sábado, 20 de octubre de 2018

La nueva faceta artística del hijo de Bachelet, con su pseudónimo "Diezzel Kunst". Él mismo decía que ese era uno de sus tantos heterónimos, que tenía otros aún desconocidos y que utilizaba para cada exposición cual copia de Pessoa o de Boris Vian. Le faltó poco para decir que su nueva parada no era para reinventarse tras el caso Caval, sino que aquel Dávalos era simplemente un impostor, un alter ego fraudulento. Demuestra que el arte puede volverse el nicho en el que el burgués se regodea con la impostura excéntrica o la reivindicación moral, escandalizándose a sí mismo.