lunes, 11 de agosto de 2014

Qué extraño se siente escribir sobre la morada...



Qué extraño se siente escribir

sobre la morada del ocio y de la muerte,

esa muerte trasnochada y ebria

celebrando la broma viviente que soy

…y es ella la que empezó la broma.



Unas cuantas luces

me llevan a soñar el aburrimiento

de escritura intermitente, de ojos rehenes.



La parsimonia mía,

que intercambia monólogos,

comunicados a la pantalla…

la gélida luz que absorbe y atrapa

la boca que come de tus constelaciones

el satélite bufón de tu astrología.



El juego y olvido de las palabras

la mitología no enseñada,

la analfabeta alegría

la alegría de atravesar puertas,

de sobornar los agujeros

de salar las equivocaciones

y jamás postergarse a si mismo.



¿Debo hacer de mi solitario heroísmo poesía?



Cuando me defino asalta la duda,

El yo se presenta cual verdugo

Como si fuese hijo del error o la vergüenza

¿Es la vergüenza la que me parte en dos?

¿Es la vergüenza la que redimirá nuestrocontacto

Entre pliegues y miradas de infinito?

¿Es la vergüenza misma ese infinito del que mehablabas,

Esas tardes en vela, de sabor amargo?

No: es solo aquello que envolvías celosamente

Para regocijo de tu espíritu caprichoso



Nuestras palabras dichas en el vacío

Ese montón de energía funeraria

¿tuvo algún sentido para nosotros?

Fue solo el juego de niños cósmicos

dentro de una fiesta de caos

Entonces ¿Para qué el sentido?

La conmoción podría ser la respuesta,

La conmoción del peso de las palabras

que se masturban en caverna

ante nuestra propia ausencia y presencia.



Así, en esta tarde de sentidos y contrasentidos

me trago el orgullo y puedo decir

que gracias a la bendita inexistencia

me declaro el héroe de nada y de nadie

y puedo acabar de derramar la tinta

el líquido sobre mujeres que no existen...

Luego me vuelvo frenético,

el signo interrogativo para amigos y enemigos.

En especial para todo y todos,

no saben separar entre figura y genio,

y ya no se puede ser uno sin el mundo

luego escribo, muero y el sentido subyace.