jueves, 26 de marzo de 2020

De acuerdo a la nueva fiebre de predicciones, el escritor de ciencia ficción Dean Koontz habría adivinado la epidemia del Covid-19 en su novela de 1981 “En los ojos de la oscuridad”. Pero todo se trataría de un bulo, como mucho, una coincidencia literaria, un ardid publicitario. Así, por ejemplo, en la novela se habla de un mundo invadido por un arma biológica que tuvo su origen en la Unión Soviética y sería llamada “Gorki-400”. Lo único que habrían hecho sería cambiar su nombre por “Wuhan-400”, durante el año 1989, tras la caída del muro, para evitar toda referencia a la Unión Soviética. Entonces tenemos que esa arma biológica mencionada en la nueva edición de la novela pos Guerra Fría sería homologable al coronavirus que hoy asola el globo, pero únicamente en su nomenclatura, que correspondería al lugar de brote de la pandemia. Curioso cómo una intervención editorial mediada por el contexto pudo lograr que esa equivalencia apócrifa se viralizara como hallazgo literario. Tal vez el virus no ataque solo a nivel orgánico, sino que también intertextual.
Para Dr File, es todavía más orwelliana la idea de una “vacuna global” que el contagio de la propia pandemia. Es decir: la clásica manipulación que deriva en una hipocondría producto del miedo. Un virus totalizante para un poder totalizante.