Hasta siempre a los santos patronos del metal. A Sabbath le debemos no solo un sonido, un simple estilo musical o estético pasajero, le debemos un mundo, un imaginario, un estilo de vida, una filosofía de vida.
Y Black Sabbath cantó: "Hágase el metal", y el metal se hizo sobre la tierra y el firmamento.
"En los albores de la humanidad, antes de que naciera el Sol, antes de que existiera el universo, todo era negro. Negro. Negro. Negro. Y llegó el Big Bang, el riff más atronador que jamás se había oído… Y después del Big Bang, el tiempo de Planck, las partículas y calor, mucho calor. El universo se expande y empieza el tiempo. Encendida la gravedad, estrellas y planetas confluyen...
En 2011 circuló el rumor de que podías entrar en el censo de Reino Unido y alterarlo para echarte unas risas. Si un número (indeterminado) de ciudadanos indicaba, por ejemplo, su religión, se decía que el gobierno se vería obligado a reconocerla como oficial. Por supuesto, aquello era una trola como un piano. Sin embargo, el resultado fue que 6242 personas dijeron que su religión era el heavy metal. Aunque el rumor fuera falso, esta idea había llegado para quedarse. Cada religión tiene su propio mito de la creación, y la del heavy metal tiene a Black Sabbath. Y sucedió que, de entre los inhóspitos hornos de las tierras veteadas por el hollín, tres sabios y un bendito necio entrelazaron sus caminos. Al principio era el Verbo y el Verbo era el Blues. Y la Tierra estaba desordenada y vacía. Y lo cierto es que les costó lo suyo encontrar nombre, pero pronto consiguieron algunos bolos en pubs… Si eras adolescente en los años setenta y tenías algo de dinero en el bolsillo, podías, si querías, comprarte el álbum Elton John, de Elton John. O si tenías mejor gusto y te iban las carátulas lúgubres, podías elegir Black Sabbath de Black Sabbath. Si hubieras comprado el de Elton John, te habrías equivocado, por supuesto. Black Sabbath fue el primer grupo heavy metal. No fue Led Zeppelin, ni Deep Purple ni mucho menos Grand Funk Railroad. El heavy metal nació el viernes 13 de febrero de 1970: el día que Black Sabbath publicó su disco homónimo. Todo lo anterior era protoheavy. Black Sabbath era Heavy Metal, con mayúsculas... Black Sabbath era el rayo que faltaba en el caldo primitivo. La chispa vital que infundió la vida a Frankenstein. El ladrillo que desató los disturbios. Los hippies lo intentaron con el pacifismo y el amor. Y no funcionó. Ahora tenemos que contar la verdad… y no es agradable. (Max Cavalera, Sepultura)." Historia del Heavy metal, Andrew O Neill