martes, 31 de agosto de 2021

¿Quién mató las Humanidades?

"En lugar de alentar a los estudiantes a interactuar con las grandes mentes del pasado, los profesores de humanidades de hoy solo buscan enseñar su propia cosmovisión. La reunión anual de la facultad de literatura de Estados Unidos colocó en la parte superior de su agenda de 2014 la discusión de "personificación, pobreza, clima, activismo, reparación y la condición de ser gobernados de manera desigual", todo con el fin de "exponer los puntos clave de la “vulnerabilidad” de las minorías y evaluar posibilidades de cambio”. Perdida en esta postura política está la única verdadera justificación de las humanidades, proporcionar conocimiento... conocimiento que conduzca, uno espera, a la adquisición más importante de todas: la sabiduría".

domingo, 29 de agosto de 2021

Vi ayer Yo acuso de Roman Polanski. Impecable revisión del caso Dreyfus, que retrata de manera crítica el tema de la justicia en el marco de las leyes y también en el marco social. “Donde hay poca justicia es un peligro tener razón” dijo Francisco de Quevedo. Y Dreyfus sufrió en carne propia ese peligro. El impacto que puede tener una acusación, aunque esta sea falsa. La complicidad del poder al momento de ocultar la verdad y, como consiguiente, la importancia y la relevancia del juicio justo y el debido proceso. También, el tema respecto al ánimo punitivo en consonancia con un perdido concepto del honor y la integridad. Todo eso es desarrollado excelentemente en la película, tanto en su ejecución como en su trasfondo. Actuaciones sobrias. Guion inteligente, con la justa dosis de drama y de contingencia. Todavía creo que deberían volver los duelos o los encierros en una isla abandonada, pero para los verdaderos corruptos.

Los hechos más bizarros que han cooptado la agenda política chilensis:

El ex candidato de la Lista del pueblo inscribió su candidatura con un notario muerto y una notaría extinta.

Candidata a senadora por el Partido Igualdad propuso una monarquía para Chile.

Una señora vestida de Pikachu forma parte del bloque que escribirá una Nueva Constitución.

El creador de Felices y Forrados propuso viajes al espacio para todos los niños chilenos en su programa presidencial.

Usted sume otros hechos bizarros, o bien cuestione si son o no bizarros algunos de estos hechos. Esa es la maravilla de la libre expresión amparada en los tratados democráticos

sábado, 28 de agosto de 2021

El bebé del Nevermind demanda a Nirvana por pornografía infantil

La millonaria demanda de Spencer Elden, el bebé en la carátula del Nevermind, contra los integrantes de Nirvana, por presunta pornografía infantil y explotación sexual, retrata fielmente el significado del arte en la icónica portada objeto del conflicto: todo se trata de perseguir el dinero, aunque toque sumergirse en las mareas del éxito y luego en las aguas turbias de la ignominia.




"Los muertos reviven ¿Por qué no? ¿Acaso no lo hizo Cristo? Quien cree en mí, vivirá para siempre, dijo alguna vez ¿Solo el alma o en cuerpo y alma? Otros hablan de vidas pasadas y futuras. Creen en la reencarnación. Yo, en otra vida, fui un guerrero. No: yo fui un médico que sanaba a mucha gente. Yo fui un noble. Pero nadie se imagina haber sido un burocrático y aburrido notario”. Tomás Mosciatti.

viernes, 27 de agosto de 2021

Un notario muerto y una notaría extinta, pero nadie sabe, ni el Servel, que la candidatura de Ancalao era en realidad un sketch político inspirado en Pedro Páramo. Nada nos asegura que Ancalao esté vivo y no sea un espectro. Chile, cual Comala, fue testigo de una carrera presidencial nonata, muerta antes siquiera de nacer.
Talibanes significa estudiantes. Un gusto enseñarle todos los días y a la vez aprender de mis talibanes chicos
El colegio realizó un simulacro de operación deyse en contexto pandemia y con clases mixtas. Había que evacuar la sala mientras los chicos en la casa permanecían en línea. Solo una alumna estuvo presencial. En cuanto sonó el timbre, tuve que salir al patio con ella y dejar la sesión abierta para los chicos virtuales, junto a un video instructivo con un sonido de alarma, irritante al punto del hartazgo. Ya afuera, algunos cabros comenzaron a amontonarse y a simular una celebración en plan hueveo: "¡estamos vivos!“. Luego de escuchado el discurso del inspector respecto a la importancia de la seguridad y la responsabilidad, se le escuchó decir a un cabro de otro curso, un único y contundente comentario: "la wea esquizofrénica".

jueves, 26 de agosto de 2021

La candidata a senadora por el Partido Igualdad fue bajada luego de sugerir una monarquía para Chile. Luego, rectificó: el monarca es el pueblo. Ella hablaba de una monarquía metafórica, una democracia monárquica. Este ánimo refundacional de nuestra “nueva política” está haciendo florecer “genios deslumbrantes”, como diría Villegas.

miércoles, 25 de agosto de 2021

Gente querida, les tengo una encuesta interactiva. Si usted tuviera la potestad para dirimir un nuevo sistema de gobierno en Chile, ¿cuál sería y por qué?

A) República

b) República popular

C) Monarquía
Un alumno dijo en la mañana. -Vengo de robar un banco-. Le respondí. -No me diga-. Él siguió diciendo: -Ajá. Sus 200 palos. No es malo-. Reí y le comenté: -Esa es vida-. ¿Habrá pensado en La casa de papel? Se me olvidó preguntarle. Temo que la serie haya implantado en los estudiantes la imagen ficticia del profesor como cerebro de robos. La realidad, en cambio, es que se vive endeudado al banco a causa de una carrera aún impaga, porque como decía Bertol Brecht: ¿Qué es robar un banco, comparado con fundarlo? De hecho ¿Qué es ser alumno e imaginar robar un banco comparado con ser profesor y permanecer moroso?
"Está super frío, profe", me dijo la tía de la recepción, luego de tomarme la temperatura. Por un momento, pensé que se refería a mí y no al clima.

domingo, 22 de agosto de 2021

“Por eso es inútil que los gobernantes crean que han vencido al espíritu libre por haberle sellado los labios, pues con cada hombre nace una nueva conciencia y siempre habrá alguien que recordará la obligación espiritual de retomar la vieja lucha por los inalienables derechos del humanismo y la tolerancia. Siempre habrá algún Castellio que se alce contra cualquier Calvino, defendiendo la independencia soberana de la opinión frente a toda violencia ejercida desde el poder”. Stephan Zweig

sábado, 21 de agosto de 2021

Hay un alumno que siempre ingresa a la clase de Diferenciado y se sienta delante mío. No pertenece a ese ramo, pero de todas formas entra. Durante todas las clases, permanece en un completo y hermético silencio, serio, abstraído. No había querido decirle algo, porque no molestaba para nada, pero hoy me decidí a preguntarle por la razón de su presencia. "¿Usted no es de esta clase?". El alumno respondió con un escueto no. "¿Y entonces, estimado?", le volví a preguntar, procurando que no se sintiese excluido, aunque extrañado por la situación. "Lo que pasa es que prefiero guardarme acá en la sala, porque no me gusta salir", dijo el cabro, sin otro motivo que una simple incomodidad por permanecer afuera. "Supongo que no le molesta que esté modo fantasma", volvió a decir el cabro. "No, para nada. Hacen falta invitados fantasmas", le dije de vuelta. El cabro sonrió un poco. Su sonrisa apenas se esbozó, escondida entre las pálidas facciones cubiertas por la capucha. Tan pronto tocaron el timbre, salió sin decir nada.

Reseña de poesía: “Herida, tragedia y revelación”. Poemario adolescente de Mayda Plant

¿Qué bestia caída de pasmo

se arrastra por mi sangre

y quiere salvarse?

La única herida, Alejandra Pizarnik


Hace no mucho rato leí Mujeres paranormales. En ese libro había un texto llamado Revelación. Decía algo sobre el dolor y la conciencia. Recuerdo que al conversar con la autora, le hice saber que su texto hablaba mucho sobre la herida, una herida tal vez “invisible para el resto”, pero muy íntima, sin cicatrizar. Entonces, en otro texto que escribí para ella, asocié esa herida al fragmento de la herida en Hijo de ladrón de Manuel Rojas: “La herida se ha abierto, ha aparecido y podrá desaparecer o permanecer y prosperar”.

En la escritura confesional de Mayda Plant la herida, a todas luces y a todas llagas, permanece y prospera. Palpita con cada vibración del significante contra el significado, al tacto sanguíneo en la violencia de las emociones. Tras cada confesión, tras cada palabra y cada línea destemplada, la hablante va deshojando su cuerpo existencial y fulminando la vaciedad con su torrente de emociones en plena ebullición de la edad y también de la experiencia. Sin embargo, pese a este caudal a ratos asfixiante, la hablante encuentra, de tanto en tanto, un respiro con alguna remembranza nostálgica o algún sentir contingente, algo palpable, al punto de la pasión, que le permita el aire a su interioridad. Ella abriga ilusiones y esperanzas, contra todo pronóstico, aunque su tragedia personal sigue viva, transmutada en expresividad y en oficio:

La agonía de aquellos días

va quedando atrás,

tales versos enceguecidos

que a mi alma tanto agradan

hoy solo son pedazos de un mal recuerdo

o tal vez eso desean ser.

¿No es esta acaso la manera en que

La poesía cobra sentido?

El prólogo para este lírico e íntimo diario de vida sirve de puntapié y nos marca la ruta por la cual se irá desplegando la voz de la hablante. Al ser construido en forma de diario de vida, el Poemario adolescente remarca su estructura de tiempo. Dos grandes partes divididas en Adolescencia obligada y Adolescencia perpetua, separadas ambas por un lapso de diez años aproximadamente, demostrando que en el contenido del poemario y en el trasfondo existencial de las vivencias poetizadas, el tiempo juega un papel decisivo, una variable que se une a esa cadencia vital de la hablante por querer escribir y contar lo que ella desea contar, porque en este caso el tiempo de los poemas media con el deseo de la expresión en las palabras. Cada fecha marca una voz, una imagen y un ritmo, los que varían conforme varían los días y sus copiosas sombras.

En Adolescencia obligada, las expresiones y descripciones de la hablante cambian de poema en poema, alternando entre la voz carmínica (plena de fuero interno y de arrojada pasión), la voz apostrófica (dirigida a la figura del amor o bien interpelando al lector) y nuevamente la voz carmínica pero plurizada, apelando a un sentimiento de unicidad con otras voces, aunque no se sabe bien si esas son otras voces o son otras dentro de ella misma:

¿Qué nos han hecho?

Jamás seremos las mismas

Solo promesas nos han manifestado

Con salvajismo en sus miradas,

Entrada al abismo.

He ahí el juego de la escisión. La renuncia a la identificación unívoca y al decir uniforme. Y en esta parte de la adolescencia, ya vemos que, aparte de hondas cavilaciones existenciales y pasiones hormonales, también hay mucho de introspección, ludismo y júbilo por el hecho de sentir y de vivir, este último, indivisible de la idea de morir, lo cual, en ningún momento, coarta la voluntad, sino que, en todo caso, reafirma la vida misma, la idea de la tragedia nietzscheana, la afirmación de todas las cosas aún en sus zonas más abyectas:

Dentro de toda esta molécula

El dolor y la alegría me acompañan,

Sentimientos que el corazón

Plasmó ayer

En la inmensidad.

Existencia

Largo camino.

En Adolescencia perpetua, se aprecia un significado algo irónico, aunque no exento de cohesión con el sentido mismo del tránsito de la edad de la mano de la experiencia y del recuerdo. Vuelve el confesionario lírico, el testimonio de los días vividos, los aprendizajes asimilados y las disyuntivas aún no del todo digeridas y abrazadas al corazón y a la psiqué. Se hace patente, más que nunca, la voz carmínica, alternada con la apostrófica, para referir sentidos pasajes alusivos a la ilusión de lo que fue o lo que pudo ser, o bien al placer desenfrenado del instante, “el instante eterno” romántico, baudelairiano, sin otra condición que el otro deseante, fundida su existencia en un mar de emociones, a ratos contradictorias, a ratos armónicas, tiernas, indomables:

Mi amor es gigante

Tan enorme como lo que provocas.

El sufrimiento ¡Oh, el sufrimiento!

Está siempre presente,

Instante de gozo también conocen de esto.

A medida que avanzan los días y así los años en Adolescencia perpetua, la crisis tiende a agudizarse. Las emociones que antes danzaban jubilosas, de pronto colisionan de manera aguda, y además tienden, a veces, a la melancolía, limitando con la depresión. Pero el cuerpo de Adolescencia entiende que lo perpetuo no alberga necesariamente lo agónico. Hay dentro de ese dilatado túnel vivencial una búsqueda espiritual, un vaciarse para volver a encontrarse.

“Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad” decía Carl Jung, y es que la hablante anhela la belleza y la virtud, quiere para ella un sentimiento de iluminación, de sanación, pero requiere, para eso, deshojarse, palparse, abrir la herida para que no queda ya sangre que cicatrizar, y purificar así su propio legado de dolor. Como cualquiera, quiere amar, pero no lo logra:

A veces no logro amar

Mi corazón está seco

Una fiera ruge en mi interior

Llora y clama

Justicia

Sabiduría.

Conforme se aproxima el cierre de la Adolescencia perpetua, vemos que el tenor de los poemas encuentra su clímax preñado de sentires paradójicos. Y luego, cierto encuentro con la reflexión sobre el ser, cierto ánimo filosófico sobre su existencia o, si se quiere, un mantra espiritual:

Quietud del Ser

Comportamiento selvático,

Lo que está a mi alrededor

Parece falseado…

El velo de maya de la cosmovisión hindú aquí figura sugerido. Las ilusiones son las circunstancias que rodean a la hablante, o bien el tejido de la realidad que ante ella aparece en forma de dolor y de deseo constante. La quietud a la que hace referencia, lejos de constituir la ataraxia, supone el encuentro con lo esencial, luego de vivir la tragedia (el rotundo sí a todas las cosas, luminosas y oscuras, de la existencia).

Se puede decir que la quietud en Adolescencia perpetua es el reencuentro con el verdadero ser, trascendiendo el puro ego material, pero este reencuentro no niega todo el recorrido vital, ni apunta al desprendimiento, sino que concilia aquella tan ansiada paz luego del clímax manifiesto en el poemario. No se avizora el estoicismo, porque el oficio de vivir en la hablante no trata de domar al animal de sus emociones con el reino de la razón. Lo que hace es abrir el caudal para dejar fluirlo todo, herida incluida, y, ya vaciada, liberada de sus residuos, sentirse una con todo, renacida, palpitante.

En la más pura tradición poética, nuestra hablante entra en sintonía con la poética de Alejandra Pizarnik: “Tú eliges el lugar de la herida en donde hablamos nuestro silencio”. Y es que, para la hablante, al igual que la poeta argentina, “escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura, porque todos estamos heridos”.

La hablante, la poeta, ya absuelta del yugo de su anterior herida, ya recobrada de su memoria sangrante, puede volver a transitar su camino, respirar el tiempo y restituir el armazón sensible de su vida:

Lo que miro, lo que medito, lo que huelo, lo que palpo

ESTÁ ACÁ, acompañando el transitar.

jueves, 19 de agosto de 2021

A días de que el Tribunal Superior de Justicia de Londres pusiera en duda la defensa de Assange, corriendo nuevamente el peligro de ser extraditado a Estados Unidos, salieron a la luz unas declaraciones del periodista que datan del año 2011, a raíz del tema de los talibanes, exactamente hace una década atrás: “El objetivo es utilizar Afganistán para lavar dinero de las bases impositivas de Estados Unidos y de países europeos a través de Afganistán y traerlo de vuelta a las manos de las élites de la seguridad transnacional (…) El objetivo es una guerra eterna, no una guerra exitosa”.
La agenda progre es la nueva sharía de Occidente.

miércoles, 18 de agosto de 2021

Lo de los talibanes afganos odiando a Estados Unidos, cuando fue este imperio el que les dio las armas para la guerra, me recuerda a los tan mentados progresistas odiando los valores de Occidente, cuando fueron estos valores los que les dieron la libertad y la igualdad que tanto desean para el resto del planeta.
De por qué los varones afganos también se verán perjudicados por el régimen talibán.

La situación de los varones afganos – Hombres, género y debate crítico (wordpress.com)

martes, 17 de agosto de 2021

El oficio del escribir es el oficio del tejer es el oficio de vivir. Reseña de poesía: Cardador (2019) de Natalia Rojas


“Abro la mano y sale una pregunta”. Desde el comienzo, un gesto y una imagen. El pensamiento consiste en preguntarse. La existencia misma es pura interrogación. A partir de ese gesto, filosofía y poesía se funden. Estas son las palabras que al articularse enhebran el oficio en el Cardador de nuestra hablante lírica. Su escritura poética no se agota en la fórmula. Hay en este sendero de hilos, de sonidos y de imágenes una riqueza simbólica que se palpa con tacto, con mirada y con sentido, sobre todo con sentido, porque en esta escritura, en este ejercicio, todo es un hacer y un volver sobre sí para volver a hacer y tejer. Entre medio de esa maraña, se aprecia una historia, cierta memoria, a la vez que un sentir y un palpar, sobre la lengua y también sobre lo vivo. He aquí que las sensaciones, las intuiciones y las reflexiones se van entrelazando de una manera musical y orgánica, al punto de socavar cualquier concepto preconcebido. Ante todo, la imagen, el hilo, la hebra, unida al oficio de escribir, que a su vez se relaciona al de vivir, y este, además, entronca con la pregunta del principio, el ser.

“la imagen parece lejana, se alcanza solo si se religa a la

hebra. en la forma inasible, la hebra, es una vena buscando

su propio órgano. la hebra no rastrea con los ojos, sino con el

ritmo propio de lo invisible. el tejido de los seres, se concibe

al revés: antes de la mano, el oficio; antes del ojo, el dibujo y

la vena, buscando lo propio”.

Es ese ritmo de lo invisible lo que acá se deshilacha, para perder su hermetismo y en cambio abrazar el desconcierto y el espasmo de lo sensible. La metafísica en Cardador palpa su idea, el texto en cuanto tejido desenhebra su abstracción para volver a la materia con la cual leemos el decir y tanteamos los signos.

En Cardador, como en la mitología de las Moiras, el tejido es un destino, y el tejer es ser. Inclusive, como la propia hablante afirma, hay una intención fundante en esa ontología del tejido, una ontología que se materializa en el mito del origen.

“en el cordón umbilical, se imprime un

deseo inasible”

De esta forma, el cordón pasa a formar parte de la hebra de la vida, que ata al mundo a su deseo, su deseo de ser. En este punto, el tejer se vuelve indistinto del ser, y su reflexión se vuelve indistinta de la reflexión sobre el escribir.

"llegan entes. muevo los hilos y entran al aire saliéndose en

trenza".

La hablante desenhebra voz carmínica. Se asume, en cierta parte, como “la que mueve los hilos”, en todo caso, emulando la tarea de las “hilanderas del destino” que tejían con sus ruecas y husos. Láquesis giraba el huso con el hilo. El alcance de esta imagen con las diosas del destino permite otra interpretación mitológica que en este caso podría reforzar la idea del poema como acto fundante, aunque, en particular, desde la mirada de la hablante, aquí la palabra funda su propio vacío y su propio sonido a través de un hilo que conforme se hilvana va cobrando forma, ritmo e inmanencia.

"el sonido enmaraña el

silencio y en los espacios vaciados de la maraña, se precipita

la luz, lo que quiere decir".

Nuevamente, se vuelve a la idea de este tejer como hacer propio en el oficio del vivir, un oficio muy íntimo y a la vez abierto a la experiencia. Para alcanzar a decir, se tiene que precipitar la luz. El hilo de la poesía permite soslayar el vacío de las palabras y al mismo tiempo acoger el secreto ritmo del silencio.

Tenemos también en Cardador una trama, una determinada historia que la hablante va hilvanando o desenredando de su memoria en el rollo. En esta historia se puede apreciar a la niña y al camélido. La hablante permite que estos aparezcan articulándose con la madeja de las imágenes, los ritmos y los sonidos ya recorridos.

“ese momento del animal brincando, resume varias relaciones

lengua/pensamiento”.

A ratos, ciertos pasajes de Cardador se pueden leer como poéticas con sentido propio, independientes del conjunto, pero a su vez unidas umbilicalmente al resto de la madeja. Es así que en Cardador se encuentra realizado de una forma muy íntima y creativa aquel placer del texto del que hablaba Roland Barthes en el libro El placer del texto: “el texto se hace, se trabaja a través de un entre lazado perpetuo; perdido en ese tejido; —esa textura— el sujeto se deshace en él como una araña que se disuelve en las segregaciones constructivas de su tela”.

En el libro, la historia no se cuenta. El propio texto hilvana, en sí, una historia y desmadeja, a su vez, un mito colectivo y una iniciación personal, repleta de búsqueda, de anhelo.

"tuve un sueño, salía de una casa de madera llamando a un

animal como si de él yo necesitara oír un mensaje".

El encuentro con este animal aludido permite que nos sumerjamos en la subjetividad de la hablante por un momento. Ese sueño puede ser el sueño del texto o un tejido secreto aún no del todo raído. De todas maneras, posibilita una brecha a través de una apertura. La hablante necesita oír un mensaje, un mensaje animal, no ligado ya al logos, sino que al mito. A la pura imagen viva primordial, al sonido desarticulado, sin división, al sonido uno.

"cuando escribo aquí, pienso en el escenario, en el hemisferio donde

ocurrió esto".

Aquí la hablante vuelve a desplegar su voz carmínica para situar el acto de escribir, que ya se interpretó como indisoluble e indivisible al acto mismo de tejer y de vivir. Esto deviene, a su vez, en el pensar. Entonces, se puede llegar a decir que en Cardador, tanto escribir, como tejer, como pensar, como vivir, forman parte de un mismo hilo continuo, que no deja de hacerse en su oficio, que no deja de hilvanarse y volver sobre la madeja, para decir lo que se tiene que decir y callar, tal vez, lo que solo enmudece ante lo innombrable.

"así que la hablante, montarás, retraída observa todo".

Aquí, el mirar. Otro gesto que se suma al hilo, y abre otro flanco a la veta creativa. En el oficio también hay un mirar. En el vivir, en el tejer y en el escribir, lo hay.

"hay un espacio en blanco/Está vivo".

Son algunos de los versos que, en cierta parte de Cardador, se repiten como en un mantra, deletreando de manera fonética la textura de lo orgánico, de lo que está vivo, y que solo se palpa si se dice, al igual que solo se puede palpar lo que se escribe en el espacio en blanco.

Stéphane Mallarmé, está, sin duda, presente, en ese ejercicio respecto al espacio en blanco, desde el cual escribir, y desde el cual el texto va superando su nada solo para hacerse y prolongarse a lo largo del abismo de la significación.

“Cuando el verso deja de ser un medio indispensable de la memoria, la cosa escrita se muestra esencialmente próxima a la palabra sagrada”, decía Maurice Blanchot, y he aquí que en Cardador se trata de aproximarse, con cada palabra, con cada silencio, a ese espacio sagrado tan caro a la hablante y tan vibrante para el lector.

Surge, aparte de estas interpretaciones, la conjugación entre la lana con el órgano y con la herramienta, nuevamente, indistintas en el universo del poemario y en la madeja poética. El cardador puede ser, al mismo tiempo, sujeto y herramienta. Figura personalizado, pero puede ser el material de trabajo con el cual se desarrolla el oficio.

"el cardador transcribe en la fibra un mensaje con el gesto de

quitar".

El cardador transcribe un mensaje. Realiza un gesto. Hace el trabajo. Hilvana, desmadeja. Todas y cada una de estas acciones y estos decires solo pueden ser reconfigurados en la obra total, que es el poema, que es el tejido que es la vida en el poema.

"el abismo circunscribe el organismo de la mujer que

cardea".

La mujer aquí figura en cuanto cardadora. Es aquella circunscrita por el abismo, es decir, aquella indivisible de la fibra, la fibra que es el nervio en el que completa su entidad, sencillamente “cardo, mujer y mano”.

Sobre las Parcas, decía Catulo: sus manos cumplían su tarea eterna como un rito. Tal cual en el poema, las mujeres son simbolizadas como aquellas que cardan la vida, que tejen un texto, cual rito y finalmente cual ofrenda, aunque acá en Cardador el oficio es el que prima, el siempre hacerse, no tanto como un destino, sino que antes que nada como una red de imágenes vibrantes con un trasfondo de vacío, con una pregunta que persiste desde el principio:

"las mujeres en el cardado se sientan o están de pie

es una herencia, un animal cundido en el vacío".

La escritura, en definitiva, es el gran Hilo con el cual se va enhebrando el tejido de la poesía. Entre textos, se avizora algo que no tiene nombre, forma ni sonido, algo que rebasa el sentido y que tiene rostro de vida.

"quien escribe golpea la materialidad de la escritura.

quien cardea golpea la fibra que luego se dispondrá al hilado".

En ese golpe radica la escritura. Cardador acaba anudando la hebra, atando lo que estaba deshilachado, para volver a la reflexión sobre el ejercicio poético en su material más elemental.

"una hebra es sustantivo de la siguiente, sintaxis enmarcada

por otra hebra libre de metafísica".

Todo en Cardador es esa sintaxis que busca la erótica del ritmo, el tanteo en un abismo sin otro destino que la búsqueda, para trascender las categorías, los conceptos, las monedas gastadas que empobrecen la vida.

Todo en Cardador es pulso, imagen y sintaxis, porque esa es la fibra de la cual está hecha la vida misma. Su devenir inocente, el ser. Su oficio diligente, el vivir, el escribir. Sin pulso, imagen ni sintaxis, somos puro hilo desmadejado.
En la sesión del lunes del taller de escritura creativa, el ejercicio consistió en escribir un breve relato sobre cómo se sienten, pasando por una descripción de las sensaciones y las emociones hasta llegar a los sentimientos. Tenían que inspirarse en un hecho de su vida o en un hecho imaginario. Una de las cabras escribió lo siguiente:

Mientras subí a aquella plataforma, respiré el frío aire de la noche y escuché los gritos y conversaciones distantes de la gente. Tomé la botella y aproveché de tocar su textura como despedida; prendí fuego al calcetín dentro, sintiendo el olor a gasolina aumentando. Me llené de adrenalina y lancé con todas mis fuerzas la molotov hacia el edificio. Apenas se empezó a quemar, extendí mis brazos con poder y triunfo. La exaltación hizo mi cuerpo y mi mente vibrar.

Insisto ¿esta cabra será anarquista, antifa o simplemente sublima sus ensoñaciones subversivas con una pluma muy decente?

lunes, 16 de agosto de 2021

Y pensar que en Chile también hay talibanes, solo que disfrazados de buena gente.

domingo, 15 de agosto de 2021

Chile ¿"res pública"?

Respecto a la moción levantada en la Constituyente sobre cambiarle el nombre de República a Chile, han surgido posturas en contra, argumentando que eso pondría en riesgo la cualidad republicana del país. Según Mauricio Daza, el artículo 135 de la ley 21.200 explica claramente que la nueva Constitución no puede cambiar su calidad de República ni cambiar el sistema democrático. Por lo tanto, con el cambio de nombre propuesto, Chile no dejaría de ser una República o, más bien dicho, no debería. En cualquier caso, suscribo la postura del constituyente Agustín Squella sobre este tema, quien señala que el concepto mismo de República ya entraña en sí justamente la “res pública”, la cosa pública, dentro de la cual converge perfectamente la idea plurinacional que se tiene en mente desde la Convención. Me quedo, en lo particular, con el sentido originario de República de Chile como independiente políticamente de la colonia española, y con el sentido liberal democrático de la división y separación de los poderes del Estado.

Interzona

 


Al caminar por Subida Ecuador, supe de inmediato el cariz que tomaría la noche al dirigirnos a aquel antro.

–Si vamos allá, no se vayan a espantar, chiquillos-, dijo Eva, nuestra desenvuelta compañera de ruta.

–Tranquila, si esto es cotidiano para nosotros. Valpo es así- le dije de vuelta.

El amigo H, el cuentista ingeniero, asintió con entusiasmo:

-Ya cachamos la onda, Eva, así que vamos con todo no más-.

Eva lo miró por unos segundos, sonrió y siguió andando.

En la entrada del local, los guardias andaban agujas. Al amigo H le revisaron hasta el sombrero por si portaba algun
a sustancia ilícita que no fuese la que el propio sitio suministraba, casi como en una exudación natural. Eva y yo pasamos sin problemas. Ya dentro, se separó de nuestro lado para hablar un asunto privado con un amigo. Entonces fui junto a H a buscar espacio al segundo piso.

Arriba estaba repleto de jóvenes almas chupando y consumiendo ese polvillo blanco, algo muy parecido a aquel Polvo de ángel que circulaba en el GTA San Andreas y que era mencionado también de manera subliminal en el álbum de Faith No More con la garza en la portada. La música típica del Cureptano, con ese sonido saturado de parlantes deshechos, seguía siendo la misma: un playlist de lo más granado y variopinto del rock y el metal vibrando como el telón de fondo para el cóctel dionisiaco que entre líneas y humo se iba armando. No había excusa para echar pie atrás. Solo era cosa de bajar y pedir lo de siempre en la barra para ponerse a tono.

Eva conversaba con gente que conocía, rostros amables, aunque bastante embotados. Bebimos con el H las primeras birras. El Cureptano era, sin duda, el lugar propicio para tres picados a poetas, sobre todo para Eva, quien se paseaba prácticamente a sus anchas. El lugar guardaba la mística de aquellos locales metaleros de antaño, junto con la ranciedad necesaria para carretear como el Diablo manda.

-¿Habían venido antes acá?- preguntó Eva.

-Sí, claro- respondimos, al unísono

-Supongo que no se asustarán por lo que aquí pueda pasar-

-No, si ya cachamos la onda- agregó H.

Eva sacó una bolsita. No sabíamos cómo la había conseguido ni con quién, pero nos sorprendió, porque no era común ver esparcida sobre tu mesa semejante cantidad de coca. Eva nos ofreció a ambos, pero ninguno quiso. Eva se zampó una línea completa. Era increíble ver a esta mujer jalando, mientras nosotros bebimos cerveza a tientas. Éramos como niños de pecho jugando a ser rebeldes y a creerse con calle y mundo.

La conversación se fue haciendo cada vez más intensa. Salió a colación algo relacionado con el romanticismo y la manera de abordarlo en clases.

-¿Saben cabros, el romanticismo puede ser abordado desde Cortázar o desde Poe? Es una wea gigante, tremendamente didáctica- dijo Eva.

-Así es. Da para una unidad completa- le respondí lo que fuera.

El amigo cuentista ingeniero asintió, concentrado en beber su chela. Al escuchar la mención a Poe, sin embargo, él dijo declararse un fan acérrimo. De hecho, sus cuentos (que había revisado años antes, por interno, cuando aún éramos simplemente amigos de facebook) tenían mucho de la técnica y el efecto del maestro, guardando las proporciones.

-¿Y enseñar el romanticismo desde los malditos?-, le pregunté a Eva.

-También, pero creo que es solo una parte de un todo- respondió ella, mirando hacia los lados, y rascándose un poco la nariz.

–El romanticismo es rebeldía-, repitió H, mientras Eva siguió jalando.

Después salió algo sobre Los perros románticos de Bolaño. No supe por qué. Ser de Valpo, en ese momento, era un poco como ser perro. No romántico, sino que quiltro (a no ser que el quiltro tenga algo de romántico).

Bebimos la chela sobre la mesa. La música se volvió más ruda y el copete se nos subió a la cabeza. A medida que el copete surtía efecto y festejábamos simplemente por la pequeña comunión que habíamos conseguido los tres pilotos, el vacile en El Cureptano siguió su curso natural. H, el cuentista ingeniero, propuso llamar al escondite de desenfreno que nos recibía todos los jueves, precisamente con el nombre que habíamos llamado anteriormente a la Pinto. El Cureptano pasaría ahora a ser la Interzona, en honor a El almuerzo desnudo del viejo Burroughs. Eva, al escuchar el nombre, no hizo otra cosa que celebrar la oportuna salida del amigo.

-¡Interzona! ¡Interzona!-, gritamos al unísono, como en un cántico de guerra (la concurrencia se mantuvo indiferente).

-Se pasaron chiquillos, solo a ustedes se les puede haber ocurrido ese nombre. De ahora en adelante, así le llamaremos-, afirmó Eva, totalmente entusiasmada con la iniciativa.

El H nos pidió tomarnos unas fotos para subir a facebook. Él sacó una selfie en donde salimos los tres juntos, levantando las chelas en señal de brindis y haciendo el gesto del cornudo con las manos. También sacó otro par de fotos en donde aparecimos cada uno con Eva. En una de las fotos, H tenía puestos los lentes de Eva mientras ella reía.

Al H ya se le había entrado el agua al bote. Era evidente que coqueteaba con Eva, abrazándola muy seguido, acercándola hacia sí. Eva estaba dispuesta a seguir vacilando. Al rato, con las fotos subidas en el perfil de H, Eva comentó: the toxicity of the city, en referencia a la letra del tema Toxicity de System of a down. Y qué mejor intertexto para definir el espíritu de la bohemia porteña que ese, desde la lectura de una simpática profesora metalera.

Eva pidió que nos cambiáramos de puesto hacia uno que había cerca de la escalera, porque donde estábamos se llenaba de gente. Ahí nos encontramos con una mujer rubia, escotada, bastante atractiva, de facciones finas, pero con un rostro que denotaba cierto desgaste. Eva y ella se conocían.

-Hola, weona ¿Cómo tai?-

-Bien pos, aquí esperando al negro, ¿y tú?-

-Piola aquí con unos amigos, te los presento- dijo Eva.

Así la mujer se presentó ante nosotros.

-Roxana-, mencionó ella. Se nos acercó y nos dio un corto beso en la mejilla. Ella se sentó frente a nosotros y Eva a mi lado. H aprovechó de sentarse junto a la rubia. De pronto, ella y Eva comenzaron a hablar de cuestiones personales que, a esas alturas del carrete, no conseguí entender. H y yo miramos a la rubia. Eva notó esto:

-Oye Roxy-.

-¿Qué?-.

-Sabes que no me ha llegado la regla hace rato. Me he sentido muy mal estos días, weona, es horrible-.

-¿No estarás?...-.

-No, no creo-.

Cuando dijo esto, Eva me miró por unos instantes, me tomó la muñeca derecha en la que sostenía un vaso de cerveza, y me dijo:

-No te preocupes, no me embarazaste-.

La Roxy miró por unos segundos y siguió bebiendo el concho que le quedaba. Quedamos impresionados cuando, bajo el humo que emanaba de los puchos alrededor del local, ella sacó una bolsita idéntica a la que tenía Eva.

-¿Te la vendió el negro?- preguntó Eva.

-No, un amigo suyo, pero debe andar por ahí. Trata de ubicarlo por fa-.

H, demasiado embotado para conseguir ligar con la Roxy, solo atinó a seguir bebiendo cerveza. La rubia le compartió unas líneas a Eva. Tres para cada uno. Se marchó enseguida y se fue al otro lado del antro, en busca del famoso “negro”, el primo de Eva. Al ver los jales sobre la mesa, Eva nos volvió a ofrecer, por si las moscas. Yo desistí, porque no le hacía a esa mano. En cambio, el H se decidió a probar un poco. Bajó la cabeza y comenzó a jalar directamente. Lo hizo para luego taparse la nariz, quejarse por un instante y luego beber otro trago más de chela. Eva le preguntó qué tal.

-Como nuevo-, dijo H, de manera escueta.

-Así me gusta-, repitió Eva, entusiasta con el ritmo que estaba tomando el carrete.

De repente, ella vio sobre la mesa la línea que me correspondía a mí:

-Salvador ¿puedo?-.

Le respondí que sí, que se bancara esa línea con toda confianza. Entonces lo hizo y siguió bebiendo otro poco de chela.

-Chiquillos, ¿sabían que viene Angra ahora pronto, como en un mes más?-, nos preguntó Eva.

-¿En serio? Guau-, dijo H.

-Genial-, agregué.

-Así que ahora, como estamos en confianza, les quiero pedir que, por favor, me acompañen. Hagamos el trato ahora, en la Interzona ¿ya?-

Eva se acercó al centro de la mesa, pidió que nos inclinásemos todos juntos:

-Júrenme que iremos todos a ver a Angra-.

-Lo juramos-, dijimos con H al unísono.

-Hay que puro ir a cabecear y sacarse la chucha vacilando, cabros. Puta que los quiero-, comentó Eva, bastante contenta. Cuando estrechamos la mano para sellar el pacto de compromiso, dándonos abrazos a cada uno, brindamos por una amistad duradera.

Eva se incorporó para invitarnos al otro lado del local, puesto que ya se habían desocupado puestos. H se levantó, totalmente duro. Al acompañar a Eva, en pleno pasillo, la agarré de la cintura y ella estiró los brazos alrededor de mi cuello. Fue así que volvimos a comernos furiosamente, esta vez, enfrente de todos los sujetos que por allí pasaban. El tiempo se detuvo y la música se saturaba mucho más, a medida que nos perdíamos en los besos. H se volvió a nosotros para mirarnos, y abruptamente se despidió de nosotros con una expresión de molestia evidente. Con Eva estábamos tan en nuestra volada que apenas nos dimos cuenta. Ahí fue cuando todo comenzó a distorsionarse. Eva no encontraba su cartera por ningún lado. Comenzó a desesperarse:

-Salvador ¿no viste mi cartera? Puta weón ¿Cómo chucha?- exclamó Eva.

-No cacho pos, Eva. Busca bien en el puesto, seguro está fondeada por ahí-, le respondí.

-No, no puede ser porque me hubiera dado cuenta-.

-Una de dos: o la perdiste o…-.

-Ni lo pienses. Ayúdame a buscar mejor-.

Así rebuscamos la cartera, mientras la gente alrededor seguía vacilando. Fuimos a donde estaba la Roxy sentada junto a otra mujer. Eva le preguntó sobre su cartera. Dijo no tener idea.

Luego de revolver todo ese lado del local, sin éxito, a Eva se le ocurrió que un par de locos medios flaites, sentados cerca de la escalera de salida, se la habían robado. Eva los increpó:

-¿Ustedes han visto una cartera negra de cuero? Ahí llevaba todos mis documentos, incluido el carnet de mi hija-

-No, amiga. No hemos visto nada. Así que por favor, si nos disculpas...-

-¿Cómo que nada? Estoy segura que ustedes cachan algo. Los vi al fondo dándose una vuelta. Ya, suéltenla-, les dijo Eva. Se veían intimidantes, a pesar de su tranquilidad. Sabía que si seguía molestando, me iban a pegar a mí, así que traté de calmar a Eva y separarla del lado de ellos, pero fue inútil.

-No se hagan los weones, yo sé que ustedes saben dónde está mi cartera. ¡Contesten!-.

La situación se fue tornando más escabrosa, hasta que atiné a separar a Eva del lado de los tipos, antes que las cosas se pusieran realmente feas. La tomé del brazo fuerte y bajamos hasta la barra de entrada.

-Cálmate, mujer. Tranquila, que va a aparecer la cartera. No debe estar lejos-.

-Preguntemos en la barra será mejor-.

Al preguntar si habían visto una cartera negra extraviada, la tía del Cureptano inmediatamente ingresó al guardarropía y sacó la cartera de Eva. Se la pasó, pero lamentablemente, la cartera estaba vacía.

-¿Y qué pasó con mis cosas?-

-No lo sé, señorita, así la entregaron-, dijo uno de los compadres que atendía en la barra.

-¿Pero cómo cresta no se dan cuenta?-, exclamó Eva.

-¿Qué voy a hacer ahora, Salvador? ¿Dime?-, volvió a preguntarse Eva.

- Hagamos la denuncia-.

-¿Denuncia para qué, wn? ¿Tú creí que los pacos van a hacer algo? Estamos en Valpo, recuerda. Por la conchatumadre, estos culiaos-.

Al salir, Eva caminó a paso firme, calle abajo y rumbo a la Pinto.

-Allí deben estar estos culiaos-, repitió ella, dispuesta a encontrar a como diera lugar a los culpables, empresa que adiviné como completamente inútil.

Seguí a Eva que iba dispuesta a todo. Sentí miedo, miedo de que las cosas tomaran un rumbo mucho más peligroso. La Interzona realmente se había puesto brígida.

A la altura de Condell, Eva agarró una botella de cerveza del suelo y la quebró contra el pavimento.

-¡Conchasumadre!- exclamé. -¿Qué vas a hacer mujer? ¡Tranquila!-, le imploré

-Déjame wn. Yo me encargo solita- dijo Eva, totalmente cambiada, hecha una furia.

Recorrió un buen tramo con esa botella rota en la mano, como queriendo desafiar a los ladrones fantasmas.

Llegamos a la altura de la pileta de Neptuno. Eva, por fin resignada, arrojó la botella rota al costado de la calle. Al hacerlo, ella se hizo un corte en el dedo con el vidrio. Comenzó a gritar, tomándose fuertemente la mano. Ahí me asusté. La socorrió una pareja de cabros medio artesas que iban fumando yerba.

-¿Estás bien, amiga?-, le preguntó a Eva el loquito.

-Llamemos a una ambulancia-, dijo la cabra, en la buena onda.

-No, tranquilos. No fue nada-, contestó ella.

-Llama a una ambulancia, amiga. Ten cuidado- volvió a decir la cabra

-Sí hermana, evita el dolor, la vida es demasiado corta para andar adolorido-, repitió el loquito.

-Hermana, ¿te tinca una fumadita? la plantita siempre ayuda. Miren como estamos nosotros, felices, y aquí llegamos para darles una mano-.

-No, gracias cabros. Súper telas pero no es nada, en verdad-, volvió a contestar Eva, más calmada.

-Pucha amiga, bacán igual. Ojalá sane la herida. Recuerden chiquillos que las peores heridas son las del alma-, comentó la cabra.

-Sí, así que ya sabe compañera. Este cuerpo siente, pero el dolor pasa. Lo que queda es esto (se golpea el pecho apuntando a su corazón, botando un poco de humo por la boca). Lo que queda es lo de adentro, cabros, el alma-, aseveró el loquito, convencido de que sus palabras tenían un sentido.

Así, la pareja de cabros artesa siguió su camino, fumándose lo último de weed que les quedaba. Eva se miraba continuamente el corte en el dedo.

-Tenemos que ir a la posta a verte esa herida-, le dije a Eva, preocupado.

-Te dije que no fue nada, Salvador. Por favor, déjame, querí-.

La acompañé a sentarse a la pileta de Neptuno, y ahí se puso a llorar.

-¿Por qué, Salvador? ¿Por qué chucha me pasa esto a mí? ¿Cómo no te diste cuenta?

-Pero si traías la cartera contigo. Lo siento. Te prometo que algo haremos. Esto no va a quedar así-

-Soy un desastre wn. Mírame, mírame bien wn. Soy un desastre. ¿Por qué cresta estás conmigo?-.

-No digas leseras. Tranquila. Estamos juntos en esto-.

-No wn, yo estoy sola. Siempre sola-.

La abracé un rato hasta que se calmara. Luego, más tranquila, se compuso y tomó una decisión que yo escuché atentamente y que, en cualquier otra circunstancia, me habría parecido una locura.

-Mira, esto es lo que haremos, Salvador. Nos vamos a separar. Tú vas a buscar por el lado de la estatua de Carlos Condell y yo por los alrededores de la pileta de Neptuno ¿ya? Esos weones tienen que aparecer-.

Ese fue el plan. Desde ese momento, nos separamos para buscar a los ladrones. Busqué y busqué, pero no encontré a nadie. Era inútil buscar a unos tipos que ni siquiera sabía cómo eran. Así fui dando tumbos alrededor de toda la Pinto, hasta que me di cuenta que ya no valía la pena en pos de un objetivo tan absurdo.

Al desistir, me dediqué, en cambio, a buscar a Eva. Se había perdido entre medio del gentío. Como le habían robado su celular, tampoco podía llamarla. Gritaba su nombre, le preguntaba a la gente si la habían visto. Nadie dijo nada.


Ya eran las seis de la mañana. Volví a sentarme en la pileta de Neptuno. Perdí las esperanzas de encontrar a Eva. Ella se había topado con alguien conocido, con aquel “negro” o, en el mejor de los casos, había vuelto a su casa. Eso era lo que quería creer. No podía concebir la idea de que le hubiera pasado algo. Por un momento pensé en ir a los pacos, pero eso no serviría de nada. Sabía lo que me dirían.

La Interzona nos había convocado y ella misma nos había desterrado. No podían parar el hueveo que ocurría alrededor, porque, para la Interzona, en sus mentes y corazones, siempre hubo y habrá hueveo.

Volví a mi pieza con la sola idea de que Eva se encontraba en alguna parte, a salvo. Después de todo, ella misma había decidido separarse de mi lado para buscar a los ladrones. No podía culparme por algo que ella había decidido. Al llegar a la pieza y echarme a la cama, fue inevitable no preocuparme. ¿Podía haber evitado algo? Era complemente inútil pensarlo. Lo único que me reconfortaba era una pañoleta con manchas de leopardo que Eva había olvidado. Fue lo único suyo que alcancé a recuperar. Lo aspiré profundamente, como quien aspira una esencia medicinal y me quedé dormido.

sábado, 14 de agosto de 2021

Fui al cine arte a ver El padre. Brillante y conmovedora. Uno realmente mira a través del anciano Anthony (Anthony Hopkins), en un esfuerzo estoico por articular sus recuerdos, Así, conforme recuerda, también olvida, y el olvido pasa a formar parte de su memoria y vida entera. Su olvido y el olvido de los suyos para con él mismo. Repito: Brillante y conmovedora película.
Villegas habló sobre el libro The roots of evil de Christopher Hibbert, luego de versar sobre los “monstruos” de la historia. Resumiendo, declara que hay en todos nosotros un pequeño Hitler, un pequeño Stalin, un pequeño miembro de una horda linchadora (a veces no tan pequeño) que está esperando su oportunidad, y esa oportunidad histórica la puede generar (la genera, de hecho) el medio ambiente o, como se dice de forma siútica, la “coyuntura”. Por eso, recomienda Villegas, hay que vigilar nuestras propias odiosidades, nuestros propios resentimientos rumiantes, nuestros demonios internos, evitando que surjan las condiciones para que esos demonios broten, asalten a su “dueño”, salgan y dejen tras de sí una estela de terror.

Chile no existe

Hay un post publicado en un grupo de face llamado Tierra plana España, que sostiene la inexistencia de Chile y la calidad de actores de todos sus habitantes. Como era de esperarse, surgieron una cantidad impresionante de memes burlándose de esta aseveración. “Si es así, Piñera sería un bug en el sistema”, “España saqueó tanto que ya no somos nada”, “Tanto talento para actuar tenía que servir de algo”, “Eso saldrá en el próximo libro de Baradit”, “Fue inventado por los políticos de izquierda y derecha”. Algunos de estos memes circulan todavía, y van surgiendo más, tratando de demostrar de forma majadera la real existencia de esa entidad llamada Chile o ironizando a propósito de la propia afirmación sobre su hipotética inexistencia. En todo caso, Parra ya habría jugado antipoéticamente con la ontología chilensis, siempre visionario: Da risa ver a los campesinos de Santiago de Chile con el ceño fruncido ir y venir por las calles del centro o por las calles de los alrededores preocupados-lívidos-muertos de susto por razones de orden político por razones de orden sexual por razones de orden religioso dando por descontada la existencia de la ciudad y de sus habitantes: aunque está demostrado que los habitantes aún no han nacido ni nacerán antes de sucumbir y Santiago de Chile es un desierto Creemos ser país y la verdad es que somos apenas, un paisaje (aunque no plano, precisamente).

viernes, 13 de agosto de 2021

“Ser mujer no es sinónimo de feminista”. Katherine Montealegre, convencional
Creímos ser la copia feliz del Edén, y como mucho somos la fotocopia gastada del averno.
Al filo de la calle y la vereda había botada una mascarilla, de esas quirúrgicas. Tenía la huella de un neumático. A un metro, junto a la vereda, el cadáver de un guarén, seco, aplastado. Viva imagen de la muerte.

jueves, 12 de agosto de 2021

Después de lo ocurrido el 2020, solo se pueden concluir dos cosas: que se saben menos cosas de las que se pensaba y que se cuenta con menos gente de la que se creía.

miércoles, 11 de agosto de 2021

Las dos grandes fuerzas disidentes contra la Cocina global

Hay dos grandes posturas underground, no visibles ante los medios, que cuestionan la legitimidad de la Constituyente y sus tan rimbombantes propósitos. Indagar en esto cuesta incluso el ostracismo personal y el ninguneo de tu círculo. Pero desenterrar estas dos posturas permite una mirada más panorámica, inclusive disidente y “fuera de la máquina”. Ambas coinciden en el diagnóstico pero difieren en la contrarespuesta.

La primera dice relación con los planteamientos del Partido de Artés, UPA, con su idea de Refundar Chile pero realmente “desde las bases”, mediante una soberana y popular Asamblea Constituyente. Un simpatizante de esta visión recuerdo que decía que ni el Apruebo ni el Rechazo cambian las cosas, porque uno mantendrá la Constitución espuria del Dictador y el otro hará una "Nueva Constitución" que, en el fondo, es una pantomima sobre la cual se reforzará la vieja Constitución, puesto que no tendrá el carácter de “hoja en blanco”, y además mantendrá los tratados de Libre Comercio, sobre todo en lo relativo a la Ley 21.200 con énfasis en los Artículos 135 y 136, donde se evidencia el fraude del plebiscito de Octubre. En resumidas cuentas, para este simpatizante, haber aprobado la Convención Constituyente resultó en haber apoyado la creación de una Nueva Constitución en base a los mismos partidos políticos que son cómplices del sistema, los cuales, debido al refichaje ilegal, serían ilegítimos.

La solución a esta gran farsa, entonces, de acuerdo a los miembros de UPA, consiste en levantar la candidatura del profesor Artés, para empujar una vía marxista ortodoxa, destronando a la clase política para, literalmente, “tomarse” el Estado y recuperar la soberanía del país, mediante el levantamiento de los proletarios en contra de los usurpadores de cuello y corbata.

La otra postura anti Convencional es la representada por el canal de youtube Viva Chile, en donde, con un ánimo de marcado patriotismo, se ofrece un análisis completo de la infiltración de las Naciones Unidas en territorio chileno. Hace poco, Viva Chile, en uno de sus videos, ha confirmado que el 7 de julio del 2021, el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales publicó un convenio con la Fundación Alternativas, (de origen español, con clara orientación “progresista”), para la colaboración en el proceso de acompañamiento del proceso constitucional, político y social de Chile 2021-2022. Esto significa que una burocracia extranjera está metiendo mano en nuestra Carta Magna, cual neo colonización.

Pues ¿qué pasa con esto? que la Convención Constitucional de Chile está siendo asesorada por organismos transnacionales bajo el contexto de un globalismo impulsado por las Naciones Unidas para la implementación de la Agenda 2030 y sus 17 objetivos de desarrollo sostenible, objetivos que encausarían un mundo más plural, más diverso, más inclusivo, aunque de manera unilateral, sin un consenso real de parte de todas las naciones involucradas, todo lo cual lleva a pensar en la Nueva Constitución no como un ejercicio verdaderamente soberano, no verdaderamente como una “refundación” de lo viejo para instaurar otro modelo (¿acaso socialista?), sino que como otro palimpsesto que viene a transformar el experimento neoliberal forjado en Dictadura desde la Constitución del 80, cuestión que, dicho sea de paso, fue el preámbulo para generar las condiciones que actualmente configuran el escenario socioeconómico del país. Solo basta fijarse en el artículo quinto de la vieja Constitución, el cual plantea que el Estado debe ser respetuoso de los tratados internacionales vigentes. Este ha sido el único artículo que quedó intacto y amarrado para esta otra Nueva Constitución, en la llamada ley 21.200.

En definitiva, el Acuerdo por la Paz SÍ FUE UNA COCINA, porque lo único importante para la casta política fue la protección de aquellos tratados internacionales con el fin de cuidar los intereses económicos de los grupos de poder y reforzar el proceso de globalización de Chile ante el mundo, su nueva política de “fronteras abiertas” sorosiana o, mejor dicho, su definitiva deconstrucción. Ni hablar de la identidad nacional, retrógrada ante la mirada del buenismo multicultural de los globalistas filantrópicos.

¿Qué solución propone Viva Chile a todo esto? Se puede apreciar en sus videos. Básicamente, un modelo de Estado chileno a lo Singapur, un equilibrio armonioso entre un Estado protector de la institucionalidad y los recursos naturales, y una economía de libre mercado respetuosa de las políticas internas del país. Un nuevo nacionalismo revisitado, un “chilenialismo”, muy distinto al hipotético gobierno popular y marxista de Artés. A pesar de que se pueden situar en espectros políticos muy disímiles, a la larga coinciden en el hecho de que la Convención, como temía el propio Pepe Mujica, se está volviendo una auténtica “bolsa de gatos”.

Lo realmente terrible de todo esto es constatar que la tan ansiada Nueva Constitución nunca fue impulsada verdaderamente “desde abajo”, desde el “puro pueblo” y con “Doña Juanita” como protagonista, y confirmar, una vez más, que, tal cual decía Albert Camus, “todas las revoluciones modernas acaban en un mayor fortalecimiento del poder del Estado”, en este caso, en otra burocracia aún más grande que los simples Estados nación, en un verdadero Leviatán global con aires de hegemonía mundial.
En la estación de metro había un cartelito con la leyenda “Bibliometro”. Ahí se mostraba un catálogo de lecturas disponibles en línea, escaneables con un código QR. Analicé el código de Hamlet. Me pareció curioso abrir el Hamlet digital mientras esperaba el próximo metro tren, de modo que al pasar por el túnel diera con algún pasaje solemne y fatalista, perfecto para cerrar otra jornada laboral igual que la anterior. Al intentar bajar el archivo del libro, sin embargo, se desconectó, producto de la débil señal bajo tierra. Entonces, subí al metro tren sin poder leer el Hamlet. Llegando a la estación, se reestableció la señal y se logró descargar el archivo. Lo abrí, pero esta vez la página de Bibliometro me llevó a un enlace vacío, completamente negro, emulando un abismo de la red. Algo en la configuración de la descarga o en el almacenamiento de la página no había permitido que leyera el Hamlet digital. Tal vez, como en una parte de la obra, donde hablaban los cómicos, sólo en el hombre la voluntad es libre; mas no la ejecución, y así el suceso nuestros designios todos desvanece.
Como cambian los tiempos. Antes, cuando era colegial, comenzaban las clases con un Padre Nuestro; hoy, lo hacen con una inducción sobre protección e higiene para permanecer seguro en clases presenciales y al interior del colegio. Claramente, pasamos del Dios cristiano al Dios sanitario

lunes, 9 de agosto de 2021

A 50 años de la muerte de Céline, miles de páginas suyas, robadas en 1944, han reaparecido. El caso fue revelado por el diario francés Le Monde.

Artés, Cuevas, Ancalao, Boric, Narvaez, Provoste, Maldonado, File, Parisi, Sichel, Kast. Once luchadores disputándose la Moneda. Una parrilla fragmentaria, fiel reflejo de nuestra política.

domingo, 8 de agosto de 2021

¿En qué infierno acabaremos los equivocados,

los que no fuimos genios,

los que no fuimos dioses,

los que sobrevivimos de prestado?

que conocimos la luz y nos detuvimos a jugar con las sombras?

El lamento de los sobrevivientes, Jorge Sbarra
Cuando subía el cerro cargado de bolsas, una señora en la otra vereda me vio y me preguntó: -¿son regalos?-. Yo le respondí, fuerte y claro: -No, es ropa de cama-. La señora luego dijo: -ah, yo pensé que eran regalos para los niños-, a lo cual comenté: -Aún no es navidad-, buscándole la salida chistosa. La señora rio un poco y siguió su camino. Yo continúe el mío, cerro arriba, cual pascuero apócrifo a su habitación cerrada.

jueves, 5 de agosto de 2021

McLuhan covid: El medio es el virus. El virus es el medio. El virus es el mensaje. El virus es el masaje.
Creo que Aldo Pellegrini fue demasiado ingenuo. La poesía, lejos de tener la puerta herméticamente cerrada para los imbéciles, la tiene demasiado abierta. En lo que sí concuerdo es que la característica del imbécil es su aspiración sistemática de cierto orden de poder.

miércoles, 4 de agosto de 2021

"Profe ¿está pololeando?" preguntó una alumna, mientras hablaba de la supuesta polola de un compañero. ¿Cómo se supone que uno responda esta clase de preguntas, sin sentirse antes un payaso? Pensé en mentirle, diciéndole que estuve. Luego le dije que no, que hace tiempo que no (todo el tiempo, mejor dicho). "¿y aún le duele?" volvió a preguntar, curiosa, en un ánimo de empatía. Una pregunta aún más privada que la anterior. No alcancé a responderla, porque justo en ese instante tocaron el timbre. Mejor que fuese así. La chica se despidió sin más, se marchó con sus amigas y la pregunta sobre el dolor se desvaneció junto con la materia en la pizarra. O el curriculum no necesita educación sentimental, o esta educación no necesita de curriculum. En cualquier caso, la pregunta sigue doliendo.

martes, 3 de agosto de 2021

Para su libro "Año Tres Mil", el cuidador de autos tiene planeada la descripción de una sociedad en que todos -sin excepción- trabajarán solo una hora a la semana, "lo necesario para mantener la máquina andando". -¿y el resto del tiempo, qué harán?- le pregunté. -Estudiar y contribuir al proyecto espacial- respondió, convencido de su hipotético futuro. -El libro va a quedar de vivo, profe. Acuérdese- finalizó, antes de atajar el último vehículo de la tarde.

lunes, 2 de agosto de 2021

Durante el taller de escritura creativa, les hice escribir a los chicos sobre dos cuestiones: Qué harían si mañana fuera el último día de sus vidas y Qué cosas cambiarían de la sociedad y el mundo. Paso a transcribir la respuesta de una de las alumnas:

¿Qué harían si mañana fuera el último día de sus vidas?

ya que voy a morir, me importaría muy poco la reputación o lo que podría pasar, así que intentaría hacer un Golpe de Estado, haría arder el Sename y lo volvería a crear desde cero, subiría el nivel de educación y haría gratis la universidad, robaría una fabrica de helado e intentaría ir al espacio para morir allá, sería algo único.

¿Qué cosas cambiarían de la sociedad y el mundo?

el Estado, los problemas sociales, el sename, la educación, la forma de vivir, la forma de pensar del mundo, los países que se sienten separados, que volvieran a ser uno y sin complicarse tanto, la gente hace guerras hasta por una isla, y no es hipotético, realmente sucede, realmente hay demasiadas cosas que cambiar.

Esta cabra ¿es revolucionaria, reformista, anarquista o libertaria? Me quedó la duda
"Es imposible combatir el patriarcado, reducir la opresión, promover la igualdad, transformar el capitalismo, salvar el medio ambiente, eliminar la competitividad, disminuir la intervención del Gobierno o llevar cualquier organización como un negocio. Dicho llanamente, estos conceptos son demasiado ambiguos. Recuerdo un sketch satírico del grupo de cómicos de Monty Python en que daban clases para tocar la flauta: soplas por un extremo y deslizas los dedos por los agujeros, decían. Cierto, pero inútil. Simplemente falta detalle. De forma similar, los procesos y sistemas sofisticados a gran escala no son lo bastante reales para hacer posible su transformación unitaria integral. La idea de que sí lo son es fruto de los cultos del siglo XX. Las creencias de esos cultos son infantiles y narcisistas; y el activismo que promueven es lo que una persona resentida y perezosa usa para sustituir el logro genuino. Los axiomas únicos de las personas poseídas por una ideología son como dioses, servidos a ciegas por sus proselitistas". Jordan Peterson, Más allá del orden.