

miércoles, 25 de mayo de 2016

El completo

Al completo le debo gran parte de mi dieta estudiantil, inclusive profesional, durante las vacas flacas, que han sido la mayoría de nuestros días. Siempre después de una salida ahí aparece el completo como el bajón por defecto y a ratos por excelencia. Estaríamos siendo cínicos si negásemos al completo como salvavidas en tiempos de miseria. Derivado del hot dog, un pan alargado con una vienesa al medio, sin tanto menjunje, algo más bien pulcro, rápido. El hot dog en la mano de Ignatius Reilly, inmortalizado para siempre en La conjura de los necios como símbolo de su sarcástica personalidad. Su versión sudaca, el completo, compuesto de palta, tomate, mayo, chucrut, una imagen del barroco latinoamericano, de lo grotesco y lo inmenso del hambre del fin del mundo. Y a la vez la imagen de cierto exotismo bizarro, calando hondo en las entrañas de los angurrientos. El alcance paradójico del completo: siendo en apariencia excesivo y desproporcionado, sin embargo nos completa, completa en el fondo la necesidad del momento. Seamos como Ignatius Reilly en aquella novela norteamericana: honremos al completo que más de alguna vez nos salvó de un apuro, no neguemos su existencia apelando a una nutrición hipócrita y arribista, reconozcamos que el completo es parte de nuestro imaginario digestivo, que representa todo lo más rústico pero a la vez lo más abundante de nosotros mismos.

lunes, 23 de mayo de 2016

En una de las guías sobre microcuentos, una alumna deja la siguiente apostilla: "El alma de un poeta es una página en blanco".

El suicida frustrado

No deja de sorprenderme el intento de suicidio del joven Franco arrojándose a los leones. No tanto por su delirio místico mesiánico, como por su expresa locura. Se había encontrado una carta entre la ropa del suicida frustrado. En ella él se autodenominaba profeta, señalaba que el Apocalipsis había llegado y que Dios lo protegería. Al final de la nota firmó como "Jesús". El delirio místico mesiánico siempre asociado a la locura. Será que religiosidad y locura tienen un vínculo estrecho. Me hizo recordar, guardando las proporciones, al Cristo del Elqui y su megalomanía apocalíptica. O, yendo un poco más lejos, al mismísimo Zaratustra nietzscheano, en su visión y profecía del super hombre. Si lo viésemos de ese modo, el joven suicida, loco de remate, poseso de sus visiones, sería un ejemplo de lo que se hablaba en la "Stultifera Navis": el loco como el náufrago de su época, el que muestra la sinrazón de todo, el que satiriza los valores o el que está asociado a un saber oscuro, negado a los normales. El joven en su delirio quiso replicar el episodio bíblico donde se narra que el profeta Daniel fue arrojado a un foso con leones por orden del Rey persa Darío. Pero al día siguiente de haber sido lanzado al foso de los leones y cuando el rey lo fue a ver, descubrió que el profeta no había sufrido ningún rasguño. Según la biblia, Dios y su fe lo habían salvado. No fue este el caso de nuestro personaje. Acabando casi muerto, termina de coronar el absurdo siendo además la causa de la ejecución de los dos leones que, totalmente desligados de su delirante historia, lo atacaron sin contemplaciones. La locura allí fue la protagonista. Solo tiene sentido cuando subvierte la realidad. Cuando, a pesar de su hermetismo, logra validarse como otro orden posible. Sin embargo, nuestro amigo suicida estaba muy lejos de haber hecho carne la profecía. Fue de hecho carne deliciosa para sus victimarios felinos y carne de cañón para los medios. Si no pudo triunfar dentro de su esquema de valores místicos, pudo al menos consagrarse como un mártir de la estupidez suprema de todo fanatismo.

domingo, 22 de mayo de 2016


Hay ciertas expresiones que solo los gamers de la vieja escuela conocen: "dar vuelta". Pensé anoche en la posibilidad ilimitada de esa frase. Pensar el mundo incluso como una especie de videojuego a gran escala. Y de hecho más allá: soñar con la remota posibilidad de "darse vuelta el mundo". Algo que cualquiera en la historia universal con ambición ha deseado. Sin embargo, no contamos con vidas suficientes para tal hazaña. A lo sumo lo que se hace es dar vuelta nuestros propios parámetros de realidad. Nos damos vuelta a nosotros mismos todo el tiempo para solo soñar con pasar al próximo nivel: los otros, en una eterna y a veces rara sensación dialéctica.

sábado, 21 de mayo de 2016

Por un lado, muere un guardia municipal producto de un incendio provocado en el contexto de la protesta social. Por otro, matan a dos leones al atacar a un hombre que se metió a la jaula sin previo aviso. Dos hechos caóticos y absurdos en un mismo día, y relativamente cerca. Solo Chile se da el lujo de superar sus propias marcas.

viernes, 20 de mayo de 2016

21 de Mayo

Hoy para la clase de la mañana, la jefa de UTP había dejado un breve discurso y comentario sobre el 21 de Mayo, a vísperas de las llamadas glorias navales. Lo dejaba con una nota personalizada, para ser leída por un alumno de forma introductoria para la clase. La jefa aducía que debía hacerse por reglamento del Ministerio de Educación. Las "glorias navales" son una de las tantas efemérides que deben quedar estipuladas dentro de cualquier institución educativa. Al ser este un 2 x 1 relativamente nuevo, se comprende la preocupación de la jefa ante la eventual fiscalización del medio. El discurso y comentario resumía más o menos el hecho histórico del combate naval de Iquique y el combate naval de Punta Gruesa. Además, señalaba más o menos el modo de celebración de esta efeméride tradicional, junto con una breve arenga de Arturo Prat. Fue inevitable el flashback de la adolescencia. Las interminables marchas por todo el plan de Valparaíso, durante más de cinco años seguidos, para la misma fecha. La educación porteña, desde siempre tan militarizada. Siempre creí que ese tipo de actividades debieran aplicarse para aquellos chicos y chicas de verdad con algún espíritu o vocación militar. Porque francamente no pienso repetir el absurdo de colocar sietes por asistencia a un evento que no los identifica a todos. Sin embargo, dentro del vacío de este rito protocolar, me encuentro al llegar a la clase con una lección de infra historia. Seguí el dictamen de la UTP, haciendo leer a los cabros el comentario y la arenga de Arturo Prat. Claro está, con cierto sentido crítico. Pregunté antes que nada qué pensaban respecto a esta fecha. Lo primero que se les vino a la mente a la mayoría fue barricadas y desmanes. Uno de ellos entusiasta repetía que quedaría la cagada en Valparaíso, y formaría parte de las manifestaciones contra el gobierno. La historia oficial, entonces, cada vez más se parece a un protocolo militar, o a una comunicación de la jefa utp, que vendría a ser algo parecido. La infra historia, la historia de los anónimos de siempre, en cambio, el lado b, lo que nadie de la institución comenta, lo que para los jefes y autoridades resulta vergonzoso, pero que, sin embargo, los cabros manifiestan sin miedo, con total desenfado, incluso con orgullo. El profesor se debate en un dilema moral: como voz de la institución y a la vez como cómplice de la infra historia manifestada por sus alumnos. En medio de la contingencia, solo él tiene la respuesta.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Para enseñar hoy día la creación desde el cuento se tuvo que recurrir a la máxima de Cortázar: "La novela gana por puntos. El cuento por knock out". Ante eso, algunos hicieron un gesto como de yaaaa. Siempre resulta. Es quizá lo único de Cortázar que pega de una.

Corazones

Desde que estoy en el negocio de revisar pruebas y material didáctico, siempre me han intrigado los corazones que algunas alumnas escriben en las hojas. Aparentemente, sin un motivo especial. Solo por el gusto de hacerlo. Nunca he sabido realmente descifrar el impulso o el motivo que las lleva a dibujar esos corazones. Incluso, en un arranque de obsesión, intenté coleccionarlos para su posterior lectura y análisis. Pensé, por un loco instante, que si no podía descifrar unos inocentes corazones dibujados sobre un papel por x motivo menos podía aspirar a descifrar el corazón femenino.

martes, 17 de mayo de 2016

La memoria de los árboles

Una alumna del segundo ciclo que siempre se sienta adelante, algo hastiada de responder tantas guías, pregunta de forma insistente: "Profe ¿por qué gasta tanta celulosa en guías y pruebas?. Deje piola la naturaleza". Si se piensa esa misma pregunta podría aplicarse a la Literatura ¿por qué tanta celulosa gastada en la publicación de una infinidad de libros? Tomando ese argumento, la literatura tendría un alcance anti ecológico. Sin embargo, el sacrificio de los árboles no debiera ser en vano. Otro alumno cerca suyo le responde a su compañera: "Por eso mismo hace la guía, no eches a la basura el sacrificio de los árboles". Mientras tanto, le respondo mentalmente: "Honra la memoria de los árboles. Fueron sacrificados para tu conocimiento". Pensamiento en apariencia responsable, pero, por supuesto, cínico.

lunes, 16 de mayo de 2016

El chamullo

El chamullo como construcción textual digresiva. Sucede mucho que los alumnos, en un intento desesperado por responder una pregunta que no entienden, recurren a una elocuencia escrita inesperada, que en otro contexto no hubieran desarrollado ni por asomo. No los culpo, uno en la Universidad hacía exactamente lo mismo. Son involuntariamente reyes del chamullo. Si bien sus respuestas no responden ni un ápice de lo preguntado, aparecen como textos con vida propia. El chamullo tiene estilo. Prefiero mil veces una respuesta chamullada a una respuesta en blanco.

sábado, 14 de mayo de 2016

Mundos literarios

Sobre el contenido de los mundos literarios en primer ciclo, suele haber una clasificación que no me convence para nada, (los colegas de mi área entenderán): la del mundo representado y la del efecto perseguido. Se supone que según esa clasificación habría seis mundos principales, de los cuales los tres primeros (cotidiano, onírico, mítico-legendario) tienen directa relación con los otros tres (realista, fantástico, maravilloso). Sin embargo, esa clasificación no considera otra clase de mundos existentes en la literatura como el utópico y el distópico, planteado por Tomás Moro y visualizado por Huxley, respectivamente. Tampoco se refiere a la ciencia ficción como mundo autónomo, relegándola solo a una clase de mundo realista con avances científicos-tecnológicos y mirada hacia el futuro. Una caracterización pueril y deshonrosa, por decir lo menos. De hecho, el realismo mágico y el surrealismo no son considerados en la clasificación. Para efectos prácticos, corté por lo sano y les enseñé nueve mundos: el realista, el fantástico, el maravilloso, el onírico, el mítico o legendario, el utópico o distópico, el de ciencia ficción, el realista mágico o real maravilloso y el surrealista. Durante la clase de ayer y antes de empezar con la aplicación un alumno preguntaba insistente sobre el paraíso y el infierno. Qué tipo de mundos representaban. Por supuesto que el mítico, al ser mundos que explican un orden moral desde la cultura judeocristiana. Otro alumno preguntó algo todavía mejor. Sobre lo legendario ejemplificado en Chiloé, por ejemplo. Preguntó si acaso las creencias de la gente llegan a tener algún ápice de realidad, si primero fue la realidad o la leyenda puede volverse realidad o tocarla en algún punto. Se le explicó que ambas posibilidades pueden coexistir perfectamente. El alumno para mi sorpresa se refería a lo sucedido en el Sur por las salmoneras. Creía –muy grosso modo- que de acuerdo a ese hecho real las personas afectadas podían recurrir a la leyenda para reafirmar su realidad, o que, por el contrario, sus leyendas partían de una realidad para luego convertirse en un imaginario local. La ficción, ya no importa su existencia, sino que su sentido. La clasificación inicial queda corta. Porque a fin de cuentas la realidad es otro tipo de mundo literario.

jueves, 12 de mayo de 2016

Día del alumno

Para el día del alumno, en el ramo de Convivencia social, vimos un par de fragmentos de películas para ejemplificar tipos y estilos de relaciones sociales. Una de ellas era de El lobo de Wall Street, la parte en que Di Caprio motivaba a sus trabajadores y los incitaba a ser "terroristas telefónicos". La actividad consistía en analizar esa parte de acuerdo a qué tipo y estilo de relación social se aprecia y por qué. Y si como grupo le compran o no el discurso a Di Caprio y por qué. El asunto es que, una vez comenzada la actividad, se armó un desorden del cual francamente no recuerdo la causa. Un par de alumnos se agarró en la mala a empujones, a raíz de un sillazo que uno de ellos le propinó al otro. Anotación negativa y expulsión de la sala. Pareciera que se hubiesen tomado en serio el "terrorismo" motivado por Di Caprio en la peli. Creo que algo en el ánimo general del curso se quebró, quizá malentender la clase de Convivencia social (ramo exclusivo de 2 x 1) con una convivencia ordinaria a modo de recreación por el día del alumno. Sin embargo, eso es solo una hipótesis. Se malentienden los conceptos, y a ratos la realidad completa es malentendida. Convivencia como equivalente a no clase. Convivencia como sinónimo de dispersión curricular. Y luego los cabros y cabras, ya fuera de la sala, hablando de lo que ocurrió, unos indiferentes, otros cagaos de la risa, motivados a su manera luego del episodio de hoy.

martes, 10 de mayo de 2016

Todos los martes me levanto puntual a las 10. Lo que no quiere decir que me despierte a esa hora. Caso omiso del timbre del colegio de la esquina. Lo hago con la vaga esperanza de sortear el frío de la mañana. En realidad lo hago para consultar sobre una boleta de honorarios. Y para pagar la cuenta de internet móvil del teléfono. El sábado por la noche recuerdo que un tipo me decía que ya casi nadie trabajaba por placer. Si trabajaba a contrata entonces quería decir que no era otra cosa que un temporero. Un temporero de la educación. Un temporero para mucho pero por demasiado poco. El tiempo se pasa, se pierde o se gana, en divagaciones como esta.

sábado, 7 de mayo de 2016

Kafka en la orilla: re-producción

Durante un ejercicio de creación narrativa en la clase para segundo ciclo, la actividad consistía en continuar un fragmento de la novela "Kafka en la orilla" de Haruki Murakami, siguiendo un tipo de narrador y un estilo de narración ya estudiado. Leyendo las continuaciones de algunos alumnos para su revisión me encuentro con verdaderas joyitas. Sin quererlo al leerlas y corregirlas establecí un pequeño ranking que me permito nuevamente reproducir por este medio, pero antes que nada reproduzco el fragmento de la novela de Murakami en base al cual debían escribir sus creaciones. Una muestra del futuro narrativo en dos jóvenes alumnas: "–¿Cómo te llamas? –le pregunto. 
–¿Yo? 
–Sí. 
–Sakura –responde ella–. ¿Y tú? 
–Kafka Tamura –digo yo. 
–Kafka Tamura –repite Sakura–. ¡Qué nombre tan extraño! Es fácil de recordar. 
Asiento. No es fácil convertirse en otra persona. Pero sí tomar un nombre distinto. Al bajar del autocar, ella deposita su maleta en el suelo, se sienta encima, saca una libreta del bolsillo de la pequeña mochila que lleva colgada a la espalda y garabatea algo en una página con un bolígrafo. Arranca la hoja y me la da. En ella hay apuntado lo que parece un número de teléfono. 
–Es mi número de móvil –dice ella haciendo una mueca–.De momento voy a alojarme en casa de mi amiga, pero si te apetece ver a alguien, llámame. Podemos comer juntos si quieres. No admito cumplidos. Ya sabes, “aun el encuentro más casual...”. Se dice así, ¿no? 
–“...está predestinado” –concluyo. 
–Eso, eso –dice ella–. ¿Y qué significa? 
–La predestinación. Que ni siquiera las cosas más triviales suceden por casualidad." 
Continuación número 1: 
"S: -¿Podría tomarlo como que el destino ha querido unirme a ti por alguna razón?
K: -Tal vez pasemos por momentos donde nos necesitemos el uno al otro.
S: -De algún modo me siento imantada a ti, siendo que apenas te conozco.
K: -Tal vez nos conocimos en alguna otra vida-
Sus ojos no parpadearon. El tiempo y la respiración se detuvieron.
S: -Ya es tarde, debería irme...
K:- (Ella se fue sin decir nada más. Bastó su mirada para aterrarme).
Ambos están convencidos de que los ha unido un sentimiento repentino. Bella es la certeza, pero más bella es la incertidumbre. Imaginan que como antes no se conocían no había sucedido nada entre ellos ¿Pero qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos en los que hace tiempo podrían haberse cruzado? Ese mundo ya no existe para ellos..."
Continuación número 2: "Entonces Sakura tomó su maleta y se alejó por la calle en la más completa oscuridad. Kafka Tamura le observó alejarse entre la nieve que caía, hasta que la silueta de su simpatía no fue más que una borrosa mancha del color de su abrigo viejo.
Consultando su reloj de bolsillo, la hora era la indicada. Ni un minuto más, ni un minuto menos.
Muy lentamente, y luego de comprobar que ya nadie caminaba a esas horas por la acera, se disolvió entre las sombras como siempre lo había hecho desde niño.
Esa noche empezaba su nuevo empleo. A partir de esa noche cualquiera todas las sombras de la ciudad serían su testigo.
Y él, con su sonrisa blanca y afilada, esperaría paciente el amanecer".

miércoles, 4 de mayo de 2016

La parte del vino

En la prueba de la unidad para el segundo ciclo de tercero y cuarto medio, se preguntó en el tercer ítem una serie de preguntas respecto a un fragmento del ensayo “Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación” de Alessandro Baricco. El fragmento decía relación con la parte del vino. Hablaba sobre la difusión de una cultura del vino que antes de la Segunda Guerra Mundial era casi un arte exclusivo de ciertos países. Francia e Italia, principalmente. Nicho de la bohemia. Fue con un tal Mondavi que el vino se empezó a hacer conocido en Estados Unidos y luego en toda América. Por lo tanto, según el ensayo, el vino alcanzó una dimensión hollywoodense, espectacular, ya no tan refinada como antes, sino que más masiva. Hecho que marca, según la tesis, una primera invasión de los bárbaros en la cultura occidental. La pregunta número seis de ese ítem consistía en responder de forma reflexiva en qué medida el consumo de vino influía en la cultura de cada país, de acuerdo a lo leído, y cómo influía en particular el consumo de vino y alcohol en la cultura chilena. Una de las alumnas respondió algo impecable, que me permito colocar acá con total gratuidad: “Existen dos cosas fundamentales para cualquier cultura: el idioma y la comida. Los finlandeses, por ejemplo, tienen una palabra especial en honor a la música de Elvis. Nosotros los hispanohablantes tenemos la palabra “sobremesa” que describe una conversación que se tiene durante y después de la comida, y creo que es en ese momento en el cual se presenta nuestra comida e idioma en conjunto. Estoy segura que la mayoría de los presentes han estado una tarde de domingo (durante la hora de almuerzo, de una a cinco generalmente, con amigos o familia) tomando vino y disfrutando de una conversación, de alguna forma, estrechando lazos. ¿Se da esto en otros lugares? Por supuesto, pero entonces ¿Por qué no se conoce un equivalente a sobremesa en otro idioma? Quizá porque en otros países eso no genera cultura. Por otro lado tenemos un tipo distinto de sobremesa. Estas sobremesas juveniles, generalmente celebradas en casa, en donde la excusa para ver a los amigos que no vemos regularmente es consumir alcohol. Esa es nuestra idea de bohemia. Así los amigos de toda la vida, pasan a ser casi parte de una familia que a veces se vuelve mucho más importante que la familia biológica. Podríamos decir entonces que el vino como bebida alcohólica produce cultura en nuestra sociedad. Y esa cultura, como dice el autor, es bárbara al traer una idea de afuera, pero no deja por eso de ser “nuestra”.

La vida no tiene escuela

Escribiendo un breve punteo en el cuaderno, memorizo la clase de mañana. En un par de conceptos intuyo la materia completa. Inconcientemente anticipo el día completo. Ojala esa técnica funcionara para asuntos extra pedagógicos. Pero no. La vida misma no tiene escuela...

martes, 3 de mayo de 2016

La confesión de Adolfo Escobar, uno de los más de setecientos ex reos sueltos hace poco de la Cárcel de Valparaíso: "Gendarmería te condena por años, pero la sociedad te condena toda la vida". Lo dice a raíz del aparato mediático que alertaba sobre algunos ex reos que reincidieron en delitos a los pocos días de haber salido en libertad. Aparece "Vigilar y castigar" de Foucault a la palestra. Pero más interesante me parece la expresión de la libertad de conciencia en relación a la libertad física. El adentro y afuera de esa libre conciencia.

lunes, 2 de mayo de 2016


El profesor en Estados Unidos que fue suspendido por colocar la película "El ciempiés humano" a sus alumnos. Mientras no se transparenten los objetivos y las actividades que planteaba, la acusación me parece totalmente cuestionable y moralista. Esa concepción del profesor como un referente moral anticuado. Como un ente sustituto de los padres. Hace rato ya no debería correr. La crítica al profesor ya no debería pasar por lo moral sino que por lo estrictamente didáctico. En qué medida el visionado de aquella película es exitoso y coherente con una propuesta educativa. Para no ser menos, justo antes del incidente tenía planeado mostrar La naranja mecánica, como actividad para el ramo de Convivencia Social, exclusivo de las instituciones 2x1. El profesor debiera estar al tanto de la literatura, del cine, de las extravagancias actuales. El profesor debiera ser un stalker de la cultura.