jueves, 7 de julio de 2022

Chile, el sueño del que no se despertó

Sebastián Depolo, quien fuera secretario general de Revolución Democrática, había declarado, ante un posible gobierno de Boric, que “iban a meterle inestabilidad al país porque iban a hacer transformaciones importantes”. A mediados de 2022, el escenario declarado por este malogrado oráculo de la Nueva Izquierda ya se asemeja, cada vez más, a la realidad país. La inflación se ha acrecentado casi en un 10% en lo que va desde el período octubrista hasta la era plandémica (2019-2022). Esto ha repercutido dramáticamente en el precio final del dólar y la bencina, que han subido en una cifra promedio de alrededor de trescientos pesos ($710 a $1000 en el caso del dólar; $750 a $1200 en el de la bencina).

Si de inestabilidad se trataba, sin duda, el programa de la nueva administración va acorde a los vientos de cambio. Esta ha de ser una de las pocas recetas que nunca les falla: meter inestabilidad, ¿pero a qué costo? Pues al costo del bolsillo de los contribuyentes, los mismos que creyeron renovar su fe en la política para darse de sopetón con los efectos colaterales de la “revolución democrática” octubrista.

Como se señala en Ocultocracia, medio independiente: todas las refundaciones las terminan pagando los contribuyentes, quienes no pueden protegerse de la milagrosa inestabilidad. Quienes sí pueden, por supuesto, compraron dólares, instrumentos financieros y activos reales que protegen de la inflación, verdadero Satán que siempre pasa la cuenta a los estatistas como en una maldición recóndita, no asumida.

En suma, camaradas, Chile se durmió, y el sueño, por lo pronto, lo seguirán pagando los dormidos.

Chile, el sueño del cual aún no se despierta.

¿Puede despertar, acaso, alguien que ni siquiera sabe distinguir entre el sueño o la vigilia?

Pablo Ortúzar, “Por un octubre sin octubrismo”. (fragmento)

"¿De dónde viene la falta de humildad? En el caso del primer gobierno de Sebastián Piñera, ella se alimentaba del mito tecnocrático-meritocrático. Jóvenes esbeltos con olor a Harvard (“los mejores”) que moverían los límites de lo administrable. Pero el mito de la Nueva Izquierda que empuja a Boric no es tecnocrático, sino moral. La tesis política detrás de sus acciones, desarrollada por intelectuales de la llamada “generación perdida”, es que la Concertación fue nada más que una continuación retocada de la dictadura militar. “Neoliberalismo con rostro humano”, nacido de la cobardía de sus dirigentes, que no buscaron una “impugnación radical” del “modelo”.

Y ya que de impugnar se trata, mejor agarrar vuelo e impugnarlo todo: la historia de Chile completa. Denunciar la patria como una atrocidad plena. Total, si nuestros treinta años más prósperos y pacíficos fueron un calvario inmoral, no queda mono con cabeza. El “neoliberalismo” es un concepto tan chicloso que caben en su seno la conquista, la colonia y la república. El cuadrito de O’Higgins se queda, por ahora.

El problema viene al llegar al poder, pues el proyecto “radicalmente antineoliberal” es puramente polémico: no posee un contenido positivo. Por eso ni el gobierno ni la Convención tienen realmente un programa político. Ambos se constituyeron como plataforma de protesta, pero incapaces de producir cualquier cosa que esté a la altura de sus propios estándares. En simple, son un pegoteo de activismos rabiosos. Solo los une una “lucha” contra una abstracción. Lucha coordinada, mientras no están en el Estado, por un nihilismo de los medios: todas las micros “antineoliberales” sirven. Incluyendo el violentismo octubrista y el etnoterrorismo. Disuelven y destruyen, así, la unidad política que pretenden conducir al paraíso.

Están condenados, entonces, a habitar el poder con declaraciones altisonantes y antagonismos permanentes, pero con resultados permanentemente mediocres y destructivos. El gobierno teniendo que buscar votos entre sus adversarios para intervenir la Macrozona Sur (porque los votos propios son demasiado puros y no están para eso) y la Convención escribiendo una Constitución que es un loteo brujo entre grupos de presión. No hay orden, no hay sistema. Y es que no hay, realmente, visión de Estado."

La danza final de Kali



Conferencia impartida el 22 de mayo de 2022 en Ávila, dentro de los XXXIII Encuentros Eleusinos, presentada por Fernando Sánchez Dragó

Tesis: El transhumanismo solo puede ser llevado a cabo PERPETRANDO UN CRIMEN contra la humanidad.
“El significado está desapareciendo lentamente de nuestras vidas. La cantidad de información vertida en nuestras cabezas está aumentando exponencialmente. Las nuevas tecnologías hacen que las fuentes primarias sean cada vez más accesibles, pero esto no conduce a una acumulación de conocimientos.

No sólo la claridad no ha aumentado, sino que, por el contrario, cada vez entendemos menos el mundo que nos rodea. Esto sucede porque se han perdido los criterios de comprensión. El ejemplo en nuestra conciencia, en nuestra cultura, en nuestra sociedad, que otorga un hecho, suceso, significado, fenómeno, que interpreta la realidad y pone hechos dispares en apreciación, ha desaparecido.

Los occidentales "mataron a Dios", según Friedrich Nietzsche, pero, junto con él, el hombre mismo desapareció como un ser razonable, activo, como algo vertical, capaz de establecer pautas claras y dar sentido definitivo al mundo y al fenómeno.

Todo lo que les queda es un mosaico insignificante de la cultura posmodernista, donde el patetismo del humanismo se ha secado y se ha acumulado la fatiga de la civilización, privando a la vida de significado.”

Aleksander Dugin.

Fragmento de otra locura narrativa para un futuro hipotético libro de sueños, "Onirómano":

"Lo que más le dolió, aunque parezca incomprensible, no fueron los golpes, sino que la explosiva imprecación de la mujer. Después de todo, aquel solo era un dolor físico. Este otro, en cambio, continuó retumbado en su interior cual acusación temeraria. Por más que lo pensaba, no entendía por qué aquella mujer le tenía tanto odio. Y por más que hacía memoria, no lograba recordarla ¿Cuál habrá sido la razón? ¿Qué cosa le habría hecho en el pasado como para que llegara a ese extremo? ¿Habrá tenido acaso algo con aquella mujer? En tal situación ¿Habrá sido algo incidental o realmente algo significativo? Todos estos cuestionamientos no paraban de acosarle, sirviéndole de tormento en la medida que el dolor de las heridas recibidas se hacía aún más agudo.

Intentó volver al exterior de la edificación, rumbo a la galería, a través de esos pasillos interminables. Exigía una explicación. Quería hablar con la mujer y preguntarle la razón de tamaño matonaje en su contra. Qué había hecho para merecerlo. Cuando consiguió llegar al sector repleto de verde, estaba todo completamente vacío, aunque desordenado y con sobras del cóctel que se había hecho durante la ceremonia. Caminó lentamente hacia una copa de champaña que allí había. En el momento que intentó servirla, para calmar un poco su angustia, sintió un gran golpe en la nuca que lo tumbó sin remedio contra el piso. Antes de volver a quedar inconsciente, alcanzó a distinguir la figura del agresor. Era la del amigo que acompañaba a aquella mujer, pero cuya semblanza apenas consiguió reconocer. Su noción del tiempo y del espacio se fue desvaneciendo. Recuerdos fugaces pasaron por su mente, recuerdos entremezclados de su antigua vida con aquella mujer misteriosa. Recuerdos agridulces. Tras estos recuerdos, una enorme fosa se abrió paso dentro de su consciencia y su corazón. Así, se hundió lentamente en la fosa, acaso sin posibilidad de volver a la superficie y recuperar su centro."