sábado, 23 de julio de 2016

Dos días para volver a trabajar, y ya me imagino al profesor como un Sísifo que en lugar de empujar una roca cayéndose repetidamente por un barranco, planifica y planifica clases gratuitas que infinitamente se deshacen ante sus ojos.

Stranger Things

Anoche luego de mi fallido intento de salida, me quedé pegado hasta las cinco de la mañana viendo Stranger Things. Luego soñé cosas extrañísimas. Una de esas cosas versaba sobre la inminente aparición de una criatura que existía en otro plano de realidad (posiblemente el Demogorgon del que hablaban los chicos en la serie), pero dentro de márgenes de espacio-tiempo similares a los de uno mismo. Luego eso se entremezclaba con la escritura de una tesis sobre la Libertad con un nombre intraducible en un idioma similar al italiano, de un autor de apellido Medici. Al parecer con su escritura corría una cuenta regresiva, no sé a pito de qué. Ciertos hechos de la vida (inenarrables ahora con el desvelo) se repetían si aquella escritura se retrasaba. Las únicas imágenes que persistían a través de ese flashback siniestro y contra el tiempo eran la de un amigo inexistente (al parecer de la u) y la de una mina desaparecida (que tampoco logro caracterizar). Se suponía que si no se escribía aquella tesis, y no se resolvían aquellos hechos a tiempo, la criatura aparecería. Independiente de ese sueño inenarrable, me pregunto ¿estaré tan cagao que hasta ahora sueño ese sueño sobre una serie fantástica y sobre obligaciones pasadas? Quizá muy en el fondo, en nuestro fuero interno, no somos más que personajes incógnitos, siempre inacabados, siempre desconocidos, para los otros, dentro de un plano de realidad similar a la serie. Quizá eso sea lo más similar del sueño a la vida: muchas veces uno no sabe lo que le va a tocar, y solo le toca enfrentarlo de cualquier forma.