miércoles, 3 de enero de 2018

"Todo Estados Unidos está al alcance de nuestras armas nucleares y hay un botón nuclear que siempre está en mi escritorio. Esta es la realidad, no una amenaza". Kim Jong Un

"¿Podrá alguien de ese debilitado y famélico régimen por favor informarle que yo también tengo un botón nuclear, que es mucho más grande y más poderoso que el suyo? y ¡mi botón funciona!". Donald Trump.

Al mundo no le queda claro quién ganaría el gallito nuclear. Los dichos de Jack Ripper en la película Dr Strangelove de Kubrick vienen como anillo al dedo: "En caso de duda, disparen primero y pregunten después".

Crocodile

Como me temía, el último sueño tenía relación con un episodio de la cuarta temporada de Black Mirror. Se sucedía una especie de cámara, dentro de un alrededor opaco, confuso, en el que se proyectaban algunos recuerdos aleatorios, tal cual ocurría en el episodio Crocodile. Detrás de esa cámara el tiempo no pasaba. Era un yo viejo. Proyectaba un escenario idílico en alguna parte austral. A continuación, una seguidilla de imágenes que daban cuenta de salidas nocturnas. Ninguna lograba distinguirse de la otra. 

Ya pasada esa serie, la visual miraba hacia el exterior desde una ventana en una habitación desconocida. Iba atardeciendo o amaneciendo, no podía saberse. Alguien estaba ahí adentro, acompañando la ocasión, o alguien venía en camino. Tampoco podía saberse. Lo único que sí podía reconocer era la creciente oscilación de la cámara de los recuerdos. Ninguno era del todo significativo, ni demasiado gráfico, pero sí lo bastante numeroso como para inducir al estupor. 

Conforme los recuerdos se hacían difusos, y la cámara se desconectaba, crecía el sentimiento de angustia. A medida que eso sucedía, se dejaba escuchar de lejos, quizá afuera o en la habitación próxima, el tema Mentira de La Ley. Al despertar, de manera abrupta, la pantalla junto al respaldo de la cama dejaba ver la página de Netflix, habiendo proyectado toda la cuarta temporada de Black Mirror, con un notorio mensaje de error al final de la reproducción. Un tímido haz de luz se colaba por entre la ventana, iluminando el error virtual.