sábado, 20 de noviembre de 2021

Disidencia controlada

Hay un concepto llamado Disidencia controlada, que enmarca muy bien a la figura de Trump o de Bolsonaro. Ellos funcionan a la manera de la novela 1984. En la obra orwelliana, había una instancia denominada “2 minutos de odio”, donde la gente iba a la plaza y colocaban en las telepantallas a un disidente conocido como Emmanuel Goldstein. Ese disidente decía la verdad: están esclavizados, este es un sistema totalitario, ustedes deberían ser libres, mientras la gente le gritaba de todo. Pero, de pronto, había personas que se desprogramaban y se daban cuenta que aquel disidente Goldstein, si bien decía la verdad, trabajaba igualmente para el sistema que criticaba con tanta pasión. Personajes como Trump, Bolsonaro y Kast acá en Chile son los Goldstein del siglo XXI, “disidencia controlada” que está ahí para generar la ilusión del contrapeso.

Lo que esconde la Convención Constitucional

Apuntes sobre Lo que esconde la Convención Constitucional, video de El mirador del gallo, con Joxaco Nexus como invitado.

1.- La Convención Constituyente fue un gol de media cancha que nos metieron a todos los chilenos, promoviendo una falsa Asamblea Constituyente para redactar una Constitución que pondrá al Estado por sobre los ciudadanos. En estricto rigor, la idea de Estado totalitario que pretenden los señores de la ONU asociados al Foro Económico mundial, al Fondo Monetario internacional y al Banco mundial.

2.- Si los dueños de Chile realmente hubieran cedido a las demandas de fondo promulgadas desde el “estallido”, hubieran derogado de inmediato la ley de pesca, el código de aguas, la ley de concesiones mineras y la ley de AFP. En cambio, establecieron un Acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución, que fue precisamente hacia donde querían encausar el “movimiento social”, de manera que estuviese alineado con los planteamientos de la agenda 2030, esta agenda globalista.

3.- El Acuerdo por la Paz sí fue una cocina, pero hay otra explicación que no suelen dar los sectores de izquierda radicalizada. El miedo ante un eventual “Golpe de Estado” fue usado como cortina de humo para esta pantomima política y, de esa forma, colarnos la ley 21.200 que amarra el actuar de los constituyentes, en su artículo 135, expresando que no se pueden declarar soberanos.

4.- Desde la visión del Movimiento Democracia Directa, absolutamente todo el proceso, desde el Acuerdo por la Paz en adelante, fue un fraude. Sobre todo, el plebiscito de Octubre de 2020 con el Apruebo/Rechazo. En efecto, el poder político volvió a dividir a la población. Divide et impera, tal cual como ocurrió en la Asamblea nacional de la Revolución Francesa, que es el origen de la división ciudadana actual entre izquierdas y derechas. Entonces el Plebiscito por el Apruebo y el Rechazo, lejos de ser Democracia real, no fue más que otra réplica de esta lógica divisoria del poder.

5.- El Poder Constituyente Originario debiera ser inherente al pueblo o nación y auto-convocarse a través de la ciudadanía. En teoría, este poder tendría la facultad para decidir los destinos de todos y cada uno dentro del país, sin la intromisión de los poderes del Estado y de los partidos políticos.

6.- La deliberación real debiera entenderse, entonces, como consecuencia del despliegue de aquel Poder Constituyente Originario, a través de una Democracia Directa y no una Democracia Representativa, que históricamente ha trabajado en contra de la ciudadanía y no para ella, en pro del Estado en complicidad con la corporatocracia y la partidocracia.

7.- La Constitución no es una carta de control de un Estado sobre un pueblo, es una carta que permite al pueblo frenar el control de los poderes del Estado. La Constitución sirve a los individuos, no a los Poderes constituidos.

8.- Chile votó por cambiar la Constitución neoliberal del 80, pero acabará entregando el país en bandeja de plata a los globalistas.

9.- Han pasado dos años ¿qué ha cambiado? Absolutamente nada.

10.- El Congreso significa dinero de todos y cada uno de nosotros, botado a la basura. La Convención, en tanto, se ha vuelto una verdadera “Tercera Cámara”.

11.- El sistema representativo es la punta de lanza del control de los pueblos. A los presidentes elegidos democráticamente, por ende, o los compran o los matan.

12.- Transformar, que no destruir.

13.- No se puede cambiar el sistema desde adentro. No se le puede pedir al tigre que sea vegetariano.