domingo, 17 de diciembre de 2023

Algo loco del triunfo del En Contra es que, en otras circunstancias vitales, en otro espacio tiempo alternativo, sepultado en lo imposible, estaría compartiendo aquel triunfo como propio con mis antiguos círculos literarios y mis ex camaradas. Sin embargo, ya alejado y anclado en este presente histórico, lo comparto con mis nuevos amigos del "otro bando", los soberanistas.

Otra cosa loca del En Contra, (y la conversamos por interno con un amigo) es que, a fin de cuentas, la gran ganadora fue la Constitución del 80, en una comedia política digna del teatro del absurdo. Sin quererlo, la izquierda oficialista acabó trabajando por mantener vigente aquello que juró destruir, y gran parte de la derecha tradicional intentó traicionar el legado de sus "padres ideológicos". Tópico del Adynata, el mundo al revés. En definitiva, fueron cuatro años de un proceso altamente costoso en materia humana, para luego volver al mismo punto de partida. ¿Algo se aprendió realmente? Al final, muchos terminamos enemistados y encerrados en una lógica binaria, en circunstancias de que los verdaderos beneficiados siempre fueron y seguirán siendo los operadores políticos. ¿Qué hacer? hubiera preguntado Lenin, repetido como un mantra por mis ex amigos camaradas. ¿Qué hacer? pues, dejar un rato el megáfono, volver a casa y a seguir con la vida.

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