sábado, 16 de septiembre de 2017

Ya que dice que el Romanticismo tiene una conexión directa con los ideales de la Revolución Francesa, y habla de la característica del desengaño ¿será entonces el anarquista también una especie de romántico? Algo más o menos así preguntaba en el preu un cabro durante la clase de la tarde. En efecto, la respuesta a su pregunta sería afirmativa, de no ser porque el cuadernillo psu solo contemplaba un análisis ceñido a la época literaria. Una cuestión terriblemente parcelada, sin aparente conexión con ninguna otra cosa. Mijail Bakunin habría servido, en relación a la inquietud inicial, de ejemplo político. Aun así, muchos seguían sin poder disociar lo romántico de lo meramente sentimental. Sin embargo, en la pregunta del principio, en el cuestionamiento asociativo de ese cabro ya estaba contenida su propia respuesta. El sentimiento como resistencia o bien como evasión de la realidad. Lo romántico como un espíritu, no una moda del corazón. De hecho, lo romántico y lo anárquico como un solo corazón.
Hoy solo había una hora de clases antes de las actividades de fiestas patrias. En lugar de cualquier cosa relacionada con la materia, les hice ver a los cabros la Batalla de Chile. Aguante el cine y la historia, pero también aguante la postergación pedagógica.