viernes, 22 de agosto de 2025

Llevo inscrito en mi nombre a "Gabo", el Nobel de Literatura colombiano. Nunca supe por qué mis padres eligieron a García Márquez y no, por ejemplo, a un autor chileno o a un autor clásico al uso para nombrarme y arrojarme a este mundo. Puede que, como dijera el propio escritor: "la vida no es lo que uno vivió, sino lo que uno recuerda, y cómo lo recuerda para contarlo". Un amigo dijo de mí alguna vez, a manera de talla: "el palomo no tiene quien le escriba". Nada de realismo mágico tiene mi vida, hasta el momento, aunque sí muchísima soledad.