sábado, 9 de noviembre de 2024

"Bajo el signo de Marte" Guillermo Mas Arellano (fragmento)

"La noción teórica de «palimpsesto» acuñada en los años 80 por el padre de la narratología, el francés Gérard Genette, pone de manifiesto la esencia misma de toda escritura: en realidad no es otra cosa que una reescritura del pasado. Y nada más. Así, el «grado cero» de toda aventura textual no es, en el fondo, otra cosa que un «segundo grado de escritura». Se escribe sobre lo que previamente se ha borrado. Siempre.

El origen del término «palimpsesto» proviene de la cópula entre dos conceptos de origen griego: palin y psaein, que unidos harían referencia a la necesidad de grabar de nuevo lo ya escrito, a causa de la fragilidad de los materiales sobre los que se esculpían los textos antiguos. Todo texto nace, pues, con fecha de caducidad; tal y como ocurre con el conjunto de lo vivo. Los textos, como antes sus autores, nacen ya enfermos de muerte. Porque la enfermedad, cualquier forma de enfermedad, es aquello que nos regala a Dios para que bendigamos su nombre con la piadosa humedad de nuestras lágrimas."

Comparto una interesante "declaración de principios" literarios del escritor y periodista Francisco Núñez, "Ajenjo", cronista porteño. Cito algo con lo que concuerdo plenamente:

"Le explicaba, inútilmente, que la crónica literaria era una mezcla de mentira y verdad, que era un ensamblaje de historias llevadas al extremo por la imaginación. Que era un embutido de fantasía y realidad."

Y había quienes también veían en mis crónicas algún retazo biográfico, como si se tratara de un testimonio fidedigno. Ilusos.