miércoles, 31 de mayo de 2023

De un tiempo a esta parte, he sido leído por personas de todos los sectores y colores políticos, con una evaluación y acogida, en general, satisfactoria. Desde ex amigos troskos, pasando por progres, feministas, marxistas, hasta llegar a liberales y conservadores, incluso soberanistas. Eso se debe a la evolución de mi postura política acorde a las circunstancias, pero el trabajo sobre mi pluma ha sido lo único transversal, lo único que persevera con un estilo propio y pulido con rigor, duela a quien le duela, guste a quien le guste. Me precio, por lo tanto, de ser un demócrata en cuanto a mi universo lector. Para mí, no hay distingos. Todos forman o formaron parte de mi vida y de mi imaginario. Por lo tanto, todos valen, en su justa medida, mientras formen o hayan formado parte de mi escritura
La imponente estatua de Themis, la Diosa de la Justicia, en la Corte de Apelaciones de Valparaíso. Se le suele representar con los ojos vendados, ya que "la justicia es ciega", no por injusta, sino que por imparcial. ¿Pero por qué no tiene los ojos vendados, ni la balanza en posición de equidad? Hace pocos años en un libro sobre los Orígenes e historia de la Corte, se llegó a descifrar el misterio: “Claramente la idea que se quiere simbolizar es la representación de una estatua que más bien apunta a la “cosa juzgada”, en la “res iudicata”, en el sentido, de la sentencia que no es posible de impugnar. Y por ello con su mirada hacia lo alto, en su calidad de diosa, guarda su espada y su balanza, dignamente pues su trabajo ha terminado, está en paz”.

martes, 30 de mayo de 2023

El cabro llamado Dante y al que le digo "Dante Alighieri" se me acercó en la mañana, y me repitió una frase de Kafka que le llamó la atención, a raíz de su lectura de La metamorfosis: "Me avergoncé de mí mismo cuando me di cuenta de que la vida era una fiesta de disfraces; y yo asistía con mi rostro real". La repitió tal cual, de memoria. Luego, volvió a su puesto, antes de comenzar la clase. ¿Fue, para él, la clase, como la vida misma, una dantesca mascarada? ¿Descubrirse el rostro significaba, para el cabro, atravesar el purgatorio?

lunes, 29 de mayo de 2023

Hoy unos alumnos estaban más callados de lo normal. Se les veía preocupados. Les pregunté qué pasaba. Uno de ellos dijo que su ídolo, un tal "Galee Galee", un joven artista de trap, se había matado. "¿Y por qué? “, le pregunté, tratando de empatizar." Por una funa", respondió. "Se la hizo una ex", agregó uno de sus compañeros. "Mala volá", comentó el primer cabro, molesto. Casi de inmediato, sacó sus audífonos y se puso a escuchar un video de su ídolo musical. Fue tanta su seriedad que lo dejé ser. Admito que quedé intrigado.

En la red, alcancé a revisar la noticia del cantante de trap suicidado a raíz de la funa. Se mencionaba a otros artistas del género que lamentaban la partida del cantante y, sobre todo, cuestionaban las circunstancias de su muerte. Un tal King Savaggee se refería a las funas que "lo que puro quieren es hacer daño". Otro, un tal Pablo Chill E escribió, tras la tragedia de su "hermano" , que ojalá se "tome conciencia de las funas y el hostigamiento por redes sociales", porque, según él, Galee Galee "hizo lo que hizo por una funa perkin (sic) y eso fue lo que detonó un pensamiento negativo y una decisión arrebatada". Como corolario a su declaración, Chill E concluyó que "nadie sabe los problemas que carga otra persona".

Pese a que todo lo relacionado con el mundo del trap y el reggaeton siempre me produjo antipatía, esta vez no pude evitar volver sobre el caso casi como en una proyección refleja. Al ver a esos cabros tan tranquilos, en ocasiones que siempre desordenan la clase, supe que la cuestión iba en serio, que les tocaba una fibra sensible. Se les había muerto una estrella, así como a uno se le hubiera muerto un Robert Fripp. Pero lo más sobrecogedor de todo fue constatar la lucidez con que se expresaban algunos amigos del difunto, el hecho de escuchar palabras mucho más sensatas de parte de un simple trapero que de algunas personas del medio cultural y literario, supuestamente más ilustradas y más civilizadas, muchos de ellos colgándose de manera irresponsable en campañas de difamación contra otro colega del medio, sobre cuestiones de las que no tienen sino una vaga idea, sólo por "seguir la onda de los tiempos", solo por ósmosis ideológica, miedo, cobardía o, en el peor de los casos, infame complicidad.

He visto mucha más sensatez en las palabras de esos imberbes cantantes de trap que entre algunos simpatizantes del wokismo. Por eso, que este hecho que involucra al mundo del trap, sirva como precedente para el mundo de la literatura, sobre cómo se debiera actuar en situaciones como esta, sobre el latoso pero necesario tema del derecho, sobre el trasfondo político del asunto y las consecuencias catastróficas para todos los involucrados.
¿Valdrá la pena desquitarse contra quien ni conoces sobre algo que ni siquiera sabes a ciencia cierta? Nunca.
¿Sobre lo que no se puede hablar, será mejor callar, como hubiera dicho Wittgenstein? A veces, es lo más prudente.

domingo, 28 de mayo de 2023

Al fin del día de los patrimonios, la Corte de Apelaciones de Valparaíso revocó la condena en primera instancia contra Darth Vader por mutilación agravada a su hijo Luke. Ya no será sometido a treinta años congelado en carbonita. Se determinó, en cambio, que permanezca, al menos, a tres planetas de distancia de la víctima, por un plazo de tres décadas. Se temía que Darth Vader hubiera utilizado sus poderes mentales para sobornar a los jueces en la resolución de la justicia. Pero no. La Corte obró conforme a derecho. La justicia porteña ha hecho de su parodia un reflejo de su eficacia, porque todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, y porque no hay justicia sin defensa.

sábado, 27 de mayo de 2023

Cine en su casa: "El Túnel" (1987) de Antonio Drove.

Cine en su casa. Hoy, la película "El Túnel" (1987), adaptación del libro homónimo de Ernesto Sábato, realizada por el director español Antonio Drove, con Peter Weller en el papel de Juan Pablo Castel y Jane Seymour en el papel de María Iribarne. Una adaptación muy fiel a la historia original.
Para quienes conocen este clásico de la literatura hispanoamericana, no es necesaria la presentación.
Ambientada en los años 30, se trata de la historia Juan Pablo Castel (Peter Weller) un pintor reconocido que vive en Buenos Aires. En una exposición conoce a una mujer, María Iribarne (Jane Seymour) quien se ha quedado deslumbrada por uno de sus cuadros. Desde ese momento, Castel no puede evitar su intensa atracción por ella. La busca, se aleja. Luego, se encuentran, se separan y se vuelven a encontrar, para iniciar una apasionada relación que muy pronto se vuelve tortuosa, al punto de la muerte. Locura, obsesión, pathos.




Sobre La noche del oscura del alma de San Juan de la Cruz: la pasión del santo y el calvario del poeta.

La noche oscura del alma: desde hace mucho que me viene resonando ese verso legendario, y no es hasta ahora que lo retomo y lo repito cual mantra, al redescubrir la poesía mística del poeta español San Juan de la Cruz. ¿Pero qué me hizo leer con otros ojos a este poeta, en apariencia, tan lejano? Pues, una gran disyuntiva vital y existencial que también podría denominar como “mi noche oscura del alma” y un esfuerzo intelectual por revisitar el misticismo poético de aquellos entonces, ante la amenaza de un mundo y de un lenguaje cada vez más secularizado y nihilista al punto del paroxismo. La noche oscura del alma refiere a un viaje, el viaje de la Amada al encuentro con el Amado, que no es otra cosa que la metáfora del viaje del alma desde su prisión corporal hasta su reunión con Dios, su origen.

San Juan de la Cruz supo ver en el símbolo de la noche la cualidad incomprensible de lo divino, aquella que se avizora en los peores momentos para el espíritu humano. Tras su encierro por parte de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, al fundar la Orden de los Carmelitas Descalzos con Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz vivió un auténtico éxtasis poético, sufriendo una penitencia solo comparable a la voluntad de su fe. Fue en ese período que San Juan escribió sus poemas místicos. Fue en su propia “noche oscura del alma” que hizo de su poesía un remanente de la belleza, a través del ejercicio del dolor, el dolor de la carne que sufre y del alma que añora su regreso con lo Absoluto.

Sin esa cárcel, puede que la experiencia mística de San Juan no haya sido posible. Sin esa prueba divina, no hubiera vivido lo que vivió ni hubiera escrito lo que escribió, tras sufrir en carne propia el desarraigo, el desamparo, la desconexión con la fuente. Pero hay en esa visión poética dos lecturas: una, la del poeta que dialoga con lo inefable, que hace de la nada la santidad, el umbral del silencio, la impotencia de la palabra para con Dios; y la otra, la del poeta que vislumbra la pasión del Dios-hombre en las sombras, para abrir camino hacia la redención. En el poeta, ambas lecturas confluyen y van a dar al mismo destino.

Cada quien, al momento de escribir, hace de su pasión un ejercicio mudo por incomprensible e inabarcable, o una voluntad férrea y extática en su sed por la verdad. La noche oscura del alma puede ser, a su vez, el infierno del santo y el calvario del poeta, y el necesario purgatorio de sus pasiones, la sublimación de su propia vida incomprendida: “¡Oh noche que guiaste! ¡Oh noche amable, más que alborada! ¡Oh noche que juntaste amado con amada, amada en el amado transformada!”



La OMS alertó hace poco la amenaza de “otro patógeno emergente” e hizo un llamado a todo el mundo a estar preparados ante este escenario. Días atrás, la misma entidad había declarado el fin de la emergencia pandémica del covid 19. Parece irónico que casi de inmediato ahora vengan a advertir a la humanidad sobre la posible aparición de otros bichos todavía más letales. Un llamado al pánico encubierto de previsión global. Habría que preguntarse ¿qué nuevos bichos aparecerán? ¿Variantes del mismo? ¿Surgirán nuevamente del laboratorio de Wuhan o de algún centro médico ruso? Las interrogantes se viralizan y la sospecha de la ciudadanía crece.

Por lo pronto, el principal resquemor viene de parte de sectores políticos que apuntan a una pérdida inminente de soberanía nacional tras el llamado a un “pacto mundial antipandemias”. La propia OMS ha salido a desmentir esta alerta, aplicando el ya conocido apelativo de “fake news” o desinformación. Sin embargo, muchos de estos sectores insisten en su renuencia a adherir a un pacto de carácter internacional. Sin ir más lejos, acá en Chile, la APSIIN (Agrupación de Profesionales de la Salud Velando por Entregar Información Veraz en Pandemia) publicó un comunicado en donde manifiestan abiertamente una crítica a estas políticas globales mandatas de manera vertical y proponen un debate abierto de toda la comunidad científica, donde se consideren las experiencias de la anterior pandemia, para no caer en los mismos errores y despropósitos del pasado.

Si bien no todos los países ven afectada su soberanía y seguridad interior por la adhesión a los tratados multilateriales en materia de salud (principalmente, países desarrollados), hay algunos, como Chile, que no tienen una estructura de protección nacional; por el contrario, es un diseño país bastante abierto y sometido a los dictámenes extranjeros, incluso alineado completamente al derecho internacional, al que se considera de orden estricto, al punto que está protegido y consagrado por la propia Constitución. La próxima propuesta constitucional, de hecho, pretende reforzar todavía más esta lógica vinculante de la nación al orden del globalismo, tomando en cuenta, además, la incorporación de la Agenda 2030 de la ONU como política de Estado desde el año 2015, para ser implementada de manera prioritaria mediante una hoja de ruta a la cual adscriben prácticamente todos los partidos políticos que forman parte de la nueva “cocina” constituyente.

Se avecinan nuevos tiempos pandémicos y, por extensión, nuevas dictaduras sanitarias, según informan nuestros custodios, las “elites”. Las señales son inequívocas: se quiere avanzar hacia modelos de mayor control externo sobre los Estados Nación y hacia nuevas formas de dominación tecnocrática y científico-tecnológica. Solo basta pensar en lo que fue el uso indiscriminado del pase de movilidad, una verdadera emulación del sistema de crédito social chino. Con el auge de las inteligencias artificiales, solo piensen en las posibilidades de control, a futuro.

Bajo este panorama, se ha tendido un manto de escepticismo colectivo sobre el accionar de las instituciones mundiales, a juzgar por sus cuestionadas políticas sanitarias y las catastróficas contraindicaciones de la vacunación, sin suficiente respaldo de toda la comunidad científica. El guion es demasiado evidente: se crea un problema y se propone una solución, con la condición del sometimiento. Ellos crean las condiciones para la existencia del problema; luego, ellos mismos ofrecen una panacea que debe ser aceptada sin chistar por todos los actores en juego. Otrora se viralizó el miedo; hoy por hoy, la duda. Frente a esta nueva ola de plagas y tiranos, no se puede volver a claudicar. A mantenerse inmunizados contra la fiebre globalista y a reforzar el sistema inmunológico soberano.

jueves, 25 de mayo de 2023

Adiós, Tina Turner. Parte la Reina del Rock

Hay una película del año 93 sobre Tina Turner, "What's Love Got To Do With It", protagonizada por Angela Bassett, en la cual se retrataba la dura vida de la cantante, a raíz de una relación violenta y tormentosa con Ike Turner, su exesposo. A treinta años del filme, la "Reina del Rock" parte y deja un testimonio artístico de su herida profunda y, a la vez, de su virtuosa creación. Puede que su obra más sonada sea aquella que se usó como banda sonora para Mad Max: "We Dont Need Another Hero", una canción plena de pathos y de un sentimiento de voluntad ante un escenario distópico: "No necesitamos otro héroe/No necesitamos saber el camino a casa/(...) Entonces, ¿qué hacemos con nuestras vidas/¡Dejamos sólo una marca!/¿Nuestra historia brillará como una luz?/¿O terminará en la oscuridad?". Uno al escuchar este tema piensa de inmediato en el futuro como en Mad Max, y en una resistencia férrea armada hasta los huesos, ante la inclemencia de la historia y sus infinitos reveses. 

Sin embargo, la canción más memorable y sentida por todos es aquella que representó su sentimiento más íntimo: "What's Love Got To Do With It". Hay en el tema unas líneas muy decidoras: ¿Quién necesita un corazón, cuando el corazón puede ser roto?, y es que después de conocer la historia de la cantante la letra cobra un nuevo sentido. A la larga, el amor, ese amor que todos en algún momento sentimos, duele más que la cresta, duele sobre todo cuando agrede de manera absurda, y esa agresión viene de la persona que decía amarte.

Pese a todo, creo que es un error cerrarse del todo a la posibilidad abierta de un nuevo comienzo. La vida te machaca pero te atraviesa, y se vive a través de ella y pese a ella misma. En lo particular, prefiero haber quedado hecho bolsa en materia amorosa que constatar que nunca fui deseado, o que nunca llegué a experimentar alguna clase de deseo o sentimiento genuino por alguien. El que no haya vivido, al menos, durante unos instantes, esos momentos, no es capaz de concebir el éxtasis creativo que sucede a la experiencia del amor, con todas sus mieles y sus furias.

En fin, Tina, como artista sensible, lo comprendió todo y vivió de la única forma que se podía vivir: con garra.

Nunca necesitamos héroes, solo nos queda nuestra palabra, nuestro arrojo y nuestro corazón en las cosas.

Adiós, Reina del Rock.

Hay un alumno llamado Dante, al cual siempre le digo "Dante Alighieri". Parece sentirse halagado. Cada vez que lo saludo, menciono el nombre del florentino. El otro día, el cabro me detuvo en el patio para contarme algo: "Profe, el médico también me llama Dante Alighieri", confesó. "Soy famoso", concluyó. Le aplaudí al paso, brevemente, como quien aplaude a una figura reencarnada. ¿Fue la mención a su fama irónica? ¿O la proyección del florentino en su persona lo que me motivó a aplaudirle? Hay un punto en que el nombre se hace indistinguible del símbolo. ¿Será acaso el colegio, para este cabro, un infierno o un purgatorio? Puede que solo saliendo de él, llegue a saberlo.

martes, 23 de mayo de 2023

Lo prosaico del asunto es reconocer que los poetas también pueden mentir. Es más: pueden dar falso testimonio, despreciar la verdad de los hechos y ser cómplices activos de la mentira, pero por eso mismo forman parte orgullosa de la fauna humana, y no solo se trata de una aseveración con toque personal, aunque lo parezca. Solo recordemos lo que solía decir el propio Nietzsche en sus escritos póstumos: "El hombre no encuentra en las cosas finalmente nada más que lo que uno mismo ha introducido en ellas".
La poesía es antihegemónica por definición. Lo hegemónico son los poetas y sus comparsas. 

lunes, 22 de mayo de 2023

La lectura ha terminado (poema)

A propósito de las viejas lecturas y la partida de los poetas


La lectura ha terminado,

los poetas se marcharon,

algunos se quedaron al trasnoche,

otros, con rumbo desconocido

improvisaron el ritmo del amor

pero la felicidad sigue estando en otra parte.

Nunca se escuchó la palabra, solo la palabra silencio

repetida por muchos, usada para todo.

Volvimos con la promesa de la camaradería

intuimos el placer estético, callada la angustia

pero la felicidad, escurridiza, se sigue evitando en las páginas,

a toda costa

y sobrevuela, cual espada de Damócles, esas citas sin escenario

esas ausencias pecadoras, esos fárragos sin sustancia.

Nunca acabamos de leernos del todo

porque nunca acabamos de entrar el uno en el otro,

siempre la cosa se trató de tachar el sentido

de corregir cualquier atisbo de coherencia

y propiciar la disonancia, merced a un impulso ciego,

una incógnita ardiente.

El tiempo y su plaga consumió las líneas

nuestras líneas, las que deletrearon esas noches.

Ya no queda romance, ya no queda futuro

porque nunca hubo Piedra y nunca fue Feliz,

solo hubo instante, mirada, pulsión

rima ebria al son de las canciones desaforadas.

La felicidad, esa felicidad

errática, gozosa,

que leyó la noche entera

que bailó arrebatada

y despertó hecha un astro

sigue estando en otra parte.

La lectura ha terminado

la poesía se ha marchado

la fiesta nos partió en dos.

De ti, de mí, ya nadie se acuerda.

Acorde a los caóticos acontecimientos sociopolíticos de Chilito, se seguirá completando la fantástica y surrealista línea cronológica, con tal de aventurar una aproximación a nuestro tiempo histórico. La versión actualizada quedó así:

18/10/19 al 18/03/20 Era precovidiana de estallido o insurrección (según cómo se mire) – Convulsión máxima de las pasiones ideológicas de lado y lado; Piñera llama a combatir a un “enemigo poderoso e implacable; preludio al advenimiento del Estado de excepción sanitario.

18/03/20 al 25/10/20 Era poscovidiana – Estado de excepción sanitario incierto; estallido social o insurrección “interrumpida” y preámbulo al proceso constitucional “cocinado” después del Acuerdo por la Paz celebrado durante la era precovid.

25/10/20 al 16/05/21 Era poscovidiana – Estado de excepción sanitario indefinido y rumbo sociopolítico hacia una Nueva constitución. Estallido social o insurrección continúa “interrumpido”, aunque latente. El covid se establece como coartada geopolítica. La carrera por la constituyente agudiza la confrontación y la división (tanto de izquierda como de derecha)

16/05/21 al 30/09/21 Era poscovidiana – Estado de excepción sanitario indefinido (con miras a volverse eterno) y triunfo de la facción independiente dentro de la Convención Constituyente. Muerte política de la derecha. Renacer de la izquierda “independiente”. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Chile se pone a la expectativa de la hoja en blanco, cual ejercicio mallarmeano (promesa mesiánica de por medio) mientras se vuelve –de manera subrepticia- el reflejo fractal de una agenda global.

30/09/21 al 21/11/21 Era poscovidiana – Fin de Estado de excepción sanitario. Días después, el 12 de octubre, Día de Encuentro de dos mundos, el Gobierno declara estado de excepción en el territorio de la Araucanía, con miras a volverse indefinido, tal cual parecía el Estado de excepción sanitario. Carrera por la presidencial se vuelve el tema político país. Resucita la derecha, con triunfo de Kast en primera vuelta. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Chile se pone, todavía, a la expectativa de la hoja en blanco. Los planes globales para nuestra nación, de la mano de la Constituyente, conservan su vigencia, conforme se avanza hacia la consolidación de cambios estructurales.

22/11/21 al 19/12/21 Era poscovidiana – Continúa Estado de excepción en la Araucanía. El covid se mantiene como coartada geopolítica. La carrera presidencial se debate entre dos opciones que polarizan todavía más a las masas. La pugna dilemática acentúa los conflictos de lado y lado, sin posibilidad de diálogo ni conciliación. Triunfa Boric y el sector progresista. Kast y el sector conservador son derrotados. La izquierda progresista se proclama nuevo gobierno. Embriaguez electoral, triunfalismo democrático.

20/12/21 al 11/03/22 Era poscovidiana – Continúa Estado de excepción en la Araucanía. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Tras haber ganado Boric y la izquierda progresista, la derecha se ve obligada a replantear su estrategia política, de cara a una futura oposición y a un proceso constituyente en marcha. Por el momento, reina una tensa y sospechosa calma con un “estallido social” en latencia, (con miras a volver recargado), un conflicto mapuche en contra del Estado de Chile y a favor de una Nación autónoma y una verdadera plandemia que sigue sirviendo de telón de fondo para el control de los poderes globales.

11/03/22 al 04/09/22 Era poscovidiana – El Congreso aprueba una nueva prórroga para el Estado de excepción en la Araucanía hasta el 15 de septiembre. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Continúan las medidas sanitarias del uso de mascarilla y el pase de movilidad pese a haberse declarado fin al Estado de excepción el 30 de septiembre del 2021. Se celebra el plebiscito de salida por una Nueva Constitución y se acaba, por ende, la expectativa frente la hoja en blanco y frente a la escritura de un Nuevo Chile. Tras el apabullante triunfo del Rechazo a la Nueva Constitución, las fuerzas políticas de lado y lado se disgregan. Se provoca una catarsis ciudadana de parte de la mayoría votante y crece el descontento de parte de la minoría.

04/09/22 al 12/12/22 Era poscovidiana - A una semana del resultado histórico, la casta política del oficialismo y parte de la oposición acuerdan un nuevo proceso constituyente “por secretaría”, pese al mandato del artículo 142 de la ley 21200. La noticia provoca un revuelo tanto de parte de los rechacistas como de parte de algunos sectores del apruebismo. Ambos convergen en su rechazo transversal al nuevo proceso al denominarlo una verdadera “cocina” hecha sin el consentimiento del único Poder Constituyente: el pueblo de Chile. Todo indica que, igual que el año pasado, los planes globales para nuestra nación conservan su vigencia, conforme se avanza hacia la consolidación de un nuevo órgano enteramente dominado por “expertos” y camarillas políticas vendidas al globalismo reinante.

12/12/22 al 07/05/23 - Se firma el “Acuerdo por Chile”, pacto que tiene por objetivo dilatar el proceso constituyente hasta sus últimas consecuencias con tal de aprobar una Nueva Constitución para Chile a todas costa. Por lo tanto, el proceso constituyente se vuelve un eterno retorno de lo mismo. Un loop eterno tocando su propia música, en una disco que está a punto de prender las luces y echar a sus bailarines por aburrimiento.

A tres meses del triunfo del Rechazo a la primera propuesta de Nueva Constitución redactada por la Convención Constitucional, la gran mayoría de los partidos políticos se agrupan para aliarse en contra del mandato soberano y “aprobar” un nuevo pacto sin consultar a la gente.

Las fuerzas políticas que se sitúan al margen de este pacto se disgregan pero confluyen en un mismo objetivo: rechazar. El globalismo no dará tregua. Se pretende redireccionar el desencanto y concentrar esa energía en combatir a la clase política vendida con el rechazo del Acuerdo traicionero. Ese escenario posible, ese futuro aproximado podría sentar un precedente, uno en que las distintas fuerzas, de izquierda y de derecha, se unan en consecuencia para votar contra la partidocracia redundante.

07/05/23 al presente – Se celebran elecciones de consejeros constitucionales, elecciones que no contaron con la legitimidad política de un plebiscito de entrada. Tras los resultados, un importante número de votos nulos, blancos y abstenciones dio el batatazo contra algunas de las coaliciones en disputa, llegando a obtener casi una cuarta parte del total de votaciones. 

Por otra parte, los Republicanos arrasan con más de la cuarta parte, superando ampliamente al resto de fuerzas políticas electas para consejeros. Se sucede un fenómeno muy similar al vivido para el establecimiento de la primera Convención, solo que desde la vereda opuesta. Una derecha contraria a la “centroderecha” celebra ampliamente su triunfo y corre el riesgo de emborracharse. Poseen poder de veto pero ahora juegan dentro de las mismas reglas del nuevo proceso constituyente, con las doce bases constitucionales como punto de partida o “cortapisa”.

Por lo pronto, los sectores políticos establecidos vuelven a fraccionarse. Surgen fuerzas de izquierda y de derecha que se oponen al nuevo proceso; unos, achacando a Republicanos y a la partidocracia la toma de una demanda impulsada por el “pueblo”; otros, viendo en Republicanos el signo de la traición y la deslealtad para con sus principios al pactar con los “enemigos” y al plegarse al globalismo galopante que se instala nuevamente en el seno del proceso cual Caballo de Troya.

El juego de tronos constituyente se despliega, de aquí a fin de año. La vieja antinomia vuelve a penar sobre el ethos político: Aprobar o Rechazar. Los actores cambian, pero el show continúa. Los aprobistas o rechacistas son otros, pero, de todas formas, se enfrentarán hasta los dientes. Mientras tanto, otras fuerzas políticas, en la línea de una Tercera vía, se configuran al margen, en los callejones de la historia, contemplando el espectáculo y esperando la carnicería.

La primera y única vez que vi a Erick Polhammer en persona fue para una lectura poética en La Piedra Feliz, el 2017. Otras veces lo había visto codeándose con personajes de la tele, en Cuánto vale el show, incluso lo vi en un encontrón con Javier Miranda. La vez que tuve la oportunidad de conocerlo estreché su mano y apenas tranzamos un par de palabras que ya no recuerdo. En general tengo recuerdos difusos de toda aquella época: episodios agridulces, memoria selectiva. Hay gente a la que no vi más. Poetas, me refiero. Hay poetas a los que me gustaría volver, en otro plano de realidad, uno más prosaico y menos poético y también hubo y habrá poetas a los que no volvería a ver, pero me quedo con algunos versos de Polhammer, el poeta televisivo, el poeta amigo de la felicidad, que condensan muy bien ese sentir: Guerra Interna/Tendido en la maleza/No pienso en nada y soy feliz./Dura ha sido la guerra interna./¡háganme esa!

domingo, 21 de mayo de 2023

"Para dar en una narración a nuestros hijos la llamarada del heroísmo, no necesitamos recurrir ni a Grecia, ni Roma, si Prat fue toda Esparta” decía Gabriela Mistral. Al parecer, hay mucha más identidad nacional en nuestra Nobel de literatura que en un poeta y una poeta actual. ¿Qué cresta nos pasó? Reinó la tontería progre. El héroe patrio ha sido defenestrado por las fuerzas disolventes. Toca reivindicarlo.

sábado, 20 de mayo de 2023

Caído el relato, caída la máscara.
“La nueva generación, o quizá la generación posterior, verá la pornografía como parte del paisaje de un modo que nosotros no logramos apreciar. El exhibicionismo reflexivo flota en el aire, en la cultura. En un extremo está la pornografía. En una escala menor están la pérdida de la inhibición y el oscurecimiento del límite entre lo público y lo privado, palpable tanto en las pláticas por teléfono celular –ese desnudamiento conversacional–como en Big Brother y los reality shows.” Perro callejero (2003), Martín Amis.

La contienda sigue siendo desigual, pero ya se perdió la épica. El mito ha sido ahogado en la fosa de la deconstrucción. Los héroes han caído bajo el canto de las sirenas modernas. Solo nos resta el fantasma de los viejos enemigos y un enorme abismo en el medio del mar, un abismo llamado futuro, un mar llamado historia.

jueves, 18 de mayo de 2023

"El Nobel de Literatura chino Mo Yan admite haber recurrido a ChatGPT para un discurso".

https://www.infobae.com/cultura/2023/05/18/el-nobel-de-literatura-chino-mo-yan-admite-haber-recurrido-a-chatgpt-para-un-discurso/?utm_medium=Social&utm_source=Facebook&fbclid=IwAR3sjPhK09fP86Q5w_ZEXZiHs9W9_WNaQHEktB8YXFWUl9dx_I2-r_Ml9iY#Echobox=1684434607

Cada vez que vuelvo tarde noche a mi casa, transito por la misma esquina donde los motochorros arrancaron. Inevitable dirigir mi mirada hacia el sitio donde fui asaltado a punta de cañón. Me detengo por unos momentos y me quedo observando ese pasaje solitario como en un ejercicio de retrospectiva o masoquismo. ¿Qué variables entraron en juego para que ocurriera la funesta posibilidad del asalto, una entre miles? Hay hechos que, merced a su recóndita causa, rebasan nuestra comprensión y simplemente nos asechan. ¿Qué otras posibilidades se hubieran derivado del crimen? ¿Que me hubiera defendido? ¿Que hubieran arrancado? ¿Que no la contara? El aquí y ahora de este texto solo es posible tras sufrir aquel asalto, y esa es la crónica de la verdad, una crónica igual de funesta que verdadera. ¿Pero es la verdad acaso, el último crimen, asaltado por su escritura póstuma? Nada es intraducible, salvo la noche y su impunidad ruidosa.

martes, 16 de mayo de 2023

Fedra (poema)

A la vista de quien la observa, atónito
la calumnia de ojos hermosos y profundos
El oro negro del odio
El laberinto de las emociones mal paridas
La mueca sarcástica de la indolencia.

Bajo su halo de fatalidad
Consagra la tragedia cual caballito de batalla
E impenitente fornicación de su grey.
Sobre su corona nocturna
Entroniza el resentimiento del hombre por el hombre
Camuflado en imprecaciones de doncella doliente
Tan vacías como sus injurias
Bien estilizadas, al ritmo de las intrigas palaciegas.

Sus visiones son las visiones de la catástrofe
Su histeria, la historia universal del desengaño
El velo que cae sobre su piel árida
La derrota del deseo,
El golpe bajo de Fedra
Más oscuro que la tinta de sus últimos versos
Escritos con la hiel de su propia felonía.

lunes, 15 de mayo de 2023

¿Quién necesita una Sociedad de escritores, cuando tienes el resto de la sociedad para ti solo?

domingo, 14 de mayo de 2023

Contra el buenismo progre, contra los zalameros de la corrección política, contra las causas woke de manufactura anglo, yo opongo la desfachatez del pensamiento libre y el despliegue del idioma castellano, el idioma del Quijote:

"Es el adiós a las artes y letras transgresoras que desafíen la inteligencia y los prejuicios humanos. La cultura occidental ha cedido a lo «woke» desde sus más altas instancias de poder e influencia, y cualquier cosas ha de verse desde la perspectiva étnica o sexual. Los creadores, como denunciaba Finkielkraut, se han convertido en predicadores que lanzan su verdad desde la atalaya de una superioridad moral que no puede ser rebatida. Así lo denuncia también Mamet, con muchísima ironía y gran erudición. De esta manera, se burla de los eufemismos; o dice que el concurso de Miss Estados Unidos «es, en esencia, una reedición de las subastas de esclavos»; o explica por qué para él «la histeria nacional a propósito de la palabra nigger [“negrata”] es muy instructiva». Y de este modo, sin pelos en la lengua, a pecho descubierto, alude a un sinfín de aspectos de nuestra vida actual que están mancillados por la ignorancia y el cáncer de lo políticamente correcto, haciéndolo como debería siempre llevar a término un verdadero intelectual que albergue un mínimo sentido crítico: con libertad, valentía y honestidad. Sin amilanarse".

sábado, 13 de mayo de 2023

El globalismo retrocede, el mundo multipolar avanza...

Motochorros de la noche al ritmo de la muerte

Hace unos días sufrí un asalto de parte de unos motochorros. Subiendo el cerro, en una esquina a un par de cuadras de mi casa, un motorista y su copiloto cruzaron la calle oscura. En un principio, no temí nada y pensé que se trataba de un delivery; pero, a medida que se acercaban a mí, intuí que algo tramaban. Me di la vuelta, en un acto reflejo, y los tipos aceleraron para acercarse aún más. Al observarlos fijamente, el piloto me apuntó con una pistola. Ya era demasiado tarde para reaccionar. Me pasé una película fugaz en mi mente. Pensé en defenderme, en salir corriendo. Nada de eso valía en la premura del asalto, por lo que, al verme acorralado y sin escapatoria, solo atiné a entregarles lo que querían: el celular y la billetera, no sin antes increparme a garabatos, Choqueado, solo atiné a entregarles todo. Temí lo peor. Luego, me dijeron que corriera. Lo hice lo más rápido que pude y los motochorros, cobardes, escaparon a toda velocidad, con rumbo desconocido

Corrí hasta la esquina próxima a mi casa y, en medio de la desesperación, agitado hasta la médula, di con unos vecinos que se encontraban cerca de ahí. Les conté la situación y ellos actuaron en el acto, muy amablemente, con suma empatía. Llamaron a carabineros y pidieron un uber para llevarme a la comisaría más cercana. Hablé, nervioso, indignado, con el conductor. Su acento era el de un extranjero. –¿Y eran chilenos o extranjeros?-, preguntó. Le dije que no lo sabía, pero que uno de ellos me había sacado la madre. –Qué mal. Tanto malo suelto, y muchos vienen de afuera-, repitió el conductor, quien se aprontaba a manejar lo más rápido posible. Pronto, ya estaba en la comisaría. El uber me dejó al frente y se marchó. Suerte fue lo último que escuché decirle, mientras se devolvía a seguir su recorrido, bajo una noche turbulenta.

Una vez allí, dejé constancia del delito e hice la denuncia correspondiente. El cabo me tomó una declaración que luego él procedió a dictarme para que yo la escribiera a mano sobre un informe. Cada dictado suyo y cada transcripción mía se hacían con algo de zozobra, por el cansancio del cabo y por el nervio que se apoderaba de mi pulso. La declaración debía ser hecha de acuerdo a la interpretación de los hechos declarados verbalmente al cabo. En efecto: mi declaración tenía su sello, el sello del proceso policial. Acabado el dictado y la redacción del informe, el cabo me dijo que cualquier otro antecedente iba a ser informado en Fiscalía, para seguir con el curso de la investigación. Fue así. El propio cabo se sinceró al respecto, y dijo que en casos como estos se delega todo al Ministerio público, conforme avanzara la flagrancia de doce horas. En tanto, unos colegas del cabo iban a hacer rondas por el sector del delito, y otros iban a tratar de rodear la zona para perseguir a los maleantes. Esperé en la comisaría a ver si obtenía alguna pronta respuesta de su posible captura. Nada. Había que ser realistas: los maleantes ya se habían mandado a cambiar, por lo que después del trámite volví por mi cuenta, para informar a los míos sobre el asalto y dar señales de vida.

En el trayecto de regreso, bajé por una larga calle llamada Camino Real. Era, según el cabo, el camino más seguro y más próximo a mi casa. Anduve por esa calle inhóspita, a esas horas, aun sabiendo que los ladrones podrían andar todavía en el sector. Pero lo cierto es que nunca más volvieron a aparecer. Su fuga fue estrepitosa. Entonces caminé tan rápido como pude por esas esquinas extrañas, conmocionado por dentro, y la poca gente a mi alrededor subía normalmente rumbo a sus destinos, como yo mismo antes del infame asedio. Tenía en mi poder solo las llaves y un parte policial. Esas eran las únicas garantías ante la intemperie. Caminé raudo sin mirar atrás, como quien vuelve a huir del sitio del suceso, hasta dar con la calle Diego Portales. Un breve respiro al llegar a esta conocida arteria, para luego continuar con mi camino.

Había perdido la noción del miedo sobre el ataque, con tal de enfocarme en cada paso que daba. Fue así que llegué hasta un negocio en una calle larga e iluminada, aquella que estaba paralela a la otra calle, corta y oscura, donde sufrí los hechos. Entré al negocio y alerté a la gente sobre mi asalto. Sorprendido, uno de los hombres que ahí estaba se me acercó. “-¿Vienes de ahí o de la comisaría?”, me preguntó el tipo, intrigado. Le respondí que venía de la comisaría, que ya había hecho la denuncia. –Yo te puedo ayudar. ¿Dónde bajaron los ladrones?-, preguntó el hombre. -Por la calle más larga frente al negocio-, le contesté, escueto. –Yo tengo algo que te puede servir-, dijo, de inmediato. Y señaló hacia unas cámaras puestas justo arriba de su oficina. Esas cámaras estaban ahí precisamente para captar posibles robos. El compadre estaba seguro de que el registro me podía ser de gran ayuda. Entonces me ofreció dejar un pendrive con las filmaciones, a cambio de registrarme en el grupo de la Junta de vecinos. Accedí a su propuesta y quedó de dejarme el aparato al otro día durante la tarde, en su misma oficina. Esa sería parte de mi evidencia, porque lo cierto es que no pude identificar el rostro de los ladrones ocultos tras su casco de motocicleta y tampoco recordé ni la marca de su moto ni el número de patente. Se hacía difícil poder identificarlos con éxito, y sin identificación se hacía aún más complicado poder detenerlos. Sin embargo, algo tenía, al menos una prueba mínima que comprobara su fuga.

Continué mi camino a casa por la calle de las cámaras, misma que horas antes sirvió de escapatoria para los maleantes. A esa hora, como nunca, el lugar estaba muy transitado. Avancé lento, agitado, por esa subida insufrible. Llegué hasta la esquina próxima al lugar donde ocurrió el asalto. Dispuesto a todo, crucé por esa misma zona, y ya no había nadie, solo la sombra de los árboles en las veredas, y la luz de los postes y las casas que apenas hacían perceptible el trayecto. Volví a mirar por unos segundos a esa turbia esquina que otrora subía para acortar camino. Me alcancé a ver en ella, pero ya nadie podía evitar el arranque del tiempo ni el chirriar de sus ruedas criminales.

Todo aquel que se diga a sí mismo revolucionario y defensor de los intereses del pueblo; todo aquel que se diga a sí mismo libertario y defensor de las libertades individuales; y también, todo aquel que se diga a sí mismo patriota y soberanista, debería ir a votar rechazo a este nuevo proceso constituyente, en masa, sin pensarlo. 

viernes, 12 de mayo de 2023

Le pedí a la chica con la que salía que me volviera a dar su número, porque me habían robado el celular. Ella dijo que también le robaron el suyo el fin de semana, razón por la cual no contestaba ningún mensaje y salía solo el victo de envío en su chat de whatsapp. Su experiencia, recalcó, no fue tan "brígida" como la mía, porque le robaron el celular de manera silenciosa, sin darse cuenta hasta mucho después, cuando comenzó a extrañar el aparato. De todas formas, ella manifestó su descontento con la indolencia de los "flaites".

-Y nos preguntamos cómo te fue en el asalto, como si fuera terrible normal-, afirmó. -Ya cachamos cómo está la calle, entera peligrosa. Han normalizado caleta la delincuencia-.

-Anoche casi no la cuento-, le dije. -Por lo menos la estoy contando. Hay gente muerta por menos.

-¿Sabí qué?-, dijo la chica. -Vamos a salir, pero yo no me voy a taimar con esta wea, porque tengo una rabia dentro mío, y sabí qué voy a hacer wn, ¡voy a sacar la media cuchilla y voy a tener una hechiza y el que quiera asaltarme le voy a apuntar primero-.

Cuando habló de sacar una hechiza para apuntar a los delincuentes, me reí al imaginarla, muy “choriza de puerto”. Por supuesto, tan tierna en su choreza, pero sabía que la suya era una broma, porque al momento del asalto es otra cosa, y no conviene hacerse el choro ni el valiente con energúmenos dispuestos a matar por unas míseras chauchas. “Para ellos, la cana es su mundo” recordé que decía un amigo. Y, por extensión, los delincuentes sueltos e impunes han hecho del país su “propia cana”, con sus códigos salvajes al arrimo de la oscuridad y la violencia del asfalto. Realidad de las calles, realidad país. Por la noche, todos se parecen, sobre todos los malos, los “sin ley”.
Suelen llamar karma a aquellos hechos cuya causalidad se desconoce y que atribuyen a una especie de "justicia" o, debiera decirse, "venganza cósmica". Sin embargo, tras las cuestiones que se viven se intuye siempre una trama oculta, una red inmensa de variables e influencias que sobrepasan nuestra capacidad de entendimiento. No sabemos qué carajo pasa con el mundo, no sabemos qué carajo hacen los otros, entonces urdimos interpretaciones e hilamos fino sobre la madeja del caos, porque resulta conveniente, porque, de lo contrario, la intemperie asalta, lo imprevisto asecha y su cañón arbitrario se abre camino a la fuerza.

lunes, 8 de mayo de 2023

Solo para precisar: a mi juicio, el trasfondo ideológico de esta Nueva Constitución (si es que sale, espero que no) será de corte liberal, socialdemócrata y globalista. Absolutamente todos los partidos políticos, a mi modo de ver, van en esta línea, con diferencias de grado pero no de fondo. De Constitución bolivariana o comunista, nada. Es solo el eterno fantasma de la derecha. De Constitución fascista, nada. Es solo el eterno fantasma de la izquierda. Dicho esto ¿Conviene volver a confiar en el proceso? Por mi parte, no.

domingo, 7 de mayo de 2023

Breve texto del 2019 publicado en mi segundo libro "A destiempo. Reminiscencias e instantáneas":

Recién leía sobre Diego Portales, Sergio Grez y algunos académicos de historia. Me quedó dando vuelta una expresión que Portales escribió en una carta a Joaquín Tocornal: "el peso de la noche". Era, según Portales, el peso que debía prevalecer sobre el orden social, el peso de la institucionalidad. No sé quién habló sobre una expresión idéntica, Peter Handke parece, pero en tono más bien existencialista: el peso del mundo. Me pregunto a esta hora, cuando ya son las 1 de la mañana del Lunes y toca trabajar al otro día, ¿qué pesará más sobre uno? ¿el peso de la noche? ¿el peso del mundo? ¿o el peso de la conciencia, sin la cual no habría ni orden ni sentido, esta última, la palabra pesada por excelencia? Lo único que sigue pesando a esta hora, sin embargo, es el cuerpo, cortado durante todo el domingo, y la noche que conspira para dejarte atado al peso del sueño.

Hoy, a siete de mayo del 2023, me vuelvo a preguntar: ¿Qué pesará más? ¿El peso de la noche? ¿El peso del mundo? ¿El peso del tiempo? ¿El peso del desamor? ¿O el peso de la conciencia, sin la cual no habría orden ni sentido, palabra pesada por excelencia? 

En la tarde hablamos con un amigo sobre la posibilidad de un “voto castigo” a la coalición del gobierno y, de paso, al remanente “octubrista” que persigue al proyecto de una Nueva Constitución. Tras los resultados de las elecciones, efectivamente, el voto republicano fue una muestra contundente de aquel “voto castigo”. De paso, habría que pensar en la repulsa generalizada hacia los partidos políticos tradicionales. Más allá de los resultados evidentes, conviene destacar el porcentaje del más de 21% entre votos nulos y blancos, cifra superior a la obtenida por tres coaliciones: Partido de la Gente, Todo por Chile (DC, PPD, PR) y Chile seguro (UDI, RN, EVÓPOLI). Este puro resultado demuestra un replanteamiento contundente en el devenir de la política nacional. La cuestión es clara: el nulo y el blanco fueron los auténticos votos triunfales, “no votos” de rechazo a la partidocracia y al proceso mismo.

Quienes atacan el resultado, progres de izquierda, desconocen su parte de responsabilidad en la situación país. El triunfo republicano y el porcentaje histórico de votos nulos reflejan un ataque directo al oficialismo y al proceso constituyente, no necesariamente una preferencia irrestricta por estas opciones. Tuvieron la experiencia de una derrota en primera vuelta presidencial. Tuvieron el fracaso de la Convención, y aún no han sabido leer la realidad ni han hecho un examen de consciencia. Se trata del contexto idóneo, la experiencia trasnochada de la lucha, el peso de la noche avecinado desde el declive vital e institucional de nuestra política.

La izquierda progre deberá darle una vuelta a las categóricas cifras, asumir su parte y dejar de culpar a su “fuego amigo” y a los “idiotas indiferentes”, si es que no quiere que la oposición les acabe torciendo el brazo por dentro de la “cocina”. De todas maneras, las fuerzas políticas en reacción (patriotas, nacionalistas, libertarias, anárquicas) se mantendrán al acecho del plebiscito de salida. ¿Se aprobará un mamarracho a la pinta de los partidos, con Republicanos a la cabeza? ¿O el rechazo de salida será igual de transversal que el vivido en la primera intentona? Por lo pronto, nada es seguro. Chile se ha vuelto ese tobogán que atrapa a sus líderes en medio de la crisis. La ciudadanía caerá con ellos o hará vuelo para impulsar su caída.
Epígrafes e índice de mi hipotético libro de columnas, crónicas y reflexiones sobre política chilena. Con esto sepulto cualquier posibilidad de regresar con mis antiguos círculos:

“Post tenebras lux” Lema del primer escudo de armas de Chile
“En Chile la noche es eterna”. Ennio Moltedo.

LA ASONADA (2019)
LA PESTE Y EL PLEBISCITO (2020)
PRIMARIAS IDIOTAS (2021)
ERA DE CONVENCIONES (2021)
¿APRUEBA O RECHAZA? (2022)
LA NUEVA CONSTITUCIÓN HA MUERTO, VIVA LA NUEVA CONSTITUCIÓN (2022)
(DES)ACUERDO SIN CHILE (2023)
“El voto es la versión para adultos de la carta al viejito pascuero”, dichos de Jorge Zamora, vocero del Movimiento Democracia Directa.

sábado, 6 de mayo de 2023

La coyuntura política de Chile, a raíz de este nuevo proceso constitucional, es tan enrevesada que ha provocado un enfrentamiento entre bandos de un mismo campo ideológico. Así, las disputas más grandes que se han visto vía redes sociales, ya no han sido precisamente entre una "izquierda" y una "derecha" constituidas, a la vieja usanza (las cuales, de hecho, han decidido validar el proceso constitucional al firmar el Acuerdo por Chile), sino que se han gestado entre fuerzas políticas contrarias al Acuerdo, por razones y motivos distintos, inclusive opuestos. Son estas fuerzas de lado y lado las que podrían decidir el futuro de la votación el día de mañana y, a la larga, el resultado a fin de año.

Algunas de esas fuerzas políticas son las siguientes:

1.- Aquellos que votarán nulo, pero que cuestionan el voto republicano. Aquí tenemos a algunos libertarios y patriotas antisistémicos que, en su mayoría, ven en las elecciones de mañana el signo de la partidocracia y el amarre de los "bordes constitucionales", además de una amenaza corporativa y globalista.

2.- Aquellos que votarán nulo, pero que cuestionan el voto de la izquierda oficialista. Aquí tenemos a algunos izquierdistas del ala anarquista o de inspiración revolucionaria que, en su mayoría, miran con malos ojos una "cocina" política realizada a espaldas de la ciudadanía y sin miras a una Asamblea Constituyente.

Mi decisión de voto la tengo clara pero es privada.

¿Ustedes qué decidirán, compatriotas?
Más allá de las disputas políticas establecidas por el poder, existe el pensamiento "fuera de la caja". Más allá del universo simbólico de tus antiguos compañeros, existe la voluntad poética, el ejercicio clandestino, soterrado, de la escritura.

viernes, 5 de mayo de 2023

¿El fin de la pandemia?

Con la declaración de la OMS, viene la pregunta de rigor: ¿El fin de la emergencia por el covid implica el fin de pandemia? Inmediatamente, uno tiende a creer que esta declaración nos permitirá pensar en el fin de la pesadilla, en el volver a respirar sin culpa, en el volver a circular a la intemperie sin ese pánico galopante de hace tres años, sin ese miedo, sin esa amenaza invisible. Pero no. Nada es tan fácil. No pudo haber acabado tan rápido.

Las autoridades inmediatamente llamaron a no bajar la guardia, a no confiarse, porque el bicho, de todas maneras, seguía haciendo de las suyas, mutando, variando en otras incontables cabezas cual Hidra patógena, por lo cual tocaría concentrarse en las redundantes medidas sanitarias a las que ya nos vienen acostumbrando, a la inoculación programada de la mente y del cuerpo sobre la cual venimos ensayando.

A no confiarse es el llamado: en lo posible, desempolva tu bozal, porque el peligro continúa latente, inyéctate otra dosis, porque el bicho puede que aún recorra tu organismo cual huésped extraño y fronterizo. Nada ha terminado, el fin de la emergencia fue solo una señal, el principio de otra etapa. Aún nos podemos contagiar, aún nos podemos morir, el sistema ha demostrado su camaleónica capacidad de inmunidad, el tejido social ha mostrado su llaga infecta, su propensión a la hipnosis y a la hipocondría.

De todas formas, queda la sensación de que lo peor ya ha pasado, como placebo para poder recobrar algo de vida, pero también perdura la idea de que lo peor aún no se manifiesta en el horizonte, y solo hemos vivido una versión beta de una futura calamidad. El bicho sigue ahí, imperturbable en nuestra órbita, ya sea por ausencia o presencia, como una prueba de la máxima incertidumbre y del peor descalabro. Antimetafísico, inorgánico, no vivo, encierra su paradoja y contiene la sombra del mundo, la enfermedad de la historia que otros, libres e inmunes, leerán, con toda la salud del universo.
El periodista chino Fang Bin, quien se hizo conocido el año 2020 por mostrar algunas realidades no documentadas del virus, fue liberado el domingo pasado, luego de tres años de encarcelamiento. Siempre se opuso a la narrativa oficial impulsada por el orwelliano Estado comunista chino. Eso le valió el descrédito y la persecución penal. Fang Bin se había hecho de un nombre en las redes sociales al tratar de documentar las muertes en los hospitales de Wuhan, mucho antes de que el virus se propagara a nivel internacional y se encendiera la alarma sobre su emergencia pandémica.

Tras su salida de prisión, Fang Bin está lejos de librarse de la amenaza estatal del gobierno, ya que aún cumple una condena de libertad relativa vigilada por el Ministerio de Seguridad Pública. En efecto, si el periodista “vuelve a hacer ruido” lo meten preso de nuevo, quizá de manera indefinida, según contó su abogado. ¿Fue Fang Bin un mártir de la incomunicación covidiana o un chivo expiatorio para escarmentar al resto del globo, con respecto a los incontables relatos que aun hoy siguen siendo motivo de censura o de estigmatización?

Incluso después de una meteórica carrera de vacunación a nivel planetario, una considerable curva descendente en los contagios masivos y la propia declaración de la OMS sobre el fin de la emergencia, el tabú respecto a cosas como el verdadero origen del bicho, la manipulación geopolítica de la pandemia y los efectos adversos de la vacunación experimental, se mantiene más allá del tiempo y de las circunstancias. Quiere decir que iniciativas como las de Fang Bin continúan siendo testimonio, palabra viva, anticuerpo para el lenguaje del poder, porque, después de todo, siempre se trató de eso: del poder viralizado a su potencia. El bicho fue el paroxismo del control, la metástasis del sentido, el orden de lo informe.

jueves, 4 de mayo de 2023

Me llamó la chica con la cual salí, para avisarme que ya consiguió trabajo. La felicité en grande. "Enhorabuena", le dije. "No vayas a arrugar", agregué. "¡Qué pesado! Obvio", contestó ella, muy segura. Al instante, cortó. Se despidió rápido, porque, de hecho, se encontraba trabajando en su nueva pega. No entendí bien, pero era algo en terreno. En efecto, su verdadero desafío comenzaría ahora: mantener la pega el mayor tiempo posible. En estos tiempos, se ha vuelto una hazaña. Escucharla con tal regocijo fue como si le hubiese vuelto el alma al cuerpo. Saber que ella encontró trabajo le dio otra mirada a mi propia situación laboral, una que creía agobiante al extremo. Así, su sola y sencilla satisfacción pudo hacerme cambiar el día. A veces, solo hace falta una llamada, una llamada para afinar el sentido y volver a andar.

miércoles, 3 de mayo de 2023

Escribí en la pizarra un mapa mental sobre La metamorfosis de Kafka, para que los cabros pudieran tener una idea general del libro. Un estudiante andaba cerca cuando yo explicaba. Lo raro es que andaba agachado, próximo a la mesa del profesor. “¡Mire, Gregorio!”, gritó, ante la sorpresa de sus compañeros. “¿Qué pasó?”, le pregunté, intrigado, al cabro. “Es Gregorio, profe, mire”, señaló el cabro en dirección al suelo. Me pidió con la mano que me acercara a ver. Él repetía lo de Gregorio, como si realmente se hubiera encontrado al protagonista debajo de la mesa. Al mirar hacia donde apuntaba el cabro, se trataba de un chanchito de tierra que hacía todo lo posible por escapar de ahí. “Pero Gregorio es un escarabajo”, le expliqué al cabro, con un tono aguafiestas. “Pero este es otro Gregorio”, respondió el chico, muy ingenioso, al saber que había equivocado el bicho en el cual el protagonista se metamorfoseó. ¿Y si lo hizo a sabiendas? Este otro Gregorio se habría convertido en un chanchito de tierra. Su sola imagen me hormiguea la mente. ¿Y si existiese otra versión de La metamorfosis, una en que el personaje muta en otra criatura? ¿Y si el chanchito de tierra realmente abrigara en su ser a un hombre devenido animal? Nadie podría saberlo, salvo su propia consciencia atormentada por el absurdo.

lunes, 1 de mayo de 2023

La chica con la que tuvimos algo el año pasado me cuenta por interno que está desesperada: lleva días buscando pega, sin éxito. Me deseó un feliz día. Como buen caballero, la saludé de vuelta, pero dijo, irónica, que no era el día de los cesantes. "¿No me habrán hecho brujería?", se preguntó, no con menos imaginación. Para ella, el hecho de no encontrar nada de trabajo después de tanto tiempo buscando, ya obedece a variables que exceden su voluntad. Cabe decir que solo le falta el examen de grado para titularse en lo que estudió, pero mientras, tanto, quiere algún trabajo, por informal que sea, para pagar lo que le queda de carrera. Le insistí en que fuera paciente, que yo podía ayudarla a modificar el cv, pero que anduviera piano a piano. Curioso que me haya expresado todo esto un primero de mayo, día lunes. Son tiempos difíciles. La verdad es que la pega urge, para todos, ya sea por su ausencia, como en el caso de la chica, o precisamente por su presencia, como es el caso mío. Hay que estar en los zapatos de quien busca, aunque también en los zapatos de quien carece de tiempo y desea mejores oportunidades. Repito: la pega urge, ya sea por ausencia o presencia. Si ella encuentra algo y la contratan, ¿será suficiente? Si yo permanezco o encuentro algo mejor en otra parte ¿estaré realizado? El trabajo te interroga, te "pega", literalmente, y toca mentalizarse para su pérdida y su exceso. Es nada menos que el costo por ser independiente, realización, felicidad aparte.
Descanso de la pega, pero nunca dejo de trabajar en lo mío: la escritura. Por eso, estoy trabajando en un nuevo libro, una recopilación de ensayos críticos y crónicas sobre política chilena. El período que abarca comprenderá desde aquel lejano 18 de octubre del 2019 hasta el presente. El libro se seguirá escribiendo, conforme la realidad política siga avanzando, hasta darle un pronto punto final. Se toma como punto de partida aquella paradigmática fecha, cuyas esquirlas, para bien o para mal, nos persiguen hasta el día de hoy. Los epígrafes de este hipotético libro sobre política en Chile serán los siguientes:
“Post tenebras lux” Lema del primer escudo de armas de Chile.
“En Chile, la noche es eterna”. Ennio Moltedo.

Nuevo proceso constituyente: izquierdas y derechas “excéntricas” en resistencia

Para ser franco, no sé cómo empezar a hablar sobre este nuevo proceso constituyente. Quizá sea porque tampoco se sabe cómo comenzó, cómo fue posible siquiera que comenzara, a no ser que fuera bajo una posibilidad maquiavélica, en un Chile marcado por el paroxismo de su polarización. Todo en este nuevo proceso huele a encierro, huele a final anunciado. Basta con percibir la atmósfera política del presente para confirmar que este nuevo proceso constituyente nació muerto. En efecto, se trataría, en un alcance metáforico, del “cadáver resucitado” del difunto proyecto constitucional rechazado por la ciudadanía. Resulta que todos los políticos de la corriente principal se reunieron y pactaron este nuevo acuerdo, sin consultar en un plebiscito de entrada la continuación de este otro proceso que ya venía con la carga de la derrota.

Puede que lo único bueno de este próximo fraude eleccionario del 7 de mayo, a mi juicio, sea que prácticamente nadie haya salido a paquear al otro por su elección. Bueno, al menos no con la estridencia del año pasado. Tengo varias hipótesis: primero, se trataría del desgaste mismo del proceso expresado en las distintas fuerzas políticas en juego; y segundo; consistiría en el desencanto generalizado a raíz del rechazo del proceso anterior. Bajo estas variables, el proceso, más allá de los futuros resultados, acaba redundando en una intentona por salvaguardar una nave ya extraviada, naufragando en un torrentoso mar de inseguridad pública, crisis inflacionaria y divisionismo político.

Para casi todos los desencantados, ya sea viudos de la primera propuesta o críticos de la misma, resulta evidente que cualquier forma de reanudar el proceso constituyente provocará tirria entre los sectores más escépticos de la política institucional. Por eso mismo, han cobrado voz y entidad otras fuerzas que rechazan de plano la posibilidad de un nuevo acuerdo. Estas fuerzas difieren en sus motivaciones y colores ideológicos, pero coinciden en la práctica: todas ellas manifiestan su repudio al actuar solapado y traicionero de nuestra clase política. Estas fuerzas se diversificaron a lo largo y ancho de toda la “temporada constitucional”, y no han hecho más que intensificar su postura, dadas las circunstancias adversas.

Nicanor Parra ya había advertido, en uno de sus versos irónicos, que “la izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas”. Hoy por hoy, parece que este imaginario antipoético se ha hecho realidad política y ha cobrado cuerpo en nuestro ideario de vanguardia. Así, tenemos al PC y a casi todo el espectro político del oficialismo alentando el voto a favor de su facción; y, por otro lado, tenemos a Chile Vamos, a la UDI y a RN decantándose por una Nueva Constitución, hecho reafirmado por el abogado constitucionalista Javier Couso, quien afirmó que “los únicos que no quieren son los Republicanos y el PDG”. Y he aquí el punto: tenemos también otras fuerzas que no necesariamente se desmarcan de la vieja antinomia y el antiguo maniqueísmo, pero que vibran en resonancia ante la repulsa por este segundo proceso. Para estas fuerzas, todo en él conduciría a Chile a un destino fatal, o a un abismo insondable, difícil de revertir. Sin embargo, los relatos sobre esa escatología son distintos, inclusive opuestos.

Desde la izquierda extra parlamentaria, grupos tales como el MIR, ex integrantes del GAP y facciones del disuelto partido UPA han manifestado su predilección por el voto nulo ante la votación por la comisión de expertos. Ellos quieren derrocar la “Constitución de Pinochet” a toda costa, pero entienden que no puede darse la oportunidad de escribir una Nueva Constitución, bajo las reglas de una clase política burguesa. Antes bien, buscan impulsar una verdadera Asamblea Constituyente que incluya a todas sus “bases”, sin mecanismos ni triquiñuelas excluyentes de sus actores reales: los trabajadores, los activistas a sueldo. Dada la inexistencia de un plebiscito de entrada, no les quedará otra que expresar su descontento con una leyenda de imprecación y un llamado eterno a “movilizarse”, como lo han venido haciendo desde que toda esta locura comenzó.

El Premio Nacional de Historia, Gabriel Salazar, una de las figuras intelectuales más representativas de la izquierda, ha sido enfático en señalar no solo la validez sino que el imperativo del voto nulo. Para él, sin duda, «no queda otra opción que anular para eliminar este diabolismo político». El nulo se vuelve, así, la expresión simbólica de un rechazo a la “cocina”. Y, como se sabe, el argumento consiste en cuestionar un proceso impuesto por la élite política y empresarial que engaña al pueblo mediante la obligación de votar en unas elecciones espurias, ajenas a sus intereses de clase.

Desde la otra vereda, se han formado grupos de carácter patriótico y soberanista, con un marcado énfasis en lo nacional. Aquí se encuentran algunos desencantados que formaron parte del PDG o que continúan en la línea de resistencia contra la idea globalista, sin afiliarse a un partido político en concreto. Alexis López Tapia es uno de los rostros que representa este sentir sin partidos constituidos, y ha planteado su opción de votar nulo, bajo el argumento de un proceso ilegítimo que atenta contra la soberanía del país, so pena de instalar unas agendas de corte totalitario, manufacturadas desde el extranjero con propósitos soterrados.

Dentro de esta misma posición, igualmente existen roces. La cuestión es que esta línea de resistencia está lejos de permanecer unida y en cohesión, como sucede también con la resistencia del otro lado. Los roces radican principalmente en la cuestión de votar o no votar. Se discute si acaso restarse del sufragio implicaría ceder terreno al bando político opuesto, o simplemente sería una forma válida de manifestar un desacuerdo con una plataforma de decisión que no reconoce el mandato del soberano, esto es, la ciudadanía votante, la cual ya se manifestó, con suma contundencia, frente al primer intento por cambiar la vigente Constitución.

Hay quienes le cuestionan a López Tapia alentar el voto nulo. Él argumenta que rechazar es ser consecuente, por cuanto la izquierda oficialista, de todas formas, habría amarrado todo con los doce puntos de los “bordes constitucionales”. Según esta lectura de la realidad, todos los partidos políticos, incluso el PDG y Republicanos, serían cómplices de lo que está pasando, y apela a levantar una fuerza política patriota “de verdad”, sin intermediarios que parasiten del erario público y sin operadores vendidos al globalismo. Los principales críticos de estas posturas citan libremente la frase de Dante, sobre el oscuro rincón del infierno reservado a los que conservan su neutralidad en tiempos de crisis moral. Frente a esto, los defensores de las ideas de López Tapia argumentan que no se trata de ser neutrales: se trataría de involucrarse, actuar, aunque fuera de la lógica del “sistema” cocinado de antemano, a riesgo de quemarse, antes de salir del horno de nuestra realidad incendiaria.

Las izquierdas y las derechas permanecen unidas, en esta pasada, bajo el marco del nuevo proceso constitucional. Claro está, las izquierdas y las derechas que forman parte de este verdadero club de elites, compuesto por una serie de expertos autodesignados. Para el escenario de anulación latente y palpitante en el medio del panorama chileno, solo existen, con relativa integridad, estas otras fuerzas ya esbozadas: los anarquistas y los izquierdistas con reminiscencia revolucionaria y el grupo diverso de los libertarios críticos del gobierno, los antiglobalistas sin partido político y los nacionalistas y soberanistas que no se identifican necesariamente con la derecha tradicional, ni tampoco con la nueva derecha.

Dentro de esta “inmensa minoría” será posible comprender una dinámica distinta a la manera de ser de la política chilensis. Es decir, una coyuntura radicalmente nueva, que tenga en cuenta el factor geopolítico en juego, las distintas variables externas que provienen de la globalización y las problemáticas internacionales, sumamente vigentes y sintomáticas de un hipotético escenario de guerra mundial, porque ese, al fin y al cabo, es el mantra de los tiempos, uno en que la disonancia y la confusión de ideas y de principios se vuelve más señera que nunca, y se vuelve el zeitgeist, el espíritu de la época.

Chile, su forma institucional, su relieve político, cobra cada vez más el significado del zeitgeist. La cuestión se aceleró de manera atómica desde el 18/10 en adelante, merced a un “malestar” ya pensado por Carlos Peña y a una creciente “instintividad sin espíritu” reflexionada por Lucy Oporto. Por eso, la sombra portaliana ha vuelto a aparecer en el horizonte de las nuevas visiones. El peso de la noche amenaza con caer sobre la levedad de las tentativas refundacionales. Y debemos entender, de una buena vez, que una se debe a la otra, que ambas surgen de la misma patria, cual reflejos quebrados de su propio rostro. No puede haber derecha sin izquierda, y no se concibe una izquierda sin una derecha. Los vestigios simbólicos del nuevo régimen siguen articulando nuestro imaginario político. Solo su cuestionamiento decisivo, su quiebre interno, su propio peso, su propia noche en el ocaso de la historia, permitirá romper el cascarón de la consciencia ciudadana.