Conversación por whatsapp
-Te voy a contar algo curioso ¿Tú
con qué crees que peleaba, el que es considerado el mejor guerrero de la
humanidad, Miyamoto Musashi? ¿Cuál crees que eran sus armas? No te desvenes el
cerebro
-¿Espadas de madera?
-Sí y no... llegó a utilizar kodachi y boken. También katanas y wakizachis
-…
-En su duelo contra Sasaki Kojiro,
que era considerado el mayor maestro de su época ¿Qué arma crees que utilizó?
-¿Las espadas?
-Un remo que el talló con sus
manos
…
-Para Musashi las espadas no
tenían importancia, sino que era ganar el duelo. Más que un gran espadachín,
era un sujeto que se adaptó a los más de 60 duelos que tuvo a muerte.
-…
-Por eso, si tú no quieres ponerte
la vacuna estás en tu derecho, es incómodo, molesto… pero si no te adaptas te
verás limitado. Es tu opción. Yo solo pienso en adaptarme y no me devaneo el
cerebro, porque tengo la seguridad de que, hagan lo que hagan, nadie me podrá
quitar mi libertad
-…
-La verdadera libertad hermano no
está afuera… Está en tu cabeza ¿Cómo se puede hablar de restricciones, si las
mayores que existen son las que nosotros nos creamos a nosotros mismos?
-…
-¿Te acuerdas del mito de Sísifo?
¿Cuál fue el castigo de los dioses?
-Sí recuerdo viejo. Empuja una
roca y luego al llegar a la cima volver a empujarla
-Así es, ese fue el castigo de
los dioses para Sísifo. Tenía que empujarla hasta la cima, y él se quejaba
constantemente de la roca que tenía que andar arrastrando. El día en que fue
libre Sísifo fue cuando aceptó la roca, en que aceptó el absurdo en su vida.
Ese fue el día en que se liberó del dolor que le estaba produciendo esa condena
tan injusta.
-…
-Algo similar ocurre con las
vacunas, porque la gente en estos momentos se está sintiendo incómoda, se
queja, que la vacuna conchesumadre, igual que Sísifo con la roca, pateando la
perra, “por qué los dioses culiaos me la pusieron encima, qué se han creído”.
Lo mismo pasa con la gente, dicen “qué se han creído estos políticos
conchesumadres, que yo soy un esclavo”. Exactamente lo mismo pasa. Y se amargan
y se amargan. “Puta, la plandemia, están experimentando con nosotros y la wea” y, a lo largo del camino, te vuelves un amargado culiao. Y lo peor es que no
lograste hacer nada, porque igual vas a estar condenado a ponerte la vacuna en
algún momento, tal como Sísifo se vio condenado a empujar la roca hasta la cima
del monte. Mientras que ellos se van amargando la existencia, yo acepté la
vacuna, puedo ir a cualquier lugar tranquilo. Al final de cuentas qué importa,
si me voy a morir igual, con o sin vacuna. Es así la vida. La vida es absurda,
la vida es tonta. Estamos cagaos pos, perro. Y eso no es resignación, créeme
que es muy distinto. Va mucho más allá de eso. Es liberación. Aquí el
absurdismo queda preciso.
-Para reflexionar. No había escuchado
un punto como el tuyo. En todo caso, se agradece.
-Lo que para muchos sería un
viaje de resignación, para mí es un viaje de liberación.