viernes, 14 de agosto de 2020

 "También resulta que la vida de la que hablan

con horrorosas ganas es una cita

de la cual olvidaron la referencia". 

La provincia de ultramar, A. Bresky.

-Profe, ¿usted cree en la pena de muerte?-, preguntó la alumna durante la clase en línea, bajo el contexto del contenido sobre el discurso dialógico, cuando presentaba un ejemplo de un debate como texto argumentativo con tema polémico. Le repliqué que se trataba de una muy oportuna pregunta, a propósito del caso Ámbar. En lo personal le respondí que no creía en la pena de muerte, sin dar mayores explicaciones. –Si quiere por interno le explico por qué-, atiné a decir. La alumna, en cambio, convencida de su creencia, dijo que sí creía en la pena de muerte, pero que tampoco iba a explayarse por este medio. Solo quería saber mi opinión al respecto, porque le serviría para un trabajo que estaba haciendo para Lenguaje común. De ese modo, la clase en línea continuó, a medida que seguía la revisión del ejemplo del debate. La pregunta ex profeso se instaló en la conciencia de los presentes. Así es como una pregunta relacionada con la muerte teñía ahora con un velo de incertidumbre y desasosiego el ánimo pedagógico.