viernes, 29 de marzo de 2024

Viernes santo de reflexión. Cargo todavía con un dolor de cabeza producto de la caña de anoche, ese será mi viacrucis. La polola ya emigró con su familia. Mientras tanto, medito en la soledad de la pieza con un té de hierba, sobrio y penitente.

INRI

La inscripción INRI que fue colocada encima de la cruz de Cristo se traduce como "Jesús el Nazareno, rey de los judíos". Según el Evangelio de Juan, el acrónimo habría sido escrito por orden de Poncio Pilato para definir el motivo de la crucifixión de Jesús. Mucho tiempo después, se usaría la expresión en español "para más inri" con el mismo sentido de "por si fuera poco", es decir, para referir una situación que ya ha superado algún límite de absurdo, dramatismo o tragedia. En pocas palabras, "para más inri" equivaldría a una crucifixión metafórica, en virtud de un infortunio.

Ahora bien, hay otro significado de INRI que ha quedado relegado al plano esotérico. Aparte de su alusión a Jesús, las iniciales del acrónimo podrían significar lo siguiente, traducido del latín al español: “Por el fuego se renueva la Naturaleza”. Esta posible acepción me habla de un sentido más profundo. Puede ser el principio purificador del fuego, su ciclo de disolución y regeneración (cual Cristo crucificado y resucitado) y también puede ser el principio creador, la Palabra al comienzo, pronunciada por el Altísimo. De hecho, INRI puede tener otras combinaciones, alusivas al Reino Interior o al Nombre inefable al inicio de todas las cosas.

La cuestión es que el INRI me ha perseguido durante este último tiempo, a raíz de sus diferentes y potenciales significaciones. Bien podría entenderse que, "para más inri" hemos tocado fondo y no haya aparente salida, pero también podría ser que la fórmula "Inri" sirva para invocar el fuego que renueva, y la palabra para pronunciar las cuestiones elementales.