viernes, 3 de mayo de 2019

Tercera vez que encontré el mismo sticker arriba del bus vía aeropuerto de Calera a Valpo. El sticker en cuestión decía: "quedarse quieto es cosa de cobardes". Curioso que siempre estuviese pegado en la ventanilla de al fondo donde suelo sentarme. A medida que el bus iba aumentado su velocidad, miraba hacia afuera en la carretera, no perdiendo de vista tampoco el sticker. Entonces, mientras permanecía quieto, echado raja, adentro, paradójicamente, desde la perspectiva de la locomoción, también uno avanzaba con ella. Era a un tiempo un cobarde, simplemente por quedarme quieto y dejarme andar, y a su vez un iluso, por pretender que el movimiento del bus sosegaría esta conciencia sobre mi cobardía ambulante.