jueves, 15 de febrero de 2024

En lugar de "batalla cultural", término luterano, para más inri, es mejor hablar de "luchar por el imaginario", término incluso más poético. Según el amigo Pablo Rumel, la poesía sería la "filosofía de nuestro pueblo". Ahí estaría todo el imaginario, todo el sentir nacional que tiene una genealogía con la literatura hispánica. Así como los japoneses tienen el manga, los alemanes, la filosofía, los franceses y los italianos, sus pintores, en Chile deberíamos darle "como caja" a la poesía. He ahí la cuestión. Cada vez que veamos a alguien que se abandera con la política, si no sabe nada de poesía, debería ser defenestrado en el acto. "Si no sabe de poética, no sabe de política", ese sería el lema. Muy en contra de la República platónica, de cualquier forma.