sábado, 24 de septiembre de 2022

"Mi razón constantemente me recomienda que aplauda lo que el mundo aplaude, mi razón me pide sin cesar que calle ante lo que la corrección política establece, mi razón me ruega encarecidamente que asuma como propios los postulados del progresismo hegemónico, para poder medrar; y que, una vez asumidos tales postulados, discrepe en asuntos menores con mucho postureo y jeribeque, como hacen los escritores sistémicos, para posar de rebeldes o valentones ante las masas cretinizadas. Pero mi fe quijotesca se niega a aceptar lo que mi razón me reclama, a sabiendas de que esta decisión conlleva una condena a la soledad; porque uno no tarda en descubrir que, al revolverse contra el espíritu de su tiempo, no consigue otra cosa sino resultar enfadoso e intempestivo ante una inmensa mayoría de gentes que desean llevar una vida pastoreada por las ideologías. Pero, aunque la soledad sea a veces muy dolorosa, uno se siente más vivo que nunca; pues, como nos enseñaba Chesterton, sólo el que nada a contracorriente sabe con certeza que está vivo (frente al que nada a favor de corriente, que avanza fácilmente, aunque lleve mucho tiempo muerto)."

Juan Manuel de Prada (en Una enmienda a la totalidad)
Se bajan las caretas.
Se exponen los relatos.
Cae el peso de la noche.
"Culpa a los hombres de estar poseídos por el patriarcado. Una educación opresora que nos ha enlatado de forma que no somos más que lo que somos porque nos sentimos incomprendidos, viendo pasar a las mujeres a izquierda y derecha a toda velocidad, porque ellas han logrado cambiar el mundo gracias a que llevan pantalones como nosotros y nosotros no sabemos qué hacer con los pantalones que siempre hemos llevado. Cita a mujeres líderes como a Bellonce, Michael Obama o Greta Thunberg -que ya tiene delito-, convirtiéndolas en el ejemplo para romper con el pasado. Las considera como las poseedoras de brillantes cabezas cuyo resplandor de lo que hacen o dicen da sentido al resto de las mujeres del mundo. Pero se olvida de que quienes siguen rigiendo el mundo, incluso esta misma ideología que ella abandera con orgullo, siguen siendo hombres poderosos como Bill Gates, George Soros, Joe Byden, David Rockefeller, y organizaciones mundiales que también son dominadas por hombres como la ONU, OMS, FaceBook, Amazon o Google… Pero no porque sean feministas, sino porque las mujeres son el producto que mueve el sentido del mercado que ellos desean."

El feminismo se olvida de que los derechos civiles son co... (hispanidad.com)