martes, 9 de septiembre de 2025

"Las fantasías que la “progresía” iba repitiendo desde los tiempos de Rousseau, al creer que ya existía un clima adecuado para “el tránsito de la Era de Piscis” a la “Era de Acuario”, la “nueva era” (creencia que está tras los desvaríos de la élite funcionarial de la ONU y la UNESCO), creyeron poder acelerar la implantación de los cambios, con la excusa de la Agenda 2030. El resultado no ha sido el que esperaban: sino unas convulsiones agónicas, incluso mucho más extremas de lo que algunos garantizábamos desde el principio del proceso.

Hoy estamos viviendo la introducción a la primera parte de la reacción conservadora. O, más bien, la irrupción del “nuevo conservadurismo”. Rouseau empieza a ser cuestionado".