jueves, 22 de febrero de 2024

La máquina anti reggaeton de Roni Bandini

Roni Bandini, el escritor y analista de sistemas argentino, conocido por crear verdaderas “máquinas literarias” inspiradas en obras de Mario Levrero, Cortázar y Borges, entre otros, creó un artefacto que detecta la música reggaeton y ataca el parlante Bluetooth que la transmite. Para crear el dispositivo, Bandini programó un modelo de IA con aprendizaje automático. Cada vez que detecta alguna nota equiparable al reggaetón, la máquina dispara unas ráfagas rfcomm y 12ping en contra el equipo que está reproduciendo la música. En definitiva, lo satura con señales para poder interferirlo e incluso apagarlo. Bandini probó su creación con el parlante de su vecino, que todas las mañanas lo despierta con reggaeton: “Pared de por medio, el dispositivo no llegó a desconectar el parlante, pero generó suficientes interferencias al punto en que el vecino cambió la ubicación del parlante”, afirmó, satisfecho de su logro.

Citas del libro Infinita, 1988

“Los libros pueden clasificarse de muchas maneras –comentaba Gabriele D’Annunzio. Pero solo hay uno que puede catalogarse de libro raro: es el libro prestado que ha sido devuelto”.


Una cita de Shaw, tomada de una de sus cartas, dice: “Me di cuenta una vez, años atrás, que las nueve décimas partes de todo lo que escribía no añadían absolutamente nada bueno a lo que se ha escrito ya. Decidí escribir nueve veces menos. He cumplido esta decisión y, a pesar de todo, las nueve décimas partes de todo lo que tengo escrito desde entonces, no añaden nada bueno a todo lo que se ha escrito ya en este mundo”.


Al saber que Miguel Angel, que le estaba haciendo una estatua, tenía el propósito de ponerle un libro en la mano, le llamó el Papa Julio II:


-No soy hombre de letras – le dijo-. Dejaos de libros y poned una espada en esa mano.


El crítico literario francés Sainte-Beuve fue retado a duelo por un periodista hace un siglo. Por lo tanto, cuando según la costumbre se le permitió la elección de armas, dijo a su opositor: “Elijo la ortografía… Estás muerto”.


Stendhal había publicado su libro “Del amor”. Un tiempo después pidió al editor noticias del libro.
-Infunde mucho respeto, por lo visto –dijo el editor-, pues nadie lo toca.


“La palabra se ha dado al hombre para que pueda encubrir o disfrazar su pensamiento”. Talleyrand.


Decía Talleryand que si algún autor le mandaba un libro, le escribía en seguida dándole las gracias. Y añadía: “Estoy seguro de que la lectura de su libro me causará tanto placer como satisfacción me ha dado recibirlo”. Le preguntaban por qué les escribía en seguida, antes de leerlo y no después, cuando pudiera darles una impresión del libro. Decía: “Es que así consigo una cosa muy difícil: quedar bien sin necesidad de mentir”.