sábado, 14 de agosto de 2021

Fui al cine arte a ver El padre. Brillante y conmovedora. Uno realmente mira a través del anciano Anthony (Anthony Hopkins), en un esfuerzo estoico por articular sus recuerdos, Así, conforme recuerda, también olvida, y el olvido pasa a formar parte de su memoria y vida entera. Su olvido y el olvido de los suyos para con él mismo. Repito: Brillante y conmovedora película.
Villegas habló sobre el libro The roots of evil de Christopher Hibbert, luego de versar sobre los “monstruos” de la historia. Resumiendo, declara que hay en todos nosotros un pequeño Hitler, un pequeño Stalin, un pequeño miembro de una horda linchadora (a veces no tan pequeño) que está esperando su oportunidad, y esa oportunidad histórica la puede generar (la genera, de hecho) el medio ambiente o, como se dice de forma siútica, la “coyuntura”. Por eso, recomienda Villegas, hay que vigilar nuestras propias odiosidades, nuestros propios resentimientos rumiantes, nuestros demonios internos, evitando que surjan las condiciones para que esos demonios broten, asalten a su “dueño”, salgan y dejen tras de sí una estela de terror.

Chile no existe

Hay un post publicado en un grupo de face llamado Tierra plana España, que sostiene la inexistencia de Chile y la calidad de actores de todos sus habitantes. Como era de esperarse, surgieron una cantidad impresionante de memes burlándose de esta aseveración. “Si es así, Piñera sería un bug en el sistema”, “España saqueó tanto que ya no somos nada”, “Tanto talento para actuar tenía que servir de algo”, “Eso saldrá en el próximo libro de Baradit”, “Fue inventado por los políticos de izquierda y derecha”. Algunos de estos memes circulan todavía, y van surgiendo más, tratando de demostrar de forma majadera la real existencia de esa entidad llamada Chile o ironizando a propósito de la propia afirmación sobre su hipotética inexistencia. En todo caso, Parra ya habría jugado antipoéticamente con la ontología chilensis, siempre visionario: Da risa ver a los campesinos de Santiago de Chile con el ceño fruncido ir y venir por las calles del centro o por las calles de los alrededores preocupados-lívidos-muertos de susto por razones de orden político por razones de orden sexual por razones de orden religioso dando por descontada la existencia de la ciudad y de sus habitantes: aunque está demostrado que los habitantes aún no han nacido ni nacerán antes de sucumbir y Santiago de Chile es un desierto Creemos ser país y la verdad es que somos apenas, un paisaje (aunque no plano, precisamente).