miércoles, 7 de septiembre de 2016

Nudo gordiano.

Durante toda la mañana, tuve un problema de certificado de seguridad para ingresar a facebook, youtube y otras páginas de películas en línea. Terror puro. Al desconocer esa clase de problemas, me temí que era el antivirus desactualizado o incluso la intromisión de alguna red pirata. Volviendo de clases, consulto con los de la casa. La paranoia se manifiesta. Sospecho de alguno de ellos que haya querido hackear mi actividad de navegación. Para qué lo harían, pensé después. Mucho Mr Robot. El loco de la casa me recomienda que deje la red en doméstica y no en pública. El problema persiste. Cambio la http de las páginas. Aún continúa el odioso mensaje de invalidez. Corto por lo sano, y voy al técnico (el mismo al que le compré el equipo en que me conecto a diario, y escribo cosas como esta). Le muestro capturas de pantalla sobre los problemas de certificado. Me dice que el problema no pasa por el equipo ni nada por el estilo, sino que directamente por la red inalámbrica de la casa. De forma inaudita, entonces, regreso a la casa. Desconecto el router para volverlo a instalar. Dejo que carguen las luces. Prendo el notebook y configuro la red privada. Entonces reinicio la navegación y ¡eureka! problema resuelto. Era de vuelta a nuestra célebre comunidad virtual. De vuelta a nuestra ventanita digital. De vuelta a nuestra seguridad posmoderna. Lo más curioso de todo era que el problema fue un auténtico nudo gordiano. Solo hacía falta una especie de pensamiento lateral, y cortar el nudo sin llegar a desamarrarlo. A veces solo hace falta desconectarse del sistema y no enredarse infructuosamente en él para propiciar un nuevo comienzo.