lunes, 8 de septiembre de 2014

Parra el poeta imaginario del anti siglo



"Si el hombre, dice Parra, llega a tener éxito en su afán de destruir el Universo, lo más probable es que Dios vuelva a crearlo de nuevo".

... Si la vida no tiene sentido actualmente ello significa que nunca lo ha tenido, que nunca podrá tenerlo. De ello es consciente el poeta cuando se niega a rehacer su vida de atrás para adelante y adoptar una actitud romántica, de nostalgia por el pasado...

Dijimos que él vive sus pensamientos. Con ello quisimos significar hasta qué punto en él se entrelazan la acción y la contemplación. Si postula un regreso a la realidad, lo hace en el terreno de la realidad. Lo posible y lo necesario son para él uno y lo mismo. Piensa dogmáticamente y vive críticamente la caída o la exaltación de sus dogmas. De ahí que él no intente demostar una intuición, sino expresarla; siempre que ella sea lo suficientemente significativa como para rechazar todo atisbo de duda. Con la duda empieza la filosofía y muere la poesía" Enrique Lihn, Introducción a la poesía de Nicanor Parra.


Ciudadanos de las tinieblas

"Hay otros mundos, pero están en este" Paul Eluard.

Ya va tomando forma la colección de Otros Mundos que en los años 70 tuvo su apogeo en el universo editorial. La idea era, a raíz de mi antigua filiación a Nueva Acrópolis, recorrer un camino ecléctico de búsqueda y de conocimientos, aún valorando el aporte en material oculto y tradicional que los acropolitanos de aquella filial compartían. Decidimos dejar la institución debido a su cada vez más evidente carácter sectario.

Reconocimos que el sendero continúa fuera. La figura de JAL, fundador de la institución, aunque notable en su aportación, se nos hizo en un principio demasiado ambigua para seguir nuestro propio camino. Los dogmas tales como la moral religiosa y el cientificismo positivo, uno desde el fanatismo y otro desde el materialismo, parecen seguir siendo lo que otro autor en su tiempo llamó "monstruos reaccionarios.

Es algo consabido que los hombres de ciencia tuvieron su lado esotérico. Es cosa de remitirse a Newton. El mismo hombre que teorizó sobre la gravedad fue un asiduo alquimista. Giordano Bruno, el mártir renacentista, que para algunos ateos sigue siendo considerado un racionalista, estuvo también interesado en la magia y la tradición hermética. Jacques Bergier hablaba de una vuelta al "realismo fantástico" que no se limita a lo evidente, lo medible y cuantificable, sino que permite adentrarse en posibilidades de realidad que exceden el sentido común. En palabras del autor, la realidad sería fantástica por antonomasia. Lo mismo dijo Borges respecto de la literatura. 

No se trata, según aquel, de imaginar entelequias ni de sueños ingenuos, se trata de arrancar esa materia desde las entrañas de lo real, desde tus propias "entrañas". Las experiencias imprevistas que desatan el sudor a cada paso, en tu lecho, en la próxima esquina, que desafían las cabezas y páginas en blanco. Se está unido a una tradición oculta y, a la vez, se camina hacia lo desconocido. En esa línea, el pensador hace de sí un clandestino, una especie de animal fugitivo y subterráneo, porque, como dijese Crowley: "el pensador, con sereno espanto, formula su ley eterna".