domingo, 8 de febrero de 2015

La musa del Cabaret Voltaire




Emmy Hennings, musa del Cabaret Voltaire, mítico espacio donde se gestaría el movimiento Dadá. Por ese entonces mujer de Hugo Ball, el fundador del movimiento. Siempre me pareció que las vanguardias (y de hecho cualquier tipo de propuesta política o anti artística) no serían lo mismo si no contaran con al menos un integrante femenino. En una tesis sobre Tristan Tzara recuerdo que leí algo así como que ella era el "motor emocional" (de las ideas nihilistas pero al fin y al cabo dominantes de sus compañeros). No es hasta hace poco que me di cuenta de su trascendencia en el dadaísmo, movimiento que otrora creía solo una gran carcajada violenta de tipos solitarios y desencantados con la decadencia del mundo europeo. Se proponían rebelarse contra los convencionalismos, en esos gestos de avanzada la figura de la inspiración se merma en pos de la espontaneidad. Era la musa bajando del pedestal: ya no el objeto, ideal o simbolismo poético, sino que la musa como estandarte del arte de la destrucción.