domingo, 23 de agosto de 2020

En mayo, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos concedió permiso a la empresa Oxitec para producir los mosquitos macho Aedes aegypti modificados genéticamente, conocidos como OX5034. El Estado de Florida aprobó la liberación de millones de estos ejemplares para el 2021, con el fin de reducir el número de aquellos que portan enfermedades. Como consecuencia, agrupaciones medioambientales se manifestaron y firmaron una petición, denunciando que Oxitec estaba usando estados norteamericanos como laboratorio de pruebas. Todo esto, bajo el perenne escenario del coronavirus y en vías de las elecciones presidenciales reñidas por una crisis política entre demócratas y republicanos. Ahora resulta que el 2021 nos dará la bienvenida con una invasión de mosquitos mutantes, con un peligroso parecido al contexto esbozado en el capítulo Hated in the nation de Black Mirror, el cual mostraba cómo abejas robóticas concebidas para mantener a salvo el ecosistema luego eran hackeadas para fines oscuros. No quiero sonar conspiroparanoico, pero las coincidencias en la ciencia ficción son demasiado vistosas, y ya sabemos que en el fondo la ciencia ficción dialoga con un presente en potencia, una proyección de un espacio y un tiempo en ciernes.