viernes, 26 de abril de 2019

Qué cuático cuando aún en la calle gente del ambiente te reconoce por "poeta" (en circunstancias de que no he escrito nada medianamente decente en mucho tiempo. Como mucho, garabatos, borradores). Y qué loco cuando ex alumnos de la nada te recuerdan, pillándote en tal o cual contexto, y gritan: ¡wena profe!. Pero qué tierno, además, cuando los mismos amigos de siempre, los wnes de siempre, al reencontrarse contigo te saludan y siguen diciéndote: ¡wena qlo! Soy a un tiempo el "poeta", (¿lo soy? para ellos), el "profe" (¿lo sigo siendo? para ellos también) y, en última instancia, el amigo, el wn, el...