miércoles, 10 de agosto de 2016

Criminally insane

Durante un sueño muy profundo, imaginé una calle sinuosa de la que aparecía de repente un montón de sujetos de todas las formas, en una especie de comic de estilo oscuro. Tipo cyberpunk. Todos tenían que ver con los bajos fondos. Delincuentes de poca monta, detrás de los cuales solo había un camino oscuro, representando a los peces gordos. Los malos de verdad. Los invisibles. De fondo sonaba Criminally insane de Slayer. Parecía todo la representación gráfica de la canción. De repente despierto para trabajar, veo el whatsapp y mi tía me informa que durante la madrugada asaltaron a la familia, prima, primo y abuelos. Me comunico con ellos, nada grave, ningún herido, solo la tensión y unas pocas cosas robadas. Después de eso viene, sin embargo, lo peor: la vulnerabilidad ante el medio hostil. Se es víctima una vez y se puede serlo de nuevo. Esa es la ley de los que no se rigen bajo la ley. Terrible lo que la sociedad puede llegar a desencadenar, lo que oculta pero siempre sale a flote: un montón de imbéciles -seguramente drogatas- reduciendo a los de su propia clase, pero terrible también lo que la propia mente puede llegar a imaginar: la realidad misma con todos sus demonios.