viernes, 31 de julio de 2015



Ojala se pudiesen atesorar los estados de ánimo como quien pesca una helada después de haberse despojado de la ropa húmeda, pero son solo algo que va y viene de paso, una lluvia que apenas deja una que otra gota....


En torno a la sentencia dictada por la Corte Suprema contra Manuel Contreras, la cual suma casi mil años por concepto de violación a los Derechos Humanos, le faltarían vidas para cumplir esa condena. A eso se refería Kafka: la complejidad innecesaria, inexplicable e incluso siniestra de los procesos legales. Es porque la famosa justicia tropieza con el dilema ético de la vida humana que, a pesar de tanto derramamiento de sangre, desde una perspectiva cristiana, resulta que tiene posibilidad de redimirse, bajo la infinita misericordia de no se sabe qué agente divino o judicial. En eso pensaba quizá Dante con los círculos del infierno: un orden establecido de tal manera que todo parezca el pasillo de alguna corte. Dante debió haber dedicado un espacio especial del infierno a la burocracia.... A esas oficinas y trámites inútiles que propician la desesperación colectiva. Y todo porque la muerte ya no habla por sí sola.