domingo, 31 de enero de 2021

En jerga de gamer, siempre hablábamos del jefe como aquel enemigo contra el cual se luchaba para poder ganar una etapa y pasar al próximo nivel. La cantidad de jefes y su nivel de dificultad generalmente iba aumentando conforme se avanzaba en el juego, hasta llegar al jefe final que vendría siendo el archienemigo del protagonista o, al menos, el antagonista de la historia. Esta lógica era muy básica pero increíblemente nos significó horas de vicio, dedicación y compromiso emocional. Después nos dimos cuenta que también existían jefes fuera de los videojuegos, allí en los lugares donde se debatía la vida y todos sus calabozos. Eran simplemente aquellos sujetos que estaban dispuestos a derrotarnos o a humillarnos si no sabías cómo enfrentarlos. Había que superarse y ganar experiencia para poder tener el coraje de volverse un oponente digno. Aunque, en dichos escenarios, el jefe nunca se mostraba como tal, y solo lo hacía cuando se veía amenazado o seriamente acorralado. Entonces, la única posibilidad era adoptar una posición mucho más asertiva. Esconderse si era necesario. Esperar la oportunidad para atacar o simplemente resistirte a las provocaciones, de modo que al jefe no le quedaba otra que mostrarse en su verdadera forma y exponerse. Había un triunfo después de esa hazaña, pero no un triunfo total, a lo sumo, una victoria pírrica. Pasábamos a otro nivel, tal vez, pero no garantizaba que saliéramos del calabozo ni mucho menos que ganáramos el juego. Es más, los jefes de la vida real encontraban la forma de hacernos ver que derrotarlos no significaba nada o que, incluso, su derrota en sí misma implicaba la nuestra. De esta forma, comprendimos que aquellas horas interminables de simulación nunca nos prepararon de manera óptima para el macabro y enrevesado juego de la vida. Siempre había que improvisar sobre la marcha, tratando de armar mapas en la cabeza, con los pocos puntos de experiencia que íbamos sacando a raíz de los múltiples errores y desaciertos, creyendo tener una consola en nuestra mente y un control que nos permitiera conocer todos los patrones y combinaciones posibles con solo pensarlos, pero el jefe de la realidad siempre se nos adelantaba, de alguna forma. Había que ser como él o derechamente plantearse la posibilidad de que el jefe final fuera uno mismo, y no existiera otra salida del calabozo que la resignación o el autosabotaje. Pero entonces recordamos que la partida, en ese plano, puede repetirse constantemente, sin llegar a morir, y el juego puede darse vuelta, una y otra vez, sin que eso implique su total agotamiento.

sábado, 30 de enero de 2021

Serie libros prohibidos: "Deshumanizando al varón. Pasado, presente y futuro del sexo masculino" de Daniel Jiménez (extracto)

Lo perverso de insistir en que los valores tradicionales fueron una creación masculina es que solemos tener menos simpatía hacia quienes consideramos únicos responsables de su propio dolor, algo necesario para dar la espalda a problemas de enorme magnitud mientras se mantiene una conciencia tranquila. La resistencia al cambio de terminología, si alguna vez hay riesgo de que ocurra, será feroz, y la razón podemos encontrarla en el ensayo de Umberto Eco, Construir al enemigo: “Tener un enemigo es importante no solo para definir nuestra identidad, sino también para procurarnos un obstáculo con respecto al cual medir nuestro sistema de valores y mostrar, al encararlo, nuestro valor. Por lo tanto, cuando el enemigo no existe, es preciso construirlo.” Que la palabra patriarcado, como se emplea en la actualidad, sólo invoque connotaciones negativas muestra que no se trata de un término científico, sino puramente ideológico que se corresponde con la imagen del enemigo. Al fin y al cabo, siguiendo la definición feminista en que todas las sociedades son patriarcales, se podría atribuir al patriarcado la creación de la democracia, la libertad de expresión, el Estado de derecho, la libertad religiosa, la libertad de prensa, los derechos humanos, infinidad de avances médicos y científicos que han mejorado la vida de millones de personas, o el enorme progreso conseguido en los últimos 200 años con respecto a la reducción de la pobreza extrema, entre otros campos. Sin embargo, el término se encuentra invariablemente empleado en un contexto negativo que sólo contempla la peor cara del sexo masculino, y se considera necesario derribarlo a cualquier precio.

viernes, 29 de enero de 2021

Friedrich Nietzsche. El nihilismo: escritos póstumos (extracto)

El hombre, una minúscula especie animal exagerada que afortunadamente ha cumplido su tiempo; la vida sobre la tierra, en conjunto, un instante, un incidente, una excepción sin consecuencias, algo que para el carácter general de la tierra carece de importancia; la tierra misma, como todo astro, es un hiato entre dos nadas, un acontecimiento sin plan, razón, voluntad, autoconciencia; el peor tipo de necesidad, la necesidad estúpida... Contra esta consideración algo se subleva en nosotros; la serpiente de la vanidad nos dice: «todo esto tiene que ser falso, puesto que subleva...» ¿Todo eso podría ser tan sólo apariencia? [...]

miércoles, 27 de enero de 2021

Por la acera de una calle, iba caminando una joven muy libremente sin usar mascarilla. Casualmente, al cruzármela, tampoco llevaba puesta la mía, porque la tenía guardada. Me fijé por unos instantes en la mirada de la gente que la veía pasar; una señora con dos hijos, y un tipo mayor paseando un perro, todos usando mascarilla, quienes vieron a esta joven circular con toda impunidad, y con una sonrisa totalmente espontánea. La mirada delatora de estas personas era tal que simulaban ver en la joven una suerte de renegada. A ella no parecía importarle mucho, a juzgar por su caminar desenvuelto. Lo extrano era que en ese lapso de tiempo la gente solo se fijó en ella, y no en mí, que también andaba sin mascarilla. Aun así, me vi interpelado. El hecho de que la miraran a ella era solo cuestión de contiguidad, porque perfectamente podía haber sido yo, si hubiese estado en su posición. No hubo ahí ánimo de exclusividad, únicamente la mirada inquisidora de la gente que normalizó el uso de mascarillas por defecto, en nombre de la política sanitaria. Desde ese momento, supe que el andar a rostro descubierto podría convertirse, eventualmente, en motivo de persecución, ¿solo por ser un riesgo potencial de contagio o por incumplir una norma establecida como tal? Al preguntarme esto, vi en la gente de mascarilla el ojo del observador, el ojo de quien se arroga una moralidad amparada por el Estado como supuesto garante de la salud y del bien común. ¿Pero hasta qué punto ese ojo, con la excusa del virus, puede penetrar en nosotros, en nuestra íntima voluntad, volviéndonos unos parias solo por el hecho de no andar con un bozal como los perros? En cierto sentido, la joven y yo, sin conocernos, circulábamos por esa calle, unidos por ese sentimiento persecutorio. Parafraseando libremente una frase de Kafka: “Me avergoncé de mi mismo cuando me di cuenta de que la vida era una fiesta de mascarillas; ¡y yo asistí con mi rostro real!”.

martes, 26 de enero de 2021

Serie libros prohibidos: "El varón domado" de Esther Vilar (extracto)

"El hombre está amaestrado de tal modo por la mujer que no puede vivir sin ella y hace, por lo tanto, todo lo que ella le exige. Lucha por la vida y llama a eso amor. Hay hombres que amenazan a sus adoradas con suicidarse si no les hacen caso. La cosa no tiene peligro alguno para las mujeres: ellas no tienen nada que perder. Pero tampoco la mujer puede existir sin el varón, pues en tan incapaz de vivir como la abeja-reina. También ella lucha por la vida y llama a eso amor. Cada cual necesita al otro, y así parece que haya al menos un sentimiento común entre ellos. Pero las causas y la naturaleza de ese sentimiento, así como sus consecuencias, son del todo diferentes en los dos casos. Para la mujer, amor quiere decir poder; para el varón significa sometimiento. Para la mujer, el amor es un pretexto de la explotación comercial; para el varón es una coartada emocional para justificar su existencia de esclavo. «Por amor» hace la mujer las cosas que le son útiles, y el varón las que le perjudican".

lunes, 25 de enero de 2021

Friedrich Nietzsche. El nihilismo: escritos póstumos (extracto)

¿Cómo es posible que alguien sólo se respete precisamente en relación a los valores morales, que subordine todo lo demás y lo tenga por insignificante en comparación con el bien, el mal, la corrección, la salud del alma, etc.? [...]

domingo, 24 de enero de 2021

Scopex y Snowpiercer

Bill Gates ha propuesto acabar con el calentamiento global financiando un ambicioso y costoso proyecto de geoingeniería mediante el cual planea “controlar” el alza de la temperatura sobre la Tierra. Este proyecto tiene por nombre ScoPEx (Experimento de perturbación controlada estratosférica) y consiste básicamente en lanzar a la estratosfera unas góndolas con globos de carbonato de calcio, que podrían llegar a reparar la capa de ozono cerrando sus agujeros. La idea es que con esto se consiga el efecto deseado y la luz del sol pueda llegar a la superficie terrestre sin provocar ningún impacto sobre el ecosistema. Por eso, los medios sensacionalistas han repetido que Bill Gates se ha planteado, literalmente, “tapar el Sol” (sí, tal cual lo hizo el Sr Burns en los Simpsons). El proyecto aún está en veremos, y tiene que ser aprobado por la comunidad científica, en especial por los científicos responsables de la Universidad de Harvard. Se ha especulado sobre las implicancias negativas que puede traer la hipotética implementación de ScoPEx para el futuro de la Tierra y de la Humanidad. Todos los escenarios imaginados rondan unas consecuencias desastrosas. La extravagancia del proyecto estimula, sin duda, la ciencia ficción más distópica, haciendo un parangón con el mundo presentado en aquella novela gráfica postapocalíptica de 1982 llamada Le Transperceneige, en la que la Tierra ha vuelto a pasar por una nueva era del hielo por culpa de un fallido experimento de ingeniería climática diseñado precisamente para combatir el tan bullado calentamiento global. Existe también un thriller del 2013 del director coreano Bong Joon-ho, llamado Snowpiercer, que es una adaptación libre de la novela gráfica francesa, y visualiza un planeta totalmente congelado tras un fatal intento por rediseñar el clima del globo. En ese mundo congelado solo sobreviven los pasajeros de un tren, el “Snowpiercer”, que avanza estrepitosamente a través de un interminable desierto de hielo. El año 2020 se estrenó incluso una serie de netflix con el mismo nombre de la película coreana, solo que en la serie todo apunta hacia el desarrollo de una trama de corte policiaco, conservando el esquema del contexto, pero matizando la premisa de desigualdad social, para ampliar dicho universo catastrófico y ahondar todavía más en la psicología de los personajes, mediando un proceso de deshumanización tan propio de escenarios extremos y situaciones límite. Puede sonar conspiranoico, pero cuesta no pensar en la novela gráfica, en la película y en la serie cuando concebimos la posibilidad científica de que la geoingeniería pueda manipular en un futuro próximo el curso de la naturaleza a su antojo, en pro de unos intereses megalómanos, pretendidamente altruistas, camuflados por las siempre nobles ideas del bien común y la supervivencia de la especie. Suena profundamente pesimista, pero el 2020 ya nos volvió lo suficientemente escépticos como para dudar de los mantras grandilocuentes y nos aclimató para imaginar lo peor ante toda circunstancia, aun cuando esto parezca promisorio.

sábado, 23 de enero de 2021

Twitter ahora arremete contra Antifa, censurando cualquier cuenta, organización, librería o negocio asociado al grupo radical, tras los disturbios ocurridos el Día de la Inauguración del gobierno de Joe Biden. Incluso periódicos como el Washington Post, (mismo que fue atacado por Trump en su tiempo), están empezando a echar a periodistas con un perfil de izquierda más dura, ahora que Biden llegó al poder. Esto se puede explicar sencillamente haciendo un símil con lo que pasa en Chile. Los Antifa representarían a aquellas bases radicalizadas de la extrema izquierda. Durante el período previo a las elecciones, este grupo fue responsable de sabotear los últimos momentos del mandato de Trump en pleno auge del Black Live Matter, provocando un descontento social, similar a lo que ocurrió en Chile con el 18/10, aunque, por supuesto, con factores históricos y contextos distintos. Dicha situación de descontrol político fue utilizada convenientemente por los demócratas para hundir la ya alicaída imagen del presidente y propiciar la necesidad de una alternativa a la derecha más recalcitrante, una presidencia más acorde a los “tiempos progresistas”. Y la figura representante de esa opción era nada menos que Biden. Una vez en el poder, el descontento nuevamente se hizo sentir, ya que Biden se comienza a perfilar como un presidente menos revolucionario y más reformista, en el sentido de que busca la vieja política del diálogo, la negociación y la unidad, cuestión que, para los grupos de izquierda radical, resulta del todo contraproducente. En definitiva, y si hubiera que analogarlo con el caso chileno, Biden se levanta como una especie de “Piñera demócrata”, o un “Piñera de centroizquierda”. De cierta manera, la visión que tanto la izquierda como la derecha en Estados Unidos tienen de Biden, se aproxima a este símil con la representación que se hace de Piñera en nuestro país. Este último es considerado para toda la izquierda en su conjunto como un fascista de ultra derecha. Prácticamente un dictador. En cambio, para la propia derecha, es considerado un presidente blando, demasiado permisivo, inclusive propenso a ceder con la visión del progresismo. En el fondo, Piñera se mueve hacia un sector u otro de forma acomodaticia. Algo muy similar pasaría con el caso de Biden. Para los pro Trump sería casi como un comunista, cosa errónea, dado que Biden figura más como un demócrata tradicional, un impulsor de cambios graduales pero no sistemáticos. Para los Antifa, por su parte, sería un neoliberal, puesto que reculó en adoptar medidas tales como la nacionalización de ciertos servicios básicos. A raíz de esto, grupos Antifa salieron a organizar luchas en las calles a modo de protesta contra este nuevo gobierno “amarillo”. Fue así que Twitter y gran parte de la prensa oficial yanqui salió en masa a censurar estos actos e intervenciones de los Antifa. ¿qué se puede concluir de todo esto? Pues que el mismo grupo que en su momento atacó al fascista Trump, respaldado por la oposición, ahora sufre la censura del poder alineado con los demócratas. Nadie sabe para quién trabaja. Los grupos llamados radicales, al constituirse como antisistema, promueven el caos para derivar en un hipotético orden nuevo, pero ese mismo caos puede ser utilizado por uno u otro bando del poder institucionalizado para dar la sensación de inestabilidad y atacar al bando enemigo. Antifa, muy a pesar, fue usado por los demócratas y los opositores a Trump. Y Twitter, compañía privada que se pretende imparcial, cortará la cabeza mediática de quien se oponga al poder vigente, sea este del color que sea.

viernes, 22 de enero de 2021

Según sugiere un artículo, el covid mata el doble de hombres que mujeres. Esto se explicaría porque la genética de la mujer tiene efectos protectores ante el coronavirus. Grave, considerando que la población femenina es mayor que la masculina. Pero claro, esto no afecta en nada a los privilegios del patriarcado, y no constituye un problema de género. ¿Estamos acaso frente al primer virus “misándrico” del nuevo siglo?

jueves, 21 de enero de 2021

Conversación con el cuidador de autos, del otro lado de la reja de la casa, mientras trabajaba en la calle: 

-¿Usted a qué le hace?-

-Hago clases-

-¿De qué?-

-De Lenguaje-

-¿Pero a niños chicos para enseñarles a leer?-.

-No, a Media, cabros grandes-.

-Ahhh-.

(Silencio breve. El cuidador se toca la cara, y observa a ambos lados por si viene algún chofer a sacar un vehículo estacionado. Luego, pregunta)

-Dígame algo. Usted que es profesor ¿cierto?

-Sí, profe de Lenguaje-

-Algo así como Castellano-.

-Exacto-.

-Ahh ya... mire, dígame algo. ¿Ha cachado que cuando alguien dice “subir pa rriba”, o “bajar pa bajo” lo corrigen?-

-Claro, es algo redundante-.

-Pero fíjese que ahora sí se puede decir eso sin que lo leseen. Ya está aprobado. ¿No lo sabía?-.

-Tengo entendido que se puede decir, pero suena redundante-.

-¿No sabía que lo habían aprobado?-.

-Francamente no-.

-Tiene que informarse jaja-.

-Puede ser jaja-.

-Si le estoy enseñando parece... Ahora se puede subir pa rriba o bajar pa bajo sin problema-.

-Parece lógico...-.

-Sí... pero mire, busque ahí en el celular a ver si tengo razón. Después me dice-.

-Eso voy a hacer jaja. Lo buscaré en la RAE-.

-¿Qué es esa wea?-.

-La Real Academia Española-.

-Ahh ya... Créame, lo aprobaron, vea ahí-.

(Vuelvo a la casa. El cuidador va a hacer su pega. Busco en google si la RAE admitió las expresiones. Efectivamente lo hizo, por allá por el año 2019, pero solo para el lenguaje hablado. No lo recomendó para el escrito. Salgo nuevamente a la calle. El cuidador recibe la propina de un conductor a punto de marcharse. Vuelve rápidamente a la acera. Me hace un gesto con el dedo gordo a lo lejos, buscando con eso la confirmación de lo que me había estado diciendo. Le hago otro gesto con el dedo gordo de vuelta, en señal de respuesta afirmativa. Vuelve enseguida).

-¿Vio? Le dije que lo habían confirmado-.

-Sí, pero para el lenguaje hablado, como ahora. No lo recomendaban por escrito-.

-Ahh ya... pero es rara esa wea. Tengo entendido que como uno habla, uno escribe-.

-Entiendo su punto, pero al hablar uno es más coloquial. Al escribir cambia la cosa-.

-Ya, ya, pero es complicado, no sé, es como aprender inglés-.

-¿Cómo así?-.

-¿No ha cachado que en el inglés las cosas como que se dicen al revés?-.

-Si, para algunas cosas se ocupa eso-.

-Por ejemplo, el mismo caso que le conté. Subir pa bajo se diría de otra forma-.

-¿Up go?-.

-No jajaja, me confundí-.

-Vale para otra cosa eso, parece-.

-Sí, sí, es cierto-.

-La casa de fulano, por ejemplo. Se diría el revés en inglés-.

-Sí, sí-.

-¿Pero qué tiene que ver con el subir pa arriba?

-Nada, pero fíjese que no me convence todavía, porque repito que uno como habla, uno debería escribir. Entonces subir pa rriba y bajar pa bajo también debería aceptarse por escrito-.

-Dígaselo a la RAE-.

-Jajaja no sé na yo. Es lo que creo-.

-Está bien-.

-Y se lo digo yo, de profe a profe. Shaa-.

-Jajaja claro-.

(El cuidador de autos se arranca repentinamente. Va a ayudarle a sacar el vehículo a un turista. Repito en mi cabeza esto: Uno debería poder escribir como habla. O hablar como escribe).

miércoles, 20 de enero de 2021

La vida en 2022

Nuevo bulo descubierto: circuló por redes sociales un cuadro del artista italiano Walter Molino de 1962, supuestamente llamado "La vida en 2022", que graficaría el cómo se vería la sociedad para ese año. En el cuadro se aprecia un montón de gente circulando por la calle en una especie de cápsula individual que les permite desplazarse y, a la vez, resguardarse de la intemperie. Si bien, en el cuadro, las cápsulas simulan un escenario distópico en el que cada cual circula sin interferir con el otro, Molino no lo pintó con el motivo de predecir ningún futuro pandémico. Solo ilustró una posible solución a la congestión del tráfico en las ciudades. El cuadro en cuestión ocupó la contraportada de la revista italiana La Domenica del Corriere. En aquella contraportada, se incluía un texto en el que aseveraban que el problema del tráfico en las ciudades se podría solucionar con los vehículos imaginarios pintados por Molino, a los que llamaron "singolette", descritos como "pequeños coches que llevan al pasajero de a pie, lo aíslan del exterior y ocupan poco espacio". Se quiso plantear que esos singolettes serían algo así como el automóvil del futuro en el mundo del coronavirus, un automóvil autista, estrecho y económico en el que todos y cada uno se movilizan libremente, y por sobre todo, a salvo del inminente contagio. Algo así como una extensión de la mascarilla o del escudo facial . En todo caso, y pese a ser un bulo, no sería del todo descabellado plantear la fabricación de esta clase de automóviles, dibujando una atmósfera tipo Black Mirror o Philip Dick. Pese al costo implicado, se evitaría el problema de las cuarentenas indefinidas y se cortaría de raíz el problema de las aglomeraciones. Además, sería una forma revolucionaria de constatar que el arte, por muy surrealista que parezca, puede, no solo satirizar, sino que incluso subvertir la realidad histórica, y la tecnología se volvería, a su vez, el dispositivo mediante el cual se puede materializar el ensueño o la imaginación, acorde a unos tiempos críticos, cada vez más impredecibles e impenetrables en su devenir frenético.



martes, 19 de enero de 2021

Phil Spector fue 'el último ejemplo del arte siempre siendo mejor que el artista'

Escrito por Jonathan Landrum Jr.


Phil Spector era visto como un hombre con dos personalidades distintas. El productor de música era considerado como un genio del rock 'n' roll que elevó el género con su estilo "Muro de Sonido" en la década de 1960 y creó éxitos para varios grandes nombres, desde los Beatles, pasando por The Ramones, hasta Tina Turner. Pero mientras Spector dejó su marca como productor musical revolucionario, las leyendas negras en torno a algunos episodios violentos de su vida personal eclipsaron su arte. 

Funcionarios de prisiones del estado de California dijeron que Spector murió el sábado a los 81 años de causas naturales en un hospital. Fue declarado culpable de matar a la actriz Lana Clarkson en 2003 en su mansión tipo castillo en las afueras de Los Angeles. Después de un juicio en 2009, fue condenado a 19 años de cadena perpetua. 

La reacción a la muerte de Spector resucitó algunos sentimientos encontrados sobre su vida y su legado. Algunos elogiaron sus contribuciones a la música rock, mientras que otros lucharon por perdonar su pasado volátil. 

El músico de Beach Boys, Al Jardine, dijo que sería "agradable recordarlo sólo por sus canciones y talentos de producción". Dijo que la canción de The Ronettes Be My Baby, que fue producida y co-escrita por Spector, inspiró a su hermano, Brian Wilson. Stevie Van Zandt de E Street Band y de Bruce Springsteen llamó a Spector un "genio irremediablemente conflictivo": "Fue el último ejemplo de que el arte siempre fue mejor que el artista", dijo Zandt en Twitter. Agregó que Spector "hizo algunos de los registros más grandes de la historia basados en la salvación del amor, sin dejar de ser incapaz de dar o recibir amor toda su vida". 

Mientras tanto, el anfitrión de The Price Is Right, Drew Carey, apuntó a Spector, llamándolo un "asesino y un maníaco abusivo": "Ojalá hubiera recibido la ayuda de salud mental que tan claramente necesitaba, pero no lo hizo", dijo el comediante en las redes sociales. "Y así, en lugar de simplemente tomar las armas contra la gente en cólera o por diversión, asesinó a uno de ellos. Buen oído para la música, te lo concederé”. 

La ex esposa de Spector, Ronnie Spector, lo recordó el domingo como un "brillante productor, pero un pésimo esposo". Era la cantante principal de los Ronettes: "Desafortunadamente Phil no pudo vivir y funcionar fuera del estudio de grabación", escribió en Instagram. "La oscuridad se rió, muchas vidas resultaron dañadas. Sigo sonriendo cada vez que escucho la música que hacíamos juntos, y siempre lo haré. La música será para siempre”. 

Pero Darlene Love, que cantó algunos de los éxitos de Spector de He's a Rebel y He's Sure the Boy I Love, tomó un enfoque diferente, a pesar de su problemática relación con el productor. Sintió tristeza después de enterarse de la muerte de Spector: "Fue triste por lo que Spector hizo, la maravillosa música que creó, y pasó casi 20 años de su vida en prisión", dijo Love, quien admitió que Spector trató de "controlar mi talento" durante su carrera como cantante. Dijo que Spector tenía un temperamento peligroso a veces, pero trató de recordar lo positivo. "Espero que la gente no sólo recuerde la razón por la que pasó esos años en prisión, sino más o menos lo que hizo por el rock and roll", continuó. "Cambió el sonido del rock and roll. Eso es lo que me llevó a la tristeza”. 

Spector fue aclamado como un visionario por canalizar la ambición wagneriana en la canción de tres minutos, creando el "Muro del Sonido" en la década de 1960, que fusionó armonías vocales animadas con lujosos arreglos orquestales para producir monumentos pop como Da Doo Ron Ron, Be My Baby y He's a Rebel. Bruce Springsteen y Brian Wilson repitieron abiertamente sus grandiosas técnicas de grabación y su romanticismo de ojos anchos, y John Lennon lo llamó "el mayor productor discográfico de la historia" (No por nada, Lennon le debe a Spector la creación de su himno “Imagine”). 

Pero las múltiples historias de Spector apuntando contra artistas en el estudio y amenazando a mujeres con la ruleta rusa en estado de ebriedad, volverían a perseguirlo hasta después de la muerte de Clarkson. La estrella de Barbarian Queen y otras películas de cine B, fue encontrada asesinada a tiros en el vestíbulo de la mansión de Spector, en las colinas con vistas a Alhambra, una modesta ciudad suburbana en el borde de Los Angeles. Hasta la muerte de la actriz, que Spector denominó como un "suicidio accidental", pocos sabían que la mansión pertenecía al productor solitario. 

Spector se convirtió en miembro del Salón de la Fama del Rock and Roll en 1989. Pero en última instancia, sus artistas comenzaron a dejar de trabajar con él y los estilos musicales lo sobrepasaron. "Se autodestruyó de la manera más horrible", dijo David Thompson, autor de Wall of Pain: The Biography of Phil Spector, publicado en 2004. "Pero tenemos que separar los dos. Hay tanta gente que una vez fue venerada y luego descubrimos que hicieron algo terrible. Eliminar todos sus logros. No estoy de acuerdo con eso”. 

Thompson dijo que la biografía de Spector era una de las más difíciles de escribir, porque quería centrarse únicamente en la música. Sin embargo, mientras trabajaba en el libro, se enteró de la condena de Spector. "Ese fue un equilibrio difícil", dijo. "Quería escribir sobre la música, lo que él hizo, lo que él creó y lo que nos dio. Pero qué tipo de equilibrio con las cosas horribles que hizo”.

lunes, 18 de enero de 2021

Serie libros prohibidos: "Mi retorcido mundo" de Elliot Rodger, "El asesino virgen" (extracto)

“¿Por qué las cosas tienen que ser así? Estoy seguro de que esa es la pregunta que todos se harán después de que el Día de la Retribución haya terminado. Todas ellas estarán preguntándose ¿por qué? De hecho, ¿Por qué? Esa es la pregunta que he recibido de todo el mundo a lo largo de todos mis años de sufrimiento. ¿Por qué estaba condenado a vivir una vida de miseria y falta de valor mientras que otros hombres fueron capaces de experimentar los placeres del sexo y el amor con las mujeres? ¿Por qué las cosas tienen que ser así? Mi pregunta es para todos ustedes”.

domingo, 17 de enero de 2021

Con el bloqueo de la cuenta de Twitter de Donald Trump y la censura a sus publicaciones sobre la toma del Capitolio por “incitación a la violencia”, está sucediendo, en parte, lo que Byung Chul Han ya predijo el año pasado, en su texto “La emergencia viral y el mundo del mañana”, a propósito de lo que sucedía en China: el auge del Big data por medio de la vigilancia digital. Lo que él llamó, “psicopolítica”, control del pensamiento bajo una supuesta democracia como fundamento de la vida en sociedad. Así, comienza a problematizarse el concepto mismo de sociedad libre y abierta. 

“Por lo común se dice que las compañías tecnológicas son libres para regular sus contenidos porque son privadas y la Primera Enmienda sólo protege contra la censura gubernamental. Se trata de una idea equivocada. De acuerdo con la doctrina legal al uso, Google, Facebook y Twitter deberían ser tratadas como actores estatales. Mediante una combinación de disposiciones inductivas y amenazas regulatorias, el Congreso ha cooptado a Silicon Valley para que haga entre bambalinas lo que, por mor de la Constitución, el Estado no puede conseguir directamente”. Extracto de “Salvar la Constitución de la gran tecnología”, artículo de Vivek Ramaswam y Jed Rubenfeld

sábado, 16 de enero de 2021

viernes, 15 de enero de 2021

Friedrich Nietzsche. El nihilismo: escritos póstumos (extracto)

¡Pertenecemos al carácter del mundo, sin ninguna duda! ¡No tenemos ningún acceso a él sino a través de nosotros; todo lo  elevado y bajo en nosotros tiene que ser comprendido como necesariamente perteneciente a su ser!

martes, 12 de enero de 2021

Ciudadano

Ayer una amiga me pidió por whatsapp que votara por ella porque se estaba tirando para precandidata constituyente. Le pregunté que cómo lo hacía para poder votar. Ella me señaló que debía ingresar a la página de patrocinantes del Servel, entrar con clave única, buscar su nombre en el buscador y poner patrocinar. Realicé toda la operación, pero, al momento de ingresar al sistema, la página me informó que mantengo una afiliación vigente a un partido político, por lo cual no podía patrocinar ninguna candidatura independiente. Le hice saber esto a la amiga, y dijo que eso le había pasado a mucha gente, que podía desafiliarme, pero eso demoraría un poco. Inmediatamente, realicé el proceso de desafiliación, y me di cuenta que formaba parte de un partido político llamado Ciudadanos, desde el año 2018. La amiga me decía que esas afiliaciones eran tránsfugas, porque generalmente tomaban firmas de personas sin que estas se enteraran. Le decía a ella que por ese motivo ya no podía patrocinarla, dado que el correo para confirmar mi desafiliación se demoraría, y ya los plazos para la precandidatura se acababan. Ella me contestó que se trataba de una verdadera tragedia. En suma, formé parte de aquellos afiliados involuntarios en un partido fantasma, y no fue hasta ahora, en pleno proceso constituyente, que tuve la noción de haber pertenecido, sin realmente haberlo hecho. Por lo demás, paradójico que aquel partido se llamase precisamente “Ciudadanos”. Cuántos otros afiliados en la misma, cuántos otros ciudadanos fantasmas registrados en el sistema pero pululando libres de obligación.

lunes, 11 de enero de 2021

Para la Convención Constituyente, un partido político a lo Max Stirner, en el cual cada uno es su propio candidato y su único afiliado.

viernes, 8 de enero de 2021

Una pareja de lolos se dio un beso con la mascarilla puesta. La escena me recordó de inmediato al cuadro Los amantes de René Magritte. ¿Será esto simplemente una interpretación a raíz de una analogía entre la pareja de lolos y la pareja visible en el cuadro? ¿Será que la pintura consiguió proyectar en sí misma un escenario posible? ¿O será que la realidad pandémica alcanzó tal nivel de surrealismo que llegó a imitar la pintura?

jueves, 7 de enero de 2021

Friedrich Nietzsche. El nihilismo: escritos póstumos (extracto)

Parménides dijo «no se puede pensar lo que no es». Nosotros estamos en el otro extremo y decimos «lo que puede ser pensado, sin duda tiene que ser una ficción». El pensamiento no tiene ningún asidero en lo real, sino tan sólo en...

miércoles, 6 de enero de 2021

Microsoft planea patentar un software que permitirá a la gente conversar con sus seres queridos después de muertos. Se trata de un auténtico chatbot que recreará la sensación de comunicarse con un más allá virtual. Para lograr ese efecto, se usarán los datos de redes sociales de la persona muerta para procesarlos y emular su personalidad con ayuda del software. Con la consecución de este proyecto, se espera “resucitar” al difunto gracias a su sustituto de inteligencia artificial que imitará lo más fielmente posible su identidad al comunicarse con los deudos. Inclusive, los creativos de Microsoft han querido llegar más lejos, tratando de trascender el plano de la comunicación en línea para conseguir que aquella réplica virtual de un fallecido adquiera “vida propia”, de tal forma que la gente podrá interactuar con ella, y esta, a su vez, podrá desenvolverse en el mundo como si fuera su original orgánico. Ya existen empresas que ofrecen el servicio de crear una réplica de ti mismo, reservada especialmente para cuando mueras. Una de esas empresas es Here After, la que realiza entrevistas a los voluntarios, analizando su voz, sus gestos, su carácter, etc. toda la información posible sobre la persona, en base a la cual desarrollarán un perfil artificial con el que se podrá interactuar postmortem. 

De nuevo, el miedo a la muerte y la posibilidad de superarla gracias a un más allá virtual, no metafísico, como lo hubiese querido Ray Kurzweil. Por supuesto, como todo sueño eléctrico, tiene sus contratiempos. Al supeditar esta idea a un software de IA, eventualmente podría ser hackeado y utilizado para suplantar a personas vivas, con el fin de intervenir en sus datos privados. Surge no solo el problema tecnológico, también el problema humano ¿Cuál sería el límite de hackear la línea entre la vida y la muerte? ¿Cómo se podrá distinguir, bajo un escenario de riesgo, a un “vivo virtual” de un “vivo orgánico”? Los que vieron el episodio Be Right Back de Black Mirror podrán advertir, al menos de manera ficticia, el resultado hipotético de la implementación de esta nueva tecnología en el futuro. 

martes, 5 de enero de 2021

A gran parte del mundo no le importamos en lo más mínimo. Y a nosotros no nos importa en lo más mínimo gran parte del mundo. Eso es lo que yo considero un trato justo e igualitario. Honesto, pulcro, sin reproches.

domingo, 3 de enero de 2021

Miré a un costado del puesto del notebook para ajustar unos cables y apareció de entre el enredo un pequeño chanchito de tierra. Quise acercarme a él pero me limité a observarlo a medida que trataba de escabullirse de aquel enredo. No consiguió hacerlo y se devolvió para perderse tras el puesto y hacerse bolita bajo la sombra. Primera visita en lo que va del año, y resultó ser la cortesía de un oniscídeo. El chanchito siempre tiene la particularidad de perderse y hacerse bolita cuando se ve acorralado. Eso lo aprendimos de chicos cuando jugábamos con estos crustáceos en la tierra. Su método de defensa es tan práctico que incluso puede extrapolarse al ser humano, para dar a entender que uno se escabulle de la adversidad recogiéndose sobre sí mismo, sirviéndose a sí mismo como escudo frente a la realidad. El chanchito, en cierta manera, se había vuelto un reflejo de nuestra situación. Cuando sobreviene la amenaza y no queda mucho por hacer, solo resta “hacerse bolita” como actitud estoica. Esconderse, replegarse, hasta que la amenaza se extinga o caiga por sí sola. Este encierro de cuarentena y esta temporada de introspección vendrían siendo, a la larga, la postura filosófica del chanchito ante la vida. Hacerse bolita frente a la inclemencia de la vida, buscar refugio en uno mismo, hacer de tu piel una coraza, hacer de tu interior un hogar. Hacerse bolita frente al rumor de la muerte, porque, ante la muerte, todos somos chanchitos de tierra.

sábado, 2 de enero de 2021

El sueño (retroactivo) de la española

La chica española que residía en Alemania y con la cual mantuve una conversación intensa durante el lapso de cinco meses, me había confesado un sueño. Su confesión decía exactamente así: “Hace unas semanas soñaba con un chico, y siempre estábamos en Valparaíso, y el chico me hablaba con una cadencia profunda, despacio. Pero lo extraño es que yo nunca antes había conocido a ese chico, y mientras soñaba recordaba eso, el chico me hablaba de un abrigo que me había olvidado en cualquier bar de la ciudad, y era importante porque en el bolso había un papel que quemaba, pero yo no tenía prisa por buscar ese abrigo. Él insistía un montón”. Al relatar su sueño, la chica fue revelando poco a poco más cosas. Le mencioné que me conmovió, que aquel papel de seguro tenía un secreto, que el fuego era muy importante en mi vida y que representaba mucho de lo que había vivenciado, y además de lo que deseaba profundamente. La chica continuaba atenta a mis reacciones tras su relato onírico. Le pregunté si acaso aquel abrigo de su sueño, todavía estaba escondido en su memoria. Le repetí que ese papel era la clave, que algo escondía, que si deseaba quemar ese papel en una especie de sacrificio. Ella, muy segura, me respondió que no, que el papel quema en sí mismo, se abría y quemaba, y era porque su secreto prometía ser cálido pero, a la vez, peligroso. Dijo también que ese sueño, creía ella, solo anticipaba la conversación que habíamos estado sosteniendo todo ese tiempo. Y, producto del miedo de abrirme demasiado ante ella, supo inmediatamente que yo era el chico de su sueño. Conmovido por la revelación, sin embargo, aún me quedaba dando vuelta la figura de la llama. Ella creía que esa llama era como el misterio magno, el valor de la poesía de crear y destruir mundos, pequeños y grandes. Bastante emocionada, siguió expresando que ella y yo no nos conocíamos ni nunca antes habíamos hablado de nosotros mismos, pero sin querer habíamos conectado en ese punto respectivamente, el de su sueño y su posterior confesión en línea. El tiempo que siguió a ese evento fue de una dilatada mensajería interna. Sin embargo, a los meses después, ella desapareció de la faz de la red, sin siquiera despedirse ni dejar un aviso. Este solo hecho me ha mantenido intrigado hasta el día de hoy por su extrañeza, pero vuelvo de tanto en tanto a releer la ensoñación de la española misteriosa, para hurgar en algún significado potencialmente simbólico, algo que permita que el misterio arda como la llama prometida de aquel papel secreto. Puede que ella misma haya sido un sueño, o yo haya sido para ella únicamente ese chico sublimado, y lo único que sucedió fue que ambos despertamos, y nos desaparecimos el uno del otro. Solo queda la ilusión de haber formado parte de la memoria o la fantasía de una enigmática y, a la vez, mística joven desde otras latitudes, allende el vacío de la red o el universo de relatos.

viernes, 1 de enero de 2021

Friedrich Nietzsche. El nihilismo: escritos póstumos (extracto)

Resultado final: todos los valores por los que hasta ahora hemos tratado de hacernos estimable el mundo y, precisamente, por los que al final lo hemos desvalorizado, cuando se mostraron inaplicables, todos estos valores son, considerados psicológicamente, resultados de determinadas perspectivas de la utilidad para mantener y aumentar las formaciones de dominación humana, sólo que falsamente proyectadas en la esencia de las cosas. Continúa siendo la ingenuidad hiperbólica del hombre lo que le lleva a considerarse el sentido y la medida del valor de las cosas...