lunes, 22 de julio de 2024

Apuntes sobre las nuevas hipótesis de la ciencia posmoderna

I

“No habrá estrellas en el cielo, se alejarán tanto que el cosmos será un lugar oscuro y frío”, dijo el astrofísico Enrico Ramírez. ‘Para entender nuestro lugar en el universo debemos comprender los agujeros negros’, afirmó George Wong, otro astrofísico. El primero habló sobre el final del universo. El segundo, sobre nuestro lugar en él. Ambos vieron en la oscuridad un elemento preponderante. De hecho, el elemento crucial. Hay en la realidad del todo una noche absoluta.

II

"Mis estudios apuntan a una posibilidad extraña e interesante de que no vivamos en una realidad objetiva y que el universo entero podría ser sólo una simulación de realidad virtual súper avanzada", afirmó el físico Melvin Vopson. “Dado que nuestro Universo tiene una geometría plana con una energía neta cero, una civilización avanzada podría haber desarrollado una tecnología que creó un universo bebé de la nada a través de un túnel cuántico”, explicó el físico teórico Abraham Loeb.

Cada vez más científicos plantean la posibilidad de que todo sea un simulacro y que, de hecho, sea una creación artificial, por lo cual las ideas platónicas y cartesianas cobran una fuerza inusitada. La idea del demiurgo creador de Platón, en Timeo; la del genio maligno de Descartes; e incluso, la del Arquitecto del Universo planteada por los masones, vuelven a ser levantadas desde el mundo enterrado del esoterismo para convertirse en las nuevas hipótesis de la ciencia posmoderna. Allí donde la lógica positiva no puede entrar, se escarba en la dimensión de lo desconocido y en el territorio de lo increado.