jueves, 29 de septiembre de 2022

30 años de Dirt (1992) de Alice in Chains: el secreto de la portada

«Quería que esta portada tuviera una atmósfera bastante ‘infernal'», dice Schenck, recordando la imagen que él y la directora de arte del álbum, Mary Maurer, crearon. Y para esta versión en particular, la banda tenía algo muy inquietante en mente. «Fue idea suya tener una mujer desnuda, medio enterrada en el desierto», dice el fotógrafo, y agrega: «Podría estar viva o muerta». Ese era el mensaje, y cuando escuchas verdaderamente lo que canta AIC en muchas de sus canciones, puedes oler la muerte en vida en casi todas en conjunto o de forma independiente.





El juicio Deep Heard, la película.

El juicio por difamación como un tongo cinematográfico. La espectacularización del juicio mediático. La denuncia cruzada como mecanismo narrativo.

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Un último augurio

Un último augurio
antes de arrancarme la piel vieja.
Escribo sobre los muros de la habitación
la palabra profanada.
Espero paciente la arremetida de las sombras,
los perdidos pasos de los amores traicioneros
y aguardo la expiación.
Mino todos los caminos
que me llevaron a lo que fui
y abro la ventana por la cual
volverá a entrar la luz.

lunes, 26 de septiembre de 2022

Gnosis VI

El mandamiento y la palabra

 

I

El código de ética perfecto

Se deja escribir como mandamiento

Las leyes son tablas en la historia humana.

La letra viva es el conocimiento oculto

De lo que está escrito.

 

La letra muerta es la interpretación de la escritura

Pero la interpretación del intelecto.

No su oculto conocimiento

De otro modo, sería letra viva

acento sagrado.

 

El verbo consiste en la vida

En la creación, en el acto de habla

Que hace lo que dice y cumple su cometido.

 

II

 

El nombre de Dios en nosotros

No es otra cosa que nuestro propio nombre

Sagrado el nombre, el nombre del Padre

Tiene poder con solo pronunciarlo,

Al pronunciarlo, es, se hace.

Nunca se jura el nombre

Porque el solo hecho de nombrar

Implica cumplir, ser.


III

La palabra no se jura, se declara y actúa.

El verbo hablado o escrito

Se maneja con prudencia

No cae en calumnia ni difamaciones

Porque quien niega su verdad       

Y desprecia la justicia

Ama la mentira y rumia el silencio.

 

Quien niega la realidad, se niega a sí mismo

Quien afirma lo que ignora, mata su palabra.

domingo, 25 de septiembre de 2022

EPITAFIO: HORDA DE PERROS Y NARCOFASCISMO, Lucy Oporto Valencia

"Es tarde. Ni la Concertación rediviva (Amarillos por Chile), ni las imploraciones a la Convención Constitucional, como quien viene recién despertando de la hipnosis barbárica, ni el sedicioso y obsceno “partido octubrista”, intocable, impune e inmune a la crítica en su autorreferencia y mezquindad inherentes al lumpenfascismo y el lumpenconsumismo, de los que aquél es una manifestación, serán capaces de superar la degradación espiritual constitutiva de la sociedad de consumo, la industria del envilecimiento y su apoteosis: el narcofascismo, ese imperio de la abyección, la ruina y el vacío del alma, colectivamente legitimado desde escudos sociales.

En suma, la escalada de la violencia, la lumpenización y la barbarie; su permisividad y legitimación a discreción y por conveniencia en distintos niveles; la instauración de la anomia en y desde el núcleo del Gobierno y el Estado, y, por último, la impunidad y la precipitación de la disolución del Estado de derecho, son funcionales a la expansión territorial y la entronización del narcofascismo y su corolario: la extinción de lo humano.

He escuchado a gente antigua, con amplia y profunda experiencia del horror y, sobre todo, con dolorosa y dura conciencia de sí, temer lo peor: el hundimiento de Chile en una última oscuridad.

Vivan y mueran, chilenos, con la impronta de esta condena a la imposibilidad de esa superación de la barbarie como un veneno. Soporten este vasto proceso de disolución que pudiera extenderse hasta lo indeterminado e incomprensible: los que queden, y los que nazcan o sean arrojados a esta tierra inhabitable, a mansalva, si tienen fuerza, conciencia, decencia y valor para ello."

Valparaíso, la miserable, ruinosa e inmunda ciudad, 21-24 octubre 2021/3-28 marzo 2022

El adiós al tenis de Roger Federer

¿Qué tendrá que ver la poesía y la literatura con el tenis? Todo que ver. El adiós al tenis de Roger Federer es el adiós a un mito del deporte, y el deporte puede entenderse como poesía en acción. Y no lo digo yo: lo afirma, con vehemencia, el gran escritor David Foster Wallace. Republico un estado que había escrito hace tiempo, sobre esta vital analogía:
En "Roger Federer como una experiencia religiosa", David Foster Wallace ya se refería al tenista como una suerte de genio. Un genio no imitable. Ofrece por lo menos dos explicaciones. Una, más misteriosa y metafísica, que se acerca, según él, a la verdad; y otra, más técnica y netamente deportiva, que produce mejor publicidad. Lo más inaudito es que pone en analogía el juego del tenista con el de Nadal, este último, de pura inspiración, aguante, frente al primero, de cualidad extraordinaria. Comparable quizá a esa clase de "avataras", leyendas del deporte, como por ejemplo, Alí en el mundo del boxeo. Las palabras de Foster Wallace en el artículo poseen no solo un correlato apologético, sino que un trasfondo visionario, como si se hubiese adelantado al triunfo de Federer, tan solo con describir sus aptitudes en el campo. Esto quizá se deba al hecho de que en el deporte la figura adquiere una cualidad super humana solo comparable a la de los héroes campbellianos. Allí la gloria representa la totalidad de la experiencia. Además el código del deporte es lo más cercano a esa reminiscencia del código de la guerra clásico, en el cual el triunfo significaba no solo colonizar al otro, sino que superarse a sí mismo en contra de toda expectativa. Por eso explica Foster Wallace: "... los códigos de la guerra les resultan más seguros a las personas que los códigos del amor". En el deporte siempre habrá un ganador. Y ese ganador puede hacer la diferencia con el resto. Volverse mito. Y a la vez inspirar a un universo de aspirantes. En el amor, en cambio, las reglas del juego nunca se definen del todo. El mismo tiro que te sirvió para hacer un ace puede hacerte caer fuera de juego, en otro partido. Esa es la gracia de jugar: que las reglas nunca sean las mismas, siempre. Y que la pasión sea capaz de romper la regla, para coronar la excepción, contra todo pronóstico.
Decía Robert Musil: "El triunfo de un caballo de carrera o de un deportista es inapelable, medido sin discusión".

Hay quienes, como Gaspar Rivas, sostienen que el 4 de septiembre, con el triunfo del Rechazo, murió la agenda de deconstrucción cultural que pretendía ser implantada por la izquierda radical. Rivas conjuga el octubrismo con el ñuñoísmo y plantea que se mataron dos pájaros de un tiro en las urnas. No puedo estar más en desacuerdo. Si bien la agenda progre fue detenida aquel día, está lejos de ser vencida. Además, el progresismo ñuñoíno ya no tiene nada que ver con el espíritu octubrista desatado el 18/10. Este último impulsó el proceso constituyente, carro de la victoria al cual se subieron los progres, pero su ola nihilista arrasa incluso con la pretensión de un Acuerdo institucionalizado entre los actores políticos. Por esto, concuerdo más, desde otra vereda, con la visión de Jorge Alberto Collao, escritor de ciencia ficción y activista social, quien sostiene que aquel 4 de septiembre, lo que fue atacado de gravedad fue el “noviembrismo” (representado por el Acuerdo por la Paz del 16 de noviembre del 2019), no el octubrismo, y este ha llegado para quedarse y recobrar energías. Su “Fuerza de Marea”, según él, conformada por muchas micro orgánicas o micro resistencias, está expandiendo sus redes, a tal punto que continúa conformando diversos frentes de lucha y tensionando el tejido social. Los que resentirán una probable “insurrección 2.0” o una “nueva asonada”, por no decir, “estallido”, serán los que hoy forman parte de la coalición de gobierno y que, en su momento, estaban del lado de la oposición. Aquellos que pretendieron canalizar o colonizar el espíritu octubrista, mediante un noviembrismo cocinado de manera vertical, hoy se ven enfrentados a las consecuencias de una hibris política sin precedentes.

Nimá Yushich y la revolución de la poesía iraní

Ya que en Irán se levantan contra el régimen islámico, viene a cuento a un revolucionario de la poesía. Se trata de Nimá Yushich (1897-1960), poeta iraní conocido como el “padre de la poesía persa moderna”. Creó una forma poética en verso libre que fue en contra de las restricciones de la rima y la métrica tradicionales, todo lo cual le valió una poderosa influencia sobre los noveles poetas de Irán, dada sus innovaciones en la forma y el estilo. Se impuso a través de su propia poética, en un momento en que nadie había logrado liberar, con éxito, a la poesía persa de una decadencia que era producto de la hegemonía de la prosodia sobre el contenido. De esta manera, la poesía de su tierra cobró, después de siglos, la libertad creativa y formal de la prosa.

La liberación de la poesía nimáica rima con los levantamientos sociales ocurridos en Irán. En una coyuntura histórica repleta de incertidumbre planetaria, telón de fondo bélico, “estallidos”, insurrecciones, reseteos mundiales y “primaveras árabes”, su poesía resuena en el imaginario cual canto elegiaco para un mundo ad portas de una gran tribulación.

El poema La noche bien podría ser una premonición simbólica del futuro o una alegoría mítica de nuestro tiempo, de todos los tiempos:


Es la noche

Una noche de profunda oscuridad

En una rama del viejo árbol de higos

Una rana croa sin cesar

Prediciendo una tormenta

Y yo estoy ahogado en miedo.


Es la noche

Y con la noche el mundo se ve

Como un cadáver en la tumba;

Y tengo miedo y me digo:

“¿Qué tal si cae una lluvia torrencial en todos lados?

¿Qué tal si la lluvia no se detiene

Sino hasta que la Tierra se hunda en el agua

Como un pequeño barco?”.


En esta noche de horrenda oscuridad

¿Quién puede decir cómo vamos a estar

Cuando amanezca?

¿La luz de la mañana hará

La temible cara de la tormenta

Desaparecer?

sábado, 24 de septiembre de 2022

"Mi razón constantemente me recomienda que aplauda lo que el mundo aplaude, mi razón me pide sin cesar que calle ante lo que la corrección política establece, mi razón me ruega encarecidamente que asuma como propios los postulados del progresismo hegemónico, para poder medrar; y que, una vez asumidos tales postulados, discrepe en asuntos menores con mucho postureo y jeribeque, como hacen los escritores sistémicos, para posar de rebeldes o valentones ante las masas cretinizadas. Pero mi fe quijotesca se niega a aceptar lo que mi razón me reclama, a sabiendas de que esta decisión conlleva una condena a la soledad; porque uno no tarda en descubrir que, al revolverse contra el espíritu de su tiempo, no consigue otra cosa sino resultar enfadoso e intempestivo ante una inmensa mayoría de gentes que desean llevar una vida pastoreada por las ideologías. Pero, aunque la soledad sea a veces muy dolorosa, uno se siente más vivo que nunca; pues, como nos enseñaba Chesterton, sólo el que nada a contracorriente sabe con certeza que está vivo (frente al que nada a favor de corriente, que avanza fácilmente, aunque lleve mucho tiempo muerto)."

Juan Manuel de Prada (en Una enmienda a la totalidad)
Se bajan las caretas.
Se exponen los relatos.
Cae el peso de la noche.
"Culpa a los hombres de estar poseídos por el patriarcado. Una educación opresora que nos ha enlatado de forma que no somos más que lo que somos porque nos sentimos incomprendidos, viendo pasar a las mujeres a izquierda y derecha a toda velocidad, porque ellas han logrado cambiar el mundo gracias a que llevan pantalones como nosotros y nosotros no sabemos qué hacer con los pantalones que siempre hemos llevado. Cita a mujeres líderes como a Bellonce, Michael Obama o Greta Thunberg -que ya tiene delito-, convirtiéndolas en el ejemplo para romper con el pasado. Las considera como las poseedoras de brillantes cabezas cuyo resplandor de lo que hacen o dicen da sentido al resto de las mujeres del mundo. Pero se olvida de que quienes siguen rigiendo el mundo, incluso esta misma ideología que ella abandera con orgullo, siguen siendo hombres poderosos como Bill Gates, George Soros, Joe Byden, David Rockefeller, y organizaciones mundiales que también son dominadas por hombres como la ONU, OMS, FaceBook, Amazon o Google… Pero no porque sean feministas, sino porque las mujeres son el producto que mueve el sentido del mercado que ellos desean."

El feminismo se olvida de que los derechos civiles son co... (hispanidad.com)

viernes, 23 de septiembre de 2022

Gnosis V

(nuevamente, a medio camino entre la poesía y la reflexión filosófica)

El nivel del ser

I
¿Qué es ser?
Un principio divino
¿Qué es el nivel del ser?
La distancia en que nos encontramos
con respecto a nuestra esencia.
Vivimos un retorno
Volvemos a lo recurrente en nuestras vidas
Eliminando lo innecesario
Podremos subir de nivel
Y escalar la escalera de lo sublime
Arriba donde el ser no distingue altura.

II
Nada tiene que ver el ser con el tiempo lineal
No hay ser en lo lineal
Un nivel del ser más alto
Está de inmediato por encima de nosotros
Instante por instante.
No está en ningún tiempo remoto
Sino aquí y ahora, en nosotros mismos
En forma vertical.
La línea horizontal y la línea vertical se encuentran
De momento en momento, en nuestro interior
La personalidad se desenvuelve en la línea horizontal
Nace y muere en su tiempo lineal.
Necesitamos hacer el trabajo
Subir los peldaños.

III
El ser mismo no es del tiempo
Hay que buscar elevarse, por encima de uno mismo
Para llegar a ser
Hay que buscar elevarse, elevar la comprensión,
El camino al ser es vertical
Por lo que la elevación misma
implica llegar a ser.

IV
¿Cuál es nuestro nivel?
¿Cuál es nuestro nivel del ser?
La recurrencia de la farsa y la tragedia
Continuarán, mientras carguemos un peso indeseable
y no podamos elevarnos.
Nuestro nivel del ser
Equivale a nuestro nivel de consciencia
Al pasar a otro nivel
El anterior desaparece.
Nuestro nivel del ser
Está en el punto en que nos encontramos
En la escalera vertical
El camino ascendente.

V
¿Cuál es ese nivel del ser?
No hay camino ni dirección única
Hay que abrirse paso en nuestro interior
Todas las cosas fuera de nosotros
Serán el reflejo de lo que llevamos dentro.
El nivel que tengamos
Será la base para los niveles superiores.
El despertar será indispensable
Para llegar al entendimiento de nuestra elevación.

VI
En el acto de elevarse
Habrá voluntad y disciplina
A cada paso en la escalera, se crea valor
Y cada huella confirmará la virtud del cambio.

Chile despertó, ¿pero cuándo?

¿El 18 de octubre del 2019? ¿O el 4 de septiembre del 2022?

Su respuesta condicionará su destino histórico y el del país. 

jueves, 22 de septiembre de 2022

No hace mucho, el Minsal acaba de poner fin a la obligatoriedad del uso de mascarillas y a la exigencia del pase de movilidad. Con esto se cierran más de dos años de restricciones sanitarias que fueron duramente cuestionadas por gran parte de la ciudadanía y por ciertos sectores disidentes, asociados al libertarismo, a la causa anti plandemia y también a la izquierda anti progre. Algunos políticos como Mauricio Ojeda y Johannes Kaiser ya habían manifestado su rechazo a las medidas contra el covid, señalando que incurrían en un manejo geopolítico de la población y en un atentado contra derechos fundamentales como la libertad de reunión, de desplazamiento y de consentimiento del paciente. Hoy, tras “desescalarse” las políticas contra el bicho, el propio Kaiser ha presentado un proyecto para derogar el artículo 36 del Código sanitario que permite al Ministerio de Salud decretar alerta sanitaria sin pasar por el Congreso. Según Kaiser, esto sentaría un precedente para que en un futuro no vuelvan a ocurrir “nuevas dictaduras sanitarias” ni regímenes de carácter “plandémico”.

Al parecer, cierta disidencia ya está celebrando este cambio drástico en la lógica anti bicho como una victoria contra el sistema. Sin embargo, nada es tan fácil. Hay que pensar que cada movimiento en el tablero perverso del poder está organizado de tal forma que siempre exista una ilusión de resistencia, de modo que las elites puedan ganar tiempo para instalar sus nuevas agendas y protocolos. Así, la nueva ministra de salud, Ximena Aguilera, ha anunciado que, pese a todo, “el covid sigue con nosotros”, por lo que se va a implementar una nueva campaña de vacunación para los grupos de riesgo, tal cual como se ha hecho contra la influenza. Esto redundará en un plan de inoculación anual que incluye la “vacuna bivalente” de covid 19, la cual cuenta, según dicen, con los componentes necesarios para combatir la variante Ómicron. Nuevamente, Chile será el país piloto con un Programa Nacional de Vacunación y las farmacéuticas podrán continuar con el negocio de las inyecciones, claro está, sin hacerse responsables de los efectos secundarios que ya tuvieron estas vacunas experimentales en muchos de los pacientes inoculados, durante la primera cruzada del 2021.

Jorge Zamora, disidente activo de la plandemia, ya había advertido la gran farsa detrás de este supuesto avance con respecto a nuestro anterior estado de cosas. Para él simplemente se trata, en buen chileno, de otro gran “pico en el ojo” de la disidencia controlada, y no puede ser menos, para alguien que sostiene firmemente que “el virus no existe” y solo es un constructo virtual genómico, usado de manera maquiavélica para el control demográfico y para la guerra biológica. Si bien, en este punto, me reservo las dudas sobre el origen y naturaleza del bicho, cuestión que excede mi competencia, sí es evidente que el relajo en las medidas sanitarias en Chile, está lejos de constituir una verdadera seña de libertad, y solo se trata de una victoria pírrica, una en que únicamente se celebra el hecho de ejercer lo que nos pertenece por derecho natural, lo que no constituye, ni por asomo, una conquista digna, a lo sumo, una concesión transitoria del propio status quo, para continuar viralizando sus influencias, acaso sin anticuerpos suficientes.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Me dice por interno la chica con la que salgo:

-Desde el 1 de octubre ya no pedirán pase

-Lo sé

-Vamos al Cinzano

-Me leíste la mente.

Todo indica que esa será la tónica de muchos. Una catarsis. De a poco, nos veremos las caras, fraguaremos salidas y volveremos a respirar, sin otro límite que nuestros tiempos.

lunes, 19 de septiembre de 2022

El naufragio del Arethusa y el oleaje del Valparaíso mítico.



El cuadro "El naufragio del Arethusa" pintado en 1826 por el ilustrador inglés Carlos Wood representó el naufragio de la fragata estadounidense en las costas de Valparaíso. Inspirado por la violencia del hecho, se puede apreciar la pasión trágica del hombre enfrentado con la naturaleza, la destructiva, indomable y arrolladora fuerza del mar que marcaría, cual símbolo feroz, el ethos vital del puerto, desde tiempos de la temprana patria hasta nuestros entonces. En el punto donde ocurrió el incidente del naufragio, estaba la llamada “Punta Cruz de Reyes” que intersecta lo que hoy corresponde a las calles Prat y Cochrane, y que está próxima a la ya mítica “Cueva del Chivato”, zona mágica donde se cuenta, incluso desde el siglo XVII, que habitaba un chivato, un “animal del demonio”.

Según consta en el libro “Valparaíso, el mito y sus leyendas” de Víctor Rojas Farías, los marinos que se adentraban en aquellos terrenos desaparecían o apenas sobrevivían, alimentando la idea de la existencia del animal. Con el tiempo, la Cueva del Chivato adquirió una naturaleza cada vez más oscura, asociada con fuerzas malignas, al punto de no saber si la cueva “llevaba directamente a las llamas del infierno” o “llegaba mucho más allá de la muerte”. Tanto era el miedo en torno a la cueva que llegó a transformase en el sitio más temido del puerto por todo el relato demoniaco que lo circundaba. Años más tarde, José Victorino Lastarria escribiría su novela Don Guillermo, la primera novela de Chile, tomando como escenario un submundo dantesco llamado Espelunco, al cual se accede precisamente a través de la Cueva del chivato.

A simple vista, la relación del naufragio del Arethusa con la cueva podrá parecer simplemente un asunto de contigüidad, pero resulta que, a partir del episodio, es posible interpretar la fuerza simbólica del romanticismo de la época, la cual arrastró su oleaje mítico y poético hasta nuestras latitudes porteñas. El mar como eterna patria, imponente, fundante y, al mismo tiempo, salvaje; y el secreto de la cueva, que viene a representar la profundidad de la tierra, lo oculto, lo desconocido, cuya dimensión evoca la oscuridad, aunque también el caos primigenio sobre el cual transcurre la vida del hombre.

De cierta manera, en Valparaíso aún resuenan aquellas olas tempestuosas, chocan contra la vida diluida de sus transeúntes, conspirando, tratando de abrirse paso de vuelta hacia el plan de la ciudad, en un territorio todavía vivo, desollado por el tiempo y la historia. La fuerza demoniaca del mar ha fundado la ciudad más allá del arribo de los hombres, y los porteños, cual náufragos del mito, asisten a su espectáculo, día a día. En su corazón, pese a las adversidades, todavía se eleva la marea y descansa el misterio. Valparaíso romántico, Valparaíso marino, Valparaíso demoniaco.

En el libro de Alfonso Calderón, "Memorial de Valparaíso", figura una crónica de Carlos Bladh sobre el puerto que incluye un relato del naufragio del Arethusa:

"El año 1827 fui testigo ocular de una ocasión en que un huaso dio una prueba extraordinaria de su habilidad con el lazo. Un barco, el Arethusa, de Nápoles, encalló durante una fuerte tormenta del oeste en las rocas de la costa de Valparaíso, a una distancia de alrededor de 10 leguas del camino entre el puerto y el Almendral. La tripulación se podría haber salvado mientras que el barco aún resistía; pero el capitán no se figuraba tan grande el peligro y mantenía la tripulación a bordo, para cuidar el barco y la carga. Sin embargo, la base del barco se soltó a los golpes; los mástiles se cayeron al agua y lo flotante de la carga, que consistía de mercaderías en fardos, cubrió toda la superficie del agua entre el buque destrozado y la tierra. El piloto, con ocho marineros que sabían nadar, se echaron entonces al agua del lado de barlovento y fueron felizmente conducidos por las olas a la costa peñascosa hacia el final de la bahía, que consiste de terreno arenoso, y ahí fueron todos rescatados. El Capitán, su hijo y siete de la tripulación estaban todavía a bordo; pero como el barco fuera amenazado de ser devorado por las olas inmensas, se tiraron cuatro marineros al agua, al sotavento del casco y fueron inmediatamente destrozados entre los fragmentos del barco y la carga. Toda la costa estaba llena de gente que quería ayuda r a los infelices que todavía quedaban a bordo; pero no había ningún modo de salvarlos. Trataban de tirar cuerdas con piedras amarradas a bordo pero la tormenta contraria lo impedía; por fin se logró, cargando un cañón levemente -con un ovillo como emplazamiento- y disparando el tiro sobre el casco, tiraron una cuerda fina a bordo; pero los hombres estaban paralizados por el terror y el frío, y no se les ocurrió amarrar una maroma o un cable a la cuerda con lo cual hubieran podido alcanzar tierra y perecieron todos ante nuestros ojos, dejándonos la impresión dolorosa y terrible de su angustia. Un marinero inglés, valiente, nadador fuerte, se había entretanto tirado al agua a alguna distancia del barco náufrago y había hecho un esfuerzo extremo para cruzar las marejadas, en dirección oblicua, y se abrió paso al costado de barlovento del buque, en la esperanza de poder nadar a tierra con alguno de los náufragos; pero a cada intento renovado era rechazado por las olas furiosas, hasta que se hundió por fin, agotado por el trabajo, reapareció dos veces, pero quedó después largo rato invisible, y se dio por perdido para siempre; cuando otra vez asomó su cabeza sobre la ola, un huaso, con la rapidez de un rayo, lanzó su lazo alrededor del cuello del marinero audaz y lo arrastró felizmente a tierra acompañado del grito de "viva" estrepitoso de miles de voces".

Fuente: 


domingo, 18 de septiembre de 2022

Gabriela Mistral, poeta patriota

"A mí me gusta la Historia de Chile, y no es que me complazca como la cara de la madre al hijo, por pura filialidad. Si yo hubiese nacido en cualquier lonja terrestre, me gustaría lo mismo al leerla. Me da un placer semejante al de una faena bien comenzada, bien seguida y bien rematada. Me agranda los ojos como la forja que se cumple cabalmente en la buena fragua; me aviva los pulsos expectantes como una fiesta de regatas, hecha por hombres ganosos en un mar acarnerado y en un sol fuerte; me serena y me conforta con su éxito ganado agriamente, como cuando he visto la subida del metal jadeado, en los ascensores de la bocamina porque el logro que responde al largo repecho ratifica las medidas probas en la balanza, y hace sonreír al buen amador de la justicia. Así me gusta la Historia de Chile, como un oficio de creación de patria, bien cumplido por un equipo de hombres cuyo capital no fue sino su cuerpo sano y lo que el cuerpo comprende de porción divina. Me alegran y me ponen lo mismo a batir los sentidos las demás historias nacionales heroicas. Los espectáculos de la naturaleza son embriagantes sin que lo sean más que el de una gesta larga de hombres entregados a preparar y a ofrecer esa soberana producción, mixta de territorio dulce o áspero, de potencias humanas empecinadas en gastarse y vaciarse, de ayudas naturales y sobrenaturales y de desalientos y fervores, en turno de marejada."

Gabriela Mistral, Breve descripción de Chile.

sábado, 17 de septiembre de 2022

Reflexión poética sobre fiestas patrias que escribí hace ya nueve años, en estas mismas fechas. Lo vuelvo a subir como en una resonancia temporal. No estaba tan perdido parece, a pesar de los años, las experiencias vitales y la evolución del contexto:

Septiembre e inmediatamente aflora toda esa nostalgia, ese sentimiento que identificó Rilke con la patria: la vuelta al sentimiento de infancia, al arraigo familiar, la fibra del corazón, por llamar, de algún modo, a esa tierra algo perdida. Jorge Teillier intuyó de manera chilensis esta visión tan arraigada de la romántica Alemania decimonónica: la cultura como una gran "familia espiritual". Entonces en esa cultura, surge una amarga pero, al mismo tiempo, dulce añoranza de ese volver, ese lárico volver a la familia como para regresar más joven a la arena de la civilización. Por eso, viene tan a cuento el siguiente poema de Teillier: "ves de nuevo los pueblos cuyos nombres nunca aprendiste, el pueblo donde querías llegar como el niño el día de su cumpleaños y los viajes de vuelta de vacaciones, cuando eras -para los parientes que te esperaban- sólo un alumno fracasado con olor a cerveza." La patria no es sino esa infancia a la cual uno vuelve después de la guerra espiritual, de la guerra interior, para completar la promesa de un espacio cada vez más propio, más verde, de una batalla que no se sepa solamente perdida por el rumor del próximo otoño de tu vida o el edificio de un linaje material que tape la última puesta del sol.

viernes, 16 de septiembre de 2022

El incomprendido poeta porteño, Arturo Rojas:


Me apago en la orilla de la fogata del tiempo


Solo en el rincón de los resentidos,

Siempre me sitúo.

No podría ser de otra forma,

Hay que intensificar el sentir,

Se debe vislumbrar la exaltación de la miseria.

Busco la motivación para engalanar las frases que pronuncio,

Algo insensatas en el eje de mi dolor intelectual

¿Qué me importa a mí lo que hayan dicho otros poetas?

Nada, algo o mucho.

Me provocan pena los programas educacionales.

Me avergüenzo de los políticos y de los críticos.

La elitización de la tontería

Me provoca asco.

A veces, mi voz se contamina,

Mi palabra queda herida,

Apagándose en la orilla

De la fogata del tiempo.


Arturo Rojas, Estación de miseria.

miércoles, 14 de septiembre de 2022

Quienes van en contra de la plandemia están contentos, porque la cámara de Diputados ha aprobado un proyecto que busca eliminar el pase de movilidad, oficiado por el diputado Mauricio Ojeda. Sin embargo, es muy pronto aún para cantar victoria. Todavía falta que Boric y la Ministra de Salud autoricen la moción, cuestión que resulta, de plano, muy difícil, a juzgar por la postura del presidente en materia sanitaria (no olvidar que en plena campaña él llamó a que “todos debían vacunarse”). 

Resulta, además, una extraña coincidencia que, justo cuando se aprobó aquel proyecto, no hace mucho el director general de la OMS, Tedros Adhanom, haya asegurado que “el fin de la pandemia del covid 19 ya está a la vista”. Por supuesto, estas declaraciones no pueden ser interpretadas de manera literal, porque implicaría confundir su trasfondo político. Lo que en verdad quiso decir Tedros tal vez sea que no se deben relajar las medidas ni frenar los esfuerzos por combatir al bicho, tal como "un corredor de maratón no se para cuando comienza a ver la línea de meta". En esa sola frase es posible leer la verdadera visión del alto mando de la salud: la vía hacia la hipotética recuperación como un deporte de alto impacto, cuyos atletas creen tener una noción del camino, mientras sus entrenadores los instan a aislarse y, paradójicamente, perder sus derechos a libre desplazamiento y reunión con tal de alcanzar la meta, que sería, de cara a la galería, el progresivo descenso en la curva de contagio, pero que, en el fondo, se resume en planes exitosos de vacunación y de propaganda farmacéutica, a expensas de los ciudadanos sometidos a las legislaciones de sus países. 

Demás está decir que Chile, como buen corredor de maratones globales, ha estado a la vanguardia en estas materias. Ahora, con los nuevos protocolos, ha sido llamado a no “relajar la vena” y dejarse inyectar, otro poco, antes de perder el aire y romper el récord. Aun así, la agitación no cesa. Se sienten fuertes los anticuerpos. Cada vez más gente se suma a la causa y no consiente el bozal hasta para trotar por las mañanas ni el pase hasta para ir a comer a una fuente de soda. El rechazo del domingo 4 de septiembre no ha hecho otra cosa que viralizar el descontento generalizado, en una suerte de “espíritu octubrista”, aunque con signo plandémico. 

Si la moción para eliminar el pase de movilidad llegara a ser rechazada, mucha gente sabe que esa no es ni por asomo la última batalla ni la línea de meta de sus demandas. Comprenden que la lucha genuina, inspirada por la anomia y la beligerancia que ya se ha vuelto parte de nuestro ethos político, se da en cohesión con los ciudadanos que comulgan con la tesis de la plandemia, la cual encierra una crítica al manejo geopolítico del sistema en su conjunto. Lo que sucede en Chile, entonces, sería, para ellos, nada más que un síntoma, un síntoma de un plan piloto de experimentación a nivel mundial, pero es en ese terreno de experimentación que los antiplandémicos están dispuestos, en su mayoría, a seguir profundizando la resistencia, desde todos los frentes, siempre fuera de las corrientes oficiales de pensamiento. El desafío, para ellos, estará en seguir esa senda crítica, de forma rigurosa y razonada, lo más inmune posible tanto al relato hegemónico como al relato conspiranoico, falsificador y, en el fondo, cómplice del status quo, al propagar la posverdad cual vacuna alternativa.

lunes, 12 de septiembre de 2022

Gnosis IV

(Nuevamente, a medio camino entre la poesía y la reflexión filosófica)


El camino y la vida


I

Todo aquel que quiera salvar su vida, la perderá

Todo aquel que pierda su vida por su causa, la hallará.

Cada uno debe crucificarse en el Gólgota de su mundo interior

Enterrar a los muertos de su corazón que son sus egos,

Sus almas en pena psicológicas.



II

Hay una fuerza incipiente,

Una llave para trascender la materia.

Esa fuerza se alimenta de lo esotérico.



III

Negarse a sí mismo, morir

Tomar la cruz, nacer.

Cada quien, en hechos, aprende a servir

Y aprende a vivir.



IV

La vida es un misterio

Un lapso entre el nacimiento y la muerte.

La vida es una línea horizontal del tiempo.

Compuesta de eventos y estados.



V

Cuando se vuelve del sueño de la consciencia

Uno se encuentra con la casa vacía.

Hay que mantener la casa en orden

Como quien mantiene en orden su interior.



VI

La faceta de la vida mecánica

Envuelve la consciencia

Y la mantiene en un estado de fascinación y sueño.

La vida mecánica deriva en un evento y un estado mecánico,

Evitando ese evento y ese estado

Puede uno asombrarse, invocar el asombro

El niño es capaz de asombrarse

Es la vida asombrada de sí misma.



VII

Hay que ser como el vigía en tiempo de guerra

Se precisa formar un fuerte de consciencia

En el corazón, para aguardar lo imprevisto.



VIII

¿Quién está en el camino?

Quien produce en sí mismo

La revolución de la consciencia.

Dentro del camino están quienes

Recorren el camino, sin señalarlo.

El camino es la senda del filo de la navaja

Es salirse de la mecánica de la vida

A través de un trabajo consciente

Para llegar a la integración con Dios.



IX

El camino es la vida misma

Absolutamente vivida.



X

El camino y la vida forman una cruz.

La vida continúa hacia la muerte de manera horizontal.

El camino la atraviesa de forma vertical

Y apunta hacia el Sol.

Acorde a los caóticos acontecimientos sociopolíticos de Chilito, se seguirá completando la fantástica y surrealista línea cronológica, con tal de aventurar una aproximación a nuestro tiempo histórico. La versión actualizada quedó así:

18/10/19 al 18/03/20 Era precovidiana de estallido o insurrección (según cómo se mire) – Convulsión máxima de las pasiones ideológicas de lado y lado; Piñera llama a combatir a un “enemigo poderoso e implacable; preludio al advenimiento del Estado de excepción sanitario.

18/03/20 al 25/10/20 Era poscovidiana – Estado de excepción sanitario incierto; estallido social o insurrección “interrumpida” y preámbulo al proceso constitucional “cocinado” después del Acuerdo por la Paz celebrado durante la era precovid.

25/10/20 al 16/05/21 Era poscovidiana – Estado de excepción sanitario indefinido y rumbo sociopolítico hacia una Nueva constitución. Estallido social o insurrección continúa “interrumpido”, aunque latente. El covid se establece como coartada geopolítica. La carrera por la constituyente agudiza la confrontación y la división (tanto de izquierda como de derecha)

16/05/21 al 30/09/21 Era poscovidiana – Estado de excepción sanitario indefinido (con miras a volverse eterno) y triunfo de la facción independiente dentro de la Convención Constituyente. Muerte política de la derecha. Renacer de la izquierda “independiente”. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Chile se pone a la expectativa de la hoja en blanco, cual ejercicio mallarmeano (promesa mesiánica de por medio) mientras se vuelve –de manera subrepticia- el reflejo fractal de una agenda global.

30/09/21 al 21/11/21 Era poscovidiana – Fin de Estado de excepción sanitario. Días después, el 12 de octubre, Día de Encuentro de dos mundos, el Gobierno declara estado de excepción en el territorio de la Araucanía, con miras a volverse indefinido, tal cual parecía el Estado de excepción sanitario. Carrera por la presidencial se vuelve el tema político país. Resucita la derecha, con triunfo de Kast en primera vuelta. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Chile se pone, todavía, a la expectativa de la hoja en blanco. Los planes globales para nuestra nación, de la mano de la Constituyente, conservan su vigencia, conforme se avanza hacia la consolidación de cambios estructurales.

22/11/21 al 19/12/21 Era poscovidiana – Continúa Estado de excepción en la Araucanía. El covid se mantiene como coartada geopolítica. La carrera presidencial se debate entre dos opciones que polarizan todavía más a las masas. La pugna dilemática acentúa los conflictos de lado y lado, sin posibilidad de diálogo ni conciliación. Triunfa Boric y el sector progresista. Kast y el sector conservador son derrotados. La izquierda progresista se proclama nuevo gobierno. Embriaguez electoral, triunfalismo democrático.

20/12/21 al 11/03/22 Era poscovidiana – Continúa Estado de excepción en la Araucanía. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Tras haber ganado Boric y la izquierda progresista, la derecha se ve obligada a replantear su estrategia política, de cara a una futura oposición y a un proceso constituyente en marcha. Por el momento, reina una tensa y sospechosa calma con un “estallido social” en latencia, (con miras a volver recargado), un conflicto mapuche en contra del Estado de Chile y a favor de una Nación autónoma y una verdadera plandemia que sigue sirviendo de telón de fondo para el control de los poderes globales.

11/03/22 al 04/09/22 Era poscovidiana – El Congreso aprueba una nueva prórroga para el Estado de excepción en la Araucanía hasta el 15 de septiembre. El covid se mantiene como coartada geopolítica. Continúan las medidas sanitarias del uso de mascarilla y el pase de movilidad pese a haberse declarado fin al Estado de excepción el 30 de septiembre del 2021. Se celebra el plebiscito de salida por una Nueva Constitución y se acaba, por ende, la expectativa frente la hoja en blanco y frente a la escritura de un Nuevo Chile. Tras el apabullante triunfo del Rechazo a la Nueva Constitución, las fuerzas políticas de lado y lado se disgregan. Se provoca una catarsis ciudadana de parte de la mayoría votante y crece el descontento de parte de la minoría. 

04/09/22 al presente Era poscovidiana - A una semana del resultado histórico, la casta política del oficialismo y parte de la oposición acuerdan un nuevo proceso constituyente “por secretaría”, pese al mandato del artículo 142 de la ley 21200. La noticia provoca un revuelo tanto de parte de los rechacistas como de parte de algunos sectores del apruebismo. Ambos convergen en su rechazo transversal al nuevo proceso al denominarlo una verdadera “cocina” hecha sin el consentimiento del único Poder Constituyente: el pueblo de Chile. Todo indica que, igual que el año pasado, los planes globales para nuestra nación conservan su vigencia, conforme se avanza hacia la consolidación de un nuevo órgano enteramente dominado por “expertos” y camarillas políticas vendidas al globalismo reinante.

La incertidumbre se acrecienta, en un contexto surrealista y orwelliano nunca antes vivido en la historia de Chile, de cara a un futuro amenazado por los poderes internacionales.

Lo único seguro, repito, es que no hay un retorno a la era precovid.

La patria seguirá enfermando; y el caos, inmunizándose, si es que no ocurre algún movimiento fuera de la caja del sistema.

domingo, 11 de septiembre de 2022

Nuevas fuerzas contra el nuevo proceso constituyente: aprobistas y rechacistas unidos, jamás serán vencidos

"El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente". Gustave Flaubert.

A una semana del triunfo del Rechazo, las distintas fuerzas políticas se han disgregado para luego volver a converger en un mismo punto, aunque por razones diferentes. ¿Cuál es ese punto? Su radical cuestionamiento al nuevo proceso constituyente impulsado por los partidos del oficialismo de izquierdas y la centroderecha. Algunos de los votantes del Apruebo ahora rechazan este proceso, aludiendo a que se trata de una “cocina” hecha “a espaldas de la ciudadanía”, todo lo contrario a lo que, según su perspectiva, proponía la primera Convención. Veían en la Constituyente el caballo de batalla que aseguraría una instancia verdaderamente democrática, –pese a todos los reveses, errores y excesos ocurridos-. Para ellos, aprobar habría demostrado que los convencionales pudieron canalizar las demandas del espíritu octubrista, mediante un mecanismo inédito en la historia de Chile, contrario a la oligarquía de los partidos políticos, defensores de la estructura económica corporativista. De modo que el haber rechazado el texto constitucional, implicaría, finalmente, volver al punto de partida, podría decirse que, hipotéticamente, al 17 de octubre del 2019, un retorno simbólico al anterior estado de cosas, en donde no había conseguido instalarse con tanta fuerza y contundencia este oleaje insurreccional.

Por otra parte, algunos de los votantes del Rechazo, ebrios en su catarsis triunfante, ven, sin embargo, que nuevamente la clase política está desobedeciendo un mandato constitucional al maquinar otro proceso sin respetar el arrollador resultado. Aquel mandato señalaba, en su artículo 142, de la ley 21200 que “si la cuestión planteada a la ciudadanía en el plebiscito ratificatorio fuere rechazada, continuará vigente la presente Constitución.” Contra todo pronóstico, entonces, la clase política de gobierno y de oposición “pactan” un nuevo acuerdo sin siquiera plantear la posibilidad de otro plebiscito de entrada. En este caso, muchos votantes del Rechazo se muestran reacios a una Nueva Constitución, tomando como argumento lo ocurrido durante el anterior proceso constituyente e incluso los acontecimientos que azotaron a Chile desde el 18/10, pasando por el plebiscito de entrada, el período de las presidenciales y luego el plebiscito de salida, todo lo cual se resume en un inusitado ejercicio de la violencia como acción política, un clima país repleto de incertidumbre social y económica y una división ideológica siempre al borde de la radicalidad. Entonces, una gran cantidad de votantes del Rechazo lo hicieron ex profeso, en contra del gobierno de Boric, la clase política y el propio proceso constituyente, posición que ahora están dispuestos a defender a ultranza, con el temor de que los políticos “vendidos al globalismo internacional” vuelvan a repetir la experiencia dantesca vivida durante estos dos últimos años.

En suma, estos dos bloques de votantes aprobistas y rechacistas llegan a la misma conclusión, por caminos disímiles: rechazar, de ahora en adelante, cualquier intento de reanudar el proceso constituyente. Los primeros, ven en la oligarquía política y económica representada por el Congreso y el gran empresariado el gran enemigo que planea realizar una Carta Magna “a su pinta”, traicionando, una vez más, al pueblo chileno, tal como habría ocurrido con la vigente Constitución que ellos siguen asociando al corazón del legado dictatorial. Los segundos, en cambio, ven un enemigo más grande. Disparan contra la clase política de izquierda y derecha que se propone redactar una Carta Magna al ritmo de las directrices globalistas de la Organización de las Naciones Unidas y otras entidades transnacionales, pasando a llevar cualquier lineamiento soberano y la dinámica de la institucionalidad de la nación.

Si bien aquellos bloques comparten un sentimiento colectivo común, han identificado, cada uno desde su óptica ideológica, solo una parte del problema, y han apuntado solo a una cabeza de la gran Hidra. Por ende, creo que el verdadero desafío, la lucha crucial, en esta encrucijada histórica, será poder conciliar ambas fuerzas en la arena ciudadana, sin ánimo de rencillas y divisiones internas, para conformar un gran bloque, una masa crítica que defienda, desde sus propias veredas, el interés del pueblo y de la nación chilena, por sobre el interés de los políticos vendepatrias, manipulados de facto por el gigantesco conglomerado globalista que no cesará en su propósito de articular a los países y su gente bajo su órbita de poder. El desafío parece imposible, pero resulta, a mi juicio, la única estrategia eficaz para frenar el avance de las fuerzas foráneas, invasoras del ethos nacional. Este enclave tendría que invocar una nueva consciencia y demostrarle a todo Chile que, en el nuevo escenario geopolítico mundial, ya no se juega solo la lucha por la administración del Estado ni la constante histórica de la lucha de clases, sino que la existencia y la sobrevivencia de nuestra propia casa, la patria, como polo de poder soberano, con el riesgo de naufragar y fenecer, ante una inminente Tercera Guerra, un Nuevo Orden Mundial o un Gran Reseteo, de no ser por una voluntad alineada y direccionada que sea capaz de trascender y preservar el espíritu de nuestra historia y nuestro destino.

Quince tesis sobre la cuarentena, Pablo Anzaldi


(Artículo publicado en la revista chilena Ciudad de los Césares Nro 126- febrero- abril de 2021)


“Estamos en el ciclo de los nervios


el músculo cuelga,


como recuerdo, en los museos;


Más no por eso tenemos menos fuerza:


El vigor verdadero


reside en la cabeza”


Vicente Huidobro (“Arte Poética”)


1) La pandemia de Covid -19 es instrumentada mediante una maniobra estratégica a escala mundial que, mediante la generación controlada por el “gran miedo” ( “Grande Peur”) como el que precedió a la Revolución Francesa, está orientada a modificar la estructura de poder global, los métodos de organización del trabajo y las condiciones sociales y culturales en la que se forman los pueblos y las personas.

2) La era de la hegemonía imperialista francesa fue consecuencia de una serie de guerras como la de treinta años( 1618-1648); la hegemonía imperialista británica se anuncia en paralelo a la etapa francesa, se consolida en grandes saltos con la Paz de Utrech ( 1713), y se remata con la batalla de Trafalgar y la derrota de Napoleón; la era imperialista estadounidense se anuncia en la Primera Guerra Mundial y se consolida con la Carta del Atlántico y la victoria aliada en la Segunda Guerra- contrapesada por el imperio soviético- y tiene su cenit con la caída de la URSS y del campo socialista. Lo que habíase anunciado como un “nuevo siglo americano” sufrió golpes fundamentales con el ataque masivo a las torres gemelas y el pentágono, con las derrotas en Irak y Afganistán y el retiro geoestratégico de la guerra en Siria (que no es sólo guerra civil, sino regional y mundial).

En nuestro presente histórico, la era del hegemón chino se anuncia con la pandemia de Covid 19 y el gran miedo de la cuarentena mundial promocionada por el progresismo global.

3) Cada potencia imperialista proyecta y utiliza estratégicamente en todo o en parte su sistema de valores. Decir que lo hace estratégicamente significa que gestiona inteligentemente el poder y no lo hace fuera de aquello que a sus fuerzas favorece (la ingenuidad se transmite mediante los aparatos ideológicos y las “quintas columnas” en el interior del dispositivo enemigo). Por ejemplo, el dominio inglés promovió el librecambio (de los países que podía arrasar en la competencia luego de consolidar su propia industria, como demostró List); el dominio estadounidense promovió “la libertad económica, la democracia y los derechos humanos”; todo indica que el naciente dominio chino traslada al sistema mundial una combinación concreta de concentración capitalista y método bolchevique de dominación basado en el miedo.

4) Con el liderazgo de Xi Jinping y la elevación del rango de su pensamiento a la categoría del pensamiento Mao, es decir, doctrina de estado confuciano, el régimen chino dejó de ser una oligarquía- aristocracia y volvió a ser una monarquía. El Partido Comunista Chino ha generado un bloque histórico globalista objetivo integrado por la socialdemocracia, los partidos marxistas y de “izquierda”, los comunicadores sociales y los “mass media”, los organismos multilaterales y trasnacionales( OMS, Unicef, Amnesty International, etc. ), la Iglesia Católica bajo la férula de Bergoglio y los voceros y líderes de las grandes compañías de “las tecnologías de la información”, los ya conocidos Bill Gates y George Soros, principalmente, que financian miles de ONGs que operan como “aparatos ideológicos” paraestatales. Lo denominamos bloque histórico en el sentido de Gramsci, globalista por su alcance y contenido, y objetivo porque no se trata de un frente formal sino de una conjunción de fuerzas envueltas en la estrategia china. Como Disandro y Perón enseñaron, el plan nace de la conjunción de fuerzas, no de la conspiración de un círculo secreto.

5) El bloque histórico globalista tiene una conducción estratégica que, como recomendaba Mao Tse Tung, “nada en el mar de la estrategia con la cabeza afuera”. Esto significa que Xi Jinping profundiza la estrategia nacionalista y hegemonista de China mientras promueve el liberalismo y es objetivamente favorecido por la contracultura dominante en los países occidentales (como hizo Inglaterra en el Siglo XIX con la misma China, a través del tráfico de opio). El bloque histórico globalista tiene un doble rasero: es nacionalista en su conducción china- en una simbiosis entre tradicionalismo confuciano, terror rojo y desarrollo científico tecnológico industrial- , y progresista y liberal en sus alianzas internacionales, a los efectos de controlar las estructuras materiales y disolver las bases metafísicas de los países que busca dominar.

6) Entendiéndose a sí misma como “tierra media” o “centro del mundo”, China pone en movimiento la rueda con múltiples rayos convergentes a su estrategia, muchos de ellos generados a partir de la decadencia misma de Occidente.

7) China busca, como todo imperialismo, conquistar el monopolio del comercio exterior de los países productores de materias primas, consolidarse como primer inversor y contralor de la infraestructura global (las denominadas “nuevas rutas de la Seda”), y afianzar su alianza asimétrica de dominación política tanto sobre la izquierda marxista como sobre la derecha liberal, aquélla seducida por la orfandad histórico- espiritual del marxismo, ésta última por la declinación de los Estados Unidos.

8) Sin disparar un tiro, China se anotó dos triunfos estratégicos en el año 2020. Aún si alguno considerase que se trató de fortuna y no de virtú, la objetividad de las victorias se impone por sí misma. En materia económica, China fue la única superpotencia que evitó la caída económica global[1] y generalizó el pronóstico acerca de que su economía superará a la economía de los Estados Unidos en 2028, 5 años antes de lo previsto. ¿Qué duda cabe que el Covid-19 aceleró esa dinámica? Y, por supuesto, la derrota de Trump implica objetivamente un triunfo político chino. ¿Qué duda cabe que sin el Covid-19 la victoria de Biden no hubiera sido posible y sin ella tampoco las denuncias de fraude y la impresionante toma del Capitolio? El contraste entre las celebraciones de fin de año de muchedumbres chinas en Wuhan y la psicosis occidental martillada por consignas globales como “distanciamiento social”, “quédate en casa”, “segunda ola de Covid”, “usa barbijo”, etc., muestra la diferencia de comportamiento entre el dominante y el dominado.

9) En nuestra situación histórico- espiritual, cuando la ofensiva contracultural destierra de la centralidad de las culturas a la proto-figura del héroe clásico y sus manifestaciones singulares en cada país; cuando los sistemas educativos y los aparatos ideológicos de los Estados Nacionales se empeñan en “deconstruir” y esmerilar a las grandes personalidades que los fundaron y defendieron; el vacío cultural se llena con el nihilismo contracultural, el culto a los derechos humanos, el ecologismo radicalizado, el feminismo fanático, el indigenismo, el animalismo, el poshumanismo y todas las variantes que ablandan y debilitan la moral nacional. En una situación así, las sociedades occidentales reaccionan en pánico ante una amenaza, aún una tan manejable como la del covid-19.

10) En el nuevo esquema mundial, China se proyecta a sí misma como la superpotencia tecnológica- industrial reservando para el resto de los países una economía extractivista y de servicios. Por cierto, los niveles de automatización del trabajo en ciertos sectores de la economía hacen pensar en el surgimiento de un modo de producción pos capitalista- que prescinde del trabajo - y que se desarrolla y combina junto al capitalismo tradicional. Todo el sentido de las consignas “quédate en casa”, “trabajo desde el domicilio”, “distanciamiento social”, “conversatorio”, etc. se explica en función de una reingeniería de los métodos de trabajo que es también, como lo fuera el industrialismo antaño, un nuevo modo de vivir. La combinación entre la estrategia china y la estrategia de las grandes empresas tecnológicas -que en el año 2020 dieron un salto cualitativo en su inoculación en la vida económica y social- motoriza la estrategia de demolición del sentido del ser: esterilidad masiva, aborto libre, homosexualismo, destrucción de la familia, ataque a la memoria de los mayores( histeria por el “patriarcado”), destrucción del vínculo docente- alumno, destrucción del lenguaje, diversidades constructivas de géneros en lugar de sexos por naturaleza, nacionalismos fragmentarios, lucha de la mujer contra el varón, “sexo virtual”, “espectáculos virtuales”, “netflix”[2], etc. Toda la caterva de prejuicios y censuras que levanta la izquierda, las ONGS, la Iglesia Católica de Bergoglio, etc. , no ocurren por fortuna ni porque si. Por el contrario, es evidente que se trata de un plan de demolición del sentido del ser que acompaña a la revolución tecnológica. Como decía Mc Luhan, “el medio es el mensaje”. Quieren una pantalla por persona porque la ofensiva es contra el sentido del ser humano, contra la libertad. Vistas las cosas desde la América Románica, lo que Carl Schmitt presentara como criterio de lo político, esto es, la distinción amigo- enemigo, que extrae su fuerza de diversas fuentes (religiosa, moral- humanitaria. económica, etc.) desplegando históricamente ciclos de politización y neutralización de esferas; con ese criterio instrumental, hoy podemos sugerir que la fuente principal de la que extrae su fuerza la vida política es la enemistad entre tradición y disolución. En el lenguaje al uso, entre identitarios y globalistas, o nacionalismos y globalismo. El problema del modelo económico que entrañe cada cual- hay nacionalistas económicamente liberales y los hay proteccionistas- es una cuestión que dificulta la conformación de un bloque histórico objetivo de los nacionalismos a escala mundial. Por otra parte, el tradicionalismo no carece de dificultades para fundamentar una política: hay tradicionalismos católicos y paganos, hay sostenedores de la tradición primordial en la línea de René Guenon, hay evolianos que afirman la tradición como un prototipo, hay hispanistas sin España, hay tradicionalistas orientalizantes, etc. En el caso del tradicionalismo católico, más influyente en América Románica, se encuentra en una guerra de frente invertido, enfrentado no sólo a las fuerzas disolventes de afuera sino también al globalista pro chino Bergoglio (en un credo que considera que el Papa es elegido con la intervención del Espíritu Santo una elección de esa calaña implica un desequilibrio espiritual y teológico de difícil manejo). También metafísicamente la idea misma de tradición tiene problemas: si es un tradere, una entrega o transmisión intergeneracional o si es una selección y actualización de un sistema de posibilidades históricas operado desde el presente y proyectado al futuro. En cualquier caso, sólo una reelaboración política de sus principios- ya que no de aspectos conexos- puede evitar que se trate de un romanticismo subjetivo jugado fuera de la eficacia histórica.

11) Las fuerzas de resistencia son fuertes pero elementales en el sentido que no alcanzan a configurar un bloque histórico objetivo. Sugerimos que para entender a cada actor estratégico hay que sopesar las correlaciones de fuerzas y el sistema de alianzas como opciones estratégicas, aún por encima de la ideología. Por supuesto que eso implica el riesgo de que el aliado termine destruyendo y desnaturalizando el objetivo. Sólo la realidad tiene la última palabra. La alianza de Trump con Netanyahu significó un opacamiento de la cuestión palestina y una presión y bloqueo sobre Irán (aliado de China a su vez), pero acaso esa alianza- con un aliado que se cuenta entre los primeros en abandonarlo cuando Biden se proclamó ganador- es la cuota que paga el que hace estrategia: para luchar contra un gran poder hay veces en que hay que apoyarse en otro gran poder. El caso de Bolsonaro es similar: buen comunicador, medianía política e intelectual.

12) En este punto, bástenos subrayar la importancia de distinguir entre las opciones estratégicas y los principios, sobre la comprensión que los principios operan siempre en situación concreta. Ideológicamente, la formación política identitaria supone la investigación y cosecha de los principios generales en la historia concreta de las naciones. Estratégicamente, las formaciones nacionales se favorecen al operar en las líneas y los espacios abiertos por las contradicciones entre las grandes potencias.

13) En este sentido, interesa puntualizar que el nacionalismo tiene límites bien precisos marcados por Heidegger en “Carta sobre el Humanismo” y por Horia Sima en “Destino del Nacionalismo”. Para Heidegger, el nacionalismo es una traslación del egoísmo individual al plano colectivo. Para Horia Sima, los nacionalismos en competencia conducen al sometimiento en manos del más fuerte y al aplastamiento de los demás. La evolución histórica tiende a imponer la necesidad de articular grandes espacioscontinentales a partir de los estados nacionales. Todo el componente anti inmigratorio propio de los países europeos debería rechazarse ( o manejarse dentro de los parámetros de acogida basados en criterios de administración pública y no como principio ideológico) en los países de América Latina, precisamente, por el peso del tronco común.

14) La resistencia empieza metafísicamente en la afirmación de la libertad y la tradición: en la libre decisión de reconocer y afirmar las mejores posibilidades de la tradición. El bloque histórico globalista se apresta a la dominación de la totalidad del ente. Es una guerra metafísica y concreta. En la persona humana y su inclinación natural al despliegue de su propia perfección radica la unidad indivisible que buscan destruir mediante el miedo y la reconversión de la vida en una vida de pantallas.

15) La raíz metafísica opera en silencio. Así como el pragmatismo fue el modo de ser estadounidense- más allá de que las mayorías ni supiesen quienes fueron James y Pierce-, la filosofía de la deconstrucción de Derrida está incorporada en sus efectos- ya que no en la lectura- en el movimiento contracultural en desarrollo. Busca deconstruir la totalidad del ente para que la vida aflore con la mera finalidad de vivir. Agamben la denomina la “nuda vida” y Nietzsche la denominó “vida en sí”. Sin dudas, Nietzsche estaba equivocado de medio a medio mientras Aristóteles tenía razón. Ahora sabemos que la vida en sí es para cerdos y peces, y que lo importante de la vida humana son las razones para vivir, los fines.

[1]La caída de la economía mundial en 2020 fue de un 4.3 %, la caída del PIB norteamericano en un 2 %, el crecimiento del PIB Chino en 2020 es 3% y su proyección para el 2021 es crecimiento a un 8%. [2] Piénsese en el ataque a la tradición de la serie “Poco Ortodoxa” con la que arrancó la cuarentena global.

NdelED: Los juicios del autor sobre la significación política del pontificado de Franscisco son, naturalmente, de su propia responsabilidad. Los publicamos sin alteración alguna para el análisis de nuestros lectores. Sin embargo, nos corresponde realizar una puntualización. Cuando el autor alude al hecho de que los católicos creerían que el Papa es elegido por el Espíritu Santo, procede discernir. Si bien de hecho muchos miembros de la Iglesia pueden abrigar esta creencia, la misma no es sostenida por el magisterio multisecular de la misma, al menos en el sentido de que el Espiritu pase por encima de la inteligencia y la voluntad de los Cardenales que integran el Cónclave. La Iglesia sabe bien en qué medida ambiciones personales y presiones políticas han incidido frecuentemente en el resultado del voto cardenalicio. Lo que la Teología Católica enseña es que quien sea ungido por ese voto cuenta con la asistencia indefectible del Espíritu Santo cuando se proponga establecer de manera solemne y definitiva, "ex cathedra", una verdad de fe o de moral, porque el Papa no es un "representante" de quienes lo eligieron. En eso, y no en otra cosa, reside la llamada "infalibilidad papal". Por lo demás, y como se ha dicho sabiamente, "Dios escribe derecho con renglones torcidos", lo que explica cómo la Historia finalmente puede ser conducida por la Providencia más allá, y aún en contra, de los propósitos de quienes creían ser sus actores exclusivos.

Fatality argumental a la Nueva Constitución: "Cómo la política identitaria corrompió el proceso constituyente". Manfred Svensson

"No hay modo de conducir un intercambio racional cuando al frente se tiene una identidad en vez de un argumento. El debate político razonado supone un tipo de comunicación que la política identitaria imposibilita. Así es como a lo largo del proceso entero hubo posiciones tratadas como blindadas a la crítica. Y así fue cómo se selló, lamentablemente, su destino: no solo se dificultó la deliberación dentro de ella, sino que la cámara de eco así generada terminó aislando a la Convención de la ciudadanía." 

Algo sobre Javier Marías (RIP)

Reciclando textos sobre Javier Marías, en su tránsito al mundo de los inmortales. Acá uno escrito hace mucho: "no parece inteligente vivir por debajo de uno mismo”:

¿Se es uno mismo pensado, se es uno mismo leído y escrito en todo momento? Tal interrogante asalta tras leer a Marías. Se otorga una solución salomónica al delegar al pensamiento un rol primordial en la experiencia de vida. Se apela a algo de orden distinto al cogito ergo sum: es intelecto aplicado a la cotidianeidad. “Pensar es para los atristos” repetía un célebre personaje del cine. Y es ese extraño sentido del pensamiento que en Marías adopta un matiz productivo y optimista. Pero si quebramos la metódica certeza cartesiana, podemos llegar a pensar incluso que nosotros mismos somos un mero producto de un pensamiento ajeno, lo cual sería ahondar en la teoría del genio maligno o en la visión de Unamuno sobre el límite difuso entre sueño y vigilia, entre ficción y metaficción. Pero sería además entrar en un solipsismo estéril que no viene al caso, cuando se habla del pensar más bien como una actividad laboriosa, oficiosa, pragmática en todo sentido, ante lo cual se redunda (viciosamente) en las concepciones sobre el entendimiento, el mutuo acuerdo, el aprendizaje. Ahora bien, ese pensar adquiere unos dotes misteriosos, más allá de lo cotidiano, cuando muta en intelecto. Entonces el pensamiento se transforma en un gran excavador que indaga en lo más recóndito de los seres y de las cosas, no tanto por una “sed de esencia” como por una necesidad de permanencia, traducida en ciclos de aprendizaje y desconocimiento, a modo recursivo.

Marías habla de la lengua como la conductora del pensamiento. Se refiere en este sentido a que los contenidos del pensamiento son difícilmente legibles por si solos, y por ende, necesitan de una verbalización, de una lengua que los exprese satisfactoriamente. Quizá no sea conveniente aludir al clásico dilema entre el huevo y la gallina en relación con los conceptos de lenguaje y pensamiento, sino que de entender la conducción lingüística y verbal de este último, es decir, su manifestación tangible por medio de las palabras, y por lo mismo, su bienvenida al mundo de los factores comunicativos. Y en este punto el autor acierta: la lengua es forma (de acuerdo a Hjemslev) a tal punto que se transforma en un “filtro”, por lo cual decir lo que se piensa resulta de un complejo proceso de inteligencia y selección. Es más, decir lo que se piensa literalmente resulta imposible dado los contenidos obscuros, abstractos, no verbales, del pensamiento. En una analogía con el deseo, el pensamiento solo desea pensar. Evidentemente, sería el lenguaje algo así más que un simple ventrílocuo de la mente, una facultad para generar y construir signos verbales que den forma a dichos contenidos mentales que quieran tomar parte desde el pensamiento.

Luego, en una especie de panegírico a la escritura, esta toma partido como forma más acabada del intelecto, por su carácter permanente, “inequívoco”, material, frente a la caducidad, fugacidad, espontaneidad, inmediatez del lenguaje oral, del simple “decir”, sometido a los avatares del tiempo y del espacio. Platón, en tiempos clásicos, criticaba a la escritura por su pretensión de “establecer fuera del pensamiento lo que solo pertenece a él”, además de debilitar la memoria y el carácter dialógico del lenguaje oral. Por el contrario, hoy, más que nunca, podemos decir que es imperativa una evolución en la lecto-escritura, frente a la invasión de los medios audiovisuales, que coartan precisamente lo que Marías promueve y defiende: la correcta verbalización del pensamiento. 

Por otro lado, Marías habla del acto de escribir para pensar, “de manera que aquello resista al examen, a la crítica, a la confrontación (…)”. Se refiere a la formula “escribir para pensar” en términos de incremento, de acumulación, de acercamiento hacia la verdad desde una cierta labor y rigor de índole científica. En cierta medida, Marías exalta la condición intelectual del proceso de escritura, pero tiende a caer en una exacerbación de cierto producto textual particular, académico, puramente formal. Sin embargo, se entiende y se agradece su énfasis en el carácter oficioso del aprendizaje verbal, en este caso, de la escritura en estrecha relación con la lectura. Su enfoque pedagógico sobre la dimensión verbal –tan descuidada por estos días- es legítimo y correcto. Lógicamente un mayor enriquecimiento y sofisticación de la lectoescritura llevaría a mejores expresiones y “decires” del pensamiento. 

Es posible aludir a la figura de Derridá para comprender mejor el rol protagónico de la escritura en el ámbito de los saberes y el conocimiento. Frente a la visión platónica, Derridá reivindica a la escritura como proceso en el cual el lenguaje se construye incesantemente, en el cual el texto, lejos de tener una sola significación, está tan cargado de ellas como de potenciales lectores, y en el cual el autor no constituye ni el principio ni el fin de su sentido. Ello conlleva a reconsiderar el acto de escribir como fundamental para potenciar la capacidad verbal del pensamiento, y cómo puede esto resolverse en soluciones pragmáticas, en resolución de problemas de la propia vida cotidiana, que no necesariamente llevan al cultivo del intelecto en sí mismo (cosa que sería estéril y auto complaciente, por lo demás).

Barthes, sobre los textos escritos, señalaba que estos son verdaderos tejidos en los cuales coexisten, se comparan y contrastan muchas otras escrituras desde diversos focos y dimensiones. Es así que se puede aventurar en el ejercicio del pensar para escribir como un acto de “costura” verbal e intelectual que requiere de constante práctica y sofisticación. Ahora bien, si llevamos esa concepción a un extremo, podemos considerarnos a nosotros mismos, en cuanto seres dotados y construidos en pensamiento, como simples “tejidos”, como creaciones de nuestra propia intelectualidad latente. Marías concluye diciendo: “No parece inteligente vivir por debajo de uno mismo”. Es precisamente porque la inteligencia y el conocimiento requieren de subjetividades erguidas, alzadas, libres en su manifestación y/o “textualización”. Si escribimos para pensar, y pensamos para vivir, vuelvo entonces a la interrogante ¿Se es uno mismo pensado, se es uno mismo leído y escrito en todo momento? Solo puedo concluir una cosa: que escribir (y pensar) no es tarea para débiles.

sábado, 10 de septiembre de 2022

Gnosis III


I

En el mundo exterior ¿qué hay? En el mundo interior ¿qué hay?

El espacio es lo exterior; lo interior, un país psicológico.

Estamos relacionados con un cuerpo planetario

Con el mundo exterior y con nosotros mismos

¿Qué trascendencia tienen cada una de estas relaciones?



II

En el exterior está la sociedad y el planeta Tierra

En nosotros, los límites de nuestro cuerpo.

En el hogar, nuestro gimnasio psicológico

En nuestro interior, la correcta relación entre personalidad y esencia.



III

Vibramos en consonancia con la calidad de nuestra energía.

Cambiar la forma de pensar equivale a transformar las impresiones;

Sentir, sentirnos a nosotros mismos;

Actuar, esgrimir la fuerza.



IV

Las impresiones no transformadas

Se convierten en agregados psicológicos.

A través de la comprensión de las impresiones,

Se puede revelar la luz de la esencia.



V

Equilibrar el mundo de nuestras relaciones implica

Estar llamado a morir una muerte psicológica

Nacer en un nacimiento interior de nuestro ser

Luchar en sacrificio por la humanidad.

Revisar nuestro día a día,

Pensamientos, emociones, palabras, actos

Como quien practica el control,

Como quien realiza un arte

Como quien medita sobre sus pasos y sus visiones.


Actuar, esgrimir la fuerza.

viernes, 9 de septiembre de 2022

El uróboro de Chile en los escombros de Valparaíso

Una figura de una serpiente uróboro con la forma de Chile fue instalada días antes del Plebiscito de salida en Valparaíso, en la esquina de la extinta Cruz Verde, entre Bellavista con Condell. Nadie sabe quiénes fueron los responsables ni por qué motivo la colocaron ahí. Lo único que se puede dilucidar, por el momento, es su simbolismo, bajo un contexto particularmente crítico. Aldo Meneses, profesor de historia, señaló que el uróboro ha estado presente en prácticamente todas las mitologías ancestrales y que tiene “relación directa con el tiempo y la infinidad del tiempo”. Representaría, en este sentido, la naturaleza cíclica de todas las cosas, pudiendo simbolizar un eterno retorno de lo mismo o bien una continuidad y un renacer. Para Meneses, una significación que se le puede dar al símbolo es que “el tiempo siempre vuelve (…) y que siempre va a estar presente”. O sea, tenemos que el uróboro vendría a simbolizar esa posibilidad de algo que vuelve o de algo que está pronto a cambiar. La serpiente, Chile, sería la encarnación de esa posibilidad, de ese devenir.

Ahora, si leemos la figura a la luz del contexto político, todo se refracta y entonces la serpiente se volverá el espejo sobre la cual se reflejará la posición vital de una determinada visión. Para quienes abogan por recobrar un estado de cosas previo al Chile de la asonada de octubre, la serpiente uróboro invocará el retorno de un tiempo perdido o destruido por una ola inusitada de violencia e insurrección. En cambio, para quienes impulsan un cambio radical y están comprometidos con el proceso revolucionario que se ha vivido, la serpiente grafica un nuevo comienzo, muy analogable al propósito de la Constituyente; o, ante los resultados del plebiscito del domingo, una denuncia artística contra un país que no ha hecho otra cosa que “morderse la cola”, en un ciclo permanente de autosabotaje.

Pese a estas consideraciones, el profesor Meneses llamó a considerar esta figura más como un símbolo y no como un augurio sobre lo que pasaría a nivel histórico con Chile de aquí en adelante. El símbolo por sí mismo es atemporal, y perfectamente puede evocar algo que ya fue y que puede volver a ser, o pronosticar lo que podría llegar a ser, a partir de lo que ya está siendo. Su aparición sobre las ruinas de la Cruz verde de Condell habla, en términos de Walter Benjamin, de la rememoración del pasado, que puede hacer de lo inconcluso, algo concluso, y de lo concluso, algo inconcluso. Pero, el solo hecho de situarse frente a esos escombros abandonados a su suerte, deja entrever que el tiempo mítico solo puede perdurar sobre el desastre de un destino mortal, sometido al arbitrio de las voluntades humanas.

El uróboro, así, continúa comiéndose a sí mismo, cada vez que recordamos aquellos momentos en que usábamos esa esquina estratégica como punto de encuentro y de reunión para luego sumergirse en la noche porteña. Tras cada engullir y cada ciclo, revive en nosotros el recuerdo de aquellas jornadas de placer, tragedia y desenfreno, pero también, la señal sobre una revuelta que nunca alcanzamos a avizorar y que abrió la puerta para el protagonismo de las nuevas fuerzas de la historia.

Sergio Fritz, al analizar la serpiente, dijo que empezaron a movilizarse estas fuerzas en un plano sutil, desde el esoterismo, tras la asonada de octubre. La serpiente que es Chile habría “despertado”, aunque ese despertar fue traicionado, por lo que el uróboro, bajo esta mirada, conllevaría un espíritu de revancha, posiblemente, en la forma de un “estallido 2.0” o en la forma de un retorno a un estado caótico, como si se tratase de un curso reprobado, un síntoma del Kali Yuga, una auténtica resonancia de la guerra espiritual que se está librando en el mundo, que no es otra que la crisis de Occidente.

La serpiente, finalmente, mudaría su piel, siendo el ocaso de sí misma o su propio renacer. Dicho esto, Chile ha tenido que aprender la lección con pundonor: dejar de devorarse a sí mismo y eliminar la piel seca. Sin embargo ¿cómo distinguir el espíritu de disolución del de regeneración? Se trata de que la serpiente manifieste su ciclo para pavimentar el camino de los hombres a través del tiempo, y en ese tiempo, cabe el nacer y el morir en cuanto estados de la consciencia.

Sin duda, algo murió aquel 18 de octubre y, a su vez, algo volvió a vivir. Hoy por hoy, pareciera que algo está a punto de renacer, algo latente ¿otra Nueva Constitución? ¿Otra “revuelta”? ¿Una nueva traición? ¿Un nuevo orden de cosas, a través del desorden? Nadie lo sabe, así como tampoco nadie supo qué pasó con la figura de la serpiente, ya desaparecida del plan de Valparaíso. Puede que ese haya sido el acto definitivo: simplemente desaparecer, porque el tiempo desaparece de golpe, como los hombres, y luego trasciende en la memoria y en lo absoluto.