lunes, 5 de noviembre de 2007

Poesía de Tres Mundos


Hipótesis:

“El encierro y la soledad contraídos en el niño son el reflejo de una época”.


En primer lugar, debemos aclarar que esta fotografía fue sacada del diario de 1992, “Pluma y Pincel”. El artículo en la que está inserta la foto es acerca de poesía de tiempos de dictadura, donde el título “Poemas de tres mundos” hace alusión a poetas en exilio, poetas presos políticos, e incluso poetas marginados, como el poeta mapuche Elicura Chihuailaf.

Con respecto a la fotografía en sí, podemos apreciar la figura de un niño con su cuerpo contraído, que además se encuentra entre los límites del marco de una ventana, la cual está entre la pared de lo que fue una casa en ruinas. La fotografía está en plano conjunto, la cual nos da una visión del objeto central que es el niño, y nos muestra a la vez el espacio inmediato que lo acompaña, el cual no presenta profundidad de campo, lo que nos limita aún más el espacio. Es un espacio reducido, contraído como el niño, y, en el fondo, esa sensación es la misma que transmiten los poetas en sus creaciones; sensación de encierro, de soledad, y, en cierta medida, de sentir coartada su libertad de expresión.

Lo que nos denota la fotografía es simplemente un niño sentado en unas ruinas, pero el sentido connotado, que se refuerza con el artículo, es el sentimiento de limitación, donde al estar descalzo el niño nos demuestra la falta de libertad, e incluso podemos tomarlo como una forma de censura; es quitar todo tipo de herramientas para el libre desplazamiento, en este caso puntual, el de las ideas. Los zapatos son aquella herramienta portadora de libertad, y, en este caso, se encuentran lejos de ser utilizados por el niño, porque este se encuentra demasiado retraído, sin la voluntad de mirar, de tocar o de sentir aquello. Los zapatos están a mano, frente al niño, pero a la vez están aislados el uno del otro; están opuestos, pero complementados con el epígrafe del artículo, ya que representan la esperanza, la utopía posible.

Podemos decir también que la fotografía presenta antonomasia, al presentar una situación generalizada de todos aquellos que estuvieron sometidos a la dictadura militar. En el fondo, representa un denominador común de aquellos opositores al régimen. La fotografía, al igual que los poemas, constituye la ventana abierta de aquellos personajes reprimidos bajo la causa de la represión..

El color de la fotografía acentúa el sentido que hemos interpretado en esta, donde el blanco, el negro y la escala de grises nos llevan a profundizar en la imagen triste y opaca de la situación que representa. En este caso, la fotografía nos lleva más bien a ver-hacer, ya que el fotógrafo invita al enunciatario a reflexionar sobre ella y su trasfondo histórico-cultural, viéndose reflejado en el artículo, pero apreciado también de manera indirecta en los códigos de la imagen.

La imagen en la fotografía, además, se nos presenta abruptamente, lo cual nos da muestra de lo que pretende el fotógrafo, que es centrar la significación en el claustro del niño. Aquí los objetos se encuentran frontales y medios, y dan una sensación de venirse encima nuestro. Cabe decir que el significado de la imagen se muestra tensa, en contraposición a la presentación de la imagen misma que se muestra de golpe, y no presenta mayor repercusión.

Para concluir con nuestro análisis, debemos acotar que el artículo funciona como un paratexto de la fotografía, ya que ayuda a complementar el significado connotado de ésta. Es el mensaje vicario que genera una suerte de significación recíproca.

Con tal derroche de significados plasmados en papel e imagen, el sueño lánguido de un niño que a la vez es la potencial madurez de un país, se cristaliza en pequeños paraísos, que a más de un soñador hará romper toda cadena, ya sea que venga desde su propio ser o desde una ventana desértica. De esa forma, cae desde el cielo la “utopía posible”, y rompe con toda necesidad de romper cadenas: ser libre, ser niño, ser uno.