miércoles, 7 de julio de 2021

La peste negra y Ojos bien cerrados.

Se identificó a un "paciente cero" de peste negra que, según la evidencia, murió hace más de cinco mil años en Letonia, infectado con la cepa más antigua conocida. Cabe recordar que la peste negra se extendió por Europa allá por el Siglo XIV y acabó prácticamente con más de un tercio de la población mundial. Esta, sin duda, era la madre de las plagas. No podemos decir lo mismo –aún- del covid 19, aunque su prensa es mucho más ruidosa.

Imaginé –de pronto- un futuro en que resurgiera una nueva cepa de la peste negra y desterrara definitivamente del Olimpo patógeno al coronavirus. Y todos, de la noche a la mañana, reemplazaran las mascarillas por aquellas grotescas máscaras de cuervo, transformando a la humanidad en una secta gigantesca a lo Eyes wide shut de Stanley Kubrick. Así, la sociedad se dividiría entre aquellos que usan la máscara de cuervo y los que andan a rostro descubierto, sometidos a la intemperie. Para entrar al club de los enmascarados habría que ir, como en la escena de Bill el médico, a un lugar similar a Somerton e ingresar una contraseña. No sería Fidelio, en esta ocasión.