lunes, 24 de septiembre de 2018

El mojón de cobre

Para el año 1991, el escultor Mario Irarrázabal postuló a un concurso de esculturas en torno al congreso nacional. La propuesta se enmarcaba en el proyecto para “reurbanizar” el sector colindante al congreso embelleciéndolo con obras de arte. La obra que salió premiada finalmente para el sector de Av Argentina fue "Solidaridad", compuesta de cuatro cables de cobre aportado por la cuprifería estatal que se van entrelazando, conformando una gran mole que duplica la longitud de cada pieza por separado. La gran mole representaría, según Irrarázabal, el sentido de la solidaridad que mediante la cohesión va multiplicando sus dimensiones. Esa era la intención artística institucional. Años más tarde, es sabido por todos que la Solidaridad sería llamada “el Mojón de cobre” por voto popular, dada su peculiar forma y dado además el tono propio del cobre que se asemeja mucho al del excremento. Así, la obra que en un principio fue concebida para hermosear los alrededores del congreso con un significado políticamente correcto, pasaría luego a resignificarse en un verdadero monumento a la mierda con el cobre como su materia prima, que a su vez constituye el sustento de la economía de Chile. El simbolismo no puede ser más claro. Lo que era una abstracta representación de la solidaridad mutó en una sátira cuprífera al poder. El mojón sobrevivió a su intención artística. La mierda se ganó un espacio en el corazón de los porteños.


Preu: se acaba de ir el único alumno que estaba presente, quedando todavía otro bloque de clases. Sala vacía. Borro la pizarra. Voy por un café a hacer la hora y a matar el tiempo.