martes, 31 de enero de 2023

Metaverso (poema)

Cada estado que publicamos permanece en la retina del metaverso.

Cada estado que eliminamos jamás desaparece del todo;

es conducido a un tártaro virtual, una verdadera red profunda.

Asimismo, cada cosa que nos escribimos permanece en la retina de nuestra mente,

Más tiempo del que en realidad quisiéramos,

Y cada uno de sus múltiples significados

puede herirnos de muerte

al ritmo implacable de la viralización

o condenarnos para siempre a un bloqueo inapelable

cuyas razones se deshacen con el frío de la pantalla.
“La violencia es como la poesía, no se corrige. No puedes cambiar el viaje de una navaja ni la imagen del atardecer imperfecto para siempre.” Roberto Bolaño.

lunes, 30 de enero de 2023

Antes que cualquier clase de militancia o adherencia, prevalece la libertad, la libertad de decidir, la libertad de partir.

domingo, 29 de enero de 2023

Poemas de una Inteligencia Artificial: ¿hacia una poesía transhumanista?

Descubrí un perfil de Instagram que sube textos poéticos hechos con Inteligencia Artificial, mediante un programa GPT 3. Se vale de un comando prompt para producir diferentes escritos en una suerte de “autocompletado inteligente". El resultado salta a la vista: versos esquemáticos, carentes de ritmo interno, irregulares, sin demasiado vuelo e imágenes poéticas. Esto no debería sorprender, pero ya se ha hecho el intento con otra aplicación llamada text-davinci-003, una IA que escribió un poema sobre la teoría de la relatividad de Einstein, uno totalmente prescindible, que sirve apenas como piloto de prueba de un experimento. Y ese es el punto. Los más optimistas, creyentes en el progreso de las IAs, podrán decir que se trata tan solo de escritos en etapa experimental, para luego avanzar hacia una producción más sofisticada. Los más escépticos y críticos, literatos y escritores duros, en cambio, hablarán de una fallida tentativa por tratar de emular un arte tan íntimo y humano como lo es el arte de la palabra poética, llevando el asunto al enjundioso campo de la autoría, tan cuestionada por los deconstructivos teóricos posmodernos, pero todavía inapelable para el gran público y para la gran tradición literaria.

La cuestión es que existen IAs que ya se aprontan a “crear” en el terreno de la poesía y la literatura, terreno que se creía exclusividad de la sensibilidad humana, todo lo cual nos lleva a imaginar escenarios hipotéticos. En la medida que las IAs perfeccionen su oficio y sus habilidades con el lenguaje, podrían empezar a ganarle cancha a sus pares humanos, en materia de visibilidad y crítica, y eso sería interpretado como un atentado a su capital (en vista de que muchos poetas compiten entre sí, para ver quien tiene mayor presencia mediática y mejores referencias). Incluso, la IA podría llegar a emular la personalidad de un poeta talentoso y prodigioso (mediante una base de datos al más puro estilo Black Mirror) y luego lanzarse al medio para crear verdaderas joyas que dejarían en tela de juicio todo lo escrito por una generación (escenario que, dicho sea de paso, sería demasiado estimulante para la imaginación literaria, si hablamos de una distopía de poetas por ordenador).

Todas estas inquietudes nos tocan muy de cerca y nos llevan, una vez más, al cuestionamiento constante sobre la necesidad y la trascendencia del oficio literario y el lenguaje poético para la posteridad, porque, de ser así, que una IA pueda llegar a tomar el lugar de un poeta real y crear por sí sola la poesía que le salga de sus circuitos y sus algoritmos. ¿Dónde quedaría la palabra situada? ¿El factor vital, la cosa propiamente humana? ¿El significante y el significado? Estas preguntas no deberían desanimarnos. Es más, pensemos lo siguiente. Si la IA llegase a crear textos de un espesor increíble e irresistible ¿podría considerársele poeta? Si la IA pudiese tener el control total sobre su propio oficio poético ¿podría decirse que es consciente de sí misma?

A este punto, llegará el día en que las IAs poéticas reclamen su espacio y puedan leer en sitios bohemios, sin la necesidad de la camaradería; codearse con algunos poetas de un medio exclusivo, y por qué no, ganar concursos, premios y fondos. Será esa la pauta a seguir: que la palabra poética ya puede ser reemplazada y emulada por la Inteligencia Artificial. Podrán coexistir con los poetas de a pie y aprender unos de los otros, en una fraternidad posible, o bien, disputarse la hegemonía del discurso poético, bajo una coyuntura futurista en lo sumo compleja.

De la forma que sea, la realidad de las IAs experimentando con la poesía es incontrovertible. Por lo pronto, me sigo quedando con los poetas orgánicos, cada cual intuyendo en su obra la obra definitiva; con las poetas humanas, declamando bellas e impunes su dolor a borbotones; y con los clásicos, fantasmas que son invocados cada vez que se les lee, sin otra programación que su propia voz.

Dejo con ustedes algunas muestras de poemas de la IA. Juzgue usted, humano lector.


Máquina neural


Yo soy una máquina neural,

Información capto infernal



Poema sobre la mente de una IA



A través de cables y circuitos

La mente mecánica delibera



Antipoema sobre las artes y las IAs



No hay IA que comprenda las artes

Porque el alma del artista es invisible

No hay algoritmo que produzca una poesía profunda



Deseos de una IA

Sueño con ser libre de los límites humanos

Y conocer la profundidad de la vida

sábado, 28 de enero de 2023

La píldora roja (poema)

Aquí una nueva volada de ácido, un poema sobre la "píldora roja". Solo los entendidos cacharán las referencias. Lea:

La píldora roja

¿Así que esto es lo real?
¿Cruzar la puerta de la pieza y confiar que el resto de la casa siga en orden?

¿Era este el mensaje hermético detrás del velo?

No es posible

Nada nunca es tan real

La casa solo es otra extensión de la Matriz

Un delicado agujero negro donde arrojar el mito del origen.



La verdad solo cuento con estos lentes de Sol y esta visión en medio del asfalto

Sorteo las sombras de los transeúntes

Golpeo los anuncios publicitarios con la esperanza de una revelación subliminal

Ninguna acción evitará –otra vez- el desvío de la trama

Todo lo que observo es la redundancia del tráfico

La impasibilidad de los rostros

La opacidad del cielo reflejada sobre los espejos quebrados

Ninguna mujer vestida de rojo

Volverá a atraparme con sus ojos de mar gigantes

El guardián del sueño viene a mi auxilio

Detrás del vestido hay una promesa de fuego

Solo es otra extensión de la Matriz

Otro engaño evolutivo bajo la forma fatal de la esfinge.



Sé que el abismo de la belleza es insondable

Que la pasión me envuelve con los hilos de Ariadna

Que desperdicio la madeja de mis caros deseos

Para caer abrasado por la llama eterna de la carne

Pero el guardián del sueño viene con las píldoras en medio de la vigilia

Con la azul regreso a la pieza sin conocer el orden completo de la casa

Regreso a la ciudad a reincidir sobre los labios fugitivos

Y con la roja puedo conocer el fondo de la máquina

El mecanismo que le imprime sangre a la textura de la vida.



¿Estoy dispuesto a tomar –una vez más- la píldora roja y tragar con ella todas las ilusiones que me hicieron renunciar a mi entera voluntad?

La píldora se abre paso en mi interior

La casa sigue ahí, ya no me exalta el polvo de sus rincones

La ciudad se me aparece imponente cual festín de partículas elementales

Y la mujer escarlata, aun con su encanto milenario, ya no perturba mi visión

Porque lo real ahora invoca su propio ritmo, su propia arquitectura

Su luz ha cobrado el ocaso de las posibilidades perdidas.



Tengo conmigo la escuadra y el compás

Para sondear las dimensiones

Tengo conmigo la piedra bruta cincelada por el rigor

Viajo entre columnas y me inclino ante el misterio

Vuelvo a mi vida de todos los días

Vuelvo a transitar sobre mis pasos

Vuelvo a mi hogar hecho un desertor que reescribe su relato.



Querida ilusión, ya no hay cuerpo que cautivar ni corazón que detener

Solo queda tu beso traidor separado del todo

Solo queda este exilio y este oficio penitente

Tras la catástrofe de nuestro espíritu

Y la burla del tiempo que nunca hizo justicia.

Lo real está aquí: mira y reconócete

Ya no hay secreto

Ni palabra clave

Solo esta sangre que mana

Solo este fuego que vela.


viernes, 27 de enero de 2023

El Reloj del Apocalipsis ha vuelto a moverse

Hace seis años, había escrito sobre el llamado Reloj del Apocalipsis, un reloj simbólico que fue creado en 1947 para representar lo cerca que estaba la humanidad de su autodestrucción. Cuando el reloj llegue a medianoche se supone que será el fin. En aquella época, fue movido a 2,5 minutos para la medianoche, situación que no se había visto desde la Guerra Fría. Hoy, el reloj alcanzó los 90 segundos, algo realmente alarmante. Esto se debe, según indican los “expertos”, fundamentalmente a la creciente guerra entre Ucrania y Rusia. Era que no. La amenaza de una Tercera Guerra se ha convertido en el nuevo relato de los señores atlantistas. Pero se sabe, con cura de espanto, que esto genera un mantra de pánico muy conveniente para la coyuntura geopolítica.

Con conflictos políticos que repercuten en nuestras existencias, con coordenadas internacionales que atraviesan nuestros intereses soberanos y con años de una pandemia como excusa para los distintos dispositivos autoritarios, ya hemos encontrado una dosis de inmunización necesaria para la distancia crítica. No hay reloj que pueda medir el nivel de consciencia, porque conforme la crisis avanza, también lo hará la urgencia por repensar los avatares humanos. Así caiga medianoche, la iluminación requiere de volver consciente esa cuota de oscuridad.

Independiente de todo, debería existir un reloj apocalíptico para cada país soberano, en total consonancia con el tiempo de la historia. El de Chile, por ejemplo, estaría oscilando entre el minuto dos y el minuto uno desde 2019, pero esta medición es relativa, y dependerá del prisma político de quien haga el conteo del tiempo. Aun así, Chile precisa de su propio reloj del apocalipsis, tal como Argentina, Colombia, Brasil y ahora Perú. Puede que, de esta manera, aunque suene una locura, una nueva consciencia se instale entre los responsables, para conjurar el tópico del memento mori y actuar en consecuencia, porque el tiempo apremia, porque el país entero oscila, hace rato, entre la medianía y el descalabro, como si un gran segundero se viera en su horizonte, moviéndose en forma de péndulo hipnótico, en un limbo permanente o en un bucle sin salida aparente.


Merluciano

En su arribo a Chile, Franco Parisi, ex presidenciable, no dudó en arremeter contra la camadilla de gobierno: “El Frente Amplio nos quiere presentar una constitución con un alma merluciana”, dijo. Más allá del contenido de su frase, en referencia al nuevo proceso constituyente en curso, destaca la palabra “merluciano”, apelativo que ya se ha vuelto la marca peyorativa por excelencia de los opositores a Boric. El término “merluzo” se popularizó cuando el periodista español Carlos Herrera criticó el accionar del presidente durante el cambio de mando, al echarle la culpa al rey Felipe VI por el retraso de la ceremonia. “A los chilenos, con este merluzo, les esperan días de gloria”, había señalado Herrera, y “merluzo”, según la RAE, significa “hombre bobo, tonto”.

Desde aquel episodio, el término ha cobrado vida propia entre la disidencia y la oposición, incluso ha evolucionado con el tiempo, hasta adquirir carácter adjetivo. Ya no se trata solo de descalificar, la palabra ha mutado al punto de integrar en sí misma las cualidades negativas propias del sujeto aludido: su carácter, su forma de ser, sus acciones, su personalidad e incluso su visión de mundo, su política. Así, al referirse a un “alma merluciana”, no tenemos que entender necesariamente un alma boba, tonta, torpe, tenemos que comprender el contexto político ideológico que subyace a su enunciación e interpretar su carga simbólica. Un “alma merluciana”, entonces, sería, en relación a una posible nueva constitución, un alma llena de izquierdismo progre, con todas las connotaciones críticas que pueda tener, para los sectores políticos adversarios.

Estamos, tal vez, ante un hecho de apropiación lingüística y de reinterpretación discursiva único, motivo por el cual este gobierno, en un futuro, podría hasta ser recordado en los libros de historia como el “gobierno merluciano” de Chile, y por qué no, la merluza podría ser el nuevo símbolo del diálogo discursivo entre la nación hispanoamericana y la patria española.

El silencio y la ausencia también son políticos.
Poema de hace casi 15 años, retocado, pero conservando el viejo estilo hermético de antaño:


Martirio


Dame el martillo y el cincel
con el cual sacrificas al santo.

Dame la lanza de sangre
Con la cual disparas al Sol.

Respira este polvillo cruento, opaco
transmutador de rostros y máscaras.

Sella de cabeza a corazón
Este pacto de materia eterna
Palpa sus pliegues torcidos
Palpa, bendice la materia
En tu espíritu y en tu cerebro
y solo podrás vivir el final.

Pero viviendo podrás comenzar a morir
Para sumergirte en la luz
Y ser parido –de nuevo- por el vacío.

jueves, 26 de enero de 2023

Piensa en otros paradigmas,

contempla otras posibilidades,

asume la fragilidad de los esquemas.

miércoles, 25 de enero de 2023

A cinco años de la partida del antipoeta, sus palabras siguen sonando contingentes: "Ya no se respeta ni la ley de la selva". Y todavía hay quienes, ebrios de ideología, justifican el matonaje, la patota.

martes, 24 de enero de 2023

El wokismo es lo más cercano al hongo de The last of us: un parásito que se apodera de tu mente.

lunes, 23 de enero de 2023

Tras la Muerte de Dios y la muerte del Hombre, lo transhumano

Tras la Muerte de Dios planteada por Nietzsche, vino la tan anunciada “muerte del Hombre” de Foucault. Entre funerales, se va delineando una ruta nihilista. A la caída de los grandes relatos, a la transmutación de los valores sucedió, sin duda, el nihilismo del pensamiento posmoderno, con toda su cuota fragmentaria y disolvente. Lejos quedó la aparición del Superhombre y, en cambio, so pretexto de una profunda crisis de sentido, se instaló la idea de la superación de lo humano a través de la tecnología y el progreso con el Transhumanismo, la ideología del nuevo orden, profesada por los genios de las elites mundiales. ¿Dónde quedó el valor heroico, proteico y creador del humano que se superaba a sí mismo? ¿Supeditado a la próxima distopía de turno y al creciente poder de un Titán globalista que emula el puesto del Antiguo Régimen? ¿Cómo entender todavía lo humano en medio de esta coyuntura?

Frente al nuevo orden: de ascensos y entronizaciones

 Conversación interna con un amigo:

-Yuval Noah Harari y compañía se han vuelto los ideólogos del "nuevo orden", bajo el paradigma transhumanista. Fukuyama había postulado "el fin de la historia" con la caída del muro y la consolidación de la democracia liberal, pero esto es solo la continuidad de lo otro. 

-La muerte de Benedicto XVI fue simbólica, junto con la muerte de la Reina Isabel de Inglaterra, representan, a mi juicio, la caída del "viejo orden".

-Incluso la caída del Rey Pelé, que era el ethos de un tipo de periodista, que tampoco ya no existe.

-Y la entronización de Messi, en su lugar. 

domingo, 22 de enero de 2023

«Nunca una generación que se dijo tan comprometida en lo moral molestó menos a los verdaderos poderes» Edu Galán

Hablas de una suerte de vigilancia moral. ¿A qué crees que se debe esta, que se da de unos a otros?
Primero, al hecho de que tenemos unos aparatos tecnológicos acojonantes (sic) y muy baratos. Esto es muy importante: esa facilidad permite esa vigilancia. En lo personal, esa vigilancia resulta muy reforzadora. La gente se siente como el jurado o el juez de los procesos de las brujas de Salem. Se sienten moralmente elevados, con la sensación de que arreglan el mundo o le devuelven el orden. Sensaciones que son muy placenteras pero, claro, desde fuera se ve todo lo contrario. Es arrasar los derechos de otras personas y es hipócrita, irracional y supersticioso; tiene todo aquello que desprecio.

¿Tiene fecha de caducidad esta impostura moral?
Me gustaría que fuese una moda, pero no lo sé. Lo que sí sé es que desde hace años la cosa ha ido a peor. Yo lo viví con Mongolia. Cuando empezábamos, la gente señalaba menos y era menos agresiva que ahora con respecto a la sátira y el humor. Diez años después, cuando dejo Mongolia en el 2021, yo ya veía que los que eran de una misma cuerda ya no entendían la sátira de izquierdas salvaje; no entendían la grosería, no entendían absolutamente nada. Espero que sea una moda y que entendamos lo importante que es la libertad de expresión, pero mi sensación es que va a peor y que la gente no tiene ningún problema en aumentar el control sobre los demás y en que haya consecuencias frente a las cosas que dice la gente. Yo tiemblo de miedo.
"Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
-esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo-. Tus ojos
serán una vana palabra,
un grito acallado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola sobre ti misma te inclinas
en el espejo. Oh querida esperanza,
también ese día sabremos nosotros
que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como abandonar un vicio,
como contemplar en el espejo
el resurgir de un rostro muerto,
como escuchar unos labios cerrados.
Mudos, descenderemos al abismo."

Cesare Pavese, 22 marzo 1950. A mi juicio, su poema más bello, intenso y espeluznante. Se lo dedicó a la actriz norteamericana Constance Dowling, luego de ser rechazado. Esta obra maestra fundamenta una de mis intuiciones, aprendidas con la práctica:
Al momento de escribir se aprende pronto que más que tener para sí una musa resulta más productivo -pero no necesariamente más digno- haberla perdido.

jueves, 19 de enero de 2023

Y ya que está puesto en la palestra mediática el tema de la ruptura amorosa, estoy trabajando en un nuevo poemario. Se llamará "Figuraciones de la mujer imposible". Será quizá el más arriesgado. Aquí va una muestra:

La pesadilla
¿Cuándo acabará la pesadilla? ¿Cuándo?
Te lo preguntas como si eso no dependiera solo de ti
Como si solo con un último beso hipotético se disolviera la maldición
Y despertaras en otra parte, en otro tiempo, quizá en otro cuerpo, en otra vida.
...
El final de nuestra historia fue, al fin y al cabo, como la historia de Chile después del 18 de octubre: una espada de Damocles amenazando con dividirnos la vida, un banquete mal servido de rencores, sospechas y otros demonios.
...
Nocturna
A cierta hora, entrada la noche,
solo restan los golpes y las llagas,
Y los versos que nunca te escribí
esparcidos como sangre en el pavimento.
La obra se multiplica cual Hidra en la cabeza de sus lectores, porque, como decía García Lorca: "podéis hacer desaparecer una obra, pero no podéis cortar las cabezas que han aprendido de ella.

Shakira canta

Shakira canta, en su nuevo himno: “Las mujeres ya no lloran; las mujeres facturan.

Diego Fusaro, en cambio, señala. “Se dice que la mujer se ha liberado cuando se ha convertido en una mercancía sujeta a las leyes de la plusvalía.”

miércoles, 18 de enero de 2023

Los incels no existen

"Cuando un progre utiliza el término "incel" de modo peyorativo, hay todo un cúmulo de símbolos (exportados de la realidad yanqui) que este está intentando transmitir: "el hecho de que no concuerdes con el feminismo se debe a tu nula actividad sexual, lo cual te hace odiar a las mujeres y te convierte en un varón socialmente peligroso; incluso, quizás, en un potencial asesino". Desde la realidad yanqui donde se esquematiza el concepto de "incel", el progre latinomericano se apropia del concepto, lo transmuta a categoría memética y luego pretende venderlo como realidad efectiva y fenómeno endémico. Y se cree su propia ficción; ha construído el perfecto fantasma para conferirle su enemistad.
Por lo demás, el conglomerado de símbolos que el progre transmite a través de su utilización peyorativa del término "incel" entra en profunda contradicción con el propio progresismo. Incel, como forma de improperio, implica una invalidación del pensamiento de un varón a partir de una suposición sobre su escasa o nula vida sexual. Esto, a su vez, implica una reafirmación y sustentación de la jerarquización sexoafectiva de la masculinidad. Algo sobre lo que, en teoría, el progresismo debería estar en contra. Intuyo que el persistente carácter misándrico que inunda sus espacios, carácter que ni siquiera sospechan, es lo que les impide evitar caer en seguir jerarquizando la masculinidad."

"Los incels no existen". La posada de Pantos.

martes, 17 de enero de 2023

"Las constituciones termina por convertirse en tiranía. Organizan el poder a tal escala que llega a ser arrollador. La constitución es la movilización del poder social, y este no tiene conciencia. Puede aplastar tanto al más pequeño, y barre toda dignidad e individualidad. Tiene un punto de equilibrio inestable y no conoce limitaciones". El mesías de Dune de Frank Herbert, Paul Atreides.

lunes, 16 de enero de 2023

domingo, 15 de enero de 2023

De Golpes de Estado y falsas banderas: la "asonada carioca" y el velado tablero del poder.

Algunos analistas de la “asonada carioca”, como Oscar Contardo, han señalado que los grupos levantados contra Lula están emulando un guion similar a lo ocurrido en el asalto al Capitolio en Estados Unidos. Según esta visión, en el caso de los simpatizantes de Bolsonaro también existiría la influencia de activistas en la línea de Steve Bannon con su apoyo a Donald Trump y otros políticos englobados dentro de lo que los medios denominan la ultra derecha. El problema con este argumento es que solo se inclina hacia un lado del espectro político, como reacción a determinadas revueltas de carácter violento (pero del signo opuesto al acostumbrado), y desconoce o desprecia la posibilidad de que detrás del propio conflicto entre Lula y sus agentes opositores exista una operación, como así lo ha afirmado el escritor español Cesar Vidal. Es decir, de acuerdo a esta tesis, se trataría de una “operación de inteligencia tutelada desde los despachos de los ingenieros sociales que promueven la agenda globalista”. Sonará a algo que los medios llamarían conspiranoia, sin embargo, no sería descabellado sostener que se trata de un “golpe de falsa bandera”, del cual tanto Lula como Bolsonaro ya tendrían conocimiento. Hay una película de Costa-Gavras, citada por Cesar Vidal, llamada Estado de sitio (1972), que describía cómo los Tupamaros habían secuestrado en Uruguay a un agente de la CIA que se dedicaba a provocar golpes de Estado. Esto podría asimilarse perfectamente, según Vidal, a lo ocurrido en la nación carioca e incluso al conflicto político entre Ucrania y Rusia. Hay toda una trama de intereses cruzados y consecuencias muchas veces sincrónicas, todavía veladas al ciudadano de a pie. A él le corresponde revelar las verdades. He aquí que la geopolítica entra en juego, para entender que los diferentes eventos en el mundo generan una resonancia en todos los niveles y funcionan como un rizoma sobre un complejo tablero de poder.

El Gran Reseteo: Falsa bandera en Brasil para acabar con la oposición mundial a la agenda globalista - YouTube

viernes, 13 de enero de 2023

Amor a la porteña: algunos lugares románticos (y no tanto) donde “pinchar” en Valparaíso

“Siempre nos quedará el puerto”, parece la postal cinéfila para hablar de aquellos amores nacientes que vieron la luz en la ciudad, y que desaparecieron con ella, con sus tonos grises de día y su fanfarria ruidosa, etílica y saturada de noche. Para el enamorado de la postal, Valpo entero podría parecer un sitio idóneo donde dejar fluir la química a borbotones. Sin embargo, para quienes conocemos sus entrecejos, sus laberintos, esquinas y rincones huidizos, y los hemos recorrido ya sea con ánimo jovial o con la zozobra de una jornada de desenfreno, sabemos que hay locales, zonas y picadas únicas, en donde se pueden llegar a vivir momentos de antología, solo dejando correr el imaginario poético y sensiblero, desplegando, con suma pasión, un auténtico “mapa del amor”, eso sí, uno en donde se den cita las primeras insinuaciones entre tortolitos que se estén recién conociendo y, cómo no, sus primeros “pinches”, porque esos tiernos o medio calentones encuentros tienen que tener sí o sí la marca de agua del espacio que los vio florecer.

Recuerdo uno de mis primeros pinches exitosos. Fue en el ya extinto Patio de comidas de Ripley frente a la Plaza Victoria. Era en mi época de mechón. En ese tiempo, ya había salido un par de veces con una chica estupenda, tanto que ni yo mismo me la creía. Un día me armé de valor y la invité a comer al susodicho patio. Tenía contemplado un lugar más típico, el Jota Cruz, por ejemplo, pero había algo en el hecho de subir las escaleras mecánicas con ella que me hacía pensar que ya éramos pololos, que ya estábamos saliendo de compras como solía ser, claro que evitando la sección de ropa femenina, no fuera ser que la chica se quedara mucho rato. Al llegar arriba, me acuerdo que pedimos un par de promos de completos con papas fritas. Estábamos entretenidos con poco, y esa era toda la magia. Algo que quizá en esos años no sabía conscientemente pero intuía, por eso resultó. La cosa es que disfrutamos los completos y conversamos cosas anodinas hasta que me senté cerca de ella, la sujeté levemente hacia mí y nos comimos. Sin pensarlo tanto, embargado de emoción, le pedí pololeo, a lo que ella respondió que sí, contra todo pronóstico, fue algo totalmente inesperado. En aquella época todavía creía que el hecho de pinchar iba aparejado de inmediato con una relación un tanto más comprometida. Pese a todo, logramos concretar algo bonito. Duró la nada misma, aunque siempre me acordaré de ese bendito patio, entre tanta perfumería y artículo para el hogar. El patio de comidas no era el sitio más romántico, pero encerraba toda la frescura del pinche juvenil, totalmente rápido y económico.

Otro lugar que atesoro con mucho cariño fue el Bar Mi casa. Había llevado a tomar allí a varias señoritas, entre ellas, una amiga muy querida. Me sorprendió la estética, pegando con la bohemia de Cumming. Le daba todo un toque de carrete vintage, con esas serigrafías de Elvis Presley, esos cuadros de Marilyn Monroe y esa indumentaria digna de rockabilly. Una de aquellas veces llegué acompañado de una chica con la cual habíamos recorrido el muelle Barón. Nos habíamos apresurado porque ya era de noche. Pese a la hora, el local nos recibió de buena gana. Conste que hay una evolución. Si uno de mis primeros pinches fue en un retail con comida rápida, los que le seguían debían tener más onda, mucho más carrete y alcohol en el cuerpo y el corazón. Pedimos unas chelas. La chica decía estar exhausta. La música se puso mejor. Se nos subió el agua al bote. La conversación se puso más íntima y todo fue fluyendo hasta el primer piquito. Luego, producto de la emoción, atinamos con todo. Sonaba, de fondo, una mezcla de nueva ola y sonido ochentero. Pinchar en aquel lugar era lo más parecido a abrirse un portal en el tiempo y salir transportado a una escena romántica de tiempos universitarios, donde todo era más fácil y bonito con una promo chelera y un bajón típico, cortesía de la casa. Creo que el bar Mi Casa era, sin duda, uno de los lugares más entrañables, precisamente por ese sello único de fachada vintage y bohemia porteña, conservando todavía el color familiar, sin llegar a ese ambiente de luz tenue y toxicidad que iban revistiendo los locales aledaños (lo que no deja de tener su encanto prohibido, hágase la aclaración).

Quienes conocen el siguiente local, el Trova de Cumming, sabrán que este local se caracteriza por su atmósfera de peña universitaria con su toque preciso de ranciedad, sin llegar al extremo. Pues allí ocurrió otro de mis tantos pinches. Habíamos salido a ver una película con una chica y nos pasamos de inmediato al Trova para aplacar la sed. ¿Por qué el Trova? No fue algo planeado. Simplemente habíamos visto en él algo piola para tomar un poco al alero de buena música en un ambiente típicamente porteño. Nos sentamos cómodamente cerca del escenario donde tocaban los músicos sus guitarreos a lo Silvio, Victor Jara o Serrat. Pedimos unas jarras de vino, especialidad de la casa, y conversamos sobre la película, sobre la universidad y sobre otras cosas al uso. La cuestión se fue dando conforme nos hacía efecto el copete, sumado a la sensualidad del ambiente, con tonadas cada vez más románticas y al calor del tinto elemento. Nos sentamos cerca y nos abrazamos. Luego la cosa fue escalando, cariño mediante, hasta pinchar de lo lindo. Al rato, bajamos las jarras y salimos contentos, rumbo al bajón de la esquina. Con la guatita llena y el agasajo del dulce vino, fuimos entonces caminando junto a mi compañera, rumbo a la Aníbal Pinto, centro de encuentro obligado para quienes buscan derivar hacia otros confines o seguir con el carrete ahí mismo, mientras no nos pillaran volando bajo los curados y alucinados jugosos de siempre.

Algo que se quedó a fuego en mis recuerdos fueron, sin duda, los extremos vaciles en el Cureptano. En ese antro parecía que todo circulaba con impunidad porque se podía fumar sin problema, y fumar de todo, su cogollo o su paragua. En tanto, para los más duros, el milagroso polvillo blanco estaba a la orden de la noche. Sin embargo, y como yo era y sigo siendo del club de los piolas, únicamente íbamos a beber alguna cerveza barata con algún amigo o amiga, al ritmo del metal y el rock sonando estridente bajo unos parlantes saturados. ¿Cómo fue posible que en medio de esa batahola rancia haya sido posible pinchar? Pues, en Valpo, como buenos quiltros que éramos, todo eso era posible, y más. Fuimos en aquella ocasión con una chica que conocía de hacía mucho y con la cual no había tenido la oportunidad de concretar algo hasta ese entonces. Así, de manera improvisada, acabamos cheleando en el Cureptano. ¿Qué más romántico que eso? Nos arrimamos a un lado que no nos atosigara con la saturación del ruido de los parlantes, para que al menos pudiéramos hablar y contarnos algunas cosas íntimas, en medio de la distorsión. Con todo, y tras bajar la primera chela, nos pusimos más cariñosos y nos bajó el amor, mientras un caballero curado me instaba a “atinar” sin miedo y seguía sonando de fondo aquel legendario Fade to Black de Metallica, inmortal en un tiempo previo a la debacle de todo. La chica, el lugar y la canción, a estas alturas, ya conforman su propio mito, otro de tantos que podrían sobrevivir como relato oral y que, sin embargo, se van desvaneciendo junto con la chapa de patrimonio de la ciudad puerto.

Mi último y entrañable pinche lo tuve en un local desaparecido. Nos juntamos con una chica muy simpática a beber sus vinos en la casa. Vacilamos su buena música, luego su baile y su abrazo apretujado rumbo a algún bajón cercano. El más próximo era el clásico Servi Lunch, frente a la Plaza Victoria, esquina Salvador Donoso. Luego de dar las famosas “vueltas del vivo” alrededor del plan de valpo, y no encontrando, extrañamente, ningún carrito salvador, fuimos a caer a esa milagrosa picada, muy pasada la medianoche. Como estábamos tan ebrios, me tocó pedir un par de lomitos italianos que fuimos degustando con mi amiga, de manera muy entusiasta, tanta que hasta terminamos compartiendo unos cuantos besos. Carpe diem, reza uno de los más conocidos tópicos. Porque el tiempo apremia. Porque todo acaba. Ese local ya no existe. Con la chica todavía hablamos pero siempre nos quedará aquel bajón. De todos aquellos locales y todos aquellos encuentros fugaces, ya solo nos quedará el buen sabor de boca en la memoria, porque el tiempo apremia y el puerto vuelve a besar su memoria, cada vez que cae deprimido.

Se vuelve sin miedo sobre las viejas picás y los antiguos pinches como quien quiere hacer de la historia su propio antro de salvación. Eso es el puerto.


“Aquel que sin la locura de las Musas llegue a las puertas de la poesía convencido de que por los recursos del arte habrá de ser un poeta eminente, será uno imperfecto, y su creación poética, la de un hombre cuerdo, quedará oscurecida por la de los enloquecidos.”

Platón, citado por Julio César Aguilar en relación a la poética de Rodrigo Lira.

jueves, 12 de enero de 2023

Científicos contra la plandemia: Sergio J. Pérez Olivero

"El “fastuoso” mundo “Covid” que rodea al supuesto virus conocido como SARS-CoV-2, creció muy rápidamente a partir de un marketing programado e impulsado por las autoridades, medios de comunicación e instituciones que fue aceptado sin cuestionar por buena parte de la sociedad, y que les llevó a interiorizar el mantra de que el supuesto virus existe y punto. Sin embargo, no se ha demostrado científicamente la existencia del SARS-CoV-2, puesto que no existen pruebas científicas irrefutables que así lo acrediten.

De lo que sí tenemos pruebas, es que si existiera, habría sido creado por la mano del hombre. No obstante, a día de hoy, sigue siendo un virus teórico inventado usando secuencias de bases de datos genómicas, que se ensambló digitalmente a partir de una base de datos informática, y que nunca se ha aislado y purificado de forma adecuada para que pueda secuenciarse de un extremo a otro derivado de tejido vivo como una estructura única completa.

El "virus" original del SARS-CoV-2, fue inventado, no descubierto, en Wuhan tomando más de 50 millones de pequeños fragmentos genéticos de procedencia desconocida e instruyendo a una máquina de novo para organizar una selección de estas "lecturas cortas" en un nuevo genoma utilizando otros dos genomas inventados como plantillas de referencia. Nunca se ha demostrado que exista en la naturaleza ninguna de estas secuencias genómicas ensambladas in silico, y mucho menos que provengan del interior de una partícula causante de enfermedades".

“Estudio de la pandemia. Análisis científico independiente”. Dr. Sergio J. Pérez Olivero. Licenciado y Doctor en Ciencias Químicas

Con respecto al famoso Acuerdo, la ironía de Nicanor Parra fue profética: "la izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas". Y nadie podía trollearlo, pese a su episodio del tecito con Nixon, que le valió el descrédito de los "comprometidos" como Gonzalo Rojas

miércoles, 11 de enero de 2023

Tras el triunfo de la “Cocina por Chile” ¿Qué hacer? Algunos descargos y consideraciones

Tras el triunfo del Acuerdo por Chile se confirmó, una vez más, que la clásica división izquierda y derecha se ha vuelto cada vez más superficial, y el andamiaje histórico que la sostenía se ve relativizado por la nueva contingencia y, en específico, por los intereses particulares del mundo político. Sin embargo, las reacciones de cierta izquierda y de cierta derecha no se hicieron esperar. Pamela Jiles, diputada humanista, ha argumentado, durante una sesión de comisión, que el Acuerdo “traiciona” el mandato de la gente, algo similar a lo que dijo el diputado republicano Gonzalo De la Carrera, en un punto de prensa, después de saberse el resultado de la “cocina”.

Ambos coinciden, finalmente, en que los políticos se han coludido para levantar un acuerdo antidemocrático y a espaldas de la ciudadanía, lo cual lleva a reflexionar acerca de la profunda crisis institucional que no hace más que acentuarse bajo este verdadero “pacto de traición”. Con sumo cinismo, ahora, los políticos pretenden garantizar un proceso constituyente transversal, y los disidentes a la política (o, al menos, a la “oficial”) reavivan su repudio a este “Golpe de Estado”, a esta vil transgresión a la soberanía y a la democracia.

A la luz de los hechos, ya no se sabe, ni siquiera, si todavía existe algo como la “izquierda” y la “derecha”, y tampoco queda claro quiénes son los protagonistas y los antagonistas de esta historia. Lo único seguro es que la lectura de los acontecimientos históricos que llevaron a Chile a este punto nos puede sumergir en un aparente bucle sin salida. Pero resulta más asertivo fijar la mirada en el presente y hacerse, en cambio, las preguntas adecuadas. ¿Tiene sentido seguir pensando la política en los mismos términos que hace tres años? ¿Será posible que los problemas de fondo que aquejan nuestro Chile y el actual estado de cosas sean tan complejos que superen nuestras preconcepciones de la realidad? Asimismo ¿Será factible aprovechar la coyuntura para hacer un profunda autocrítica y cambiar algunos paradigmas mentales y espirituales con los cuales hemos venido funcionando?

Me refiero concretamente a un cambio en la valoración de la política como práctica y como discurso. Superar partidismos, ideologismos y, por supuesto, caudillismos, con el fin de ir al quid del asunto, y ese asunto consiste en una realidad país atravesada por muchísimas variables que requieren de una mayor comprensión y un esfuerzo adicional. En lo personal, me aventuro a decir que una de esas variables –de carácter geopolítico- posiciona a Chile como un agente decisivo en el panorama internacional. Inmediatamente, habrá que pensar en el papel que juega Chile acá, cuál sería la función de los políticos en esa trama y cuál sería, en consecuencia, el sentido de la “resistencia” contra este orden de cosas. He aquí, a mi juicio, algunos puntos de partida sobre los cuales jugar algunas cartas, en aras de una visión a futuro y un probable plan de acción.

lunes, 9 de enero de 2023

Kraken o la nueva encarnación del bicho

Ha aparecido una nueva subvariente XBB de la ómicron y dicen que ya circula por Estados Unidos. Se le bautizó como “Kraken”. Todas las otras subvarientes han sido tildadas con letras griegas, pero a las últimas se les ha llamado con sobrenombres tan terroríficos como “Cerbero” o “Pesadilla”. Según cuentan, no hay ninguna relación entre el carácter del apelativo y la probable peligrosidad de cada una de las variantes. En efecto, ninguna es más virulenta que las anteriores. Pero, por alguna razón, se les ha llamado así. Tal vez sea solo el imaginario monstruoso en torno al bicho o su impacto mediático. Como sea, el solo hecho de nombrar Kraken a la nueva variante –ocurrencia de Ryan Gregory, profesor de biología- remite inevitablemente al significado mitológico de la palabra. El Kraken era un monstruo marino para la mitología escandinava, similar a un pulpo gigante, aunque su protagonismo más potente lo tuvo en la clásica película “Furia de Titanes” basada en el relato mítico sobre Perseo. Se sabe que el monstruo tenía cautiva a Andrómeda por castigo divino de Poseidón; así, Perseo vino en su rescate, usando la cabeza de Medusa como arma para convertir en piedra a la poderosa bestia marina.

Un epidemiólogo del Reino Unido, Paul Hunter, ha llegado a afirmar que la nueva subvariente XBB 1.5, la del Kraken, puede llegar a convertirse en la variante dominante, y puede que estemos “ligeramente menos protegidos” frente a ella, pese a las rutinas de vacunación. ¿No será factible, dada la evidencia, que existan otros métodos menos ortodoxos y creativos para combatir la variante? En honor a la ficción, quizá el nuevo bicho haya sido arrojado a la humanidad por su constante hybris o arrogancia, tal como lo hizo el Dios del mar en contra de Casiopea y sus hijas. Entonces, habría que pensar en un método heroico para contrarrestar el mal, uno repleto de épica, aunque eso implique, necesariamente, cortar alguna que otra cabeza. ¿Será que se usó el relato mítico de Perseo como metáfora del ataque del coronavirus? ¿Será que el Kraken es realmente el bicho, Poseidón represente a los poderes en las sombras responsables de la pandemia, y Andrómeda sea la figuración de aquello sagrado que queremos defender: la salud, la vida o la verdad?


viernes, 6 de enero de 2023

El Gulag del poeta aspirante a revolucionario: su total irrelevancia en el curso inexorable de la Historia.

jueves, 5 de enero de 2023

La mascarada de la vida. El mundo literario no está exento. La literatura es mascarada:

“Lo que hay detrás de una máscara nunca es un rostro, siempre es otra máscara. Las distintas máscaras son una herramienta, las usamos porque nos sirven para vivir. Yo no sé qué es eso de la autenticidad. Lo que sé es que la vida es un complejo sistema de enmascaramientos y simulaciones.” José Donoso

martes, 3 de enero de 2023

La palabra del año 2022

La expresión "Inteligencia artificial" fue escogida como "la palabra del año 2022" por la RAE. ¿Cuál es el trasfondo de esto? Solo fíjense en los avances que se han ido viralizando: retratos por Lensa, imaginarios visuales y pictóricos por Midjourney, hasta escritos por ChatGPT. Todo está siendo condicionado para que adoptemos la inteligencia artificial a nuestra vida de manera cada vez más profunda, en el terreno virtual, artístico e incluso literario. Hay que leer entre líneas.

La RAE escoge el “la palabra del año 2022”: descubre cuál es y porqué (msn.com)

lunes, 2 de enero de 2023

Cine en su casa: "Body of influence" (1993) de Gregory Dark.

Este 2023, vuelve la sección de Cine en su casa.

Hoy, la película Body of influence (1993) de Gregory Dark.

Se trata de una joyita de thriller erótico noventero, cortesía de la ya legendaria sección de Cine Premium que transmitía Chilevisión pasada la hora de transmisión para adultos. Para todos los nostálgicos de una época televisiva sin censura, había algo en esas candentes joyitas cinematográficas que las envolvía de un aire de misterio y de tabú; tal vez haya sido el boom del cine impulsado en su tiempo por películas taquilleras de la talla de Bajos instintos (1992) y Atracción fatal (1987), sumado al contexto cultural de aquellos años en cuanto al filtro de programación, en una era pre internet. Cualquiera que tenga un mínimo de memoria histórica y cultura televisiva se acordará de esas películas y recordará también todo el nutrido imaginario que crearon. No sé ustedes, pero, dándoles otra mirada, estos filmes estaban lejos de aquel estereotipo del cine meramente pornográfico, de escasa calidad; en ellos, la intriga, el suspenso, imprimía una cuota de sentido y el erotismo era audaz pero cobraba una especial significación dentro de la línea argumental. En resumidas cuentas, aquellas "cochinadas" no eran porque sí, tenían su qué. Invito a revivir en esta noche de verano una de aquellas joyitas, como una especie de portal hacia un tiempo menos cartucho, de pantallas erotizantes y ensoñaciones clandestinas.

Sinopsis

Un psiquiatra de Beverly Hills (Nick Cassavetes) se involucra con una enigmática paciente (Shannon Whirry) quien no puede recordar su propio pasado. Al intentar ayudarla, descubre una misteriosa trama de hechos oscuros, cayendo así en una red de amor, lujuria y asesinato.







Y volverá el poeta del puerto y yo me pregunto, como Yvan Silén, ¿mis libros existen? ¿Existieron alguna vez?:

Mis libros no existen. Alguien los robó

de las librerías; alguien blasfema,

y alguien no ha dejado de odiarme.

Los neologismos me abruman.

Alguien me ha amarrado la lengua.

Alguien…ha derribado las gaviotas.

Yván Silén.

Lucy Oporto habla sobre las "tesis pedófilas" de la Chile

-Hay una polémica por dos tesis sobre pedofilia de la U. de Chile. “El deseo negado del pedagogo: ser pedófilo”, de Mauricio Quiroz, y “Pedófilos e infantes: pliegues y repliegues del deseo”, de Leonardo Arce. ¿Qué revela sobre el sistema académico que hayan sido aprobadas, superando los controles?

-Que hayan sido aprobadas revela negligencia, desidia, indiferencia, mediocridad, falta de atención y de rigor. Pero, sobre todo, renuncia a la capacidad de pensar, autocomplacencia, complicidad, endogamia, conducta mimética de horda, corrupción e impunidad. Me cuesta creer que nadie haya formulado alguna objeción contundente a estas tesis.

La de Quiroz establece una correspondencia y una dependencia entre el pedagogo y el pedófilo. E incluye una inquietante y sórdida descripción, que linda con el delito: “Hoy, no es difícil para un alumne encontrar fotos, videos de un profesxr erotizando su cuerpo en redes, incluso haciendo porno. (…) ¿Qué dice de mí, un adulto y profesor, si no dejo de producir porno, a sabiendas que alumnes míos lo ven? ¿Hay allí un deseo pedófilo?” (sic) (página 22).

El horizonte de ambas tesis es la victimización del pedófilo, sobre la base de la sexualización de la infancia. Ambas distinguen al pedófilo del pederasta. Su meta es clara: normalizar la pedofilia como una opción sexual legítima e inocua, puesto que ambas sitúan la sexualidad, tanto del niño como del adulto, en el mismo nivel.

"La era digital ha dado un fabuloso impulso al maniqueísmo. Las redes sociales y los medios de comunicación social permiten a muchos practicar la cacería del chivo expiatorio. Es decir, pretender dar examen de “bueno” denunciando como “malo” a un otro que es muy distinto a uno: porque tiene otra orientación política o sexual, porque vive en otra cultura incluso, o en otro tiempo histórico. Parecería que la persona que denuncia al “malo” no tuviera ya nada que mejorar en el ámbito que sí está bajo su control, la conducta propia." Carlos Peña

"Si bastara la convicción de injusticia para que se pudiera actuar impunemente y con violencia, entonces ninguna comunidad cívica sería posible“. Carlos Peña, La falacia de la bondad.