jueves, 24 de febrero de 2022

No es la guerra que esperaba "Occidente"

- ¿A qué nos referimos al aludir a “Occidente”?

Se trata de un concepto caduco y vacío generado durante la “Guerra Fría”, que supone la comunión de intereses entre Europa y los Estados Unidos. Este concepto dejó de tener sentido tras la caída de la URSS, cuando la OTAN se quedó sin adversario. El “eje atlántico” se mantuvo con vida gracias a la creación de enemigos más o menos ficticios (el “terrorismo internacional”, “Saddam Hussein”, “Afganistán”…) y, en lugar de disolverse como “alianza militar”, la OTAN apuntó contra Rusia durante el período de gobierno de Boris Eltsin, agregando a antiguos miembros del Pacto de Varsovia. Si hoy, Rusia estuviera dirigida por un alcohólico irresponsable -como lo estaba entonces- Ucrania haría tiempo que formaría parte de la OTAN. El problema para “Occidente” es que Rusia ha reconstruido su poder militar y económico. E, igualmente, “Occidente”, cada vez es más una entelequia inviable que se reduce a un conjunto de intereses económicos, no siempre convergentes.