miércoles, 31 de enero de 2024

“¡Libertad” Es mi suprema ambición. La libertad intelectual, el poder ser quien se es, el no sentir la influencia de nada exterior. Uno cree mil veces poseerla. Mas de pronto ve cómo vive de prejuicios, de ideas hechas. Todo nos impresiona y nos desvía. ¡Ser libre! No responder más que a uno mismo… ¿Lo lograré? Hoy sin ir más lejos, estando a bordo, lejos de Santiago, comprendo cómo allá vivía yo dándole importancia exagerada a mil pequeñeces que no debiera haber tomado siquiera en cuenta y cómo las grandes cosas me parecían del mismo valor que tales pequeñeces. Quien tenga siempre una idea clara de los valores de todos los hechos de la vida, como los tiene el pintor ante el natural, podrá ser libre. La falta de libertad interior es solo la falta de comprensión de los valores”. Juan Emar, Diarios de viaje.

martes, 30 de enero de 2024

"Recordar quiénes somos. Identidad y Tradición para resistir al Globalismo." Diego Fusaro

En el tiempo de la «noche del mundo» prevalecen, como horizonte único, visiones del ser instaladas en un realismo ingenuo y anegado de altas dosis ideológicas, que disuelven lo posible en lo existente. La ontología impuesta, la funcional a la clase dominante, está centrada en la intransformabilidad del orden de las cosas y, al mismo tiempo, en el primado del hacer técnico, que instrumentaliza los entes con vistas al aumento infinito de la voluntad de poder.

Como hemos intentado mostrar en Idealismo o barbarie (Ed. esp. 2018), la primera revolución consiste en el cambio del marco ontológico de referencia y, específicamente, en la variación del coeficiente de inevitabilidad. A la mística de la necesidad y al absolutismo de la realidad dada, o sea los dos principios ontológicos sobre los que se funda la hegemonía del polo dominante (según el teorema del there is no alternative), es necesario contraponer una ontología de la posibilidad histórica. Esta última debe estar basada en una concepción del ser no como un datum inmodificable, sino como historia y posibilidad, por lo tanto susceptible de transformación mediante el proceso de la praxis subjetiva organizada colectivamente.

De conformidad con la ontología sujeto-objetiva teorizada por el idealismo clásico alemán, el Objeto, lejos de ser res separata a la que el Sujeto debe adaptarse (adaequatio rei et intellectus), está siempre mediado por el Sujeto mismo: fatum non datur. Con la sintaxis hegeliana, es necesario pensar die Substanz als Subjekt, («la Sustancia como Sujeto«), el ser como mediado por el hacer subjetivo. En coherencia con estos fundamentos ontológicos generales, la realidad es un proceso en acto -con Hegel, Wirklichkeit y no Realität– y no coincide con aquello que simplemente “es”: más bien, es la suma de aquello que “es”, de lo que “ha sido” y de lo que, a partir de lo existente y de lo que ya ha sido, “podría ser”. Así, en lo que denominaríamos con Marx el presente «reino de los seres extraños a los que el hombre está subyugado», actuar significa apoyarse en la libre decisión de realizar las posibilidades inacabadas de la propia historia, transformando el pasado en yacimiento de virtualidades que pueden implementarse mediante el encuentro concreto entre la decisión anticipatoria y la praxis transformadora: con las palabras de Heidegger en Ser y Tiempo, «la decisión, que retorna sobre sí misma y se autotransmite, se convierte entonces en la repetición de una posibilidad de existencia transferida», revitalizada y puesta en tensión con el presente en el que se halla.

La repetición del pasado, en consecuencia, no es la ritual celebración de aquello que ya no existe, ni la estéril seducción ejercida por un pasado que se cree que puede volver como ya fue. Es, por el contrario, el gesto activo del transmitir y del rememorar las posibilidades preservadas en aquello que ha sido y que puede incubar múltiples posibilidades para el futuro: die Wiederholung ist die ausdrückliche Überlieferung, das heiBt der Rückgang in Möglichkeiten des dagewesenen Daseins, “la repetición es la transmisión explícita, esto es, el retorno a las posibilidades del ser-ahí-que-ha-sido-ahí”. De nuevo con la sintaxis de Heidegger, el Dasein (“ser ahí”) -tanto del individuo como de los pueblos- es síntesis de las tres dimensiones: del futuro del proyecto, del presente de la decisión y del pasado del origen. Y, recurriendo ahora a Hegel, es portador de la conciencia histórica y de la consciencia de la contradicción como raíz del ser.

Aún cuando sea diferente y, en ocasiones, inconmensurable respecto a la de Ser y Tiempo, la subjetividad puesta en cuestión por Hegel en las páginas de la Fenomenología del Espíritu tiene en común con aquella la temporalidad histórica en su triarticulación, asumida como fundamento mismo del ser en el mundo del hombre. El Sujeto hegeliano es, por su esencia, portador de una conciencia histórica progresiva. Conquista gradualmente la consciencia histórica de sí mismo como sujeto unitario, que se objetiva en la temporalidad según formas cada vez más racionales. Tales formas son, a su vez, concebidas en su auténtica naturaleza sujeto-objetiva de productos históricos, y no de talidad dada y presupuesta.

La concepción de la Sustancia como Sujeto, definida en la Fenomenología del Espíritu, implica que la Totalidad se dé como movimiento del propio desarrollo y que el Concepto se resuelva en la dinámica que lo hace volverse verdaderamente sí mismo; con la Fenomenología, «es el Espíritu mismo el que se mueve: él es el Sujeto del movimiento (er ist das Subjekt der Bewegung) y, a un tiempo, el movimiento mismo, es decir, la Sustancia a través de la cual pasa el Sujeto», que por tanto existe imprescindiblemente en la dimensión del tiempo y del devenir, o sea de su historia. Por eso, precisamente, el Espíritu es tiempo o, como precisa Hegel, erscheint der Geist notwendig in der Zeit, «el Espíritu se manifiesta necesariamente en el tiempo», como autoconciencia procesual y como una serie de objetivaciones prácticas.

Más allá de las evidentes diferencias, tanto el Dasein de Ser y Tiempo como el Sujeto comunitario de la Fenomenología del Espíritu, quedan igualmente “dados de baja” por la lógica de la flexibilización de las identidades coesencial al nuevo espíritu del sistema de las necesidades deseticizado y absoluto. El homo instabilis, cooriginario respecto al nuevo perfil antropológico precarizado, no puede decidir libremente puesto que, cada vez de forma más ostensible, figura como un peón externo y dirigido, considerado del mismo modo que todas las demás mercancías on demand. No tiene, hegelianamente, conciencia histórica y eticidad comunitaria, ni, heideggerianamente, temporalidad proyectual y rememorante. No puede disfrutar de una libre proyectualidad ek-statica dirigida al futuro, condenado como está a la vida precaria que, por su esencia, niega el fundamento mismo de la ek-sistencia como reivindicado trascendimiento del presente para alcanzar futuros deseados.

En fin, el homo instabilis posmoderno se ve privado de la memoria mnéstica y del propio arraigo histórico. La movilidad absoluta a la que está condenado lo vuelve desarraigado y desterritorializado, proyectado en la pura inmanencia ahistórica y aprospectiva del eterno presente flexible, del que es habitante nómada e inestable. Viene así deconstruida una de las bases fundamentales del Dasein, sea individual o colectivo.

El «yo global» del homo instabilis, privado de memoria y de tradición, queda por eso mismo mutilado de alma, si damos por cierto, como San Agustín afirma en sus Confesiones, que sedis animi est in memoria. Al mismo tiempo, se disuelve la esfera de la prospectiva y la dimensión mnéstica, es decir, la capacidad de rememorar la tradición e inspirarse en ella en clave proyectual («el yo es memoria«, recordaba Hegel). Sobrevive solamente la mens instans, como lo llamaba Leibniz, la «mente instantánea» incapaz de rememorar y de proyectar, de pensar y de imaginar, enteramente absorbida en la inmanencia cosificada del cálculo y del know how. La construcción de las identidades de los individuos y de las comunidades se sustenta siempre sobre la estratificación de las experiencias, sobre su sedimentación en la forma de la memoria. No existe identidad cultural en ausencia de memoria histórica. El hombre desarraigado se ve privado de conciencia histórica y vive, con una necesaria falsa conciencia, el tiempo de la acumulación flexible como destino natural y eterno. “La ahistoricidad de la conciencia es la mensajera de un estado estático de la realidad”, como señalara Adorno.

La planificación ek-sistente desaparece y, con ella, es negado por la barbarie tecno-nihilista el humanismo de la civilización clásica, expresado, por ejemplo, en el Brutus (§ 257) de Cicerón: non quantum quisque prosit, sed quanti quisque sit poderandum est.

Se trata, mutatis mutandis, de la misma distinción establecida por Kant, en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785), entre precio y dignidad: aquello que tiene precio -explica Kant– puede ser intercambiado por su equivalente, mientras que lo que no tiene precio, al no tener equivalente, es aquello que posee sólo dignidad.
María Carolina Geel, luego de dispararle a quemarropa a su ex pareja y matarlo, frente al Hotel Crillón, afirmó, tras ser interrogada por su crimen: “Los actos nacen con una”.
Decía Karl Marx: "Nuestra tarea es la crítica despiadada y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos". Y, al parecer, algunos antiguos amigos de la Universidad, "picaos a soviet", se lo tomaron demasiado en serio. 

lunes, 29 de enero de 2024

María Luisa Bombal: una obra, un crimen (mini artículo)

Cuentan que la escritora María Luisa Bombal protagonizó un baleo en pleno centro de Santiago. Era 27 de enero de 1941. A las 5 de la tarde, la Bombal salió del café del Hotel Crillón, vestida con un elegante vestido blanco de seda. A lo lejos, vio cruzar a su ex amante, Eulogio Sánchez, con otra mujer. “Sinvergüenza”, le gritó. Entonces sacó una Mauser 4 milímetros y le pegó cuatro veces, hiriéndole el brazo, en un frustrado intento de homicidio. Algunos testigos dijeron que después de balear al hombre, la Bombal gritó: "¡Soy la única culpable"!

Años antes, Eulogio habría roto con la Bombal, motivo por el cual ella incluso intentó quitarse la vida con un arma encontrada en el departamento de su propio amado. Mucho después, se enteró que este se casó. Entonces la Bombal, dispuesta a todo, se propuso acabar con él, para vengar su corazón herido. Por este hecho, la escritora fue condenada a cuatro años de cárcel, pero finalmente consiguió ser absuelta, ya que Eulogio retiró los cargos en su contra.

Tras esta calamidad, nunca más volvieron a verse. A la Bombal le preguntaron una infinidad de veces por ese sangriento episodio. Sin embargo, ella siempre se negó a hablar. Siempre dio respuestas vagas hasta callar y guardar silencio de manera definitiva. “Al matarlo, mataba mi mala suerte, mataba mi chuncho”, confesó tiempo después.

En 1947, más de seis años después del balazo a su ex, la Bombal escribió una novela inédita llamada "Casa de niebla". Y se iniciaba con una advertencia: "No habrá asesinato ni asesino, pero sí existirá un crimen". Según dicen, en la novela la protagonista habita una mansión en la que mora un fantasma. El misterio sobre un crimen intenta ser revelado, y ese misterio dice relación con un adulterio que acaba impune.

¿El de su amor? ¿El de su sueño?

¿Será que la Bombal le disparó, en clave onírica, a la literatura realista de la época? ¿No serán las letras una sublimación de sus pasiones y de su crimen?

“¿Por qué es usted tan trágica?”, le preguntó un profesor de francés a una Bombal de 18 años, luego de leer su cuento. "Era la imaginación que se adelantaba a lo que yo era", señaló años más tarde, al recordar la anécdota.

Ella, la "madrina del realismo mágico", "fundadora del gótico", la "madre de todos los escritores latinoamericanos contemporáneos", según Carlos Fuentes, había hecho de la literatura su propia sueño nebuloso y de su escritura un fulminante y despechado disparo contra los esquemas estancos de una realidad ortodoxa.

El psicólogo Daniel Benavente, perito de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, hablaba de que, en la actualidad, existen varios “apartheid” simbólicos, consecuencia de una sociedad polarizada que idealiza a unos y devalúa a otros, bajo una lógica tribalista. La falta de matices, el sesgo confirmatorio, la ofensa, la escasez de reflexión, de empatía y de aprendizaje, en síntesis, la ausencia de inteligencia emocional, constituyen síntomas de una enfermedad que se expresa en el plano de la cultura. Así, el sistema límbico promueve el favoritismo; el cerebro reptil, promueve la violencia visceral ante la intolerancia; y el neocórtex, sin su capacidad reflexiva, acaba proyectando una visión bidimensional de la realidad, selectiva. Supe sobre las reflexiones del psicólogo en un seminario que dictó llamado "Bomberos Emocionales, el paradigma del Equilibrio Social”. La cuestión esbozada por él entronca perfectamente con la idea de la atomización del individuo en un marco de relaciones cada vez más líquidas como huella de la posmodernidad, aunque también se relaciona con la existencia de grupos con posturas monolíticas, el fenómeno de “barra brava” vivido en lo social durante los períodos álgidos de los procesos políticos chilenos del último tiempo. Se vivenció en carne propia el grito de la “patota” en contra del adversario político, la neutralización del otro en los enfrentamientos discursivos y los ataques personales cada vez que fulgía el disenso legítimo frente a tal o cual tema. Me pregunto hasta qué punto este fenómeno analizado de manera certera por un perito tiene un alcance en cada uno de los aspectos de la vida en comunidad y permea inclusive la orgánica misma de las instituciones no solo a nivel nacional, sino que global.
Jon Fosse: “Una persona normal no se pasa la vida escribiendo, no lo haces si estás integrado”

jueves, 25 de enero de 2024

Volví sobre un fragmento a una entrevista hecha a Fabián Casas hace más de trece años y le encontré toda la razón. Sus dichos se complementan con lo que piensa hoy por hoy, es decir, "hay que leer de todo, no ser irrespetuoso con ningún autor o autora". En resumidas cuentas, tomando las propias palabras de Casas, no se puede pretender que tu gusto sea una regla universal, no se puede avanzar espiritual ni técnicamente si se sigue con los prejuicios de no leer a tal o cuales autores, simplemente porque no me simpatizan. Hay una parte de una entrevista reciente que la encontré genial, en donde Casas se explaya sobre William Burroughs, y lo describe como un horror de persona, pero un tipo con una gran inteligencia. Lo acaba asociando con la "derecha psicodélica". En definitiva, un desastre, un gran escritor:


"El protagonista de “Ocio”, al igual que tú, alucina con escritores de derecha, como Céline.

-Los escritores de derecha siempre escriben mejor que los de izquierda. La izquierda es más pedagógica mientras que a la derecha no le importa nada. No es que reivindique sus ideologías, pero su literatura paradójicamente me parece mucho más revolucionaria que la de izquierda.

Ezra Pound, por ejemplo.

-Céline, T. S. Eliot, Pound, todos cracks de la derecha. Cuando chico pensaba que Ezra Pound era mujer. Después me enteré que no, y que era fascista. Eso no me interesa. Prefiero quedarme con todo lo que hizo sobre el lenguaje, su teoría literaria, sus poemas, que me parecen hermosos.

Y de los escritores fachos actuales, ¿tienes alguno predilecto?

-Vargas Llosa me parece un escritor descomunal, un crack, increíble. Y es de ultraderecha. Bolaño también tenía una fascinación por la derecha. Está todo el tiempo escribiendo sobre ella.

La cultura tiende a pensarse como algo que le pertenece más a la izquierda.

-¿Quién piensa eso?

Al menos acá en Chile…

-Pero si en Chile todos los escritores que conozco son de derecha.


¿Por qué lo dices?

-Es un poco irónico. Pero la izquierda siempre intenta ser más didáctica."




Fabián Casas en entrevista [artículo] / Macarena Gallo. The Clinic (Revista : Santiago, Chile)-- no. 406 (ago. 11, 2011)

miércoles, 24 de enero de 2024

La teoría de juegos

La teoría de juegos es una rama de las matemáticas que se ocupa principalmente de la toma de decisiones. Gracias a sus características, se aplica a todo tipo de situaciones en las que se plantea un conflicto donde los contendientes tienen que tomar las decisiones más favorables a sus intereses sin conocer las que tomarán sus adversarios. Es indudable que quienes ejercen el poder en el planeta son adictos a lo que se denomina "juegos de suma cero", en donde siempre hay "un otro" de perdedor. La vida es un juego de suma cero. La vida es un juego en el que siempre habrá un ganador y un perdedor.

Un multiverso imposible (ejercicio de ficción)

Pensé en un multiverso imposible, una línea cronológica sin asidero: Enero 2020. Lanzo mi libro Rinconada. Crónicas del adentro y del afuera en la Feria del Libro de Viña. Luego, el libro se reedita. Todo sigue su curso natural. Los lectores siguen leyendo lo que seguían leyendo. Se continúan lanzando libros en los lugares en que solían lanzarse. Se sigue juntando la gente con aquellos que se solían juntar. Sigue habiendo "mambo" en las calles. La pandemia ocurre, de todas formas.

De pronto, todos desaparecen. Todos se refugian en sus casas. Todo se detiene. Pero algo ha cambiado. El eje geopolítico de fondo ya no es el mismo. Algo los hizo cambiar de parecer. Ya no abogan por cambiar la constitución, sino que por defender la soberanía nacional. Ya no buscan leerle poemas al político de turno, prefieren pegar, libro en mano, un grito en el cielo, por las esquirlas del "estallido".

Intrigado por el fenómeno, investigo, tiempo después, sobre un concepto llamado "globalismo" y leo el libro de un autor llamado Alexander Dugin y su Teoría del Mundo Multipolar. El eje de lucha había cambiado de manera drástica. Bisagra de una nueva década. Nada había sido del todo espontáneo. Había mucho de insurrección política en el asunto. La vida literaria conocida hasta ese momento, se había vuelto, por ende, la proyección de un deseo frustrado por las circunstancias.

Borré la bandera negra de mi imaginario. Boté algunas cartas a la basura. Intenté reescribir la crónica, pero entendí que los recuerdos perseveran, cual fósil prehistórico, en la memoria y, a riesgo de invocarlos, se transforman en la ficción del mañana.
Paradojalmente, criticar al capitalismo y culpar al sistema de todo -arte y literatura mediante- es lo que más vende y lo que está más aceptado entre los exponentes que, confirmada tu postura, te recibirán con los brazos abiertos entre los suyos, a cambio de contactos, carrete, mucho carrete y jugosos beneficios.

martes, 23 de enero de 2024

Fernando Savater, tras su despido del periódico El País: "Ahora lo normal es ser progre, el resto es Jack el Destripador"

Enfermedad X

Tras la pasada pandemia, los líderes de la OMS se reúnen de nuevo para conversar sobre la “Enfermedad X”, una hipotética enfermedad que pudiera aparecer a futuro y que pudiera ser más letal que el coronavirus. De inmediato, se gestó la alerta entre los conspiranoicos que, hasta el momento, han tenido mucho de razón, toda vez que el famoso corona sí salió de un laboratorio e incluso un estudio de científicos japoneses afirmó, con pruebas, que todas las variantes del covid 19 bien pudieron haber sido creadas por el hombre ¿con qué fin? Eso queda sujeto a interpretación, cada cual más especulativa. La cuestión aquí es que si se comprueba esa posibilidad, estaríamos pasando a otro nivel, porque el diseño y el experimento del virus podría perfectamente haber sido un “plan piloto”, algo preliminar en vista de algo muchísimo más jodido.

Los medios oficiales alegan que han vuelto al ataque los conspiranoicos al hablar de una “nueva plandemia”. Pero no toman en cuenta que la publicidad de la OMS tampoco ayuda mucho a disipar los miedos y las tensiones. Es cosa de leer el apelativo de Enfermedad X para remitirnos a la programación predictiva que ya se ha inyectado en películas de corte apocalíptico al respecto, tales como Virus X del 2010 o la mismísima saga de películas basadas en el ya clásico Resident Evil. Hay un pánico inconsciente en la población, traumada por el impacto del último encierro mundial, o bien hay una operación velada de parte de las elites para inocular el pensamiento paranoico, pretendidamente preventivo, ante la aparición de futuras calamidades.

Se sabe que la OMS se ha valido del virus para justificar su existencia, mejor dicho, para justificar el salario de quienes la integran, y así volver a liderar el ranking de las entidades más inútiles y megalómanas del último tiempo, que cuestan una enorme cantidad de plata y que nadie, a ciencia cierta, sabe para qué existen. Sin embargo, las naciones y cada uno de nosotros tendrá que seguir debatiéndose por su cuenta, entre un mal conocido y un mal por conocer, porque, si fuera por eso, cualquiera podría hacerse de un nombre, autodenominarse “experto” y describir posibles hipotéticos escenarios desastrosos, sin una garantía absoluta, solo con el suficiente poder económico para instalar ese escenario en la mente y en el corazón de los ya hipocondriacos ciudadanos.

El video de Damon Imani en el Foro de Davos

Ha circulado un video de un hombre increpando e insultando a Klaus Schwab y a todos los presentes en una reunión anual del Foro de Davos. “Y agradezco que el foro me dé la oportunidad de estar en este escenario y de decir ¡vete a la mierda Klaus Schwab y vete a la mierda con tu nuevo orden mundial! Nosotros, el pueblo, nacimos libres y seguiremos siendo libres. Y usted y todos sus amigos globalistas, incluidos todos los de esta habitación, se pueden ir a la mierda’”. Habría dicho el ponente en esa reunión.

De inmediato, el video se viralizó, sobre todo, en las redes sociales de “anti globalistas”, “personas de la resistencia”, “disidentes al Nuevo Orden Mundial”, y “patriotas soberanistas”. Sin embargo, el propio ponente señaló que se trata de un video satírico creado con IA. El hombre responsable del material se llama Damon Imani y es un creador de contenido. “Debato y creo videos sobre cosas que se supone no debo”, afirma en su perfil oficial de la red X.

Cabe subrayar que Imani se referió a dicho video como una “sátira cierta”. Es decir, que, más allá de la ficción de su contenido, las cosas que allí dijo sí coinciden con lo que él realmente piensa respecto de Schwab y su gente del foro. Muchas páginas verificadores de fake news salieron a comprobar la veracidad de la información, y se apresuraron en indicar como falso todo lo que allí salía, sin considerar que la intención de Imani nunca fue esa, sino que representar una situación hipotética, a la cual él, de seguro, podría adherir.

Entonces, tenemos, por un lado, que las posibilidades de denuncia y de creatividad de la IA son fascinantes, porque puedes editar prácticamente cualquier cosa para hacerla parecer real y crear consciencia. Pero también tenemos que, por otro lado, los mecanismos y algoritmos de la IA perfectamente pueden ser usados para falsear la realidad o recrear hechos o situaciones que nunca ocurrieron con un fin perverso. O, derechamente, engañar a gente que se proyectó en Imani, en su representación virtualizada, porque le daba forma audiovisual y cinematográfica (inclusive) a una postura sostenida por aquellos que ven en el Foro de Davos el máximo exponente del corporativismo global e incluso la plataforma política por excelencia del globalismo internacional.

Aquí sí se cumpliría la críptica frase de Baudrillard, oráculo de la simulación posmoderna: “El simulacro no es lo que oculta la verdad. Es la verdad la que oculta que no hay verdad. El simulacro es verdadero.” Era, en una reformulación del dicho, demasiado cierto para ser real.

En el centenario de la muerte de Vladimir Lenin. "Historia secreta" del líder ruso.

En el centenario de la muerte de Vladmir Lenin, dirigente de la Revolución de Octubre, fundador de la Unión Soviética, cito este fragmento del libro de Antony Sutton, “Wall Street y la Revolución Bolchevique”, muy revelador respecto a la "historia secreta" detrás del líder ruso:

“En el interín, dentro de Rusia la situación económica se había vuelto crítica y la inevitabilidad de un abrazo con el capitalismo comenzaba a alborear para el Partido Comunista y sus planificadores. Lenin cristalizó esta conciencia ante el Décimo Congreso del Partido Comunista Ruso: Sin la asistencia del capital nos será imposible retener el poder proletario en un país increíblemente arruinado en el cual el campesinado, también arruinado, constituye la amplia mayoría – y, por supuesto, a cambio de esta asistencia el capital nos exprimirá con cientos de porcentajes. Esto es lo que tenemos que entender. Por lo tanto, o bien este tipo de relaciones económicas, o nada…

(…) En la mente del lector debe haber surgido la pregunta de: ¿fueron, por lo tanto, estos banqueros también bolcheviques encubiertos? No. Por supuesto que no. Los financistas no tuvieron ideología. Sería cometer un grueso error de interpretación presuponer que la asistencia a los bolcheviques estuvo motivada ideológicamente en cualquier sentido estricto. Los financistas estaban motivados por el poder y, por lo tanto, apoyaron a cualquier vehículo que les ofreciese un acceso al poder. Trotsky, Lenin, el Zar, Kolchak, Denikin – todos recibieron ayuda, en más o en menos.”
Hay un cierto grado de satisfacción masoquista en reconocer que mientras más calamidades se vivan, más material hay para la escritura.

lunes, 22 de enero de 2024

Comparto con ustedes un fragmento narrativo de otra posible novela, una reimaginación de mi proyecto de novela romántica existencial. Quizá se trate de uno de los proyectos más arriesgados. Lea con confianza.


DE LA VIDA TE VAS


22/10/23
El tintineo de las teclas resonaba en la pequeña habitación donde Ángel se sumergía en el misterio de su nueva novela. Sin embargo, aquella noche, las sombras del pasado arrojaron un oscuro velo sobre él.
Mientras Ángel escribía, una llamada lo interrumpió. La voz al otro lado del teléfono, áspera y urgente, era la del inspector Galindo, un viejo conocido de los días en que Ángel aún se sumergía en el periodismo de investigación.
—Ángel, necesito que vengas a la comisaría. Hay algo que necesitas ver —dijo el inspector, con tono grave.
Intrigado, Ángel se apresuró a vestirse y salió al centro. Al llegar a la comisaría, el inspector lo condujo a una sala donde un tablero repleto de fotografías y documentos descansaba bajo la luz tenue. Entre las imágenes, Ángel reconoció a una mujer que lo dejó sin aliento: Judith
—¿Qué está pasando, Inspector? ¿Por qué tiene fotos de Judith aquí? —preguntó Ángel, su voz apenas un susurro.
El inspector le explicó que Judith había sido encontrada muerta en circunstancias misteriosas. Las sombras de la tragedia se cernían sobre la ciudad y Ángel se encontró atrapado en una red de intrigas que amenazaban con desentrañar su propio mundo.
Decidido a descubrir la verdad detrás de la muerte de Judith, Ángel se sumergió en la investigación, desentrañando los hilos de un oscuro pasado que ella había guardado celosamente. Cada rincón se convirtió en una pista, y cada rostro conocido se volvía sospechoso.
Entre calles adoquinadas y callejones sombríos, descubrió conexiones entre la vida de Judith y oscuros secretos que se remontaban al período previo al 18 de octubre de 2019.
El misterio de la muerte de Judith se entrelazaba con la trama de su propia novela, y mientras las sombras del pasado se disipaban lentamente, Ángel comprendió que la verdad podía ser más oscura y retorcida de lo que jamás hubiera imaginado.


Cinco años atrás.
22/10/19


La noche caía, pero no traía consigo la calma. En el rincón oscuro de un café, Ángel y Judith se encontraron, pero no como los amantes que danzaban entre las sombras, sino como dos adversarios enemistados a muerte.
—No puedes seguir evitando la verdad, Ángel. Di la verdad. —dijo Judith, con mucha frustración.
Ángel frunció el ceño. La atmósfera vibraba con la electricidad de la discusión, como si las sombras que los rodeaban hubieran cobrado vida.
—¿De qué verdad me estás hablando?-
Judith soltó un suspiro.
—Esta farsa, Ángel. No se puede continuar así. No es vida. Tenemos que enfrentar la verdad-.
Ángel se levantó de su silla con un gesto brusco. Su expresión de frustración reflejaba la tormenta interna que lo consumía.
—¿Y qué esperas que haga, Judith? ¿Que lo revele todo? Estás loca.
La poeta levantó la mirada. Sus ojos chispearon con una mezcla de dolor y desafío.
—No te estoy pidiendo que confieses todo, pero esta fachada nos está destruyendo. Mi vida se está yendo a la mierda, entiende. Y tú no puedes seguir haciendo como si nada, hueón.
Las palabras resonaron en el café como un eco discordante. Los clientes cercanos se sumergieron en sus propios murmullos, inconscientes de la tormenta que se libraba.
—Esto es lo que soy, Judith. No puedes pedirme que renuncie a lo que soy —replicó Ángel, obstinado.
Judith se puso de pie. Su figura tembló bajo la presión.
—No te estoy pidiendo que renuncies, Ángel. Te estoy pidiendo que enfrentemos la verdad juntos, incluso si eso significa perderlo todo.-
La discusión continuó, sin aparente fin. En aquel rincón, entre sombras y gritos, Ángel y Judith se enfrentaron a la encrucijada de sus emociones. El café, testigo mudo de su conflicto, envolvió las palabras no dichas, las lágrimas no vertidas y los demonios que, por un momento, parecían querer liberarse.
...
Mientras seguía el conflicto, un crimen se gestaba en las inmediaciones del Almendral.
Esa misma noche, en una calle lateral cerca del café, el inspector Galindo, tras seguir una pista relacionada con el pasado de Judith, descubrió el cuerpo de un hombre desconocido. El rostro estaba machacado, y un papel arrugado con un mensaje críptico yacía cerca de la escena del crimen.
El mensaje decía: "Veritas Omnia Vincit".
Ángel y Judith, ajenos al descubrimiento del inspector, continuaron su búsqueda personal.
Días después, mientras Ángel seguía explorando pistas entre versos y anotaciones de sus libros, el inspector Galindo llamó a su puerta. La expresión seria del inspector y su tono grave indicaban que la verdad que ambos amantes temían enfrentar había llegado.
—Ángel, necesito que vengas a la comisaría. Hay algo que debemos discutir —dijo el inspector, consternado.
En la comisaría, rodeados de fotografías y documentos, Ángel y el inspector se enfrentaron a una revelación impactante: el hombre asesinado era un antiguo editor de Judith
...
Judith soltó una risa amarga, como si la ironía de la situación se desplegara ante sus ojos.
—Ángel, siempre fuiste un espectador, un observador inocente que creía en la magia de las palabras. Pero Valparaíso no es lo que crees-.
El detective intervino, tratando de desentrañar la verdad ante la acusación.
—Judith ¿estás sugiriendo que Ángel ha sido arrastrado por circunstancias fuera de su control?
Ella se levantó. La expresión en su rostro revelaba una mezcla de dolor y determinación.
—Ángel ha sido testigo de lo que Valparaíso quería que viera. Pero, al igual que yo, ha sido manipulado por fuerzas que se ocultan detrás de una fachada literaria.-
Ángel, confundido y herido, buscó respuestas en los ojos de Judith, pero encontró solo un abismo lleno de desconfianza.
—Si hay algo que debas decirme, hazlo ahora. No podemos vivir en las sombras para siempre —exigió Ángel, agitado.
Judith se volvió hacia la ventana y miró por un momento al exterior, bajo un atardecer implacable
—Ángel, hay verdades que nunca podremos entender. Valparaíso nos ha marcado desde siempre. Quedamos a la sombra, quiltros, sin metafísica. Lo que queda de nosotros es solo la intuición de un oscuro desenlace.
—¿Pero cómo pudiste formar parte de esta mierda? ¿Que sacabas con ser parte de la conspiración? — se cuestionó Ángel.
Judith, seria, dio vuelta la mirada, otra vez.
—¿Y acaso tú no eres parte de la conspiración acaso? No tienes idea, Ángel. La literatura no es un juego, es un campo de batalla.-, le dijo a Ángel.
Ángel la miraba extenuado.
-A veces, para ganar la partida hay que sacrificar algunas piezas en el tablero. Con nuestro sacrificio ganaba todo Valparaíso-.
—¿A qué te refieres, Judith, con que todo Valpo ganaba? Los únicos que ganaron fueron nuestros verdugos en las sombras-.
Judith le observó con una mirada repleta de incertidumbre.
—Valparaíso es un poema inacabado, Ángel. Nuestras vidas fueron la materia prima . Pero ten cuidado, porque la verdad que ansías te puede dejar sin palabras-.
El sueño se desvaneció lentamente. La plaza, que había sido testigo de muchos dramas, ahora se sumía en el silencio nocturno.
Judith, con la mirada fija en Ángel, se le acercó.
—Ángel, tus palabras pueden ser convincentes, pero las sombras que te rodean no son simplemente material para tus textos. Hay verdades que no puedes eludir —replicó Judith, sosteniendo un ejemplar de su primer libro en la mano.
-Léelo de nuevo y date por enterado-, repitió ella. Le entregó el libro, aquel viejo libro a Ángel, una vez más. Al hojearlo, le indicó una página específica. Había unos versos ilegibles. Decían: "De la vida te vas, y de la muerte no vuelves".

Un paseo por las "okupas" del centro de Valparaíso

Hoy pasé frente a la que era una casa okupa en Avenida Colón con Rancagua. Ahora luce un terreno baldío. Todo quien haya vivido ahí recuerda bien aquella edificación de tres pisos en la que se dejaban ver muñecas colgando de las ventanas, algunas sin partes del cuerpo, un evidente deterioro y suciedad junto a la inscripción de símbolos que remiten a la magia del caos.

Nunca conocí a nadie que haya habitado esas casas pero, a juzgar por la simbología, se puede decir que practicaban la idea de que “no hay moral, no hay dogma, no hay reglas” tan propia de la magia del caos que, a su vez, remite a las ideas de Austin Osman Spare y el Kia. Hay una evidente inspiración de ese anarquismo nihilista “a la porteña” en la visión caoísta e incluso en la premisa crowleyana de “haz lo que quieras será tu única ley”.

Los símbolos hablaban por sí solos, y lucían la filosofía del pandemonio que en aquellas casas se gestaba, a costa de los vecinos, en su mayoría, gente mayor o gente trabajadora que tenía que soportar los efectos disonantes de los carretes desenfrenados que allí se pegaban los “okupantes”, muy sueltos de cuerpo en su premisa de tomarse casas abandonadas para desplegar allí, a diestra y siniestra, su espíritu tanático y su disolución travestida de arte y de consciencia.

De todas formas, ver un puro vacío allí donde antes había una casa ocupada por jóvenes nihilistas amantes del caos me produjo una nostalgia salvaje, nostalgia por aquellos años en que yo también profesaba ideas similares, de la mano de viejas amistades de la carrera de Castellano de la Universidad Católica. La idea de la toma se había vuelto la tónica de moda entre los más radicales, de hecho, la toma del Gimpert del 2011 fue, a su manera, una okupa, solo que sin los símbolos del caos. Lo que sí tenía era muchas referencias a Marx y a Tiqqun, muchos de sus símbolos, repetidos hasta el hartazgo, como una forma de argumentar ideológicamente lo que, a todas luces, era un despropósito.

Nunca fui punki, ni menos un revolucionario asambleísta. Lo mío era más bien el rock y el metal, la sofisticación intelectual, no la anarquía, pero hubo, de pronto, algo que me remitió a aquellos años de desenfreno, un cierto utopismo distópico, alentado por la rebeldía de la edad, unas cuantas decepciones vitales y unas pocas lecturas apresuradas de Nietzsche, como suele ser en los primerizos que se fascinan con el pensador del martillo.

Pero ¿hay más casas okupa en Valparaíso? Hasta donde yo sé, hay muchas otras, aunque solo conozco por fuera la que está ubicada en Yungay entre Edwards y Carrera. Afuera de ella se deja leer, con un gran grafiti: “No más gente sin casa, ni casa sin gente”. Los que allí “okupan” llevan muchísimos años en lo que llaman “resistencia” y tienen un taller de arte, el TIAO. Según se cuenta, hacen talleres de cine, danza, tocatas, entre otros oficios. La fachada del edificio, que era del Arzobispado de Valparaíso, no tiene símbolos del caos, como el otro Okupa, y al parecer aquí sí que habría, al menos, una propuesta colectiva y comunitaria, más allá de la mera “demolición” (citando a Los Saicos).

Dicen que la Iglesia presentó, el 2007, una querella por desalojo policial contra la casa TIAO, cosa que, por lo visto, quedó en nada. También la casa okupa casi fue desocupada por Carabineros el año 2011, año de protestas, presuntamente por tener extintores y bombas molotov, entre otros materiales explosivos. Luego, la casa volvería a ser asediada por la policía el 2012, por supuestos desórdenes de los “okupantes”. Tiempo después, reflotaron como foco de resistencia durante el “estallido”. Incluso, el 2021, la casa TIAO volvió a aparecer en los medios, tras la confusa y trágica muerte de una joven en su interior, una instructora de danza, cuyos antecedentes nunca fueron aclarados.

No sé en realidad la situación actual de la casa. Si es que efectivamente siguen haciendo aquellos talleres que dicen hacer, si es que siguen las tocatas ska de antaño, si es que su proyecto comunitario ha ido a alguna parte, más allá de la cuadra y del inmueble que ocupan, o si se trata, en efecto, de cabros idealistas, anti sistémicos y bien intencionados, y no simplemente desadaptados sociales inspirados en el nihilismo y el caoísmo.

Lo cierto es que las casas okupas persisten allí, misteriosas, disruptivas, disonantes, reivindicando su propio hamparte en medio de la decadencia urbana del puerto. El transeúnte amante del orden seguirá viendo en ellos, con desdén, la pobreza estética del paisaje citadino y la falta de armonía con el entorno. Y el joven sujeto que recién “sale a la vida” y que está estudiando, seguramente, humanidades, seguirá viendo en ellos el reflejo de su propia pulsión de muerte, su propio sueño de independencia con báltica y punk antes de arrancar de la casa de sus papás.

Resistirán como en una trinchera el embate de la apropiación privada o estatal, se unirán al cuadro pintoresco de nuestra desorganización social o acabarán consumidos, tarde o temprano, por obra del fuego o por obra de su propia humanidad, y sabemos que cualquier sistema, así como cualquier oposición a dicho sistema, solo por el hecho de ser humano, está propenso a corromperse.

Me dieron ganas de escribir. De pronto, me vi abriendo de nuevo Chat GPT, como quien desempolva una máquina de escribir en desuso. Le dije a la "maquinita" que escribiera un capítulo sobre una novela hipotética llamada "Árboles de oscuridad" (título provisorio sobre mi futura novela romántica existencial), entonces Chat GPT comenzó a hacer lo suyo. Como era usual, los resultados narrativos no me convencieron del todo. Escenas con lugares comunes y escenas cliché. Aunque, decidido a todo, decidí darle una oportunidad al chat. Precisé los prompts y los doté de mayor inventiva. Y fue así que la cuestión me mantuvo obseso durante largo rato, hasta llenar el equivalente a cerca de ochenta páginas. Increíble la capacidad de intuición y de procesamiento de textos de la maquinita. Pese a su esquematismo, arrojó pasajes realmente fascinantes, con un potencial dramático enorme. Veremos qué obra salga del experimento. He aquí un ejemplo de lA en plan literario con un prompt de su servidor:
"Mientras tanto, en la plaza de Valparaíso, Ángel y Miranda continuaban enfrentándose a las verdades de su propia historia, sin sospechar que sus vidas literarias estaban siendo manipuladas por fuerzas externas. La conspiración, oculta entre las páginas y sombras, estaba a punto de desvelarse, y la ciudad se preparaba para enfrentar una verdad que cambiaría la narrativa chilena de manera irrevocable."

domingo, 21 de enero de 2024

Estallidos satánicos, Arturo Ruiz (fragmento)

"Chile, fértil provincia y señalada, es una tierra dadivosa en frutos y minerales, sin embargo, no lo ha sido en ideas. A partir de la segunda mitad del siglo XIX y sobre todo durante el siglo pasado, casi todos los proyectos de nación, sociedad, educación y moral han sido productos importados. Parece que tuviéramos miedo de pensar por nosotros mismos. De la antigüedad clásica somos herederos de pleno derecho, como toda la cultura occidental, sin embargo, nuestros logros y necesidades superan con creces aquellos de los antiguos, además de que nuestra situación es única como nación.

El gobierno de Salvador Allende intentó adaptar las ideas soviéticas y el de Pinochet las ideas de la escuela de Chicago. No fuimos más que un reflejo de la Guerra Fría. Miramos afuera, incapaces de ver dentro de nosotros mismos. Las ideas del progresismo chileno son idénticas a las del progresismo norteamericano y, con ellas, llegaron también de contrabando las doctrinas perversas que los inspiraron."

viernes, 19 de enero de 2024

Gato negro (homenaje a Edgar Allan Poe)

En homenaje al nacimiento de Edgar Allan Poe, comparto con ustedes un cuento inspirado en El gato negro, una muy humilde reinvención libre de la historia:

Una noche, su novia le había pedido que le contara un cuento. Le preguntó si acaso se sabía alguno. Ella había sugerido la Cenicienta, pero él dijo que solo se sabía uno de Edgar Allan Poe. Así que le contó El gato negro. Ella había escuchado sobre Poe pero no recordaba haberlo leído. Se arrimó a su espalda y comenzó a contárselo, con voz dramática.

Todo estaba muy tranquilo alrededor. Él sabía que si le contaba El gato negro podía provocarle pesadillas o mantenerla insomne. Tal vez solo pensó en el famoso cuento porque a ella le encantaban los felinos, y qué mejor que uno negro para rimar con la apacible oscuridad.

Mientras su novia lo escuchaba medio dormida, incluso a punto de conciliar el sueño, él reformuló la historia. En lugar de matar al gato al principio, el hombre salió a buscarlo. En vez de quemarse la casa, él salió de ella para perderse en el bosque.

A medida que perdía el rastro del gato, el hombre del cuento se volvía loco. Los maullidos de su gato perdido, de pronto, lo envolvieron todo. Ya no sabía si provenían de su cabeza o si realmente retumbaban entre los árboles. Entonces, el hombre intentaba buscar el camino de regreso. En el trayecto se le vinieron a la memoria imágenes de su difunta mujer. También recordó a un sujeto que no paraba de reír. Pronto, en su mente, se mezclaron los maullidos de gato con la risa de aquel sujeto, irritándolo al punto de la cólera.

El hombre, después de horas de martirio, consiguió volver a la casa. Allí se encontró frente al frente a su gato negro. Lo miró fijamente, a la defensiva. Su mirada se perdió en la del gato y vio reflejada, en ella, la cara del sujeto que se había reído de él en su mente. Recordó, al instante, que se trataba del amante de su difunta mujer. Apenas lo reconoció, procedió a agarrar el hacha que tenía cerca de allí y se la clavó al gato.

Hasta ese punto de la historia, la novia permanecía callada. Era la primera vez que escuchaba el relato de El gato negro, pero una versión tergiversada a conveniencia. Él le siguió contando el resto de la historia, hasta la parte final, que sí era similar al cuento original.

A la casa del hombre acudieron los agentes de policía. Inspeccionaron por largo rato cada rincón. El hombre estaba tranquilo porque se sabía inocente y no tenía nada que ocultar, hasta que se escuchó, detrás de uno de los muros, un alarido infernal que alertó a los agentes. De inmediato, ellos tomaron acción y botaron el muro. Lo que vieron fue horroroso: era el cadáver de la esposa, desfigurado, rígido y, sobre su cabeza, el gato negro, con un solo ojo enrojecido y con unas fauces afiladas, en señal de amenaza, cual verdugo del infierno.

Acabado el relato, la novia parecía que ya se había dormido. Él le susurró al oído: “dulces sueños”. Sin embargo, ella no le respondió. Trató de moverla para ver si seguía despierta. Nada. De pronto, temió lo peor. Hasta que sintió, de manera repetida, el maullido de un gato que se había metido a la casa. Él se levantó para ir a espantarlo.

Al avanzar por el pasillo oscuro, comenzó a dolerle la cabeza y a recordar a un sujeto, tal cual como en el cuento que le había contado a su novia. A su mente se le vinieron imágenes de ella junto al extraño sujeto, en diferentes contextos. No lo podía creer. Todo se iba armando en su mente. Todo iba adquiriendo sentido.

Miró con la vista perdida a una ventana que había, y allí divisó al gato. En su pecho se apreciaba la figura de una calavera. Al verse acorralado, el gato se engrifó y luego saltó al exterior. Fue en ese momento que él, imbuido de una cólera inmensa, regresó a la pieza a encarar a su novia.

Al abrir la puerta del dormitorio, ella estaba despierta, dispuesta a enfrentarlo. Lo esperaba sentada frente a la ventana del dormitorio, fumando un cigarrillo. –Tenemos que hablar-, dijo, con voz grave. Tan pronto dio vuelta su rostro, él la miró a la cara, horrorizado: le faltaba un ojo y el otro le llameaba de una ira incontenible, una ira que se prolongó hasta el amanecer.

miércoles, 17 de enero de 2024

Dedicado a mis ex amigos progres y que espero algún día comprendan: "Si Wittgenstein y Nietzsche advirtieron que no se puede pensar libremente si se piensa con miedo a hacerse daño, hoy podemos decir que si piensas libremente, te harán daño. Pero, digámoslo claro: si la guardia roja de la corrección política no te ha tratado aún de fascista, tienes que empezar a dudar de tu libertad de pensamiento." Gregorio Luri, sobre Roger Scruton.

martes, 16 de enero de 2024

Sobre "Pluriversalidad" y otras deconstrucciones "a la latina"

Tras revisar una cátedra para la U de mi polola, di con el concepto "Pluriversalidad" planteado por Ramón Grosfoguel, concepto que, según los apuntes, pretende, desde la teoría decolonial, cuestionar el concepto de lo "universal" y de la "Universidad" propios de la tradición filosófica occidental. Según su definición, la "Pluriversalidad" se propone como una alternativa filosófica a lo que él llama el pensamiento universal abstracto de corte eurocéntrico. Aplica esa variante conceptual del decolonialismo hacia la construcción de un pensamiento latinoamericano que integre esa suerte de "alteridad" ontológica y epistemológica que nuestras latitudes demandarían.

Al rumiar lo de "Pluriversalidad" una y otra vez, rimaba mucho con aquella deconstrucción decolonial posmoderna, inspirada en las aportaciones de la Teoría Crítica y la "différance" de Derridá, solo que en clave latinoamericana. Ya había advertido antes que una de mis principales objeciones a esa perspectiva es que sigue siendo de corte foráneo y pretende asumirse como un pensamiento alterno y propio del ethos americano, cuando no es así. Es más, niega de plano cualquier posibilidad de un conocimiento universal, achacándolo de inmediato a lo occidental, entendido siempre como una cuestión invasiva y no propia de la cultura humana en su conjunto.

Más allá de esas objeciones, me seguí preguntando respecto a lo de "Pluriversalidad", porque no podía entender en qué otro momento había escuchado el término y en qué otro contexto se había vuelto tan famoso. Así fue que, de pronto, lo asocié con aquella idea de la "Plurinacionalidad" tan en boga durante aquel período de la discusión constituyente en Chile. No podía sacarme de la cabeza aquel himno paródico del "PluriChile", cantado acaso como un ensayo bizarro del nuevo Chile que pretendían configurar bajo el mantra de la "Pluriversalidad" o incluso bajo el propio fundamento de aquellas ideas que lo sustentan, ya se sabe, todo el rollo decolonial y deconstructivo del asunto.

La cosa es que la discusión en torno a lo plurinacional en Chile sí tenía, ciertamente, ese trasfondo ideológico. Según esta visión, el concepto de nación sola, sin el aditivo "pluri", era de herencia liberal europea y de pretensión universal y colonial, por ende, cuestionable, bajo este prisma. Y es del todo cierto que un gran sector de la izquierda progresista adhería a estas posiciones, sin acaso cuestionar su alcance sobre la realidad chilena. El resultado político, como sabrán, fue el de un gran rechazo electoral a estas ideas de “vanguardia” que se planteaban bajo la óptica de la disidencia. Disidencia controlada, por supuesto.

Vi un afiche sobre anarquía de Mónica Caballero y Francisco Solar, condenados por enviar artefactos explosivos. Lo vi mientras esperaba la micro para ir al banco. De inmediato, me repetí a mí mismo: "el instinto tanático es seductor". Recordé luego el "estallido", sus esquirlas imbatibles y seguí mi camino, rumbo a solicitar un préstamo.

lunes, 15 de enero de 2024

Ayudé a mi polola con un trabajo para la U, hecho a dos manos. Acabé de hablar con una amiga que me requería y pasaba por un mal momento. La aconsejé. Terminé de escribir lo que tenía que escribir. A veces la plenitud se concentra en un puro punto, al final del día.
Vuelvo a la mini crónica, esta vez sobre la historia de Martín Busca, el porteño español que engañó al diablo, y su tumba vandalizada por miserables desconocidos:

Unos sujetos han vandalizado la tumba de Martín Busca Villanova, aquel legendario español decimonónico que llegó al puerto muy pobre y decidido a cambiar su suerte. La leyenda cuenta que Martín se hizo rico haciendo un pacto con el diablo. Este le habría ofrecido poder y dinero a cambio de entregarle su alma, la cual el diablo se llevaría en el momento que su cuerpo tocara tierra.

Fue así que Martín decidió engañar al mandinga y preparó un mausoleo de mármol con un féretro al medio, sostenido por cuatro pilares, con tal de no tocar tierra nunca y librarse del pacto diabólico. Incluso contrató a los mejores ingenieros de la época para procurar que su tumba fuera antisísmica.

Así pasó el tiempo y la tumba de Martín Busca sigue en la misma posición que la dejó. Sobrevivió a terremotos y otras maldiciones. La visitan a menudo porteños o gente foránea para pedirle favores de todo tipo, la mayoría relacionados con plata.

Se hizo la América, sobrevivió al pacto del maligno, se volvió una especie de “santo pillo” para los porteños. Sin embargo, su tumba no salió bien librada en el Valparaíso actual, con sus delincuentes cada vez más nihilistas y deshumanizados. El hombre que engañó al diablo, finalmente, no pudo con el propio hombre.

Valparaíso y su secreta metafísica del mal. La viva superstición del santo pillo, su icónica figura, trascenderá en aquellos que quieren rebuscárselas de alguna forma y desafiar el escamoteo “güiña” de los miserables.

Achacar "falta de calle" al que disiente de manera legítima no dejar de ser un recurso falaz y un ataque personal a la mala. Sin embargo, quería ahondar en esta descalificación. Hasta qué punto el hecho de "tener calle" otorga una moralidad superior o un sentido común desarrollado por la experiencia. Según eso, la metáfora de la calle implicaría haber vivido más o haber conocido de cerca el rigor de la vida, sin necesariamente, por eso, tener la razón sobre tal o cual tema. El que tiene calle, en definitiva, se pasea a sus anchas, con orgullo, y pretende que su "calle" sea garantía inmediata de su conocimiento, un elemento inapelable de su argumentación. El que no la tiene, en cambio, "no es vivo", cree, inocente, que le falta mucho recorrido, a riesgo de quedar entrampado en algún callejón discursivo o a riesgo de caer en la trampa del sofista callejero. Permanece en casa, temeroso de salir. La calle del otro, sencillamente, le agobia o le aburre por lo redundante o descuidada, peligrosa o anti estética, como las ciudades patrimonio.

domingo, 14 de enero de 2024

La narco cultura y la progre cultura tienen algo en común: ambas aman la plata. Solo que la primera, al menos, es sincera y lo reconoce abiertamente; la segunda, no lo hace y es cínica.

"Peso Punga" en el Festival de Viña y la cuestión narco

Sobre "Peso Punga" en el Festival de Viña, auspiciado por TVN, creo que Mayol y Bisama ya dijeron bastante y, en esta pasada, estoy con la postura de Mayol, básicamente porque te puede gustar mucho el "género urbano" y estás en tu derecho de libertad de expresión y de "libre oferta-demanda" del mercado, pero no a costa del erario público ni de la plata de los impuestos de todos los chilenos -licitación mediante-. Sencillamente hay una contradicción política, moral y valórica, y hasta lógica, en sostener que vas a combatir con todo el peso de la ley a los carteles de la droga (sobre todo extranjera e infiltrada) y luego permitir a un "artista" que incluso tuvo apoyo de los hijo del Chapo Guzmán y hace referencias explícitas al Cartel de Sinaloa, entre otros narco corridos.

Por otro lado, las comparaciones entre la cuestión Peso Punga y la censura a Iron Maiden por la Iglesia Católica en 1992 no tienen asidero. No soy pro censura, de ninguna manera, pero traer a Peso Punga hablaría de un síntoma negativo para la sociedad chilena, en un contexto en el que se festina con la narco cultura, siguen celebrando en las poblas la llegada de la merca y, paralelamente, se toman los estudios de televisión en Ecuador, mostrando con ello una "vulgar demostración de poder". Cabe recordar, en otro punto, que la censura a Maiden fue arbitraria, toda vez que la banda nunca fue satánica ni hacía apología directa del satanismo ni nada parecido, por lo que, en el caso de Maiden, sí se trató de una cancelación absurda. Además, en última instancia, la banda venía a presentarse a la Estación Mapocho por iniciativa privada, no con el auspicio del Estado de Chile. Y se supone el Estado tiene una responsabilidad para con sus conciudadanos, una responsabilidad que se traduce políticamente y luego culturalmente.

Por lo tanto, transmitir al Peso Punga con la gestión de un canal del Estado y gracias al éxito ganado por el satánico mercado de la droga habla de un Estado rendido ante el espectáculo de su propia degradación. La sola presentación de Peso Punga nos revela dos evidentes señales políticas: los progres están demasiado desconectados de la realidad del poblador que abomina de la delincuencia como un mal social, y son demasiado permisivos en su manera de gobernar, misma permisividad que acabará por empoderar a las nuevas estrellas de la cultura musical y los nuevos referentes de la juventud, con la venia de un mercado libertino y un Estado vendido, perkin de los narcos, sus nuevos socios.

sábado, 13 de enero de 2024

"Secuestro" de Gonzalo Lira

Gonzalo Lira, periodista chileno fallecido en Ucrania bajo el gobierno de Zelensky, fue también, en su tiempo, director de cine. El año 2005 dirigió una película llamada Secuestro. Se trata de la historia de Catalina, una adolescente hija de padres acomodados que fue secuestrada para extorsionar a su familia por dinero. De ahí comienzan a suceder una serie de hechos que cambian para siempre la vida de todos los que la rodean.

Al investigar sobre la película, pareciera que Lira hubiese predestinado su suerte, porque él también fue secuestrado en Ucrania, según Alejandro Kirk, por "informar de la manera más honesta posible” sobre los desastres y los abusos del conflicto bélico con Rusia. Un compatriota muerto en territorio ucraniano luego de haber sido "preso político". El cine, su mirada, tiene, ciertamente, alcances trágicos más allá de su ficción. La vida misma se encarga, muchas veces, de inocular el dramatismo y el suspenso que toda historia -digna de visionado- requiere.

martes, 9 de enero de 2024

Humana (poema)

Descuida, querida
que, después de todo,
yo te prefiero humana, orgánica
doliente e impetuosa
a transhumana, perfecta pero aséptica
tan irreal, sin carne, sin tiempo.

Emily Pellegrini, la chica de los sueños

"Yo te prefiero. Fuera de foco, inalcanzable. Yo te prefiero. Irreversible, casi intocable." Persiana americana, Soda Stereo

Un informático anónimo, un auténtico "científico loco" trabajó arduamente para diseñar con IA a "la chica de los sueños del hombre promedio". Y así fue como nació Emily Pellegrini, modelo creada íntegramente por IA que está causando furor en las redes. Tiene su propio instagram y dicen que incluso futbolistas han intentado contactar con ella, creyendo que es una chica de verdad. Cómo será que la modela virtual generó ganancias de hasta 10000 dólares, y buena parte de sus ingresos provenían de una página llamada Fanvue, la competencia de OnlyFans.
Al pensar en Emily, recordé de inmediato aquella extraña película de ciencia ficción del 2002: Simone, protagonizada por Al Pacino en el papel del director de cine en decadencia que decide, con la ayuda de un programador, crear a su propia actriz virtual. Esta es Simone. Fue tal el éxito de la película en la que actuaba que empezó a cobrar vida propia.
Si Black Mirror ya nos advertía en el primer capítulo de su última temporada sobre los inconvenientes de una IA capaz de crear una serie de ficción sobre la vida de cualquiera, solo imagen el alcance de una IA capaz de monetizar y capitalizar el deseo de millones de hombres mediante modelos y actrices virtuales. Inclusive OnlyFans, que devino plataforma erótica, está quedando atrás. Sus modelos siguen siendo reales. No. Viene el siguiente paso: simularlas con inteligencia artificial. Y que ganen lucas los responsables de sus datos. ¿Alguien de ustedes ha pagado por OnlyFans? Pues aquí tienen un nuevo nivel de simpeo. ¡El simpeo a un algoritmo!


Crónica review sobre el lanzamiento de "Estallidos satánicos" de Arturo Ruiz en la Feria del Libro de Viña del Mar

Antes de comenzar el lanzamiento de Estallidos satánicos de Arturo Ruiz, él me comentaba que su libro iba a ser una novela más que un ensayo. Sin embargo, lo allí descrito cobra más la fuerza de la realidad histórica que de la ficción literaria. En efecto, mucho de lo ocurrido durante el “estallido de Octubre” tenía reminiscencias a cultos paganos o a ceremonias satánicas ya sucedidas en la historia y sobre las cuales hay suficiente documentación (cosa de remitirse a la misma portada: el Perro matapacos cual ídolo pagano, con la postura de Baphomet). La presencia inexorable del fuego en sitios estratégicos, la enajenación de la masa lumpenizada, aquel “lumpenconsumismo” del que hablaba Lucy Oporto (por lo demás, libro con el cual rima y sintoniza muy bien) y el afán de la destrucción de inmobiliario público, sin una propuesta política unívoca, fueron signos de un malestar archiconocido en Chile, pero también señales de algo más grande, quizá más sutil y esotérico, oculto a las lecturas superficiales e inmediatistas.

Durante la presentación, Arturo buscaba explicarle a la gente que no se trata de achacar un “satanismo” a la protesta social, desde una mirada reaccionaria. Arturo Ruiz no es católico. Tampoco un predicador que ataca a quienes no lo escuchan (como sí ocurrió del otro lado, entre la audiencia). No se trata, tampoco, de reivindicar a la derecha, frente a la antigua oposición izquierdista, como algunos aparecidos, con mirada simplista, le reclamaban en el público, haciendo alarde de una retórica relamida, en torno a la legitimidad o no de la protesta o el impune saqueo de los grupos económicos. Ante todo, “Estallidos satánicos” trata, más bien, de realizar un análisis comparado de aquellos hechos de violencia ocurridos durante el período de la “asonada” y sus repercusiones en el plano simbólico: cómo se gestó, a raíz de esta idea, un verdadero “culto a Satán”, comprendiendo el satanismo como aquella “fuerza que aboga por hacer la destrucción solo por el afán nihilista de la destrucción”. Lo que se pretende es ahondar en esa fuerza centrífuga de violencia y nihilismo que nadie, en su momento, advirtió o sencillamente obvió como parte de los “daños colaterales” de la revuelta.

Si uno se aventura en esa explicación, deja sus prejuicios materialistas a un lado y trasciende el mero análisis sociopolítico del asunto, se dará cuenta que Estallidos satánicos se remite a algo mucho más global. El mismo Arturo decía, entre pifias e intervenciones, que lo ocurrido en Chile fue solo un síntoma de una serie de hechos muy similares ocurridos en todo el globo en aquella época, lo que se conoce como “primaveras árabes” o auténticos focos de “Revolución molecular”. Así, tenemos, por ejemplo, que “estallaron” rebeliones en Ecuador, luego en USA con el movimiento Black Lives Matter y también en Colombia. Hay síntomas de un malestar mundial frente a la crisis del sistema económico financiero o visos explosivos de una auténtica trama de conspiraciones que tienen su asidero en fuerzas ocultas muy poderosas, distantes al ojo crítico del ciudadano medio. Esa es la lectura que intenta abrir Estallidos Satánicos: hubo “muchos estallidos”, no solo el chileno, y el chileno solo fue un síntoma, el largo y angosto tubo de ensayo de un experimento global, cuya respuesta en las calles no pudo ser otra que satánica en su sentido destructor, porque hay quienes establecen que para que haya un orden, un Nuevo Orden, debe primero plasmarse el caos.

Y eso fue, en parte, lo que se gestó en la presentación en Viña de Estallidos satánicos. Su propio lanzamiento generó resquemores, por atreverse a cuestionar un relato mediático: el del “estallido social”. Tanto así que parecía, al principio, que fuerzas ocultas saboteaban el evento al caerse un pendón por efecto del viento. Luego, las incontables pifias de aquellos que no tenían otro argumento que la descalificación, reveses que el autor logró soslayar con suficiente ironía. Y finalmente, los contrapuntos de algunos caballeros que achacaban “ignorancia” por no abordar los incontables y sabidos motivos políticos de la protesta, cuestión que el propio autor en ningún momento negó, solo que su libro, sencillamente, iba por otro lado, un lado más oscuro, sutil, oculto, a la masa. Hubo quien, incluso, sugirió que el libro podía ser quemado o botado a la basura si no complacía el relato de la progresía y de los justicieros sociales al uso, lo que viene, precisamente, a confirmar una de las ideas sugeridas del libro: el afán de cancelar al que piensa distinto, el afán de reproducir la lógica dictatorial que se pretende superar, y entonces los llamados progresistas acaban siendo más papistas que el Papa o más fascistas que los bomberos de Fahrenheit 451.

Sin proponérselo, el libro Estallidos satánicos había invocado las brasas del descontento. Hubo quienes hicieron de cancerberos y otros que guardaron el ímpetu democrático, si es que se puede hablar de democracia cuando la cuestión a tratar proyecta una lucha inusitada, un choque de fuerzas inclusive de carácter bíblico. Solve et coagula. Disolver y reunir. Puede que ese haya sido el fin: invocar la disolución del país entero para luego volver a convocarlo en un punto conflictivo. Chile entero fue disuelto por agentes satánicos en el poder y en la oposición, para luego reunir sus escombros y sus pedazos y disipar sus llamaradas. Mantener abierto el fondo de la fosa, con su caldo revuelto, o aplacar por dentro su furia para reflorar un proyecto posible de nación: una patria que renazca del purgatorio, allende sus conspiradores.

lunes, 8 de enero de 2024

Hacia una reivindicación de los Estudios literarios hispanoamericanos y contra la deconstrucción cultural y académica del decolonialismo

Al ayudarle a mi polola a realizar un punteo de contenidos para Teorías sociales, llegué a la Unidad sobre Decolonialismo y contribución del pensamiento latinoamericano. Allí se proponían una serie de autores que postulaban ideas contracorriente a lo que ellos llaman “colonialismo” en el ámbito académico. Ramón Grosfoguel, por ejemplo, postulaba la idea de que para desarrollar un pensamiento latinoamericano, había que abogar por una “pluriversidad” y una “descolonización del conocimiento”. Para ello, se debía incluir saberes y epistemologías marginadas por las perspectivas eurocéntricas. Saberes y epistemologías, digamos, más propios, acordes a la tradición filosófica de nuestras latitudes.

El desarrollo de estos postulados se realizaba justo después de la Unidad sobre Ideología, Poder y Dominación. Dentro de dicha unidad estaban, justamente, autores europeos con inspiración en la Teoría Crítica y críticos del proyecto ilustrado en la línea de Bordieu, tales como Immanuel Wallerstein, de quien Grosfoguel tomó precisamente su idea sobre el “Sistema Mundo Moderno”, algo muy parecido a la idea de “globalismo”, aunque desde la vereda política de izquierda posmoderna.

De pronto, me hizo ruido el hecho de que los principales inspiradores del decolonialismo del pensamiento latinoamericano tengan su origen en Francia y Alemania. Ninguna mención, claro está, a la tradición española. Y he aquí el punto. Las cátedras humanistas de las universidades, al menos las que me ha tocado presenciar, abarcan necesariamente aquella línea de la “deconstrucción” aplicada al corpus y a la literatura latinoamericana, pero obvian el hecho de que los llamados “estudios culturales” hayan reemplazado los “estudios literarios”.

Esta es la problemática ya esbozada por el académico español Jesús G Maestro en su libro Crítica de la razón literaria. Para él, dichos estudios culturales no han sido otra cosa que la coartada para disolver la tradición hispanogrecolatina, al momento de abordar la Literatura desde la crítica académica. Según esta tesis, lo que se da a conocer como Anglósfera (un Sistema Mundo Moderno de corte anglosajón) habría influido en la academia de estudios literarios latinoamericanos con un fin geopolítico: desplazar la cuestión hispánica al punto de englobarla dentro del eurocentrismo y cuestionar su legado sobre el espíritu de nuestros centros de pensamiento.

De ese modo, una literatura y una crítica literaria desarraigada de su tradición hispánica sería mucho más influenciable por estos nuevos agentes de pensamiento decolonial, todos de manufactura europea. Paradójico: el decolonialismo académico apunta a liberarse del yugo mental de los colonizadores pero reproduce sus mismas categorías bajo la forma de la disidencia y la contracultura. Ese es el nuevo fraude que hay que combatir. Porque el decolonialismo mirado desde la deconstrucción de la cultura occidental obedece, precisamente, a los intereses disolventes de aquello que pretende superar y, mientras tanto, Hispanoamérica, sí, Hispanoamérica, persiste desarraigada, estoica en su profusa creatividad, en el fuego cruzado de los huincas ideológicos, que pretenden hacerse de su “literatura” y de su “barroca” naturaleza.

Jesús G Maestro apostaba a reivindicar la milenaria herencia grecolatina de nuestra lengua y de nuestra literatura, con el fin de levantar con dignidad unos estudios literarios dignos de los grandes referentes hispánicos e hispanoamericanos. El combate contra la babel globalista se tiene que librar también en el campo de la literatura y de la crítica literaria.

domingo, 7 de enero de 2024

La temporada 2020 de la serie estuvo repleta de distopía y sentido apocalíptico. Reinó el miedo, la incertidumbre y la desinformación. La 2021 ahondó todavía más en la radicalización de los discursos y la división política. La 2022 le agregó thriller al asunto, con matonaje y campañas de difamación a mansalva. La 2023 pretendía darle un clímax catártico a la cuestión, aunque solo acabó con aumentar el descontento entre los espectadores. Veremos qué otras escenas de infarto y giros dramáticos nos traerá este 2024.
Algo que me ocurrió con Napoleón de Ridley Scott es que, en todo momento, el rol protagónico de Joaquin Phoenix me recordó más a una cruza entre el emperador Cómodo del Gladiador y el Joker de Todd Philips que a una representación fidedigna del emperador francés. Sé que se trataba más bien de reflejar su historia amorosa con Josefina, pero nunca logré conectar del todo con el personaje histórico. Había visos del genio estratega que me retrotraían al emperador. En los pasajes más despiadados aparecía cual Cómodo. Sin embargo, los momentos erráticos, sus instantes más locos, precisamente sus arranques sentimentales, se me hacían muy "guasonescos". ¿Será inevitable que ciertos papeles memorables acaban "comiéndose" al actor y lo acaban persiguiendo en otros universos ficcionales, a pesar suyo, como una maldición? Pues eso me ocurrió con el Napoléon actuado por Phoenix. Nunca vi en él solo al emperador francés.
"La izquierda woke es la izquierda del capital. Poner el foco en ruidosas minorías sirve para dividir a los trabajadores" Denis Collin.

sábado, 6 de enero de 2024

Justicia para el Rey del Pop

Tras la revelación del secreto de sumario de Epstein, conocida por la prensa como la "Lista de Epstein", se confirmó que Michael Jackson nunca fue cliente del magnate pederasta y nunca frecuentó las fiestas en su isla. En cambio, sí se confirmó que Oprah Winfrey, la ex presentadora de TV, figuró en la infame lista. Oprah Winfrey, la misma que financió parte del documental "Leaving Neverland", en el que se difama de manera tendenciosa a Michael Jackson por sus presuntas implicaciones en abusos a menores cometidos en el rancho Neverland, el País de Nunca Jamás del cantante, su sueño materializado. A pesar de haber sido absuelto de un juicio realizado en el 2005, Jackson sufrió en carne propia el asedio mediático y la destrucción de su imagen y de su sueño.

El precio por la difamación Jackson lo pagó con su vida y con su legado. El año 2019, tras el lanzamiento del documental, su música sufrió una severa baja en ventas e incluso fue retirada de ciertas radios. Hoy, 2024, tras conocerse que Jackson nunca formó parte de la "Lista de Epstein", sus discos más emblemáticos volvieron a venderse como pan caliente. Bad, Invincible y Thriller han vuelto a entrar en las listas de álbumes de Apple en Estados Unidos, como si se tratase de una justicia póstuma hecha al ritmo del pop.

Queda en evidencia que Michael Jackson siempre fue utilizado como chivo expiatorio para encubrir a los verdaderos monstruos.

Inocente de los cargos. Justicia divina al Rey del Pop.


jueves, 4 de enero de 2024

Fue revelado el secreto de sumario que señala a más de cien famosos involucrados en la lista de Jeffrey Epstein, famoso magnate muerto hace años luego de ser condenado a cadena perpetua por delitos de tráfico y abuso de menores. Cabe señalar que la mera mención en la lista no implicaría directamente culpabilidad en algunos de los delitos, y puede que hayan sido solo testigos o cómplices, en algunos casos.

Se mencionó a Michael Jackson, quien fuera acusado de pedofilia sin un juicio. Incluso se hizo un documental, Leaving Neverland, en donde se le señaló por sus presuntos abusos. Los documentos revelaron que él habría estado en la mansión de Epstein una sola vez, pero nunca habría asistido a esas fiestas. Por otro lado, se mencionó a Donald Trump, conocido ex amigo del fallecido magnate. Se le preguntó a una testigo si acaso vio alguna vez a Trump en la casa de Epstein, en las "Islas Vírgenes", y su respuesta siempre fue negativa.

Una mención que sí llamó la atención fue la de Stephen Hawking ¿Qué diablos habría hecho el famoso genio científico en la casa del fallecido magnate pedófilo? Según consta en el medio The Telegraph, en ese momento, el científico habría sido invitado por Epstein para realizar una conferencia. Sin embargo, no hay pruebas de que Hawking haya tenido conocimiento sobre los crímenes, ni mucho menos de que haya participado de ellos.

Como se ve, el secreto de sumario, en ningún momento, implica que todos los personajes allí nombrados sean delincuentes o hayan tenido que ver directamente con los casos de abusos a menores encubiertos por las elites mundiales. Aunque tampoco descarta la posibilidad de que sí puedan haber tenido conocimiento de las fechorías cometidas por Epstein.

Más allá de las posibles implicaciones de la elite en este turbio caso, lo que sí revela es que muchas de las teorías de conspiración en torno al tema pueden perfectamente tener asidero en la realidad, si es que se investiga un poco más allá y se indaga en el fondo del asunto. Hay señales decidoras circulando de manera mediática, a propósito de la polémica revelación. Por otro lado, las declaraciones hechas por Mel Gibson sobre estos asuntos y la denuncia cinematográfica de la película Sound of Freedom dan cuenta de situaciones con un trasfondo verosímil y que están lejos de ser simplemente elucubraciones de conspiranoicos y de seguidores irracionales de Qanon.

Se ha abierto una enorme cloaca en el seno de las elites. La caja de pandora del poder mundialista va revelando poco a poco sus secretos y miserias. Conviene agudizar el sentido crítico y podar lo que no contribuya al entendimiento profundo o que suene solo a ruido mediático. Antes que nada, discreción, templanza y rigurosidad.

¿Qué otras cajas serán abiertas?

¿Qué otros males desalojarán su escondite?

Solo se espera que prevalezca la verdad y que la justicia allane su camino.

miércoles, 3 de enero de 2024

Las reacciones sobre la foto de Camila Polizzi en bikini en su casa con arresto domiciliario por fraude al fisco, demuestran, por un lado, que el "simpeo" de algunos no conoce límites en su carencia de dignidad; y, por otro, que se cumple aquella frase de Nietzsche sobre la araña y la mariposa: la moral tiene criterios estéticos. Poco importó ser formalizada por usufructo de dinero público. Sus "admiradores" incluso pedían su absolución únicamente por su belleza. Para ellos, la estética devino la nueva justicia, bajo el reino de la imagen. Comentarios de antología: "Desfalcame la vida”, “Malversa mi ser”, “Mis impuestos son suyos, está perdonada” y “Por ti sería una fundación, has conmigo lo que quieras”. 😅

martes, 2 de enero de 2024

Con todo, uno se da cuenta que casi cualquier relato o narrativa sobre la realidad, por infundada que parezca, se puede sostener con el suficiente lobby y el suficiente espacio o aparataje mediático. Es cosa de "saber hacerla", en buen chileno. Es un síntoma propio de lo posmoderno: relativizar la verdad al punto de volverla un discurso a articular a tu conveniencia. Lo vi y lo sigue viendo, no solo en política, también en círculos culturales y literarios, donde se supone esas lógicas pueden, por lo bajo, ser cuestionadas y, por el contrario, son, muchas veces, legitimadas. 
"Loco, sobrevivir es pa los vivos", literalmente, escuchado a un compadre en la calle. En todo caso: se requiere "ser vivo" para "estar vivo" en la coyuntura mundial en la que estamos viviendo. Siéntanse dichosos de estarla contando, bajo estas variables y circunstancias. Son tiempos brígidos, y solo los "vivos" sobreviven.
Mientras exista un sujeto, mientras haya una obsesión, mientras persevere una emoción, mientras permanezca algo inconcluso, la crónica se seguirá escribiendo.
Y en este nuevo año me pregunto: ¿El odio habrá acabado?

lunes, 1 de enero de 2024

Vuelvo a la mini crónica. Esta vez inspirado en el Año Nuevo y el collar con una cruz de plata. Para quienes aún me siguen, lea y comente:

Antes de Año nuevo, y como regalo atrasado de Navidad, recibí de mi polola un collar con una cruz de plata. "Para protección", dijo ella. Me sorprendió gratamente, y le comenté que me había abierto a la posibilidad de lo espiritual, luego de descreer de ciertas ideologías materialistas en una época pasada, capturado por ellas sin la suficiente convicción. "Por eso mismo pensé en la cruz", volvió a señalar ella, muy segura. "Por lo que me constaste". Enseguida, me ayudó a ponerme el collar en el cuello. "No es un collar de compromiso, por si aca", afirmó. "Aunque lo parece", le contesté, rápidamente.

No pretendía verme como un cura o un religioso, pero la plata por sí sola, como material, tendría una energía sutil, tan cara a las antiguas tradiciones. Dicen que un campo energético la secunda, que permitiría una conducción con el astral para comunicarse con los muertos o que influiría en el alma, obligando a la persona portadora a sumergirse en el interior. Con esta idea protectora de la cruz de plata, usé el collar para la noche de Año Nuevo. Algo de elegancia con su toque esotérico. No invoqué ninguna de sus propiedades, aunque la sugestión provocada por la cruz fue tal que enfrenté la noche de jolgorio con su simbolismo poderoso.

Caminé por las calles a mi suerte, cual místico renegado, en medio del bullicio festivo, como si se tratara de un tránsito de iniciación o una prueba de fe del destino. La cruz de plata me pillaba ahuyentando las malas vibraciones de la consciencia y, de paso, evitando el descontrol del gentío enajenado por la masa. Algo en el regalo, su trasfondo amoroso quizá, junto a su significado religioso, superó mis viejas concepciones. La cruz y la plata habían hecho su alquimia y, a medida que caminaba rumbo a ver los fuegos artificiales al muelle, dejaba a un lado mis resistencias, para abrirle el corazón, ese herido corazón, a un nuevo tiempo, pero, por sobre todo, a un nuevo lenguaje.

La plata me hablaba de una renovación y de un previo trabajo de disolución. Algo tenía que disolverse para renovarse. Al desprenderme de la cruz, lo comprendí. Luego de cargarla conmigo toda la noche, comenzaba otro ciclo, otro desafío más allá de las circunstancias o la coyuntura del presente, un ánimo de trascendencia, porque, como dijo ella, "la idea es que me dure por mucho tiempo y que nunca la olvide". ¿Que no olvide qué? Tanto el amor vivido como el tiempo consumado. Tras la cruz, hubo un sacrificio; luego, un ascenso y una redención. Lo que fue redimido, fue la humanidad entera, su porción de divinidad. Así mismo, la misteriosa cruz de plata prometía ser la garantía de nuestra historia.

María José Solano: "La Europa que creó Occidente está desapareciendo"

"El hombre siempre ha querido entender. Por eso, el siglo XXI, para poder entender, ha sacrificado el misterio. Hemos sustituido a Dios por la ciencia; al espíritu, por las compras; la vida familiar, por las fotos en Instagram. Estamos arrancando los velos del misterio. Y el misterio es parte del potencial del hombre." María José Solano.