domingo, 20 de julio de 2025
Gragko fatal
En un lugar oscuro del planeta Tierra, no muy alejado de lo real, hay una entidad.
Una que, aunque se encuentra dentro de cada cosa, vive aislada.
Es la parte que más tememos y que no queremos ver.
Por la mañana, aterriza. A mediodía, mora.
Al anochecer, aparece, en forma de ser terrenal,
desplegando su misterioso halo de energía.
En menos de una fracción de segundos, invade en el corazón de los mortales.
Una sarcástica onomatopeya, y enseguida eres testigo de su enfermedad,
que llegas a reconocer y poseer como tuya.
¡NO ES OTRO QUE SUS PROPIAS SOMBRAS!
Entonces es cuando comienza la odisea.
Él, él es el espectador ahora:
-Me sumerjo entre las sombras para ver si puedo penetrar el umbral de las dimensiones. Siento voces, en esta ocasión aterrizo en un vasto espacio de la Tierra. ¡América será mi próxima parada!-.
Después del discurso del espectro, presentemos a los personajes que le suceden.
Esta vez es un grupo, una tribu de seres jóvenes,
en comunidad dentro de una extraña familia.
-Joven 1: ¡Ahora! Alcen todos sus vasos ¡Ahora! ¡Brindemos!
-Joven 2: Salud por los necesitados, los malditos.
-Todos: ¡VIVA!
Habla el espectro:
-Este momento es perfecto. Una escena perfectamente decadente-.
-Joven 3: ¿Quién hace tanta bulla?
-Joven 4: ¿Qué es todo esto?
-Joven 1: No importa, somos una comunidad.
-Joven 3: No te molesta si te pregunto ¿Cuál es tu reputación aquí?
-Joven 1: Soy una especie de celebridad en potencia, señorita.
-Joven 2: Oye, ven, parece que en la puerta hay alguien que te espera.
-Joven 1: ¿Quién será?
Cuando el misterioso joven camina hacia la puerta, una mancha de vacío se pinta en el camino. Abre la puerta:
-Joven 1: Señor, ¿Quién diablos es usted? De todos modos, entre, está bienvenido para disfrutar. Es toda una fiesta maldita.
-Espectro: Descuide ¿Sr. Bill?
-Bill: Con él mismo.
Enseguida se estrechan la mano, y ocurre un súbito apagón:
-Espectro: No se moleste. Vengo en busca de la joven de la casa. Está aquí, ¿no es cierto?
-Bill: ¿Para qué la quiere?
-Espectro: Preferiría no hablar de ello. Es un asunto delicado, privado. Es familiar. Con su permiso
El espectro procede a entrar en medio de la bulla. La fiesta se paraliza perpleja y luego se reanuda.
-Bill: Pero, ¿quién será ese tipo? Rosa nunca me habló de él. Algo me está escondiendo.
Bill se queja:
-Joven 3: ¿Qué pasó?
-Bill: Nada, sentí como si muriera de repente. Tengo un mal presentimiento.
Mientras tanto, el espectro se abre camino a través del largo corredor, que da hacia la pieza de la Srta. El espectro está a punto de transformarse:
-Espectro: ¿Srta. Rosa?
-Rosa: Señor, ¿quién es?
-Espectro: ¿Puedo pasar?
-Rosa: Sí, adelante.
El espectro se hace pasar por su novio:
-Espectro: ¡Soy yo, mi amor!
-Rosa: ¡Bill! ¿¡Qué te pasó!? Debo estar soñando.
-Espectro: No te emociones. Ahora déjame abrazarte y recordemos viejos tiempos. Aún es tiempo de cambiar.
La mira fijamente, a la vez que cae cautiva de un hechizo inexplicable. Ella repite ahora bajo un mantra:
-Rosa: Te acuerdas, te acuerdas de la última vez que hicimos el amor.
-Espectro: Gracias por las memorias. Éste es un momento muy interesante. De hecho, tú eres muy interesante para mí.
-Rosa: Ven conmigo (se acerca llorando).
El espectro la abraza, con una sonrisa hipócrita.
Después de horas, ya se hacía muy tarde, y Bill (el real) notó que Rosa y el tipo aún no aparecían, así que se preocupó y fue a revisar las piezas de la casa, intrigado. La fiesta en verdad había sido un real desastre:
-Bill: ¡Rosa! ¡Rosa!
-Joven 4: ¡Bill! No crees que ese tipo...
-Bill: Sí, sí, lo creo, no le digas a nadie de esto.
-Joven 4: Bill, yo creo que debe estar en el baño.
-Bill: ¡Vamos para allá!
Bill, y su amigo, fueron rápidamente a investigar:
-Joven 4: Aquí, forcemos la puerta.
Cuando entraron, Bill encontró a su novia Rosa en la ducha, con llagas en las muñecas, clara muestra de intento de suicidio. Rosa procede a exclamar:
-Rosa: ¡Bill! Di que me amas. Di que me amas maldito. ¿Acaso crees que no me doy cuenta? Eres todo un hipócrita.
-Bill: Rosa, ya cállate, por favor.
-Espectro: (Abrázalo, abrázalo).
-Rosa: Si me quieres, puto, ahora, ¡demuestra tu amor!
-Bill: ¡No seas así! ¡No seas ingenua!
-Espectro: (abrázalo, abrázalo).
-Rosa: ¡Yo no diría lo mismo!
Y Rosa se acerca a los brazos de Bill, casi como en una entrega de pasión fatídica, y se abalanza contra él, hiriéndole de muerte:
-Bill: ¡AHHHHHH! ¡Qué me hiciste!
-Rosa: Jajajajajajaja, no sabes lo que dices, jajajajaja.
Los ecos macabros retumban en la sangrienta escena del horror. Ambos enamorados desfallecen.
-Espectro: ¡Demasiado por hoy! ¡Demasiada sangre! Me desaparezco por ahora (Risas malévolas)
Unos pocos minutos después, llegan a la escena concreta los amigos de Bill, a ver lo que sucedió, entre tantos gritos:
-Joven 4: ¿Qué sucedió aquí?
-Joven 3: Esto es obra de él, ¡de él!
-Joven 4: ¡No puede ser! ¡Están muertos!
-Joven 3: ¡Fue él!
El espectro, después de esta cruel escena de desengaño, se siente satisfecho.
Se esfuma en el umbral, el mismo por donde vino, en busca de más sangre y destrucción.
Tan fugaz como una tormenta, tan siniestro como el paso del tiempo,
tan macabro como el mundo del hombre, él es GRAGKO.
Y no es otro que sus propias sombras.
CONTINUARÁ
Cazador de la memoria
El que expele la noche,
el que captura los recuerdos
en una botella encantada.
El que mata pensamientos como mata moscas,
dominará expandiendo su sombra
a todos los moradores del pensar.
Mueran los grandes sabios,
mueran sus cabezas parlantes
y linchen sus palacios erigidos sobre letras huecas.
Quemen sus libros y manifiestos.
Que así se difumine, que así se cante.
Él morará en umbral de cuentos de hadas,
mientras rapta a las magnánimas musas.
Beberá de su licor y explotará su embriaguez,
La ingente matriz será suya propia.
Y su renacimiento,
Será otra vez como las palabras
O como el vómito de sus bocas.
El encanto malvado de la lechuza
El congelamiento de la edad de las luces
es el encanto de la nueva maldición
que se hará sobre todos ustedes,
los de la raza humana.
Háganse presentes, y cultiven la maldad
con retorcidos pensamientos
de caos, tragedia y aversión.
Consúmanse ustedes mismos
en los brotes herméticos
de la vida y sus avatares.
Los secretos de la buena nueva
ningún ángel de la guarda
estará ahí para ayudarles.
Una batalla psíquica oficial
Contra los agentes de la razón
Contra las mascotas de la muerte.
Háganse insectos, o serán capullo eterno.
Ese es el encanto, la nueva maldición
Que se hará sobre todos ustedes
Los de la raza humana
¡Vamos! Cultiven la maldad
con retorcidos pensamientos
de caos, tragedia y aversión.
Ultraje del amor mutante,
ultraje de quien falló en el amor,
y sólo así caerá sobre ustedes
el congelamiento de la edad de las luces
el encanto malvado de la lechuza.
Entre luces enterradas
Entre luces enterradas, luce, absoluto, el abismo.
Cae la historia, caen sus impúdicos secretos
Y el mito rompe la coraza
Y se levanta, mercenario, contra el mundo.
Satán no es el indicado para destruir sueños
Vino color rojo sangre
a medio tomar
media hora de infierno
los niños no se escaparán de la catalepsia
el peluche del corral de los miedos.
Tormenta del desastre
en imágenes múltiples
Vende tu alma errante
El pasaje para tu exilio
en el día de la indolencia
fue todo pagado
y tu próxima parada: el noveno círculo.
Satán no es el indicado para destruir sueños.
Abbadón
Y cuando llegue el último día,
volverá como el ángel exterminador,
tras el signo de la Gran Ramera
esparciendo la cólera en la letrina de los traidores.
La Gran Discordia
Aquí viene la virulencia
Que caerá sobre cada huella humana.
Será la entropía higiénica
que acabará con los conceptos eternos
de la moral y la ética.
La agricultura del pensar
marginará a su ovejero,
así, la lana del caos será trasquilada,
para tejer el velo de Maya
que cautivará a parásitos y filósofos.
Se expondrán las vísceras del tiempo
y la carne de la galaxia
traerá las almas en pena,
que vagan en el espacio
sobre vibraciones intempestivas
y la Tierra será el epitafio de todo paraíso.
Aquí viene la virulencia
La invencible virulencia
liquida ya la necedad
de tapizar el cielo de quimeras,
cuando bajo el radio de Dionisio
se implora la potencia de la carne,
por sobre los verbos,
por sobre la paja de los templos,
por sobre el yo y la ilusión del más allá.
Aquí viene el corazón del tiempo,
poniendo en marcha su incesante caos.
Su fracción de todo y de ente
será el agente que revele toda máscara.
¿Quién te hizo verdad, para decir: descubriré tu rostro?
Entre ellos, su falacia hermenéutica
Y la tiniebla de la incógnita
hay solo un lamento de siglos.
Es la lírica de los malditos
Los cautivos del velo de maya,
Atados a la magnánima Discordia.
La Gran Discordia, que prescinde de toda
pureza del espíritu
está ya aquí en cada rincón del universo
y en cada reducto cerebral
cumpliendo su obra perenne
escrita con el fluido de un vicio
llamado historia.
Aquí viene la virulencia
Que caerá sobre cada huella humana
Será la entropía higiénica…
Nada, para siempre,
Discordia para todos
y la Tierra será el epitafio de todo paraíso.
Mantis
Renacimiento y venganza del artrópodo
Las tenazas y dientes afilados
se adhieren a la concupiscencia
del insecto metamorfoseado
que nutre el capullo de la morbilidad.
Motín de violencia reproductiva
prolifera los gérmenes en reserva
Los soldados, lacayos y fieles de Mantis
Se ofrecen para el gran pandemonio
La reina madre en plena preñez
crea con su pestilente matriz
verdaderas larvas atómicas
contra la biodiversidad metalúrgica.
Nutriendo el Estado llano de la morbilidad
nutriendo la capa estratosférica
de todos los huevos y larvas
en el jardín de las aberraciones
para el crecimiento
de la gran entidad mutante.
El jardín de la humanidad
El jardín de la tierra
Se convertirá así
En el campo de la revolución díptera
Será el complot de Mantis
Será el complot de los insectos
Contra la dictadura racional.
Egregor
Piensas como quiere que pienses
A través del vacío de lo que celosamente amas
Y de lo que obtusamente conoces.
Aloja en la noche de las mentes
Evitando que una luz conspire en su intersticio.
Entonces sueñas con el sueño de la razón
Pero no hay monstruo allí que configure tu imaginación
Porque no hay un afuera de su pensamiento.
A medida que la calle se hace huella, y sus pasos delinean tu sombra
Se va abriendo una abertura, una abertura insondable
Por la cual conjura las maldiciones de lo desconocido.
Piensas como quiere que pienses
Así lee en tus ojos el nicho, la hondonada
En donde resbalan los espejismos de su propia visión
No puedes separarlo sin separarte a ti misma
Pero en cambio me invocas, creyendo así abstraerte
Y sublimar la totalidad del mundo que te rodea
Cuando no soy sino un remedo de tu propio deseo
Que es el deseo de lo que él mismo engendra
Indescifrable, ignoto hasta decir basta
Hasta decir la palabra y el silencio que nos regresará nuevamente
A la grieta del espejo de la cual venimos
Y de la cual germinó este prisma apasionante
Que no es otra cosa que la verdad quebrada
Ante sus ojos sin dirección.
Piensas como quiere que pienses
A través del vacío de lo que celosamente amas
Y de lo que obtusamente conoces.
Aloja en la noche de las mentes
Evitando que una luz conspire en su intersticio.
Entonces sueñas con el sueño de la razón
Pero no hay monstruo allí que configure tu imaginación
Porque no hay un afuera de este pensamiento
Y no hay ya totalidad que sueñe
Con el ocaso de su propia nada.
Llave para el cosmos incierto
Todo quieto, cuando la logia sube a la cima.
Las estrellas en forma de pentagrama
indican las cinco direcciones
que toma la discordancia de los sonidos.
No te dejan salir…
Cierran las puertas,
Y no sabes lo que harás
Todo quieto, cuando el temor no pertenece a nadie.
El misterio en la antesala indica que esto
es una completa jungla,
que existe más de esa influencia ultrasónica
Desmembrante.
No se quieren callar…
Abren sus bocas,
Y no sabes lo que harás.
Todo quieto, cuando recortas las sílabas y vocales de tu nombre
Para tratar de sortear tu hueco en la fila de interrogados.
¿Cuántos años te tomará saberlo?
¿Darte cuenta que todo este tiempo
Han intentado robar la llave para el cosmos incierto?
Ahora no te dejarán salir
Ahora no se querrán callar.
Prepárate para lo peor.
Súper rayo final
En carga está su cabeza de bomba
capaz de apagar al Día y su reinado falaz.
Se arrastra así entre los peldaños de las sombras
que se crían en su cólera
y llega flagrante al existir en un portal.
La brecha entre el Sol y la Luna,
calor y frío, misericordia y coraje.
Su obra maestra está a puertas del menguante.
En la torre suprema del cielo eléctrico,
Se alimenta de frío,
Se alimenta de la Luna,
Se alimenta de lo salvaje.
Y no tiene dimensión porque es tabú,
es el mal, es la energía, es la mácula,
es la epidemia de la razón.
Sobre sus mundos objetivos y mentales
caerá el súper rayo final
de energía, de oscuridad, de hielo, de muerte,
arrasando sistemas, instituciones, entidades.
Y llega más rápido que la luz a destruir
¡No hay razón ni locura que se le compare!
Por siempre cero
Lo que los vivos añoran como vela al viento,
desaparece en cuanto lo nombran,
y no decanta pero quiere ser poseído.
Las sombras lo vigilan todo,
desde el oasis de aguas negras,
y cuando estés en el desierto de los desiertos
te darás cuenta de que vives
siendo sólo arena y olvido.
Lo opuesto, la cara inversa, prohibida, misteriosa.
Tus fuerzas consumidas,
tú consumido, vives siendo
un conjunto entre dos paréntesis,
y crees ser tú mismo ángel y demonio
cuando tu nombre apenas se distingue
entre los tantos ecos de la caverna.
La lluvia cae y cae en el espacio,
Los soles lloran su promesa inmaterial,
haciendo de la luz un fugitivo que retorna a la concha.
Envilecida la piedra, inflamado el abismo,
El cielo se precipita hacia su descenso.
Las aristas van de aquí para allá,
y crees armarte en medio de la oscuridad,
siendo que tú eres el miedo en persona,
todo lo que temiste, temes y temerás eres tú,
y buscas alguna salida de emergencia,
y caes sin presente, y lames el eje de las luces,
y es producto de tu imaginación,
que todo lo puede al ser pervertida,
al ser tocada en su punto de carne, su punto vital.
Y ya que esa, tu vida, no es más que un círculo,
hoy suspiras y aspiras el polvillo de pensamientos ajenos.
Todo cae como daga, deberías saberlo,
todo queda en cero.
Lo que los ojos ven no puede ser verdad,
los ojos de la mente son espejismos,
los ojos del corazón son neblinas
los ojos de los ojos son doblemente espejismos,
mas los ojos del rostro no pueden ver la noche que precede a toda vista.
El miedo mueve montañas
Recuerda tus más ocultas pesadillas
Y sabrás que son un dulce tabú.
Lo que te causa escalofrío
Es el verdadero rostro detrás de todos tus espejos.
Solo tú eres la sombra del ente debajo de la cama.
No temas la manía de abrirle las puertas
Todas las veces que sea necesario
hasta la máxima combustión de la vigilia
Y la extrema aridez del ensueño.
Vives al límite de la culpa por enterrar a tus amigos,
tus queridos monstruos de la infancia.
Echa un vistazo a tu cuarto, una vez más,
Y descubre que la inocencia solo fue una excusa
Para seguir creciendo
Para seguir creciendo
Así es como las lágrimas son más dulces
Así es como el ruido es más armónico
Y así es como el cuco se transforma en su víctima, su origen, su fin.
Papá y Mamá son mitos errantes
El miedo tu gran y único amigo
Solo invítalo a dormir, cariñosamente
Para seguir creciendo
Para seguir muriendo.
Sonoras vestiduras de la muerte
Densa es la galería de ensueño
que cuenta cuerpos como cuenta ovejas,
gestando los deseos
que mudan de cuando en cuando
las sonoras vestiduras de la muerte.
Cosida de aliento a espíritu
Atravesada de fuego y cera
permanece la muerte ebria de vida,
y carente de límite.
Atrapa musas [elegía]
Lleno del aura brava de la noche,
raíces en el suelo crecen como garras
Los tallos de beldad se diluyen en sangre
y su presencia se vuelve informe.
Invisible a los ojos, duele en el corazón,
el llanto de las ninfas amarga sus mieles.
El ángel del precipicio,
como me hizo nombrar el altisonante
me llama a explotar mi talante
me llama a socavar ventanas y furias.
Esparciendo los dotes de las parcas,
exigente hasta la locura, arrojo mi nebulosa
entre fiestas y credos paganos.
Viejos amores entre mis brazos
imitando la moda del destino,
entierro lo anodino de sus pesadillas
y las filtro entre razones seculares.
Calladas en su sed planetaria,
nutren al insecto interior
el estado larvario de su propio temor.
El futuro es una excusa,
y para vírgenes de recónditas matrices,
el tesoro y pretensión de su circular vida.
El viñedo que invita a ahogar la tristeza
lo que mejor se ahoga es la palidez profunda
de apostar por tierra y desencadenar un mundo,
un tumulto de fuego e inocencia.
Lo que tendría que ahogarse
es la esperanza de la inspiración,
que no es sino la libido de vísceras al aire
y manía poética de ser la nada misma.
Y de pronto me vuelvo hueso,
un roído hueso que añora ser carne,
que quiebra por alcanzar el cielo.
Lleno del aura brava de la noche,
raíces en el suelo como manos sórdidas
y la única excusa para crear y para amar,
es que la musa muere
como poema en la hoja.
A propósito de autofagia
"En nuestra soledad... a veces se oyen grandes profundidades.
La verdad oculta en compañía". Austin Osman Spare
¿Quiénes han dicho que me rijo
bajo el principio del yo?
Sólo quiero usar mi megáfono solista
y polemizar mi rumbo hacia la caverna.
Me regocijo sobre la tierra y miro
aquello que proyecta una lejana filmografía
Te he visto entre tales imágenes y sombras
pero no reconozco más que a mi sustancia
¿Es ese mi yo? ¿Es esa su negación?
es el constante opuesto a los opuestos
es una fuerza que obliga a desechar y recibir
es la sangre derramada sobre cuerpos que no existen.
Mientras me adentro en lo más oscuro de la caverna
hallo el principio de equivalencia
principio simulado, como médula sin su cáscara
Aquello que equivale supone amo
¿Existen amos más allá de nuestras fuerzas?
Quizás la caverna sea solo una curvatura
y yo uno de sus pliegues
¿Habrá de tener este juego protagonistas?
las redes del amo son solo una posibilidad
entre la corriente de pliegues
luego el amo no existe
y la caverna se conquista a sí misma.
Aquella es la espada de mis disidencias
mas no tengo el pulso suficiente
para volverme amo, puesto que desaparezco
¿Entonces por qué jugar este juego?
Es solo el principio de la negación
que reafirma la nada liberada
de tales curvaturas temporales
Y creo no ser tan espectral
como para sentirme héroe de mi mismo
tal como el gallo que grita cada mañana
su aburrimiento por el sol
¿Es el gallo una posibilidad de amo?
Un rotundo No deja vociferarse
él no existe sino como energía
cuando muere la noche
y comienzo el día
siendo el héroe de la impermanencia
¿Condición de estar dentro del juego?
No, sólo es mi espada la que me ha llevado
a ser uno de los tantos pedazos de mi mismo
¡Tal es mi hazaña!
Ser megáfono de la soledad
héroe sin hazaña ni estribillo.
Desde la periferia asalta la duda
así el amo se hace presente
como hijo del error o la vergüenza
¿Es la vergüenza quien parte la caverna?
¿Es la vergüenza quien manda
entre espacios de infinito?
¿Es la vergüenza misma un infinito?
No: el infinito se envuelve a sí mismo
y envuelve a la vergüenza
que pasa a ser pliegue
y envuelve a su vez como caverna.
La espada que haya dividido mi interior
¿No supone pues un ejecutor inicial?
Es solo juego de niños cósmicos
dentro de una fiesta de caos
Entonces ¿Para qué el tampoco?
La efervescencia podría ser la respuesta
La efervescencia dentro del tonelaje de las palabras
que se masturban en caverna
ante su propia ausencia y presencia.
Así, en esta jornada de sentidos y contra sentidos
me trago el orgullo y aprendo
a resucitar entre los pliegues
como el gran gallo, el héroe de mi mismo
y termino de derramar la sangre
sobre cuerpos que aún no existen
Luego me vuelvo frenético
el signo interrogativo para amigos y enemigos
En especial para todo y todos,
no saben separar entre figura y genio
y no puedo ser uno sin el mundo
luego canto, muero y el enigma subyace.
Babel
Ciento cuarenta y cuatro mil feligreses
en la sintaxis de sus cuerpos
Crean un Babel gigante y fantasmal.
Primera paradoja:
La palabra crea mundos.
Los pare a modo de concepción virginal.
Religa la distancia original entre sus criaturas.
Si somos, por ende, un pastiche de verbos y sustantivos
Verdaderos golems verbales
¿Para qué una gramática?
¿Por qué no mejor callar?
He aquí que rezan: “Las lenguas son indistintas de su boca”.
Los muertos, en su lugar, atestiguan una verdad silenciosa:
El mundo es el vomitorio de Dios.
Así regresa con su sordo lenguaje de signos afásicos y dislexia secular
Sus palabras que saben a vómito sagrado.
El asco de hablar en directa proporción con el asco de religar las cosas y fenómenos mundanos.
La falacia de lo indecible y el negocio de lo poético consisten en taparle sistemáticamente la boca a Dios.
Segunda paradoja: las creaciones son posteriores a su creador.
Si el Padre siempre fue, y Él es en nosotros
¿Para qué designarlo causa y principio de todas las cosas,
si la anterior premisa rompe con aquella lógica?
No tiempo, por ende, no factores ni efectos
Lo realmente infinito es el Mal, el engendro de la energía,
La transformación termodinámica.
El show de la creación es una falacia espacio-temporal.
Se trata de un pomposo simulacro de aburrimiento
la imagen genuina del Ocio Universal.
Dios, en su hastío de ser infinitamente, regurgitó todo un miserable cosmos constante y sonante, un todo equivalente a nada con intereses.
Lo que concebimos como mundo entonces no sería sino el garabato secular de un alguien con un grado de ostracismo directamente proporcional a su grado de permanencia en la mente de sus feligreses.
He aquí que mi vientre proclama una verdad impúdica:
El mundo es el excusado de Dios.
Tercera paradoja: Más allá de esta vida existe la eternidad
¡Fatal! Considerando que más allá del cuerpo pueda ser posible la existencia
¿Acaso no es la materia la noción primaria sobre la cual podemos constatar el espíritu?
Es afirmar la entidad de la yema antes que la del huevo.
En efecto, la cáscara es vestigio y evidencia de todo contenido.
Prueba a romper tu cabeza. Tu mente allá dentro gritará o callará.
Pero de ningún modo morirá.
¿La muerte no existe? ¡No! Es sólo la prueba de su existencia vicaria.
Entonces, si probamos a romper un huevo, no nos queda más que una yema deformada, ligada a lo sensible, y falsamente situada como esencia, como meollo interno, como principio y causa.
La eternidad así sería solamente un concepto monolítico, manoseado al cubo por los prestidigitadores del monopolio comercial, por los modernos hipotecadores de vidas humanas.
La eternidad equivale sólo al valor de tus deudas
Sólo al precio a pagar por tus pecados
Sólo a tu posibilidad de redención en este mundo enfermo
Sólo a la probabilidad de cumplir tus sueños
Sólo al porcentaje de todas tus muertes, anónimas, consuetudinarias….
¡Sólo existe esta vida!
sólo existe este estúpido odiando su imagen frente al espejo,
sólo existe este grandísimo animal autómata
sólo existe este texto escribiéndose a si mismo
sólo existe este ente codificando en cada exhalación, en cada paso, en cada latido, en cada letra, su absoluta mortalidad.
El mundo es el gran basurero de Dios.
Alergia
Alergia, el nombre de la bestia.
Intenta respirar con ella,
E hincha de mucosidad tu cabeza.
Se abre de par en par
para que así captures su morbo interno.
¿ Y te has preguntado por qué seguir con toda esta asmática industria humana, si cada uno de los tornillos grasientos que somos nosotros dentro de un engranaje mayor persiste en una funcionalidad lacónica sin sentido ni trascendencia de ninguna índole ni metafísica y cree encontrar en ese proceso estanco y aceitoso de utilidad su razón, su ethos, su depósito de fe, como si la ingenuidad del mundo y la naturaleza tuviera una entidad intrínseca y no una generada mecánicamente mediante nuestra red de conexiones pragmáticas, sordas y secas en el abismo-madre que es este cosmos extra-humano?
Las sociedades como guetos se fagocitan entre sí y se autoabastecen de forma caníbal. Cada una esconde un sistema inmunológico que retiene los residuos producto de la sobreabundancia física y química de sus interrelaciones. Una abstracta faringe se construye desde dentro hacia fuera de estos brotes espontáneos e inducen a nuestra Madre más próxima a través de su vértebra oceánica y rocosa a expeler el mucus, la suciedad interior de su úlcera milenaria.
Espero que algún día todos estos grupos gregarios, estos ejemplos de enlaces meramente vitales y terrenos genere la suficiente sinapsis mundial, la suficiente fricción sexual para que aquella interioridad tanto orgánica como imaginaria explote hacia la superficie y abra un gran conducto por donde fluyan furtivamente todos los males, yerros, pecados, enfermedades habidas y por haber, especies en vías de extinción en este reino de simulacros, en este gran circo civilizatorio atestado de idealismos y buenas intenciones, en nombre de Dios, la Justicia, el Amor, la Amistad, el Progreso, la Poesía, el Petróleo, eufemismos para nombrar el miedo primitivo de cada ser, el terror ontológico de ser-nada ante lo desconocido y lo extraordinario.
Una explosión de tales proporciones sería el espectáculo más digno de contemplar en el seno de una humanidad inflada de impotencia congénita, su ser-caos caudaloso y ruidoso. Esta entropía urgente consolidará el poder y la necesidad de la Alergia a nivel cósmico, material y biológico, barriendo con todo mito, elaboración artificial por parte de los bípedos, víctimas y culpables de su corrosión consuetudinaria.
Su lamentable ignorancia respecto al moco que secretan en ellos mismos, ese moco consistente de símbolos, lenguajes, ideas, pensamientos, creaciones dignas de un basurero virtual, una cueva platónica, un útero estéril. Creen encontrar en él la panacea a su condición de meras piezas de un rompecabezas irresoluto, una ingeniería universal de primer orden, falsamente al servicio de estos monos parlantes con delirios de superioridad y decadencia de espíritu.
Ya se decía tiempo atrás respecto a las leyes que rigen las dimensiones y los fenómenos: El Moco es Mente, así como el moco es arriba el moco es abajo, y todo moco fluye, refluye, y es móvil. ¡Cuánto los odio, gérmenes pensantes! ¡Que no comprenden que cada respiración registrada por su ecosistema funciona como una cuenta regresiva para sus vidas, y nada más!
Ahora la Alergia será la salida a toda esta intrincada maquinaria digna de vergüenza en su diletante hiperkinesis de sentidos y proyecciones etéreas. El gran morbo, la gran respuesta, la exhalación definitiva, o El Ocaso, El Fin, Telón de fondo, Suicidio en masa, Calentamiento global, Alza del dólar, Resurrección de los dinosaurios…
De todas formas,
descifra la Alergia, el nombre de la bestia
Intenta respirar con ella
Y viaja directamente al origen,
Al polvo gatillante del Estornudo Inicial,
Y saca pañuelo:
El moco es la totalidad de los hechos y de las cosas.
Error número uno en el espacio tiempo
Los vacíos y los abismos
anillos nupciales de la galaxia
Ellos, los altísimos, navegan entre curvaturas
De coordenadas esotéricas
Sintonizan la transmisión en vivo de lo primigenio
Lo inconmensurable, el caos.
Reciclan fórmulas y números para su digestión psíquica
Pero sólo los mortales serán condenados
Al terror cósmico de su insignificancia.
Las fórmulas se suspenden y las cifras se evaporan
Después de la confusión científica
Las palabras, lineales y salvajes como flechas, salen arrojadas
Y convulsas se reúnen en el corral de los sentidos
Y pronto despertarán de su letargo y formarán parte
De coloquios y de gramáticas,
De mentiras y de verdades.
Así lo afirmaba un ciego filósofo
Enemigo de plumas y grafías
Que, sin embargo, daba la bienvenida
Al pletórico caudal de su ignorancia.
El Diablo, el conjugador de significados,
maestro sofista, delinea la invisible órbita
de los astros extraviados
Y hace de este límite el más hermoso, el más retórico.
Desde el otro lado de la pantalla
Los ídolos te saludan.
Y, deudores de tu lenguaje,
Diseñan los horizontes de tu cosmos.
Así ellos sintonizan la transmisión en vivo de lo primigenio
Lo inconmensurable, el caos
La materia proteica y derramada
El agujero negro dentro del cual
Todos los corazones son hondos
Y todas las mentes se ensanchan.
Acuden al polo negativo y circular
donde las esferas viven y mueren
Casadas a su estructura
Su opuesto parásito
Su luna de hiel.
Pero ya cae la ruinosa nada
ya viene el retorno de los brujos
Y pronto será colmada de incógnita
esta gran enciclopedia oscura
Empezando desde el final del tiempo
Hasta la eternidad de los jamases.
Trilogía marciana
I
Fobos: marciano espectro
Pilares de rojo representan
penurias de fuga.
El desaliento del lecho lunar primario:
Proioxis
Palioxis
Homados
Fobos
Androktasie
Eris
Cidoimos
Ker, el destino...
Cóleras macroscópicos,
lazos que atan a las runas
ocultas en la materia babosa
de las máculas marcianas.
Y Deimos tiene el coraje
de trazar la órbita del astro grama
al fluir la masa cósmica que polarizada
en el estrato de la imaginación
simplemente estrella,
las bases de una recóndita
y otoñal estación.
Telurizan el magma del planisferio
bajo los rojos pilares.
Y la vía láctea es abortada.
Y lo selénico es ultraje.
Y Fobos el genocida
de los mortales.
II
A propósito de Fobos: Marte
En tiempos de transición,
oía por pasillos el goterío sanguíneo de mis ecos.
Oía a unos centinelas merodear todo el lugar,
como cuervos al espantapájaros,
mientras el susto se volvía ya un bálsamo patético.
La radio y la tv deliraban intemperancias
acerca del médium terrenal...
(satélites como polillas alrededor del Sol).
Lo peor es que aquellos alienistas
ven en las Bermudas un embudo plutónico
abierto por el propio Marte para nosotros…
los alienígenas terrestres.
No es de extrañar, mudos ante la ignominia, que principie Proioxis,
dada la idea de una Troya astral…
Si nuestra Tierra hasta ahora inmaculada,
es y fue y será cuna
de una amalgama preconcebida de especies,
al ser tratadas de máquinas
sin tomar en cuenta aún su independencia,
¿Habría de volverse una caja fuerte,
ahora que Atlas la sostiene
como víctima de un fatídico destino?
Si al margen de todas las teorías,
somos animales apostando hurgar
en las mazmorras más primigenias
de alguna fosa recóndita
que contendría otro mundo, pero en este.
Un delirio de náufragos
una mecánica de conocer, tal navaja al fruto apocalíptico.
Miles y miles de máquinas viven allí tributando a Palioxis, la fuga,
el “chip” gregario en el que cae toda mente.
es la mimesis del genio,
el genio verde cartesiano.
Ellos nunca han siquiera concebido
La anacronía del espíritu terrestre.
Ven el Marte, el mundo extraño que poseen dentro,
y entonces todos se transfiguran en Fobos y Deimos,
todos incuban su reencarnación del miedo.
¿Sucederá la emancipación de un astro poiético?
¿Afectará esto a la visión apocalíptica
sobre tales reglas de la naturaleza?
¿Y la luz?
¿Y el interviaje?
Se transfiguran así, los escudos radiactivos hechos por mentes
recogidas al mejor postor por gremios de orden esquizoide.
La “telemaquia” de estos topos es tal,
que harían público cientos de paraísos por masticar en efectivo
la llave de los seres primordiales.
Y luego aquellos roedores, no contentos con su hazaña, lo vuelven todo farándula
a fin de reconstruir el esqueleto de la entropía.
¿No sería esto fruto de una cósmica indiferencia
a sus conspiraciones en nombre de la salvación de la especie?
Así manipulan el equilibrio de los bajos mundos.
Fumigan cada nivel de la gran pirámide.
De esa forma todos danzantes
al ritmo del taladro metafórico,
a sombra de las potencias.
La Tierra les aparece como un casino más
dentro de su interestelar usura.
El gran acuario que siempre añoraron
para erupcionar ellos mismos a modo de teoremas y fórmulas,
es la consecuencia de Androktasie, el satélite de la masacre.
Nublando gases tan nobles como el sincrónico ser,
el marciano inmaculado,
el “Marte ex machina”
de los nuevos elitistas americanos.
Se debe canalizar tal numen
en cuanto resulta antitético a la entrañable Tierra,
y entonces sus ideas ya caen y echan sombra
como ampolletas tardías.
¿Nos hemos vuelto extraterrestres en nuestra propia Tierra
en la medida que ya no atisbamos más que un panorama de máquinas?
Es un “Marte ex machina”.
Sus propias legislaciones
para preservar su contrato de trabajo en el sistema solar, lo son.
Y lo peor, es que no existe empleo ni ergonomía alguna
capaz de contratarles como alienígenas al resto.
¡Porque Marte vive y muere sabáticamente!
¡Porque la Tierra vive y muere sabáticamente!
¡Porque el cosmos vive y muere sabáticamente!
¡Y somos la antítesis de todos los sábados!
III
Oda marciana
Marte, esa suerte de carmesí deidad.
Marte, decanta voces de astros distantes.
Los distintos dragones orbitales
que juegan a absorber las natas galáxicas
confrontan a Marte.
Esa escarlatina velocidad te es propia
es Eris, a tan solo unos cuantos años luz.
Sobran fórmulas, sofismas impunes,
que en disfraces de ultravioleta quieren ver tu desnudez invisible,
porque no ofreces nada ni a ti mismo y nada para nadie,
porque así te consuela tu propio genio astronómico.
Aquellos pintores de órbitas grafican lo innombrable
y te confunden con Prometeo,
usándote a modo de piñata gravitatoria
alrededor del Sol, teñido de luces y siglos.
Cidoimos es la fotomanía que invocan.
No creas entidad que conciba su arcilla como coágulo estadístico
Ni creas crear tal aborto entre tus cráteres y faces.
Marte, tu arcilla vuelve devenir todos los conflictos
entre el cosmos y la matemática, hija de los bípedos.
¿No lo ves en ti, Marte?
Tú no concibes vida, ovnis, nobleza, argón,
radio, luna, mente, mente, mente…
¡Tú, Marte!
¡Gran ferrocarril!
¡Grandes rieles!
¡Ker, destino!
Volverás en amnesia,
ante la esquizofrenia de la vida.
Marte…
ERES TU PROPIO SUEÑO,
ERES TU PROPIO UNIVERSO.
Pantofobia
Conmutación, la gran estrella pálida
conmutación/contradicción,
estrena erizada y enraizada y cruzada te bombea.
La mente de la mente, en corrector servicial.
Batería de orgón, ocio del sistema.
Imagina un control remoto universal.
La filia de las fobias, la fobia de las filias.
La propulsión de la luz es poder, la propulsión del poder es luz.
Reproduce sólo una ley que contrastas con el vitalismo
De estos infinitos cortocircuitos
¿Qué estoy pensando? Todo minuto es fortuito,
todo compromiso es fortuito.
Un jabón universal lo limpia todo.
¿Estoy sumergido? ¿Qué hago sumergido?
Soy anomalía, lo que escribo lo es
y es inverso a las manecillas del reloj.
Esa es mi posición, mi colon irritable
¿Estoy sumergido? ¿Es el cuerpo mi mente?
Una TV es para las lombrices que no se alimentan sino de su cola
¿Es el cuerpo mi mente?
La preciosidad del alma me curaría,
me exiliaría del cuerpo,
y las pantallas de negro se multiplican,
según el número de efectos de la complacencia mental.
Mi miedo es mi mente.
Imprevisión-soberbia-control
Veladas-cerebros-espectros
Vísceras-arquitectura-lenguaje.
Todas raciones de pantofobia.
Todos síntomas de la gran estrella pálida
a la cual debo misteriosamente mi ser cómplice.
Desciende a nivel de nadas y yerros.
Mudo y en duda,
La mejor coartada
La mejor duda.
Tuerce la flecha del Cupido
Desvirtúa ya el automatismo de cuerpos y formas,
esa que produce amor como en una secuencia fordiana.
Lo no muerto ha erigido su reino de velos y ultrajes:
Ha erigido su nueva realidad
Ha erigido su propia fiesta ideal
repleta de esqueletos parlantes buscando cuerpo.
¡He aquí San Valentín!
El creador de la sustancia lunática
que como pus dulzón alimenta
al aura que ama su inutilidad.
Grandes empresas y vidas se confunden entre sí
Absortas
Inútiles
concentradas en el Amor.
He aquí que comienzan:
Los rostros cubiertos de frivolidad
Los labios inundados de baba,
El corazón chorreante y colmado
de mil entradas y salidas como agujero de flechas,
cupido o genitalidad metafísica.
Ante el amor todo luce puro, blanco, vano.
Un nuevo líquido abstracto
que limpia el polvo
que procura todo polvo y lascivo tiempo.
Y por el Bien parece Nada
Y por el Sexo parece Nada
Y por la Familia parece Nada
y todo aparece puro ante el Amor
y toda ella la repleta de maravillas
y disemina el polvo en arterias mortales.
Todo surge paralítico en su Unidad
¡Su abstracta Unidad!
Todo se plaga en dualidad que añora excipientes divinos.
Toda inutilidad emotiva
es lo que el Amor erige
a la espera de próximas bodas y divorcios
El cupido prostituyendo alas
La pistola cargada de libido
La mentira de los sexos
El eslabón perdido
el Don Juan extinto
el dodó promiscuo
la azul pastilla de la verdad,
no se cumple hoy la Unidad!
Aquí ante el Amor todo uno es residuo del dos,
supone polvo
supone virus
y el uno y el dos están casados,
casados al devenir que cruje por estrellas y astros.
Descubre en ti mismo al mundo y tu media naranja,
es porque siempre serás la mitad de todo,
o la mitad de nada que es igual a partirse en dos
¡2!
He aquí la huella del Amor:
Empresa de bullir la Tierra
y aguantar de pie a cabeza este reino de plásticos corazones.
Escribir la mentira, llenarse de cursilería
y ser guía del viaje hacia los círculos joviales,
círculos que potencian la lascivia,
y representan lo que en sí es cáscara y cuesco.
para probar que nadie se coma a sí mismo.
Y nadie apresa corazones para quedar hecho dos
y nada impide que apresen
el eros implícito de cada imagen.
¡He aquí la suprema droga!
La celebración de lo amado como cáliz,
para fundirse en alquimia valórica.
Inerte imposible que vuela solo
hambriento por la dulzura del destino
de masticarse una gran boca
¡Que une mediante el dos!
¡Que divide mediante la fricción,
que estalla como niño sin madre!
¡He aquí el Amor!
la explosión de cuerpos y miembros
la violencia y dominio simbólicos
con propiedades lunáticas
haciéndose llamar Unidad.
Es ella el lazo anti-circular:
el vacío que florece
el jardín que se vacía
entre el hálito y la garganta
entre la mitad de todo y la mitad de nada
que mata el sano suicidio
de quien ama el mundo
de quien roba el mundo
de quien violenta el mundo
¡porque él es el mundo!
He aquí el Amor:
La terca flecha de cupido
que es la mecánica abrupta de nuestro destino.
¡Viva el Amor!
¡Viva la Muerte!
El caos será la patria
"El caos es un orden por descifrar". José Saramago.
I
¿Podemos enterrar todo este mundo
para al fin devolverle el oxígeno a nuestra tierra?
Todos cómodos con su paz parasitaria
perpetúan los grises y las úlceras.
Se regocijan en la mecánica de sus órganos
Y no escaparán de sus prisiones.
El caos es la patria,
bordear sus costas significa
asfixiarse consigo mismo,
Y las sombras, aburridas, ya han buscado otros cuerpos.
¡Gran amigo! contemplador estoico
báñala de vida y luz con tu furia.
El caos es la patria
toca la música de la destrucción
para que las amebas bailen extáticas con su ritmo.
Ya el morbo se apodera de ellas
suben alegres, coléricas, por los cerros
quieren sentir el vértigo de la vida
pero reniegan de la tierra que las reúne.
¿Es este otro telón de fondo?
¡Oh! ¡Gran amigo! ¡Ven a casa!, ¡ven a casa!
Ya viene, ya viene, ya viene,
Tráele vida a estas amebas.
Trae el Sol de todos los domingos
Propaga el ruido sobre el desierto
Que suban a las alturas y acudan al festín
El caos será la patria.
¿Podrán ver el final de cerca?
¿Podrán leer la totalidad de los créditos?
Espero que la tierra los abrace
Entre su velo de parcas.
La muerte tiene un sitio especial para cada uno
Ahora la urbe adquiere la grotesca belleza de los escombros
Las palomas y los perros toman la iniciativa ciudadana
E ingresan a casas y centros comerciales
El eco de los humanos se oye a lo lejos
La fiesta apenas ha empezado,
Y todos han recibido invitación.
II
Cada átomo de mi organismo demanda
Un sorbo de entropía
Y un bocado de catástrofe
Pero afuera ya quedan menos visitantes.
Los simpatizantes del caos vuelven a ser amebas
Las calles vuelven a ser calles
Los humanos vuelven a ser humanos
Y los días volverán a pasar en balde.
Las sombras buscan otros cuerpos
Las olas otras playas
Y los pensamientos otra mente.
Las estrellas vuelven a su constelación
Y yo vuelvo a este oscuro diástole sístole
La fiesta ha acabado.
¿Dónde quedó la locura y el orgullo de las visiones de precipicio?
¿Dónde quedó ese gran agujero en el cual hundirse?
¿Alegre de sentirse gusano sólo por un instante?
No mires más hacia el mar.
Ya nadie busca sumergirse.
El caos será la patria.
Ocaso de metal
Las palabras apuntan al final de finales
Hierven mentes y corazones
El desastre se vuelve la norma
Hombres y bestias azuzan el fuego
Descalabro de la razón
Traición de la luz
Se cierne la noche sobre el páramo
Se hunden las naciones
Se demuelen las obras
Las hienas del poder muerden la carne
La materia se resiente
El mal se vuelve metálico
Y los profanos pagan su deuda
El diablo renueva temporada
La Tierra precipita la agonía
Tras su rostro, reflota el horror
El vacío nihilista, hambriento de furia
Falso Dios de este mundo
Carcelero de ilusiones
disemina la mentira, cual peste
sobre su imaginario oxidado
Ya no hay misión, ya no hay sentido
Los bastardos acometen su crimen
Ecos sin voz se estrellan contra el muro
Sombras sin sustancia
Revelan lo real
La sangre ardiente y el alma desnuda
Se cierne la noche sobre el páramo
Se destruyen los proyectos
Se asfixian las gargantas
Los buitres de la discordia rapiñan la carne
La materia se retuerce y se revuelve
El caos se vuelve ácido
Y los blasfemos (de toda laya)
Montan su teatro
El absurdo renueva temporada
El cielo se precipita a su agonía
Tras la máscara, reflota el horror
El vacío absoluto
De lo que no tiene nombre
Ocaso de metal, cae el conjuro
Sobre los enemigos de espíritu
Ocaso de metal, cae el hechizo
Sobre los parásitos de la conciencia.
Escatología, el luto de la última estación
Te turba el sonido de las serpentinas seculares
festejando el prematuro fin de un mundo.
La última de las fiestas se espera que sea divertida
y la virtud es el veneno de los incautos
que solo saben agradecer
aquello que procuran para sí mismos.
A ti te avasallan vates
a ti te inoculan luces
¡lo sabía! se nota en esas tempranas arrugas
En el tiempo que apenas consigues robar durante la noche.
A ti te asaltan de mañanas perdidas
ocasos perdidos que creímos cancelar
con una taza de café cargada de rabia
un fútil abrazo o un puñal por la espalda
antes de esperar a los mercenarios
sin verdad, sin aciago, sin ojos del corazón.
"Todo lo que te vuelve loco te vuelve vivo"
Era lo que decía mi progenitora, profética como nunca
Así veía cómo mi realidad pasaba a ser el filtro
de una lucidez inexorable y misteriosa
Sí, y así me sentía como un bastardo
ante un montón de estrellas tercas
tercas como la madre de las madres
de dolores de vejiga que aún no tienen nombre
de historias que no trascurren por miedo a tener sentido
y que garantizarían la épica insolencia
del estar siendo, del volverse, del querer volver
nada más que a la concha de otro sombrío caracol
que vive contradicho bajo la luz de un nuevo Sol
que alumbra tanto como hunde
y que alumbra tanto como huye.
Te turba el sonido de las serpentinas seculares
invocando el prematuro fin de un mundo
entonces repites: Todo lo que te vuelve loco te vuelve vivo
y todo lo que está vivo conocerá algún día la noche.
¡HÁGASE EL POLVO!
¡HÁGASE EL CAOS!
¡HÁGANSE LOS SIGLOS!