martes, 17 de septiembre de 2019

Terminé la última de Tarantino. Tenía razón: no trata sobre Manson, sino que sobre 1969. Sin duda, Sharon Tate (Margot Robbie) brilló como nunca en la película. Si bien el protagonismo no recae sobre ella, sino que sobre el decadente actor Rick Dalton (Leonardo Di Caprio) y su doble de acción (Brad Pitt), acaba capturando la atención con unas fotografías y unas tomas que rozan lo espectacular, sublimando lo que fue su vida, dignificando su figura. Aunque no está al nivel de su producción más entrañable, se trata de un íntimo homenaje a Hollywood, con la clásica mezcla tarantinesca: sarcasmo, pastiche, violencia pero también nostalgia, nostalgia de un giro feliz en la narrativa de los hechos.