viernes, 4 de agosto de 2023

Cuentan que el hombre acusado de robar los computadores del Ministerio de las Culturas, dijo haber actuado “bajo el influjo de Lucifer”. Su defensa habría pedido suspender la causa por posibles problemas psicológicos. Esta pura anécdota da para una nueva novela de thriller político de orden “progresista conspirativa”. En un programa al aire, el periodista Rodrigo Sepúlveda reflexionó muy bien en torno al curso de los acontecimientos: “¿Cuál es la realidad? ¿La realidad es el discurso o la realidad es lo que sucede? ”.
Al ver un reportaje sobre el "caso lencerías" de Camila Polizzi, supe que su tío, Juan Salvador Polizzi, es un poeta y activista social de Concepción, que incluso el 2016 se lanzó a la papeleta como candidato a la alcaldía. Más allá de su sobrina y su caso de corrupción, ahondé en la figura de este poeta y su desconocida obra dentro del círculo más mediático.
El año 87, Juan Salvador Polizzi había participado de un taller literario llamado "Taller de Análisis sindical y social" (TASYS). A raíz de su trabajo en el taller, el poeta publicó un libro llamado "De puño y letra" por Ediciones Letra Nueva. Gracias a TASYS, también pudo publicar y distribuir gran parte de sus libros de poemas, mediante un trabajo de autoedición y de distribución mano a mano, al más puro estilo de un Pablo De Rokha.
Sin duda, un digno hallazgo el de Polizzi, independiente del curso maldito y sucio de la política, a pesar de la maquinaria triste del poder. Un hallazgo poético, en el que la poesía se resiste a la corruptibilidad del mundo y a la flaqueza de sus herederos. En mi breve tarea de investigación, encontré un gran poema de Polizzi, Elegía, dedicado al poeta anarquista Domingo Gómez Rojas:

Aquí vamos los viajeros incansables
en brazos de la perpetua sonrisa
tenemos jardines lejanos
y tesoros enterrados en otras islas
vamos siempre tras el mismo norte
desde el primer zarpe, hace tanto tiempo
buscando el mejor lugar para nuestra siembra
encontrando puertos abandonados
donde hombres y mujeres muertos
pasean descalzos por la calle fría
y tañen campanas de duelo en cada esquina
somos nosotros; los malditos
llevamos banderas bordadas en la piel
y la voz gastada de tanto cantar
inmóviles se diluyen los sueños
hay un viento gris que todo lo arrasa
buscamos amor y chocamos con piedras
hay una cárcel en cada alma viajera
que imprime a la vez alegría y tristeza
con tanto viajar almacenando recuerdos
se nos fue la vida sin construir los sueños
y al irnos nosotros no cambiará nada
partirán de otros puertos
los nuevos viajeros a buscar esperanzas
y encontrarán hombres y mujeres muertos
paseando descalzos por la fría calle.