miércoles, 10 de septiembre de 2025

¿Qué se sabe del "estallido social" en Nepal? que una multitud se alzó contra el régimen político presidido por líderes del Congreso Nepalí, el Partido Comunista de Nepal y un grupo de ex maoístas; que el motivo de la revuelta se debió al bloqueo de las plataformas de redes sociales por parte del poder político para censurar a los ciudadanos; que, de manera sospechosa, Tik Tok no fue bloqueado, lo que podría sugerir una alianza estratégica con China; que, precisamente, esta posible alianza demuestra la situación geopolítica de Nepal, sometida a un vaivén entre las potencias chinas e indias. Por lo mismo, la interrogante queda abierta. ¿Se trata de una auténtica revuelta espontánea, producto del descontento y de la rabia, o se trata de otro síntoma de una disidencia controlada por poderes fácticos, otro "río revuelto" de las masas, para ganancia de pescadores globalizantes? Por lo pronto, no hay respuestas categóricas. Mientras tanto, la Generación Z continúa su incendiaria faena y sirve de inspiración para muchos feligreses con sueños frustrados de rebeldía. Ecos chamuscados del estallido chilensis brotan en el imaginario de muchos camaradas, que miran aquella insurrección con nostalgia e impotencia ante la realidad de los hechos, pero el espíritu combativo es fuerte, el ansia y la adrenalina lo son todavía más, y solo esperan su pronta oportunidad para volver a asolar las calles con su bilis y su hybris legendaria. 

¿Por qué no hay un White lives matter?

"El asesinato de Iryna Zarutska, refugiada ucraniana apuñalada en un tren de Carolina del Norte, es el retrato perfecto de la hipocresía mediática y política. Grabada por cámaras, con pasajeros mirando sin hacer nada, y un verdugo con antecedentes detenido en minutos. Un crimen brutal que debería haber incendiado las conciencias. Pero no: no hay manifestaciones masivas, ni rodillas en tierra, ni hashtags virales. Contrástese con George Floyd: asfixiado por un policía blanco, su muerte activó la maquinaria global del Black Lives Matter, financiada, amplificada y convertida en dogma cultural. ¿Por qué? Porque encajaba en el relato del racismo sistémico, útil para dividir y controlar." Cristina Martín Jiménez.
"Según Rieff, se podrían concretar los orígenes de las simplificaciones woke en cuatro antecedentes: “la pretensión comunista de crear un hombre nuevo; la satanización del pasado en la Revolución Cultural china, aunada al empeño en que la gente manifestara su repudio a aquel en público; la vetusta ilusión europea de que las sociedades premodernas eran en esencia moralmente inocentes, y la revolución terapéutica que popularizó (lo que Freud tenía presente en un principio era, desde luego, algo bien distinto) y convirtió en fetiche un yo imperial merecedor de satisfacción por el mero hecho de serlo, y enfatizó que, si no podía hacerse realidad el relato que alguien se contaba a sí mismo, entonces uno u otro orden opresivo lo había estafado”.

En cuanto a la escritura, me precio de no tener intermediarios -mecenas se les decía- y de no pertenecer a ninguna clase de redes de influencia. Es más, los contactos que tenía los he ido perdiendo, progresivamente, con el tiempo, aunque también he ganado otros, en otra vereda. Pese a lo precario de todo, me abro paso, prácticamente, a puro pulso.
Postulé a un Concurso de cuento chileno contemporáneo, de Editorial Etérea, con un relato llamado "La muerte de Chile". Tras el cierre de la convocatoria, me confirman por correo que, entre los 431 cuentos recibidos, el mío fue uno de los 15 que logró conquistar al jurado. Con respecto a mi cuento, señalan que el jurado otorgó el siguiente puntaje y concepto:

Puntaje final: 92/100

Originalidad: 18/20

Impacto narrativo: 18/20

Desarrollo temático: 19/20

Calidad literaria: 18/20

Autenticidad: 19/20

Además, adjuntan un comentario, en el que afirman que "el relato despliega un ambiente urbano cargado de tensión, donde el diálogo directo y los enfrentamientos verbales marcan el pulso narrativo. La figura del protagonista se construye desde la fragilidad y la necesidad, mientras los antagonistas representan un poder que se impone en la sombra. La narración avanza con ritmo sostenido hasta alcanzar un desenlace abrupto que reconfigura la presencia de la bandera como símbolo cargado de ironía y despojo. El texto ofrece un retrato áspero de la violencia y sus consecuencias, invitando a pensar en la fragilidad de quienes buscan una salida rápida".

Pareciera que se trata de un comentario riguroso, hecho de buena fe y luego de una lectura concienzuda. Quiero creer que fue así, y que no fue hecho con IA.

Tras el análisis, la editorial anuncia la pronta publicación de la antología de la que formaría parte, si es que llego a cancelar una módica suma de cincuenta lucas, correspondiente -según ellos- al costo del proceso de corrección, maquetación y diseño de portada.

La verdad es que ya había postulado en otras ocasiones, en distintas convocatorias, y bajo distintos sellos asociados al mismo equipo editorial, y en casi todas las oportunidades había quedado seleccionado, solo para recibir, acto seguido, el mensaje del pago como condición necesaria para quedar dentro de su proyecto.

Hay en esto un juego ambivalente: por un lado, me felicitan por la obra postulada, con un reconocimiento exprés, refuerzo positivo, golpe duro de dopamina; y, por otro, se apuran en cobrarme dentro de un plazo límite. Negocios son negocios. Algunos dirán que esa es su movida, tómala o déjala, y está bien. Pues, otros también han dicho, en esa misma línea, y en circunstancias similares, que no están dispuestos a pagar por una publicación del extranjero, sin garantía de retorno. En ambos casos, se disputa un valor transaccional, y la cuestión intrínseca a la propia obra queda supeditada a la voluntad de las partes interesadas.

El mercado editorial está lleno de este tipo de triquiñuelas que pueden constituir, en sí mismas, una sátira, una representación paródica, un teatro de comerciante bien disimulado bajo la figura de la gestión cultural. De todas formas, se agradece la oportunidad de seguir siendo publicado en antologías (que nadie cercano se animará a leer siquiera), solo que plata mediante, sin suficiente lobby ni "espaldarazo".