viernes, 16 de febrero de 2024

El retorno & rebelión de Gragko

¿Qué es Gragko?


Ha resultado ser un algo fortuito. Gragko se inició como una mera concatenación de letras en forma de seudónimo. Un seudo nombre que derivó posteriormente en un seudo concepto y en una etiqueta para la interioridad.

Gragko de por sí, en su aspecto sonoro, me sugiere un ruido seco y primitivo, algo a medio camino entre el silencio y la sordera. En su aspecto formal, representaba un nombre equiparable al de un ente oscuro, profundo en sí mismo, un verdadero agujero negro hecho entidad. Quizá -para ser menos abstracto- a una gárgola, un duende, un desconocido emperador romano o una alimaña extinta.

En suma, Gragko es, al mismo tiempo, la cerradura y la llave de la caverna poiética.

Fue así que una vez invadida por esta entidad, toda ella se vio sometida a ser parte de Gragko. Ella es Gragko.

Pero no crean en su omnipotencia. Me alivia el hecho de poder hallar las fronteras, los avatares que circundan el dominio etéreo de Gragko, las redes neuronales que lo mantienen enlazado aún a mi biografía. Previo a Gragko, la escritura ya tejía camino desde y dentro de mi fluido existencial. Lo recuerdo muy bien. Gragko, ese cuasi sonido y meta concepto, sólo nació como una excusa para desdoblarme y tantear el peso de la levedad, esa que desafía las leyes de lo cotidiano y lo natural. Sólo después acabó por expandirse como un anticuerpo poliforme hasta llegar a ser su principal mecanismo de defensa psicológico y el fundamento de su yo.

Gragko no es yo. Gragko ES. Ahí está. Está en ti. Es la trizadura del espejo, su reflejo roto. Lo no visto. Lo prohibido.

Gragko, entonces, puede entenderse como una entidad poliforme o informe, repleta de caos y destrucción, como el agente abstracto que subyace a la transgresión de las formas y la violencia de los fenómenos de la realidad, o simplemente como el hablante lírico que versa sobre todas y cada una de estas cosas.

Siempre impuro, nunca virtuoso.

Siempre negativo, siempre quebrando.

Eso es Gragko.



Preludio al drama de Gragko


En un lugar oscuro del planeta Tierra, no muy alejado de lo real, hay una entidad.
Una que, aunque se encuentra dentro de cada cosa, vive aislada.
Es la parte que más tememos y que no queremos ver.

Por la mañana, aterriza. A mediodía, mora.
Al anochecer, aparece, en forma de ser terrenal
desplegando su misterioso halo de energía.

En menos de una fracción de segundos, invade en el corazón de los mortales.
Una sarcástica onomatopeya, y enseguida eres testigo de su enfermedad,
que llegas a reconocer y poseer como tuya.

¡NO ES OTRO QUE SUS PROPIAS SOMBRAS!

Entonces es cuando comienza la odisea. Él, él es el espectador ahora:

-Me sumerjo entre las sombras para ver si puedo penetrar el umbral de las dimensiones. Siento voces, en esta ocasión aterrizo en un vasto espacio de la Tierra. ¡América será mi próxima parada!-.

Después del discurso del espectro, presentemos a los personajes que le suceden. Esta vez es un grupo, una tribu de seres jóvenes, en comunidad dentro de una extraña familia.

-Joven 1: ¡Ahora! Alcen todos sus vasos ¡Ahora! ¡Brindemos!

-Joven 2: Salud por los necesitados, los malditos.

-Todos: ¡VIVA!

Habla el espectro:

-Este momento es perfecto. Una escena perfectamente decadente-.

-Joven 3: ¿Quién hace tanta bulla?

-Joven 4: ¿Qué es todo esto?

-Joven 1: No importa, somos una comunidad.

-Joven 3: No te molesta si te pregunto ¿Cuál es tu reputación aquí?

-Joven 1: Soy una especie de celebridad en potencia, señorita.

-Joven 2: Oye, ven, parece que en la puerta hay alguien que te espera.

-Joven 1: ¿Quién será?

Cuando el misterioso joven camina hacia la puerta, una mancha de vacío se pinta en el camino. Abre la puerta:

-Joven 1: Señor, ¿Quién diablos es usted? De todos modos, entre, está bienvenido para disfrutar. Es toda una fiesta maldita.

-Espectro: Descuide ¿Sr. Bill?

-Bill: Con él mismo.

Enseguida se estrechan la mano, y ocurre un súbito apagón:

-Espectro: No se moleste. Vengo en busca de la joven de la casa. Está aquí, ¿no es cierto?

-Bill: ¿Para qué la quiere?

-Espectro: Preferiría no hablar de ello. Es un asunto delicado, privado. Es familiar. Con su permiso

El espectro procede a entrar en medio de la bulla. La fiesta se paraliza perpleja y luego se reanuda.

-Bill: Pero, ¿Quién será ese tipo? Rosa nunca me habló de él. Algo me está escondiendo.

Bill se queja:

-Joven 3: ¿Qué pasó?

-Bill: Nada, sentí como si muriera de repente. Tengo un mal presentimiento.

Mientras tanto, el espectro se abre camino a través del largo corredor, que da hacia la pieza de la Srta. El espectro está a punto de transformarse:

-Espectro: ¿Srta. Rosa?

-Rosa: Señor, ¿Quién es?

-Espectro: ¿Puedo pasar?

-Rosa: Sí, adelante.

El espectro se hace pasar por su novio:

-Espectro: ¡Soy yo, mi amor!

-Rosa: ¡Bill! ¿¡Qué te pasó!? Debo estar soñando.

-Espectro: No te emociones. Ahora déjame abrazarte y recordemos viejos tiempos. Aún es tiempo de cambiar.

La mira fijamente, a la vez que cae cautiva de un hechizo inexplicable. Ella repite ahora bajo un mantra:

-Rosa: Te acuerdas, te acuerdas de la última vez que hicimos el amor.

-Espectro: Gracias por las memorias. Éste es un momento muy interesante. 
De hecho, tú eres muy interesante.

-Rosa: Ven conmigo (se acerca llorando).

El espectro la abraza, con una sonrisa hipócrita.

Después de horas, ya se hacía muy tarde, y Bill (el real) notó que Rosa y el tipo aún no aparecían, así que se preocupó y fue a revisar las piezas de la casa, intrigado. La fiesta en verdad había sido un real desastre:

-Bill: ¡Rosa! ¡Rosa!

-Joven 4: ¡Bill! No crees que ese tipo...

-Bill: Sí, sí, lo creo, no le digas a nadie de esto.

-Joven 4: Bill, yo creo que debe estar en el baño.

-Bill: ¡Vamos para allá!

Bill, y su amigo, fueron rápidamente a investigar:

-Joven 4: Aquí, forcemos la puerta.

Cuando entraron, Bill encontró a su novia Rosa en la ducha, con llagas en las muñecas, clara muestra de intento de suicidio. Rosa procede a exclamar:

-Rosa: ¡Bill! Di que me amas. Di que me amas maldito. ¿Acaso crees que no me doy cuenta? Eres todo un hipócrita.

-Bill: Rosa, ya cállate, por favor.

-Espectro: (Abrázalo, abrázalo).

-Rosa: Si me quieres, puto, ahora, ¡demuestra tu amor!

-Bill: ¡No seas así! ¡No seas ingenua!

-Espectro: (abrázalo, abrázalo).

-Rosa: ¡Yo no diría lo mismo!

Y Rosa se acerca a los brazos de Bill, casi como en una entrega de pasión fatídica, y se abalanza contra él, hiriéndole de muerte:

-Bill: ¡AHHHHHH! ¡Qué me hiciste!

-Rosa: Jajajajajajaja, no sabes lo que dices, jajajajaja.

Los ecos macabros retumban en la sangrienta escena del horror. Ambos enamorados desfallecen.

-Espectro: ¡Demasiado por hoy! ¡Demasiada sangre! Me desaparezco por ahora (Risas malévolas)

Unos pocos minutos después, llegan a la escena concreta los amigos de Bill, a ver lo que sucedió, entre tantos gritos:

-Joven 4: ¿Qué sucedió aquí?

-Joven 3: Esto es obra de él, ¡de él!

-Joven 4: ¡No puede ser! ¡Están muertos!

-Joven 3: ¡Fue él!

El espectro, después de esta cruel escena de desengaño, se siente satisfecho.

Se esfuma en el umbral, el mismo por donde vino, en busca de más sangre y destrucción.

Tan fugaz como una tormenta, tan siniestro como el paso del tiempo,

tan macabro como el mundo del hombre, él es GRAGKO.

Y no es otro que sus propias sombras.

CONTINUARÁ






Gragkomania



Cazador de la memoria



El que expele la noche,


el que captura los recuerdos


en una botella encantada.


El que mata pensamientos como mata moscas,


dominará expandiendo su sombra


a todos los moradores del pensar.


Mueran los grandes sabios,


mueran sus cabezas parlantes


y linchen sus palacios erigidos sobre letras huecas.


Quemen sus libros y manifiestos.


Que así se difumine, que así se cante.


Él morará en umbral de cuentos de hadas,


mientras rapta a las magnánimas musas.


Beberá de su licor y explotará su embriaguez,


Su ingente matriz será suya propia.


Y su renacimiento,


Será otra vez como las palabras


O como el vómito de sus bocas.




Ratio del caos


Aquí viene la virulencia,


sobre cada huella de humanidad,


se propagará la entropía higiénica,


que acabará con el eterno desagüe


de la moral y la ética.


La agricultura del pensar


margina a su ovejero,


entonces, la lana del caos será trasquilada,


para tejer el velo de maya


que cautivará a los insectos filósofos.


Bajo la capa de unos 2000 años


se expondrán las vísceras del tiempo,


y la carne de la Vía Láctea


solidificará las almas en pena,


que sueñan riendo sobre vibraciones intempestivas


y la Tierra será el epitafio de todo paraíso.


Aquí viene la virulencia,


liquida ya la necedad y prostitución


de tapizar el cielo de quimeras,


cuando bajo el radio de Dionisio


se implora la potencia de la carne,


por sobre los verbos,


por sobre la paja de los templos,


por sobre el yo y la alegría del más allá.


Aquí viene el corazón del tiempo,


poniendo en marcha su incesante caos,


su fracción de todo y de ente.


Ahora serán el cuadro que retrate toda máscara.


¿Quién te hizo verdad, para decir: descubriré tu rostro?


Entre ellos y su síntoma hermenéutico


hay solo un suspiro de siglos


y carruseles de sudor.


Son la lírica de los malditos


cautivos del velo de maya,


la magnánima supra pangea.


La que prescinde de toda


dadivosidad del espíritu


está ya aquí en cada rincón


y compartimiento neuronal,


escrito con el fluido de un vicio


llamada historia.


Aquí viene la virulencia,


que cegará cada ojo de videncia y de ascetismo.


Nada, para siempre,


y la Tierra será el epitafio de todo paraíso.





Llave para el cosmos incierto



Todo quieto, cuando la logia sube a la cima.


Las estrellas en forma de pentagrama


indican las cinco direcciones


que toma la discordancia de los sonidos.


No te dejan salir…


Cierran las puertas,


Y no sabes lo que harás


Todo quieto, cuando el temor no pertenece a nadie.


El misterio en la antesala indica que esto


es una completa jungla,


que existe más de esa influencia ultrasónica

Desmembrante.


No se quieren callar…


Abren sus bocas,


Y no sabes lo que harás.


Todo quieto, cuando recortas las sílabas y vocales de tu nombre


Para tratar de sortear tu hueco en la fila de interrogados.


¿Cuántos años te tomará saberlo?


¿Darte cuenta que todo este tiempo


Han intentado robar la llave para el cosmos incierto?


Ahora no te dejarán salir


Ahora no se querrán callar.


Prepárate para lo peor.





Súper rayo final


En carga está su cabeza de bomba


capaz de apagar al Día y su reinado falaz.


Se arrastra así entre los peldaños de las sombras


que se crían en su cólera


y llega flagrante al existir en un portal.


La brecha entre el Sol y la Luna,


calor y frío, misericordia y coraje.


Su obra maestra está a puertas del menguante.


En la torre suprema del cielo eléctrico,


Se alimenta de frío,


Se alimenta de la Luna,


Se alimenta de lo salvaje.


Y no tiene dimensión porque es tabú,


es el mal, es la energía, es la mácula,


es la epidemia de la razón.


Sobre sus mundos objetivos y mentales


caerá el súper rayo final


de energía, de oscuridad, de hielo, de muerte,


arrasando sistemas, instituciones, entidades.


Y llega más rápido que la luz, flagrante al existir


¡No hay razón ni locura que se le compare!





Por siempre cero



Lo que los vivos añoran como vela al viento,


desaparece en cuanto lo nombran,


y no decanta pero quiere ser poseído.



Las sombras lo vigilan todo,


desde el oasis de aguas negras,


y cuando estés en el desierto de los desiertos


te darás cuenta de que vives


siendo sólo arena y olvido.


Lo opuesto, la cara inversa, prohibida, misteriosa.


Tus fuerzas consumidas,


tú consumido, vives siendo


un conjunto entre dos paréntesis,


y crees ser tú mismo ángel y demonio


cuando tu nombre apenas se distingue


entre los tantos ecos de tu caverna.


La lluvia cae y cae en el espacio,


Los soles lloran su promesa inmaterial,


haciendo de la luz un fugitivo que retorna a la concha.


Envilecida la piedra, inflamado el abismo,


el centro es lo que se excita de tanto tropezar.



Las aristas van de aquí para allá,


y crees armarte en medio de la oscuridad,


siendo que tú eres el miedo en persona,


todo lo que temiste, temes y temerás eres tú,


y buscas alguna salida de emergencia,


y caes sin presente, y lames el eje de las luces,


y es producto de tu imaginación,


que todo lo puede al ser pervertida,


al ser tocada en su punto de carne, su punto vital.


Y ya que esa, tu vida, no es más que un círculo,


hoy suspiras y aspiras el polvillo de pensamientos ajenos.


Todo cae como daga, deberías saberlo,


todo queda en 0.





Egregor



Piensas como quiere que pienses


A través del vacío de lo que celosamente amas


Y de lo que obtusamente conoces.


Aloja en la noche de las mentes


Evitando que una luz conspire en su intersticio.


Entonces sueñas con el sueño de la razón


Pero no hay monstruo allí que configure tu imaginación


Porque no hay un afuera de su pensamiento.


A medida que la calle se hace huella, y sus pasos delinean tu sombra


Se va abriendo una abertura, una abertura insondable


Por la cual conjura las maldiciones de lo desconocido.


Piensas como quiere que pienses


Así lee en tus ojos el nicho, la hondonada


En donde resbalan los espejismos de su propia visión


No puedes separarlo sin separarte a ti misma


Pero en cambio me invocas, creyendo así abstraerte


Y sublimar la totalidad del mundo que te rodea


Cuando no soy sino un remedo de tu propio deseo


Que es el deseo de lo que él mismo engendra


Indescifrable, ignoto hasta decir basta


Hasta decir la palabra y el silencio que nos regresará nuevamente


A la grieta del espejo de la cual venimos


Y de la cual germinó este prisma apasionante


Que no es otra cosa que la verdad quebrada


Ante sus ojos sin dirección.


Piensas como quiere que pienses


A través del vacío de lo que celosamente amas


Y de lo que obtusamente conoces.


Aloja en la noche de las mentes


Evitando que una luz conspire en su intersticio.


Entonces sueñas con el sueño de la razón


Pero no hay monstruo allí que configure tu imaginación


Porque no hay un afuera de este pensamiento


Y no hay ya totalidad que sueñe


Con el ocaso de su propia nada.

Dos poemas inspirados en el imaginario transhumanista impulsado por ciertas elites mundiales:

Nube de transhumanidad

Todos los seres humanos restantes después del Gran Reseteo
Caminan a través de las redes del metaverso.

Sus cuerpos desnudos, inyectados
Autómatas
Van subiendo a la nube de transhumanidad
alimentada por ondas milimétricas
y satélites enlazados al cielo, el cielo cuántico.

Nanoantena fractal en cerebro y cuerpo
Todos están conectados
Y todo se conecta con su existencia.

Controlada por usurpadores mecánicos
sometidos a una mente colmena
todos y cada uno de los seres
son llevados a la integración.

Y una vez que estén integrados
Que formen parte de la red mundial
nunca podrán salir
porque la realidad
será una con el sueño cósmico
porque cualquier intento por rebelarse
será consignado al agujero de la memoria
porque bajo la nube
solo habrá vacío
un basurero de infinita información
anterior al origen del tiempo.

...

En mis ojos post apocalípticos

Ya no quería hablar contigo
pero la puerta de materia peligrosa está dañada
y estás afuera llamando
haciendo demasiado ruido
y mi contador geiger
está dando vueltas y vueltas.

Tú eres todo lo que veo
en mis ojos post-apocalípticos.

La fusión del tubo de escape
deslizándose a través del blindaje
echa el gas, la bruma de la muerte
el mundo entero hace tiempo que se derrumbó
pero a ti no te importa
no te importa que haya solo chatarra.
Y venérea simulación.

Chispas golpean el arco de carbono
la lluvia radiactiva brilla en la oscuridad
y la quemadura nuclear arde.

Todos los engranajes encajan en la ranura
y una mancha en el suelo marca el lugar
la zona segura de la peste
y tú solo quieres contagiarme
porque amas la decadencia
porque tu espíritu eléctrico
será el orden nuevo.