domingo, 23 de febrero de 2014

Necesidad de aterrizar en todos los aspectos de la vida (moderna): trabajo, amigos, familia, hambre, viajes, excepto en el del amor...se idealiza constantemente su objeto, motivación, deseos, a fuerza de distancia y de gravedad.... a medida que se escribe sobre ella, ya sea carta a una destinataria o una teoría sobre el corazón, el acto de inmediato amplía el ansia y prolonga la posibilidad, casi al unísono como en una operación musical.... parezco ese imán que mantiene en orbita el ente amoroso pero no lo atrae hacia sí, porque significaría el fin de la historia, el cese de la contemplación sentimental que cierra el ciclo y suspende la deriva de la escritura... (como que a medida que se escribe, la relación se ausenta, no quiere sino a fantasmas, a recuerdos, cadáveres, de mujeres que fueron, de ideas que se mantuvieron arriba, ideales sin demasiada sangre, héroes sin su cicuta temporal, como en mi caso, el desapego material y el desenfado de la ficción)