sábado, 22 de abril de 2023

¿Qué hay en los clásicos de Nintendo que fascina tanto? ¿Por qué volvemos sobre personajes como Mario y como Link, y disfrutamos de sus aventuras con un purismo nostálgico? Porque supieron adoptar el arquetipo del héroe a lo Campbell, para llevarlo a su propio universo. Supieron conectar una trama sencilla a un símbolo entrañable, sumándole además un componente generacional. Todos aquellos que vivimos la transición de los videojuegos de segunda a tercera dimensión, fuimos partícipes de una revolución no solo a nivel tecnológico, sino que a nivel de imaginario. Desde ese momento, nunca los videojuegos volverían a ser iguales. El universo virtual tomaba la forma orgánica del universo real, replicando, además, sus emociones, su lógica, su espíritu. Ese mundo se expandía tras la pantalla, y había algo en esa expansión que convertía la experiencia de jugar en una experiencia de vida. Eso explica, en parte, el éxito de taquilla de la primera adaptación fiel de Super Mario Bros a la pantalla grande. Eso explica que se haya convertido en la película más exitosa sobre un videojuego de la historia. Y eso explica por qué ninguna otra narrativa forzada podría funcionar. Hace poco, Shigeru Miyamoto dijo que habrá más películas sobre el resto de sus franquicias. Solo espero el día en que hagan la película sobre Zelda: Ocarina of Time, y habrán coronado al "Héroe del Tiempo".